Llamada a la suerte

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Hola!

Aquí les traigo un fanfic Komahina. Es la primera vez que escribo sobre esta pareja, estoy algo nerviosa, pero muy emocionada :D

*Ni Danganronpa, ni sus personajes me pertenecen


Aclaración: Puede que los personajes queden un poco OoC, no domino muy bien eso de las personalidades :P


Narración

–Diálogos

(Aclaraciones)

PoV (...): Cambio de punto de vista

"Pensamientos"


*.o-o.*

AU

En aquella tranquila ciudad, vivían dos jóvenes amigos.

El mayor (mas solo por un par de meses), se llamaba Hajime Hinata. Siempre fue una persona bastante callada, casi antisocial. Aunque, ganándote su confianza, era muy amable y hasta divertido.

Su mejor amigo era Nagito Komaeda. Su personalidad era un tanto distinta (por no decir que opuesta) a la de Hajime, charlatán, sociable, gentil y hasta algo chismoso. Pero con graves tendencias auto-despreciativas, siendo este muy rudo consigo mismo. Aunque poca gente (solo la más cercana a él) conocía este rasgo del albino.

Se conocieron en la guardería, donde se amigaron casi instantáneamente. Desde ese entonces hasta el día de hoy, no volvieron a separarse. Ambos compartieron tanto la primaria como secundaria juntos, y ahora estudiaban en la misma preparatoria (aunque en cursos diferentes).

Han pasado por tantas cosas juntos…

Como, por ejemplo, esa trágica vez en la que Hajime fue rechazado por la chica que le gustaba (Chiaki Nanami, una de sus mejores amigas durante la primaria) al finalmente confesarle sus sentimientos, y Nagito debió de pasar días y días consolándolo.

O esa otra vez en la que, con ocho años, Nagito se dobló la pierna mientras andaban en bicicleta y Hajime tuvo que cargarlo hasta el hospital más cercano (a unos 2km aprox. desde donde estaban)...

Ahhh... Dulces y tiernos recuerdos ¡Qué nostalgia!

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Aunque su relación no podría ser considerada como una "simple amistad", ambos chicos se sentían respectivamente atraídos por el contrario.

Komaeda fue el primero en darse cuenta de sus sentimientos hacia Hinata, aunque se decantó por mantenerlos en secreto, para así no poner en peligro su tan querida amistad. Además, él creía que el otro todavía estaba enamorado de Nanami.

Hajime tardó un poco más que Nagito, pero también terminó por darse cuenta de que lo que sentía por el albino era más que un cariño fraternal, y comenzó a desear (secretamente) algo más que una amistad. Aunque el tampoco se animaba a decírselo, no quería tener que volver a pasar por algo similar a lo ocurrido con la pelirrosa; ya que esta vez, de ser rechazado, no contaría con el apoyo y consuelo de Komaeda.

o-*-o

Pasando a otro tema, esa misma noche, nuestros queridos protagonistas se hallaban reunidos en la casa del menor de ellos para celebrar su cumpleaños. Como ya era tradición, este no había invitado a nadie más que a Hinata, su más querido "amigo".

Allí pasaron la noche, charlando, comiendo hasta no dar más, viendo películas y escuchando música. Estaban pasándosela en grande.

Cuando ya se habían quedado sin ideas sobre que hacer a continuación, a Komaeda se le ocurrió jugar Verdad o Reto.

En un principio se hacían las preguntas típicas y se encargaban retos inocentes. Pero, con el correr de los minutos, comenzaron a subir el tono de sus preguntas, y a proponer retos más difíciles y atrevidos. Desde bromas telefónicas a probar lo más extraño que encontrasen en la alacena.

–¡Es mi turno!- exclamó el albino- ¿Verdad o Reto Hinata-kun?

–¡Verdad!- se decidió el castaño.

"Ya he tenido suficiente con los extravagantes retos de Komaeda como para todo un mes. No podré volver a ponerle canela a mi comida sin recordar la tortura por la que me hizo pasar hace rato..." se decía para sus adentros.

–De acuerdo. Haber... ¿Qué puedo preguntarte?...- murmuró Nagito para sí, pensando en la mejor manera de preguntárselo (ya tenía muy en claro el qué)- Mmm... ¡Ya sé! Hinata-kun, a ti... ¿hay alguien que te guste?

Hajime sintió como se le subían los colores al rostro. Muy nervioso, pues no sabía como iba a reaccionar el contrario, le respondió:

–Bueno... Sí, si hay alguien que me guste...

–¡¿Enserio?!- se asombró Komaeda, ahora sí que tenía mucha curiosidad- ¿Se puede saber qui...?

–¡Es mi turno!- le interrumpió- ¿Verdad o Reto?

– Creo que yo también elegiré Verdad- dijo el albino, algo molesto por el hecho de haber sido interrumpido.

–Muy bien, Komaeda ¿Y a ti? ¿Hay alguien que te guste?- él tampoco pensaba quedarse atrás, también tenía curiosidad.

El ojigris meditó su respuesta durante unos segundos, no estaba del todo seguro sobre qué contestarle.

"Bueno, no es como si me hubiera preguntado quien me gusta..." se tranquilizó.

–Si... también hay alguien que me gusta.

Ambos chicos se hallaban en una situación comprometida, ninguno de los dos quería que descubrieran su secreto, pero a la vez deseaban saber de quien gustaba su enamorado.

–¡Ah! Es mi turno,- dijo emocionado el albino- ¿Verdad o Reto?

–¡Reto!- contestó deprisa el castaño, ya sabiendo qué le exigiría saber Komaeda si hubiera elegido Verdad.

–Ehhh...- exclamó vacilante, habían previsto y saboteado su plan- Bueno... Hinata-kun, tu deberás...- y como caída del cielo, una idea surgió de entre sus más confusos pensamientos- ¡Ya sé! Hinata-kun, ¡tu deberás de llamar a la persona que te gusta y confesarle tus sentimientos!

Hajime casi se desmaya del susto. Ahora sí que estaba jodido.

–Pe-Pero... son la dos de la mañana, ya debería de haberse ido a dormir...- trató de excusarse, desviando su mirada, MUY sonrojado.

–Debes de cumplir con el reto Hinata-kun, sino sería injusto.- de ningún modo le dejaría escapar, no podía permitirse desaprovecharaquella oportunidad.

"Quién sabe cuando volveré a tener semejante oportunidad, no debo malgastarla".

*suspiro* –Esta bien... pero, con una condición- aceptó el castaño, aún muy avergonzado.

–¿Cuál?- preguntó el contrario.

–Llamaré a... esa persona, pero ¿puedo hacerlo desde tu cuarto? Quiero estar solo cuando lo haga.- pidió con la cabeza gacha, no tenía el valor de mirarlo a los ojos.

Algo extrañado por tales condiciones, Nagito terminó por aceptar y Hajime se dirigió hacia el dormitorio del susodicho.

o-*-o

PoV Hajime:

"Puedes hacerlo, tan solo es llamarlo y decirle que te gusta, nada más. No tendrás que decírselo a la cara y, de ser necesario, puedes decirle que fue una simple broma..." no dejaba de repetirme a mí mismo para darme fuerzas.

Aún sin estar del todo seguro, tomé mi celular y marqué el número correspondiente.

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PoV Nagito:

La pantalla de mi teléfono se iluminó y una suave melodía comenzó a sonar: Una llamada. Sin prestarle mucha atención, atendí:

–¿Si?- pregunté impaciente; Hajime podría volver en cualquier momento, no podía darme el lujo de perder el tiempo con cualquier estupidez.

–Ho-hola, Komaeda- dijo una tartamudeante voz.

"Esa voz... ¿Por qué me resulta tan familiar?"estaba confundido.

–¿Quien...?

"¿Quien es?" Eso quería preguntarle pero, antes de poder siquiera finalizar la oración, fue interrumpido por este mismo:

–Tú sabes quien soy, así que no hará falta que yo te lo diga- afirmó cortante.

Confundido, observé la pantalla de mi celular, más precisamente al identificador de llamadas. Y allí estaba él, el nombre correspondiente a la persona del otro lado de la línea: "Hajime Hinata", rezaba en grandes letras blancas.

–¿¡Hinata-kun!?

–Eso no importa ahora. Hay algo más importante que debo de decirte ahora: Komaeda, tu...- pareció vacilar, como dudando de que lo que iba a decir fuera lo correcto- ¡Me gustas!- gritó finalmente, dejándome en shock.

"¿¡Qué!?" quería gritar, pero las palabras se atoraban en mi garganta, dejándome sin habla.

–¿Komaeda?

Sin previo aviso, corté la llamada y salí corriendo en dirección a mi cuarto.

o-*-o

PoV Hajime:

–Genial, acabo de cagarla en grande...

Me encontraba hecho bolita sobre la cama del peliblanco, dudando entre si ponerme a llorar o salir corriendo de allí. Total, daba lo mismo, el resultado no cambiaría.

Pero algo interrumpió mis oscuros y depresivos pensamientos: alguien había entrado abruptamente en la habitación, azotando la puerta tras de sí. Ese alguien era nadie más que Nagito Komaeda.

Con la mirada gacha y reprimiendo las lágrimas que luchaban por escapar de mis ojos, me puse de pie. Tenía miedo de encararlo.

Mas sus acciones me dejaron desconcertado...

o-*-o

PoV Narrador:

–¡Hinata-kun!- gritó eufórico, literalmente saltando encima del nombrado.

–¿¡Q-qué haces!?- se sorprendió el castaño, abochornado a más no poder.

Komaeda se hallaba sentado a horcajadas sobre Hajime, apoyando los codos a ambos lados de la cabeza del contrario y mirándolo directamente a los ojos, con una gigantesca sonrisa pintada en el rostro.

Antes de siquiera poder reclamar, un sorpresivo beso le tomo desprevenido. Era Nagito, quien descaradamente se había atrevido a provocar este delicioso contacto.

El mayor de ellos, incapaz de reaccionar, se limitaba a observar al albino entre temeroso y maravillado; este último parecía disfrutar al máximo del beso, mientras trataba de reprimir (sin mucho éxito que digamos) aquellas tremendas ganas de comérselo allí mismo.

Una vez hubo reaccionado, Hinata, le correspondió a aquel tan anhelado beso. Abrazando el cuello de Komaeda, apegó aún más sus cuerpos. Y, explorando con sus labios inexpertos, comenzaron a buscar un contacto más profundo, más íntimo.

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No necesitaban depender de palabras que expresasen sus sentimientos, con sus acciones y reacciones les bastaba y sobraba.

Aquel día, aquel juego que comenzaron sin tener idea de lo que podría llegar a ocasionar, aquellas bellas sonrisas cargadas de emociones, aquellos besos de estas dos pobres víctimas de lo que alguna vez pensaron era un amor no correspondido; todo esto se entremezcló abruptamente, irrumpiendo con su realidad y formando algo realmente hermoso; esa realidad con la que tanto habían soñado ya no era una simple fantasía o un efímero deseo, se convirtió en el más anhelado de los sentimientos: amor verdadero.

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¿Y ahora? Nuestra querida pareja casi que no se despega. Todos esos años de secretismo y sentimientos reprimidos pasaron factura, reclamando todo ese cariño que habían querido demostrarse el uno al otro.

¿Para qué seguir mintiendo o escondiéndose?

Todos tenemos derecho a amar a quien nos dé la reverenda gana.

Nadie es quien para decirnos que hacer o a quien amar.

Tal y como Nagito ama a Hajime y viceversa, tu puedes amar a quien sea y ser feliz con esa persona.

Total, ¿quienes son ellos para negarte el privilegio de amar?

*.o-o.*


Espero que les haya gustado tanto como a mí me ha gustado escribirlo :D

Si hasta me puse sentimental escribiéndolo y todo… xD

Cualquier comentario, opinión, sugerencia, error en la historia, critica (constructiva), etc. es bienvenida.

Un saludo y hasta la próxima!

Unichulosience