Spoiler: Claramente Death Note no me pertenece si no a Tsugumi Ohba Y Takeshi Obata, si fuera mio, Mello y L no hubieran tenido esos finales…
Aclarado esto, seguimos con la historia…
Primera impresión ¿Qué se esconde detrás…?
La puerta de la sala se abrió y la voz de Roger resonó en el lugar
– Mello suelta a Near ahora.
El rubio dejó al albino en el suelo. Near pensó que al ser arrojado le dolería el golpe, pero no fue así. En realidad, no tenía ni un rasguño a pesar de haber sido, otra vez, víctima de uno de los ataques de rabia de Mello.
Todo se había debido a un incidente menor. Near había encontrado una cruz de plata el día anterior y al no haber podido averiguar a quién pertenecía, se la había colocado con una cadena al cuello por si alguien se la pedía.
Ahora lo sabía. Era de Mello.
Y eso no parecía nada favorable para él.
No le importaba dársela. Es decir, la extrañaría ya que le había gustado mucho, pero aun cuando le gustaba, era propiedad de su dueño y lo tenía claro.
Mello lo dejó en el suelo justo en el lugar del que lo había sacado y se volteó para seguir a Roger a su oficina. Por un segundo su mano rozó el rostro del niño menor.
Un accidente, por supuesto, se dijo Near.
Aunque ciertamente había tardado alrededor de medio segundo más de lo usual en apartarse.
La puerta se cerró y, tras su fuerte golpe, Near detectó, apenas, un sonido mucho mas tenue. Una cruz de plata quedando dentro de la habitación, segundos antes de que Mello cerrara la puerta.
Probablemente la había vuelto a perder. ¿O no?
