Bien dejare este capítulo, el inicio de una nueva historia…espero que les guste, donde una mujer fuerte se aventura en una tierra llena de Rukh.

Me inspire de repente al empezar a leer de nuevo el manga que tenía olvidado, aun impactada del final del capítulo 276, pero bueno.

Adelante…

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NEGRO 1: ALICE

Fuego, caos y destrucción se divisaba delante de Alice, ahí la mujer posaba de manera amenazante conforme las criaturas eran asesinadas con crueldad, vestida de un traje negro lleno de hebillas y pegado a su figura atlética pero esbelta, botas amenazantes con manchas de sangre por su uso, además que traía armas largas y otras tantas guardadas.

Su cabello corto se revoloteaba conforme mas actividad tenia, el antes enemigo ahora fungía como un aliado al ver la extinción humana a manos de su propio experimento salido de control, tantas cosas habían pasado durante este tiempo que era imposible para ella tener paz, aunque sabia que esta palabra no sabría como lo tomaría, mas sabiendo que ese tipo de actividad era común en ella.

Fue cuando un gran monstruo se alzo delante, tan imponente y amenazador como ninguna mutación antes vista, esta era diferente, varias manos salían de manera grotesca conforme se acercaba para atacarla, en un salto maestro se posiciono en la parte alta de esta, descargando su arma al momento de caer la bestia conforme la muerte se hacia presente.

Sin embargo algo había ahí, lo noto al instante que una paloma negra salió de esta y de inmediato varias le siguieron –Que demonios-gruño para si misma al verse envuelta, la oscuridad se hizo presente al igual que extrañas voces que empezaron a consumirla….dejándola solo en silencio.

Cuando por fin pudo divisar algo de luz una figura alta y de extrañas vestimentas se erguía con un gesto deformado con malicia –Bienvenida mi regalo…oh! Padre ha sido tan benévolo a traerme algo tan peculiar y oscuro- se tapo la boca con una sonrisa torcida, mientras miraba lentamente –Aunque tus ropas debemos hacer algo…querida-esto ultimo lo arrastro.

-Quien eres tu- dijo con frialdad Alice conforme se ponía de pie, era mas alta que la figura delante, rodeada de extraños hombres con un rostro cubierto, fue cuando diviso un extraño circulo bajo de ella -¿Dónde estoy?-

-Estas donde debes estar…querida-esto ultimo le hizo ganarse una extraña arma en su cabeza, con una mirada inexpresiva y sin titubeo.

-No soy querida- gruño para si misma cuando decisión que no se quedaría mas tiempo en ese lugar, extrañas palomas negras estaban molestándola constantemente, sin mas tiempo que perder detono por primera vez esa arma, luego todo se volvió confusión.

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El gran imperio Kou estaba tan tenso como siempre, el rey había estado enfermo y con esto la presión del futuro heredero estaba presente, aunque la mayoría ya sabia quien era el indicado, algo les decía que la ahora reina no lo dejaría fácilmente.

Todos los príncipes odiaban a la Gyokuen Ren de manera discreta, pero era algo con lo que no podían pelear, después de todo tenia la protección de los extraños sacerdotes siempre cubiertos, aunque últimamente notaban mucha actividad en ambos…sin embargo algo los saco de ese día tenso normal.

Una explosión de inmediato en una de las grandes torres de aquel imperio se vino abajo conforme el polvo se alzaba, todos los guerreros salieron de inmediato al igual que los príncipes presentes, ahí la figura femenina se hizo diviso como nunca, ojos decidido y cara estoica se alzaba entre el polvo, su ropa extraña era algo digno de ver, en un momento normal.

-Atrápenla-la emperatriz salía del desastre apuntando con una bondad disfrazada a la figura que la miraba de manera despectiva, pero la extranjera sonrio de manera burlona a la líder femenino, mirando al frente a los soldados, y en un impulso fuerte e invisible, muchos fueron desarmados y lanzados, conforme el suelo desaparecía.

Cuando por fin pudieron alzar la mirada la mujer había desaparecido frente a sus ojos, sin dar oportunidad de activar su Djiin para enfrentarla, dejando atrás varios destrozos, y un aturdido imperio Kou, la esposa del rey solo miro despectivo a todos sin decir una palabra, pero aun en sus gestos una ligera muestra de rencor se diviso.

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A lo lejos en una caravana mercantil una mujer pasaba desapercibida a la conmocion dentro del palacio, los guardias se escuchaban que buscaban frenéticamente, pero algo le hacia no checar dentro de esa carroza que salía sin ninguna sospecha, Alice había recuperado sus habilidades después de todo, esto era fácil.

Tapando su extraño traje (comparados con los que vio en el camino) con una manta tomada de ese lugar, decidió que era momento de averiguar que era ese sitio donde la arrastraron, pues por mas que observaba ya no era el mismo del que provenía, pues un cielo azul ya olvidado se divisaba hermoso delante…frunció el ceño al ser atraída en contra de su voluntad.

Ajena a lo que despertó en reinos lejanos por su presencia, una que se oculto conforme el tiempo pasaba y se alejaba del imperio, dispuesta en hacer pagar al que le hizo esto…una nueva venganza se divisaba.

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En ese momento una estrella negra se diviso en distintos cielos, la sensación oscura reprimida se alzaba conforme esa esencia era notada por los seres mas importantes de ese lugar, en el imperio Rem la figura femenina y corta miraba el cielo con interés al notarlo por primera vez.

-Una oscuridad ha despertado en nuestro mundo-dijo con sabiduría la niña rubia conforme mas su gesto se transformaba en preocupación, pues aunque era negro había algo que le hacia sentir que no era completamente cierto…pero en ese mundo donde solo hay dos colores era imposible.

-¿Sucede algo Mi Señora?-cuestionó una figura imponente, alta y con cabellos rojizos a su lado, ella solo negó con la cabeza al sentir esa esencia empezar a confundirse con las demás, sea lo que sea…era mejor no provocarla en su contra, mas si se puede infiltrar…¿sabría de quien se trataba cuando fuera el momento? Se cuestiono.

-Nada Mu…nada-sonrio de nuevo para su fiel amigo, tenia que hacer algo para la creciente hostilidad que se alzaba entre los grandes reinos de ese mundo, todo para proteger el reino que creo con ese rey que a veces extrañaba, la época de los calabozos ya había iniciado tiempo atrás…con la conquista del primero de un rey joven…Sinbad era su nombre.

Solo dio un suspiro para de nuevo mirar al cielo, la esencia había desaparecido conforme el tiempo transcurría, ¿casualidad?, se cuestiono al ya no notarla por completo…tenia el presentimiento que más adelante lo conocería.

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En la lejanía de un reino un anciano miraba con insistencia la bola de cristal para divisar lo que por un momento sintió, pero por mas que enfocaba este se relacionaba con el imperio Kou, pero había algo que le impedía ver bien….interferencia del Rukh, pensó con frustración al darse por vencido para sentarse en su asiento…pensando un poco por lo que sintió.

Oscuridad oportuna para ese experimento que aun estaba encerrado en las profundidades de ese reino de magos, Mogamett se tapo el rostro, era algo que tenia que tener para poder proteger ese reino…los magos ahora no eran suficientes para lo que ayudo a crear, temiendo que tarde o temprano se le regresaría el golpe, a parte no podía confiar en los demás reinos…los magos ya no serian ayudantes de nadie.

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En Sindra ocurría lo mismo, los magos miembros de su corte especial anunciaban esa nueva distorsión del Rukh, algo oscuro difícil de ignorar se alzo por un momento sobre ese reino, sin embargo se disipo, incapaces de distinguir que era, haciéndolo sentir impotente por no saber a que se enfrentara la próxima vez que se encuentre con su enemigo.

-Lo siento-se disculpaba una mujer de cabello azul ante ese descuido, recibiendo una sonrisa de dicho rey, quien no dijo nada…para seguir su camino, tenia muchos pendientes que arreglar, preparando sus cosas para ir a Balbadd donde los negocios fueron truncados.

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Alice era ajena a lo nuevo que divisaba, conforme mas conocía ese lugar confirmaba ese temor que tuvo cuando salió de ese lugar donde la loca estaba, este no era su mundo, el cielo era azul como ya había olvidado, no tenia señales de ninguna de las criaturas que antes peleo, solo las armas que portaban le daban ese recordatorio aun vigente.

Logro hacerse de una túnica gris, al ver lo gastada de la anterior, esta cubría su rostro del viento arenoso que se alzaba alrededor de ella, había mariposas extrañas que le rehuían de manera exagerada, de repente sentía como si su esencia desaparecía conforme mas se adaptaba…era fácil ser ignorada por esas avecitas cuando su aura se alzaba, aunque cuidaba de no transformarlas en negras, ya que algo le decía que llamaría la atención que no quería.

Camino un poco con sus botas negras, el cansancio era una palabra olvidada, casi recordaba las vegas con el panorama que se volvía una constante, como años atrás, ahora cubierta por completo de arena…analizo, sin embargo fue cuando un pequeño se diviso a lo lejos, esas aves claras eran atraídas por el…sin embargo cayo de inmediato.

Alice ni se inmuto en correr si quiera, si estaba muerto no se detendría…el niño tenia cabello azul y portaba ropas muy extravagante, como en sus tiempos antiguos en la india…se agacho un poco para verlo de cerca, era un extraño ver a un joven de esa edad…era la primera persona que divisaba después de vagar al dejar esa carroza.

No le importaba mucho estar en soledad, giro al enano para mirarlo fijamente… -Agua –rogaba constantemente al alzar su mano a la figura que le ayudaba, Alice solo arqueo la ceja y le dio del preciado liquido que robo de su benefactor… dándoselo…el niño de inmediato lo tomo bebiéndola sin pudor.

-Gracias tía-dijo cortes el niño al sonreír de manera alegre ya recuperando su estado de animo, tenia días vagando cuando se encontró en ese lugar, algo perdido por su falta de conocimiento…sin embargo no recibió ninguna respuesta, pues la mujer ya estaba dispuesta a marchar sin espéralo-Espere tía…-dijo el pequeño al seguirla.

Alice solo suspiro para detenerse en seco-No tengo tiempo de estar cuidando mocosos…será mejor que pienses mejor niño-gruño sin girarlo a ver, solo compartiendo una mirada fría…este solo inclino la cabeza de lado, pero de nuevo sonrio.

-Esta bien Tía..-dijo con curiosidad…algo le decía que era una mujer especial, no solo porque los pájaros le eran indiferentes, si no porque su actitud no era como los demás, el en su inocencia siguió a la dama aun en contra de su voluntad –Sabes…mi nombre es Aladdin-dijo dispuesto a seguir una platica, había llegado a ese mundo y ya tenia a dos amigos que contar.

-Alice-dijo con indiferencia al viento, sin compartir una mirada…el niño si quería seguirla era su problema, suficiente tenia con buscar la manera de regresar y cobrar venganza de esa señora loca, nadie la trae contra su voluntad por nada, caminando en ese desierto hacia algún punto, donde una caravana se diviso, después de horas en silencio, el chiquillo solo miraba a su alrededor como si todo fuera nuevo al igual que ella.

-Quienes son ustedes-un hombre pelirrojo les miro con cierto recelo, mas a la mujer cuya actitud no agradaba, el chico en cambio fue alegre, una extraña pareja que se divisaba después de tanto tiempo.

-Somos extranjeros-contesto con alegría-Aladdin y Alice-apunto a su compañera quien no mostro ningún sentimiento, en cambio solo siguió su camino en silencio, sin dar la oportunidad de recibir la respuesta por parte del extraño, el niño le siguió, pero su estomago le detuvo, el hombre le pensó un tiempo cuando escucho el sonido, pues este estaba dispuesto a seguir el camino junto a la dama indiferente.

-Si quieren pueden descansar un poco en nuestro hogar-sonrio al apuntar una aldea nómada no tan lejos –Baba los recibirá bien, por cierto soy Dorji,-no tan convencido apunto el lugar, pues era extraño que los del Clan Kouga ofrecieran su ayuda, mas en esos tiempos que eran acosados por el imperio Kou.

Alice fue arrastrada por el niño cuando le jalo de su capa, era fácil resistirse… pero tenia la sensación que debía seguirlo, mas por esas avecitas que seguía atrayendo el chiquillo-Vamos Alice-suplico al apuntar al extraño aliado, esta solo suspiro para dar un ligero asentamiento de cabeza.

La caravana era demasiado ruidosa para su años de soledad, nada se comparaba con lo que vio con anterioridad, la mayoría de las personas compartían los rasgos de alguna manera, un tipo "clan" divisaba, era muy poca la información que tenia en ese momento, como para dar un veredicto, pero de algo estaba segura, todos eran guerreros a temer, algo que le pareció interesante.

-Veo que cosas interesantes has encontrado mi querido niño-una anciana se diviso mirando con cierta curiosidad a ambos visitantes, frunció un poco el ceño en la mujer, pero no le importo al notar lo ausente que era, carente de hacer algo malo a sus parientes –Bienvenidos a la caravana del Clan Kouga-apunto con alegría, mientras mucha gente se amotinaba alrededor.

Alice solo arqueo la ceja ante tanta atención, muchos tuvieron un poco de miedo por ese gesto indiferente, pero el niño era todo lo contrario, ambos integrándose de manera rápida (aunque renuente por parte de ella, ignorando a todos por igual), la mujer solo miro de reojo a la anciana, algo raro le transmitía….solo esperando que todo se volviera mas interesante.

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Bien como verán Alice se añadirá a esta aventura, bueno es una pregunta mas bien, porque ella trabaja sola, espero que este inicio les guste, actualizare cuando tenga inspiración.

Geme 1 fuera