Hola a todos, he venido a dejar esta nueva historia que se me ocurrió después de ver la imagen old work sesskik bird in cage hecha por huoyanxing-d5rgua0. Esta historia es un SesshomaruxKikyô. Ya sé que les debo la continuación de mis otros fics, pero he tenido problemas para inspirarme, sobre todo ahora que siento que Inuyasha ya no tanto de mi gusto para Kikyô xD, pero es seguro que la continuo, sólo tengo que retomarle el gusto xD. LOS PERSONAJES NO ME PERTENECEN SON DE RUMIKO TAKAHASHI.
COMPLETANDO SU ALMA
CAPÍTULO I. EL PRIMER ESPÍRITU CONOCIMIENTO
El día en la escuela estaba a punto de terminar, sólo quedaba la última clase, los estudiantes trataban de escuchar al maestro mientras que uno simplemente leía su libro de texto, esa clase le parecía absurda, el maestro hablaba de cosas que venían en el libro y en realidad la forma de explicar de su maestro le parecía deficiente a diferencia del libro. Alzó la mirada para ver a sus compañeros que trataban de entender de lo que hablaba su maestro, simplemente le parecían patéticos, tomó su lápiz y comenzó a resolver los ejercicios en su libro.
-Muy bien jóvenes la clase está a punto de terminar por lo tanto los ejercicios los tendrán que hacer en casa- comentó el maestro después de terminar de dar explicación de la clase, tomó un plumón y comenzó a escribir la página del libro y los ejercicios. –Mañana al inició de la clase recogeré los libros y revisaré los ejercicios, será tomado en cuenta como un pequeño examen, y como lo harán en casa supongo que todos saldrán bien-
Algunos alumnos se quejaron, no habían entendido muy bien la explicación del profesor. Mientras que un platinado se levantó después de haber guardado todas sus cosas, a él le daba igual todo aquello, después de todo ya había terminado los ejercicios. Se disponía a salir detrás del maestro cuando una joven le hablo.
-Sesshomaru- hablo una joven castaña, el platinado se detuvo, pero no miro a la joven –tú entendiste bien el ejercicio, ¿verdad?-. El platinado apenas asintió -¿podrías darnos una clase rápida antes de que te vayas?-
-¿Por qué habría de hacer eso?- se giró mirando fríamente a la joven, la chica se sintió nerviosa ante esa mirada. –No es mi culpa que su capacidad de razonamiento sea inferior- hablaba de manera despectiva
-Olvídalo Kagome, Sesshomaru es un engreído que no ayudaría a sus compañeros- interrumpió otro platinado algo irritado ante el comentario
-Inuyasha guarda silencio- reprendió la joven al joven apiñonado
-No tengo porque escuchar comentarios tontos de alguien tan patético como tú, Inuyasha-
Ambos jóvenes se veían con desagrado, su relación nunca había sido la mejor, Sesshomaru e Inuyasha eran medios hermanos, pero Sesshomaru siempre veía de manera inferior a Inuyasha. Después de mirarse por un largo momento Sesshomaru retomó su marcha, a lo que la joven castaña dio un suspiro de alivio al ver que no pasó más haya de comentarios.
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Sesshomaru llegó a su dormitorio, dejó su mochila sobre su cama, sacó uno de sus libros, se disponía a estudiar cuando en su escritorio se encontró con una pequeña caja dorada adornada con varias piedras. Tenía perfectamente ordenado su cuarto, sabía exactamente el lugar de cada objeto, pero esa caja jamás la había visto.
-¿Qué es esto?- se preguntó dejando su libro en la mesa. Al tocar la pequeña caja se abrió por sí misma, miró en el interior de esta y se encontró con una pequeña joven con alas y vestida con una túnica en posición fetal, la pequeña era de piel nívea, cabello largo azabache, y sus ojos estaban cerrado -¿una muñeca?- tomó a la pequeña criatura en su mano, la pequeña no media más de quince centímetros. –Es suave, parece real-, decía mientras que con sus dedos tocaba la piel de la pequeña.
Después de varios minutos más observándola, dejó a la pequeña sentada, tomó la caja buscando una nota o algo que le ayudará a entender la razón de ese objeto en su dormitorio, la caja por dentro era acolchonada y estaba revestida con una tela carmín, paso sus dedos por los bordes interiores, pero no encontró nada.
Sin verle un sentido el seguir buscando miró a la pequeña nuevamente, ¿sería bueno quedarse con ella?, Sesshomaru era un joven con un buen gusto y esa pequeña parecía fina, delicada y hermosa, por simple estética le parecía una buena figura decorativa para su dormitorio. Se sentó en la silla del escritorio, la miró un par de segundos más y después se dispuso a continuar con sus estudios.
Después de un par de horas más de estudio decidió descansar por ese día, se levantó y comenzó a sacar ropa de sus cajones, necesitaba darse un baño, quería relajarse un poco y un baño siempre le ayudaba. Al salir de su baño ya vestido, miró de nuevo a la pequeña criatura, aún sentía curiosidad, por lo que volvió a tomar la caja, esta vez miró en la base de la caja, y encontró una inscripción, "Cuatro almas concentradas en un centro, la armonía perfecta. El lenguaje natal".
Aquello le parecía familiar, entonces recordó sus clases de literatura, en uno de los libros de aquella clase había un cuento, el cual le había parecido ridículo, este hablaba de una perla la cual era la representación del alma humana, según el cuento esta perla estaba conformada por cuatro espíritus, Conocimiento, Amistad, Valor y Amor.
-Según recuerdo el nombre de aquella perla era la perla de Shikon- miro de nuevo la inscripción "El lenguaje natal" –Se refiere al nombre en el lenguaje en que fue escrito el cuento… Shikon no Tama-
En aquel momento el cuerpo de Sesshomaru comenzó a brillar, -¿qué me está pasando?- se preguntaba algo temeroso, el brillo comenzó a despegarse de su cuerpo y comenzó a concentrarse justo frente a él, el brillo era rosado, sin entender porque lo hacía acercó sus manos, al cerrarlas el resplandor comenzó a reducirse, Sesshomaru al notarlo abrió de nuevo sus manos encontrándose con el fragmento de una perla.
-¿Un fragmento?-, para su sorpresa la pequeña que estaba en su escritorio comenzó a flotar por su cuenta, acercándose hacia él, el fragmento que estaba en sus manos comenzó a dirigirse a la pequeña, el objeto entró al cuerpo de la criatura. Sesshomaru veía atónito todo lo que pasaba, notó que el cuerpo de la joven iba descendiendo por lo que puso sus manos para atraparla, la miró curioso, entonces notó que algo en ella había cambiado, estaba respirando. -¡¿Qué significa esto?!- se preguntaba un poco nervioso
La pequeña comenzó a moverse, sus manos se apoyaron en las del platinado, quién no podía creer lo que veía, comenzó a incorporarse la pequeña alada, sus ojos comenzaron a abrirse lentamente sentía que la luz la cegaba un poco, tenía ya varios años que no veía luz.
Después de unos breves momentos la pequeña abrió por completo sus ojos almendra los cuales se cruzaron con los ámbares de Sesshomaru, quién la miraba muy sorprendido.
-¿Quién eres tú?- preguntó la joven de manera tranquila, sus ojos lo miraban de manera seria
-Mi nombre es Sesshomaru- respondió inmediatamente antes la pregunta
-Sesshomaru…- continuó mirándolo, se concentró en su rostro, estaba sorprendido pero su mirada aún daba una leve sensación de indiferencia –Mi nombre es Kikyô-
-¿Qué eres tú?- preguntó el platinado
-Supongo que por el momento soy algo parecido a un hada- respondió mirando sus alas
-¿Supones? Entonces no sabes lo que eres- dijo el ambarino con cierto tono que molestó a la joven alada
-Así es, antes era una humana, pero un hechicero me maldijo por haber rechazado toda propuesta de matrimonio que me había hecho-. Sesshomaru miro como la joven empezó a aletear y se separaba de sus manos. -¿Esta es tu casa?- pregunto la joven mirando a su alrededor
-No, este sólo es mi dormitorio como estudiante-
-Ya veo. No es muy grande, pero supongo que en lo que rompemos la maldición podré vivir de esta forma- dijo la joven mientras revisaba cada lugar del dormitorio
-¡¿Rompemos?!- pregunto casi a manera de grito –no sé qué te ha hecho creer que voy a ayudarte- su forma de hablar era indiferente y trataba de ser un poco hiriente
-Lo vas a hacer- respondió la joven mirándolo fríamente –Al momento de ayudarme a despertar fuimos unidos, conforme vayamos completando tu alma iré adquiriendo mi forma como humana-
-¿Completando mi alma?- sonrió divertido –Mi alma no está incompleta, yo me siento perfectamente bien como estoy- dijo de manera altanera
-Lograste despertarme, por lo tanto conoces la leyenda de la Shikon no Tama-, el platinado sólo asintió, -como sabrás la leyenda dice que hay cuatro espíritus en el alma de las personas, Conocimiento, Amistad, Valor y Amor, estos espíritus deben estar en equilibrio para que la persona esté completa. Tal parece que fuiste escogido por mi espíritu artificial como mi protector debido a que pareces tener el conocimiento necesario para crear el primer fragmento, y así fue- la pequeña se iba acercando
-Con esa historia absurda no me vas a convencer- dijo serio y mirándola con frialdad –Puedes quedarte si es lo que deseas hacer, pero no pienso ayudarte, yo no soy tu protector y como te dije antes, mi alma está completa-
La pequeña alada se sentía retada por él, ese hombre era muy testarudo y engreído, le recordaba un poco a aquel hechicero que la puso en esa situación. Si seguía tratando de convencerlo sería una pérdida de tiempo y es lo que menos quería perder, suspiró, no había de otra si estaba ahí era por alguna razón y las cosas irían por su cuenta, con suerte no pasaría más de 40 años a lado de ese sujeto tratando de recuperar su vida como humana.
-Está bien- dijo en tono vencido –ya es algo tarde, deberías dormir-
-Es en lo único que estoy de acuerdo contigo- dijo Sesshomaru antes de dirigirse a su cama, acomodó todo para poder acostarse
-Descansa- dijo Kikyô mientras apagaba la luz para que el platinado se pudiera dormir
La pequeña azabache se sentó en el borde de la cabecera y miraba al platinado dormir, sí que se veía de manera diferente dormido, esos ojos fríos eran los que cambiaba las facciones en su rostro, ahora se veía más dulce. Se quedó mirándolo un par de horas, al confirmar que el platinado ya se había dormido, emprendió el vuelo, abrió la ventana y salió del dormitorio, voló hasta la azotea del edificio, se aseguró de que no hubiera nadie y se sentó en el borde, miraba la luna la cual se encontraba llena.
-Afortunadamente desperté en un día en el cual hay luna llena- dijo mirando de manera melancólica a la luna y el cielo estrellado. En ese momento una luz violeta se acercaba desde lejos, Kikyô cambió su semblante a una más sereno al ver aquel brillo, la pequeña luz llegó hasta ella.
-Merodie- dijo con una sonrisa en el rostro –me da gusto verte después de tanto tiempo-. La pequeña luz se movía en círculos.
-Sí, ya sé que debería estar adentro con aquel individuo, pero es mi primera noche despierta y la luna está llena, quiero recordar esta noche- dijo mirando el cielo. –Por cierto, ¿no pudiste encontrar a alguien más para despertarme?- preguntó ya demostrando su irritación ante tal sujeto, a lo que el pequeño brillo comenzó a responder haciendo círculos en el aire de nuevo, -ya veo, él es el mejor en su clase, sin embargo, le falta mucho para tener los tres espíritus faltantes y mi idea no es quedarme con él por siempre, ese sujeto tiene una arrogancia que me recuerda a aquel sujeto- dijo sintiendo cierto asco. De nuevo el espíritu artificial comenzó a moverse. –Veremos cómo marchan las cosas, esperemos que podemos completarlo- se levantó y comenzó a volar, la luz la siguió hasta el dormitorio del platinado, entraron y se dirigieron a la pequeña caja donde la joven alada se recostó y con algo de temor cerró sus ojos.
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Bien este ha sido el inicio, espero que les haya gustado, dejen reviews para ver si debo continuarlo je, je, je… Bueno hasta los próximos capítulos ^^
