Esta historia es de Krazyk85, yo sólo traduzco.
Aclaración: Los personajes y lugares reconocibles son propiedad de Stephenie Meyer. El argumento y demás ingredientes de esta obra, son de la autora.
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Chop and Change
Outtake uno
Un beso
EPOV
—Sí, como si no lo supiera. —Reí, tratando de hacerlo pasar como un chiste, pero lo que realmente me asustaba como la mierda era el hecho de que Emmett tenía razón.
Esta mierda no iba a terminar bien.
¿En qué estaba pensando al traerla aquí (a mi mundo) tan corrupto, en el cual he creado mi mierda y miseria? Este lugar no era para alguien como Bella. Ella era tan joven e ingenua… y con una belleza increíble.
Ella confió en mí incluso cuando le había apuntado con un arma. Me miró con esos ojos grandes y marrones… no podía matarla. Sabía que ese Jake, maldito cabrón, la envió a robar mi coche, así yo hacia algo que él no tenía las bolas para hacer.
Fue entonces que supe que ella necesitaba ser protegida.
Pero aparte de ser un criminal noble, estaba siendo un puto egoísta, como siempre.
La quería.
Emmett sabía que algo pasaba. La puta razón que le di por no intentar meterme en los pantalones de Bella era que…
Mierda.
La edad no era un problema. Ella tenía diecisiete. Un poco joven, sí, pero eso nunca me detuvo antes y realmente no era un factor decisivo.
Sólo no quería llegar hasta allí con ella. Bella necesitaba a alguien que la protegiera y la cuidara. Y la última cosa que necesitaba (o quería), era algún idiota tratando de meter su polla en ella.
No, ella merecía mucho más de lo que un pedazo de mierda como yo puede ofrecerle.
—Hey, Eddie —dijo Emmett, empujándome por mi hombro.
—¿Qué mierda quieres? —espeté.
Me apuntó hacia Bella, quién estaba inconsciente y a punto de caerse de la silla.
Se encogió de hombros.
—No puedes dejar que duerma así.
Mierda. Él tenía razón. Jódeme. Ni siquiera podía cuidar de ella adecuadamente. Fue Emmett quien procuró su bienestar. Mientras que yo estaba discutiendo internamente por mis necesidades y frustraciones por el deseo de tocarla, besarla y…
—Diablos —gruñí, poniéndome de pie y dirigiéndome hacia ella.
De un movimiento rápido, la ubiqué en mis brazos y la llevé hacia mi habitación. No pesaba mucho y eso me preocupaba. Sabía que no tenía hogar y la comida era escasa, lo había notado desde el comienzo. Sólo que no sabía cuán malo era.
Ella colgaba sencillamente, estaba inconsciente y la sujeté contra mí. Su cuerpo era cálido y suave. Olía bien.
Moví mi ropa a un lado, haciendo un camino hacia mi cama. La recosté y le quité sus zapatos. El edredón era… ¡mierda! No era conveniente para ella.
Saliendo de mi cuarto, me dirigí hacia la habitación de Emmett y Rosalie y tomé el de ellos. No lo echarían de menos y si me decían algo, les tendría que recordar quién es el que mantiene su estilo de vida a flote.
Yo. Ese es quién lo hace.
Ubiqué la manta sobre Bella y la acurruqué. Ella seguía inconsciente y tenía la sospecha de que no era por la marihuana. No importaba cuan poco pesaba alguien, el porro no dejaba en coma a la gente.
No, había algo más en su historia.
Me senté a su lado por más tiempo del que pretendía, sólo mirándola dormir y pensando en lo gran idiota que era. No fue planeado invitarla a venir y quedarse. No me importaba una mierda de nadie. A penas podía aguantar a los amigos que tenia.
Es por eso que este arreglo era una mala idea.
Pero había algo en esta chica.
Haciendo a un lado de su rostro algunos mechones, empecé a mirar fijamente sus labios. Estaban un poco separados y rogaban por ser besados. Era un error de mi parte el pensar en ella de ésa manera, mucho menos pensar en hacerlo.
¡No! ¡No lo hagas!
Pero nunca escuchaba una mierda y ya era demasiado tarde. Ya me había inclinado y presionado mis labios sobre los suyos. Fue un beso corto.
Sólo me podía permitir esto.
—Buenas noches, Kid —susurré.
Ella suspiró y se apartó de mí.
Cuando me fui de la habitación, juré que nunca cruzaría esa línea con ella otra vez… no importa qué.
Un beso era todo lo que iba a conseguir.
