El comienzo de todo. De algo inesperado y especial... ;)


01. Introducción


-Entonces... ¿ya esta confirmado?- cuestionó una joven de piel morena sentada en la sala de espera del hospital más cercano a su hogar.

-Así es. El medico me lo acaba de confirmar- corroboró otra joven pero de cabello castaño oscuro y ojos marrones. -Estoy embarazada de aproximadamente seis semanas.

Ambas jóvenes se quedaron en completo silencio mirándose una a la otra procesando la información que acababan de obtener recientemente.

-Mmm, ¿debo felicitarte o...?- la chica de piel morena dejo la frase en el aire para que la chica más bajita la terminara por ella.

-No lo sé. Esto es demasiado para mi- confesó la joven de ojos marrones. -Sé que no eres demasiado cariñosa pero, ¿Te molestaría abrazarme? Realmente necesito un abrazo ahora mismo.

-Todo estará bien, Rachel- susurro la joven morena abrazándola con ternura. -Todo estará bien.

-Muchas gracias por acompañarme, Santana- agradeció Rachel soltándose del abrazo que compartía con su reciente amiga. -Debo ir a clases. Nos vemos más...

-Tú no iras a ningún lado- la detuvo la latina tomándola del brazo y mirándola seriamente con sus ojos de color café oscuro. -Rachel, más allá de que no sepas quién es el padre, creo deberías hablarlo con Finn y con el hombre de plástico...

-Brody- Interrumpió la diva.

-Como sea. Deberías hablar con ellos y resolverlo juntos, ¿No te parece?

Rachel no dijo nada. Sabia que su amiga tenia razón. Un bebé se hace de a dos y, aunque no tuviera claro quien era el padre, tendría que hablar con los dos jóvenes.

-Un bebé- pensó. -Un mini Berry en camino- Inevitablemente una sonrisa se instaló en sus labios iluminándole el rostro, obviamente no pudo notar ese detalle.

-¿Vas a tenerlo o piensas...?- cuestiono Santana una vez que salieron del hospital y tomaban un taxi rumbo a su hogar.

-Por supuesto que pienso tenerlo- Interrumpió Rachel mirándola directamente a los ojos sin una pizca de duda al respecto y Santana simplemente sonrió.

Desde que se hizo aquel test de embarazo, hacia algunos días atrás, y desde que el doctor le confirmo su embarazo esa misma mañana, en ningún momento paso por su mente la posibilidad de abortarlo o darlo en adopción. Era un pedazo de ella lo que estaba creciendo en su vientre. No lo consideraba un error pero si una irresponsabilidad de su parte, aun asi se haría cargo de su irresponsabilidad.

Iba tan metida en sus pensamientos que no se dio cuenta de que ya habían llegado a su hogar. Aquel departamento en Bushwick que compartía con Kurt desde hacia unos meses y con Santana desde hacia pocas semanas.

Era cerca del mediodía, por lo tanto su mejor amigo estaría en NYADA, la academia de artes dramáticas de Nueva York. Entro a su departamento seguida de la latina y ésta le sugirió que descansara un rato mientras ella preparaba el almuerzo para ambas. Rachel le sonrió en modo de agradecimiento antes de obedecer la orden de su amiga y recostarse en su habitación. Realmente necesitaba ese descanso, de otra forma hubiese ignorado la orden de Santana.

Mientras estaba recostada en su cama sus pensamientos comenzaron a llenar su mente. ¿Qué haría ahora? ¿Qué pasaría con ella y su carrera de ahora en adelante? Aquella que comenzaba a formar. ¿Dejaría NYADA cuando su embarazo comenzara a notarse? ¿Por cuanto tiempo podía estar en aquella universidad estando embarazada? Poco a poco fue quedándose dormida con todos esos pensamientos atormentándola, solo el suave zarandeo que realizó Santana en su hombro logro despertarla.

-Es hora de despertar, Bella Durmiente embarazada- Bromeó la latina, pero Rachel no respondió a la broma, sino que salio corriendo directamente al baño. Una vez allí vomito todo lo poco que había comido aquella mañana después de salir del hospital.

Llevaba días asi, eso sumado a su falta de periodo menstrual fue lo que la llevo a realizarse el test de embarazo y posteriormente visitar a su medico ginecólogo cuando la prueba dio positivo.

-Rachel ¿Estas bien?- pregunto Santana del otro lado de la puerta del baño con preocupación.

-Sí, estoy bien- Respondió la diva saliendo del lugar después de cepillarse los dientes y lavarse el rostro. -Supongo que son las famosas nauseas que aparecen en el embarazo. Ahora todo tiene sentido.

-¿Quién está sufriendo las famosas nauseas del embarazo?- Cuestiono la voz de Kurt haciendo sobresaltar a las dos chicas que hasta el momento no habían reparado en la presencia del chico.

-Kurt sera mejor que tomes asiento- previno Rachel con nerviosismo acercándose a su amigo y sentándolo en el asiento más cercano. -Esto es algo delicado... Emocionante y asombroso, pero delicado.

-Rachel está embarazada- Informo Santana como si nada y la futura actriz le lanzo una mirada asesina. -¿Qué? Ibas a empezar con tu verborragia Berry y no ibas a parar de hablar. Créeme que es mejor decir las cosas de una vez y no dar tantas vueltas.

Mientras ambas chicas discutían entre ellas el chico de cabello castaño y ojos azul grisáceos comenzó a dar vuelta por todo el departamento, murmurando cosas por lo bajo.

-¿Un embarazo? ¿Cómo es posible? ¿Pero qué...?- decía Kurt yendo y viniendo hasta que Santana se acerco y le dio una bofetada. -¡Santana!

-Lo siento- se disculpo la latina encogiéndose de hombros. -Pero es que estabas poniéndome nerviosa yendo de un lado a otro. ¿Puedes calmarte, Tinkerbell? No necesitamos ataques de histeria en este momento.

-Esta bien, esta bien- Kurt se arrodillo frente a Rachel, que se encontraba sentada en el sofá y mirándola a los ojos le pregunto: -¿Piensas tenerlo o...?

-Lo mismo me pregunto Santana- respondió Rachel. -No voy a abortarlo o darlo en adopción, no creo ser demasiado fuerte para tomar esa decisión. Voy a quedármelo. Fue una irresponsabilidad de mi parte tener sexo sin protección y pienso hacerme cargo de mis errores. No digo que este bebé lo sea- Repuso tocándose el viente plano. -Pero definitivamente quiero tenerlo a mi lado el resto de mi vida.

-Y sabes que nosotros estaremos contigo, Berry- apoyo Santana colocando su mano en el hombro de su amiga que le sonrió. -Te apoyaremos siempre, aun cuando el padre sea Finnepto o el gigoló de Brody.

-¿No sabes quién es el padre?- cuestiono Kurt. Rachel negó con la cabeza. -Esta bien, no pasa nada, ¿Ellos ya lo saben?- la morena volvió a negar con la cabeza y el chico continuó hablando con dulzura. -¿Piensas decírselo al menos?

-Sí, tienen el derecho de saberlo. después de todo a este bebé no lo hice yo sola.

-Exacto- tercio la latina -Hay que organizar esa reunión cuanto antes. Por eso mismo tú, Hummel, encuentra a Weston mientras yo contacto a Finn y de paso a Quinn también.

-¡¿A Quinn?!- cuestionaron Rachel y Kurt al unisono, después solo la pequeña diva siguió hablando. -¡No! ¡De ninguna manera! En todo caso ¿Para qué la vas a llamar? Ella esta en New Haven, Santana, ¿Para que vas a molestarla?

-Dijo que si necesitábamos algo la llamáramos, ¿No? Y si lo hago es porque ella estuvo embarazada y sabrá decirnos qué hacer al respecto- respondió Santana como si nada mientras buscaba su teléfono móvil en su bolso. -Además es nuestra amiga, Rachel. Tranquilízate.

-Creía que tú y Quinn eran más que amigas- Repuso Kurt con una ceja levantada y los brazos cruzados.

Aquella frase despertó la curiosidad de Rachel, que miraba atentamente a sus dos amigos, intentado descubrir el por qué de esa frase.

-No empieces, Hummel- Pidió la latina regalándole una de sus famosas miradas asesinas.

Kurt sonrió con triunfo y eso llamo aun más la atención de Rachel. Pareciera como que sus amigos guardaban un secreto en común. Algo que ella no sabia y el detonante de todo eso era Quinn Fabray.

La misma joven rubia y de ojos verdes que se encontraba caminando por los pasillos de la universidad de Yale yendo directamente hacia su dormitorio en el campus para descansar como lo anhelaba.

La clase de esa mañana había sido completamente desastrosa. Ni siquiera sabia de que se trataba, toda esa hora se la paso rememorando el sueño que había tenido la noche anterior. No se le cruzaba por la mente una razón que explicara el por qué Rachel Berry había sido protagonista de su sueño, o por que había soñado con su sonrisa dulce y tierna o con su mirada penetrante y completamente luminosa, ávida de conocimiento por el mundo de la actuación y el canto, o por qué de repente sentía esa necesidad urgente de hablar con ella. Debía ser por que desde hacia poco más de tres semanas que no mantenían contacto bajo ningún tipo de medios. La ultima vez que la vio fue en la boda fallida del Sr. Schue, después de eso habían hablado escasamente por mail, mensajes de textos, llamadas que casi siempre iniciaba Quinn pero que al final era la pequeña diva la que se la pasaba hablando todo el tiempo.

Cuando llego a su dormitorio, escucho que su móvil sonaba. Se trataba de un mensaje de texto proveniente del móvil de Santana. Error, no era un solo mensaje, eran cinco. A esa mañana se había despertado tan sobre la hora que prácticamente salio corriendo de su dormitorio para no llegar tarde a su primera clase, tan rápido salio que ni siquiera fue capaz de tomar su móvil y luego partir.

Dejo caer su mochila en un rincón y luego se dirigió a su cama con el móvil en la mano. Una vez allí comenzó a leer los mensajes de la latina

-Hola Q. Tenemos que hablar. Es importante. (S)- Primer mensaje por parte de Santana que comenzó a alertar a la joven rubia.

-Fabray, deja lo que estas haciendo y contéstame el maldito mensaje. (S)- Segundo mensaje que hizo que Quinn se sentara en la cama con esa sensación de alerta que se había instalado en ella anteriormente.

-Rubia idiota ¿Qué parte de 'urgente' no entiendes? ¿Donde mier...?- Pero no termino de leer por que justo en ese instante la pantalla de su móvil marcaba el numero de Santana bajo el titulo de llamada entrante. Sin dudarlo un segundo atendió rápidamente la llamada de su amiga para saber que era lo que sucedía.

-Santana...

-Por fin te encuentro rubia ¿Donde diablos te habías metido?- Cuestiono la latina al otro lado del aparato.

A lo lejos se escuchaban bocinas de autos, murmullos de personas caminando y Quinn supuso que la latina estaría hablando por teléfono en la calle.

-Santana, pon el altavoz. Yo también quiero hablar con Quinn- decía la voz de un chico que Fabray reconoció como la de Kurt.

-¡¿Pueden callarse los dos y decirme qué demonios esta pasando?!- Grito Quinn cuando se produjo una discusión del otro lado donde, al parecer, Kurt le quiso arrebatar el teléfono a Santana y ésta lo mordió o lo rasguño para que no lo hiciera.

-Quinnie, necesitamos tus consejos como ex embarazada que fuiste- repuso Santana.

-¡¿QUÉ?!- Exclamo Quinn con tanta fuerza en su voz que se quedo momentáneamente sin ella.

-Fabray, necesitamos tu ayuda- informo Kurt, mientras Santana insultaba a la rubia alegando que aquel grito la había dejado sorda. -Tenemos una embarazada en casa y no sabemos qué hacer al respecto, porque ya de por si es alguien especial y complicado, entonces te imaginaras que ahora con el embarazo será mucho peor.

-Eso es verdad- coincidió la latina interrumpiendo la respuesta por parte de Quinn. -Si ya de por si era insoportable y increíblemente mandona, con el embarazo se pondrá peor. Kurt necesitamos ayuda porque yo no pienso pasar nueve meses mirando comedias musicales, o repitiendo los diálogos de Funny Girl o peor aun, escuchando todo el día Barbra Streisand...

-Quinn, necesitamos tu ayuda- repuso Kurt interrumpiendo el monólogo de Santana.

Pero la joven rubia no respondió, estaba petrificada. Todas aquellas descripciones que escucho por parte de la latina, solo las relacionaba con una persona. Insoportable y mandona = Rachel Berry. Comedias musicales y diálogos aprendidos de memorias = Rachel Berry. El repertorio completo de Barbra Streisand = Rachel Berry. Un momento, Rachel Berry... ¿Embarazada?

Sintió como poco a poco comenzaba a hiperventilar y comenzaba a quedarse sin aire. De repente su habitación espaciosa le pareció una cueva subterránea en donde, poco a poco, iba quedándose sin aire. Y lo peor de todo es que no sabia por qué se sentía así.

-¿Rachel Berry embarazada?- Otra vez volvía ese pensamiento a su mente y otra vez volvía a faltarle el aire.

-¿Quinn? ¿Estas ahí, Fabray?- cuestionó Santana sacando a su amiga de su trance.

-La matamos. Te dije que no era buena idea decirle lo del embarazo de...

-Cállate, porcelana, que no escucho lo que me dice Q, ¿Rubia, estás viva?- volvió a cuestionar Santana con un dejo de preocupación.

-Estoy aquí, Santana- informo Quinn después de tomar una gran bocanada de aire. -¿Quién es la embarazada?

Aquella pregunta salio tan débil, que por un momento la rubia tuvo dudas de ser escuchada pero los murmullos del otro lado le indicaron lo contrario.

-Pensamos que ya lo habías deducido- repuso Kurt con nerviosismo.

-Necesito escuchar que lo digan, ¿Quién es la embarazada?- volvió a preguntar Quinn pero ésta vez con la voz un poco más firme.

-Es Rachel, Q. Rachel Berry.