Ya saben, ni Jake ni Leah me pertenecen, sino hubieran terminado juntos.

No esta vez

Las lágrimas rodaban por su rostro, el sollozo quería salir pero no podía. La angustia le cerraba el pecho, tanto que respirar dolía, y mucho. Y el nudo en la garganta no se aflojaba, aunque lo intentara una y otra vez. Su estado era deplorable, pero eso ni siquiera importaba. Ya nada más valía la pena

No podía entenderlo, la vida no podía ser más injusta. Primero Sam, luego él.

Había tardado muchísimo tiempo en dejar a Jake entrar en su vida. Todo había comenzado con besos fieros, de esos impulsivos con sabor a adrenalina, mucha pasión y furia, sí, furia sobre todo. Luego algo diferente comenzó a pasar, no sólo le atraía, le gustaba y mucho. Por último, vino el amor, con esa capacidad de hacerte tan maravillosamente feliz, mientras que a la misma vez, tiene el poder de destruirte. Y eso es lo que le había sucedido a ella, la había recompuesto para luego destruirla por completo.

Él también se había imprimado, él tampoco la amaba.

Tomó sus cosas rápidamente en cuanto se enteró. Las maletas estaban ya cerradas. Llevaba sólo lo necesario, algo de ropa, dinero y algunas chucherías. Se iría lejos, muy lejos de Forks y de todo ese paraíso encantado en donde el amor sincero no valía ni un mísero centavo y en cual sólo estúpidas leyendas garantizaban amor eterno.

Miró la vacía habitación por última vez, cerró la puerta de calle y echó a correr. Nada la detendría, no esta vez.


Nota: Annie (cafecitodeldia) gracias por ser mi beta y ayudarme a solucionar mis síndromes XD (por cierto, pasen por sus drabbles, son geniales). Y bueno, no se que se puede decir en general del fic, es claro que la niña milagro no me cae para nada bien, y que odie que Jake no haya terminado con Leah, pero bueno ya dejo de quejarme porque la vida es injusta, y espero que les haya gustado :)

Besos, Mai