Esto es un AU. Quiero decir, ocurre en South Park y todo, pero como notarán después de leer este capítulo, hay ciertos cambios por ahí. También... Aviso de una vez que al principio habrá Stendy. Como esto es un AU, a veces notarán un leve ooc en los personajes, pero esto es debido a razones de circunstancias que se darán a conocer en los capítulos posteriores.
Por último, este fic está dedicado a Gene, o como quizás la conozcan aquí en fanfiction, Coffig, gracias por todo y feliz cumpleaños atrasado :')
Vertical Horizon
1.- Extraño.
Stan se encontraba sentado en su usual asiento al final de la clase, junto a su amigo y compañero de fútbol americano, Dean Anderson, y lo único que pedía era que la campana que anunciaba el cambio de clase sonara.
Historia no era exactamente su clase favorita, no con el profesor Andrews que no hacía más que hablar.
El año acababa de comenzar, y al contrario de su novia, Wendy Testaburger, no estaba nada emocionado por este hecho. Podía ser bueno en el deporte, pero además de eso, sus calificaciones no eran de admirar. Tampoco era que estuvieran tan mal, al menos no como las de Clyde Donovan, su defensa izquierdo.
Mientras golpeaba con el lápiz su cuaderno en blanco, se descubrió a sí mismo extrañando a Wendy. Soltó un suspiro añorador con disimulo.
Wendy era su novia desde hacía siete meses, después de que finalmente accedió a salir con él. Era sin duda una de las chicas más hermosas e inteligentes de la escuela, y tenía los ojos más preciosos que él hubiera visto en toda su vida. Grandes, llamativos y de un azul cerúleo cautivador.
No pudo verla lo que a él le hubiera gustado en las vacaciones, y esto hacía que estuviera ansioso de que la clase de lengua comenzara. Era la primera que tenían juntos en el día, debido a que el horario de Wendy solía variar, al haber tomado algunas clases avanzadas.
—Marsh y Tweak, harán el trabajo juntos. —Escuchar al profesor llamándolo lo sacó de su ensoñación. Miró confundido hacia los lados, hasta que su mirada se posó en Dean y este rió sin importarle que el señor Andrews estuviera frente a ellos.
—Has tenido mala suerte, amigo. —Le dijo.
—¿De qué hablas? —Preguntó, sin comprender.
—Pero en qué mundo estás, Marsh. —Bromeó— nos han asignado una pareja para otro trabajo de investigación. -Stan soltó un bufido.
—¿Y tú con quién estás? —Inquirió.
—Con Brent. —Sonrió con complicidad, estrujando con un brazo a Brent Woods, otro defensa de su equipo.
Trabajar con Tweek Tweak en realidad no podía ser tan malo. Sin embargo sus amigos no pensaban eso. Sólo había otra persona en la clase que a Dean y a Brent les molestara más que Tweek.
—Broflovski, con Stevens. —Bebe Steven, una de las amigas de Wendy, tenía una expresión en el rostro que era difícil de describir. Gimió, en desagrado, y toda la clase se le quedó mirando a Broflovski.
Unas cuantas risas se escucharon al lado de Stan, proviniendo de Dean y el resto de sus amigos. Desde que el nuevo año escolar inició, y hasta entonces, él nunca comprendió por qué a ellos les provocaba tanta gracia un chico tan reservado como Kyle Broflovski. Era cierto que era pelirrojo, pálido, bajo para su edad y escuálido, pero él nunca encontró la gracia de burlarse del chico.
Quizás era porque era judío. O porque el primer día de clases, había llegado la psicóloga de la escuela pidiéndoles respeto porque Kyle estaba recuperándose de una serie de graves problemas y necesitaba su espacio. No obstante esa recomendación no le pareció nada más que estúpida. La psicóloga debería de saber que al decir eso, le estaba escribiendo una condena de muerte al pobre chico. Así funcionaban las cosas, se les decía una cosa y se hacía lo contrario.
Parecía que sus amigos tomaban aquella petición de respeto como una invitación a comenzar una serie de burlas, que Kyle siempre ignoraba, irguiéndose en su asiento o clavando la mirada en un libro.
El timbre que daba por finalizada la clase sonó y Stan alejó de su mente a Kyle Broflovski. Después de todo no era que pudiera hacer mucho por aquel muchacho. Pertenecían a grupos sociales diferentes del todo.
Recogió sus cosas a toda prisa, y cuando se encontraba cruzando el pasillo, unas suaves y delicadas manos le taparon los ojos por detrás, tomándolo por sorpresa.
Su corazón se aceleró.
—¿Wendy?— Escuchó una risilla inconfundible y se dio la vuelta, sonriendo.
—¿Qué tal tus clases? —Ella dijo, y Stan no perdió tiempo para contestar, lanzándose directamente a sus labios.
Colocó sus manos en las caderas de la chica, apretándola más hacia sí, y Wendy acarició su cabello.
—Vamos, tórtolos, bloquean el paso. Ya tendrán tiempo para los besuqueos más tarde. —Cuando se separaron, Stan no estuvo nada contento con Kenny McCormick por haberlos interrumpido.
—Ken... —Murmuró, con cierta irritación.
Kenny era, prácticamente su hermano. Este pasaba la mayor parte de su tiempo en su hogar desde que eran niños, siempre siendo bien recibido, sin embargo, en la escuela el problema era que no se veían amenudo gracias a que estaban en cursos diferentes, aún teniendo ambos dieciséis, Kenny estaba un grado inferior, gracias a que de niño comenzó la escuela con más edad de la normal por problemas económicos. Tampoco era parte del equipo de fútbol americano de la escuela, y durante el descanso se sentaban en mesas diferentes, por lo que las ocasiones en las que podían hablar eran escasas.
—Hey Kenny. —Wendy saludó, con amabilidad.
—¿Qué tal, Wendy? ¿De verdad no te has aburrido de este idiota? —Se burló amistosamente, señalando a Stan con el pulgar.
Wendy soltó una suave risa que le pareció adorable.
El segundo toque anunció que la clase de lengua a la que asistían él y Wendy estaba por comenzar.
—Stan, tenemos que irnos... —Le recordó la chica.
—Mierda. Te veo en casa, ¿tú que clase tienes ahora? —Preguntó.
—Ninguna, es hora libre. —Anunció.
—Tienes tanta suerte. —Soltó un quejido. —Bien, nos vemos. —Se despidieron de Kenny con un ademán de manos que este correspondió y se encaminaron al aula de lengua.
Al menos esa clase la tenía con Wendy, aquello haría que fuera menos tortura y reduciría el cansancio mental.
En el comedor había demasiado jaleo. Demasiadas voces de adolescentes conversando, sumándole el sonido de los platos y la demás comida sirviéndose.
Stan se apresuró a tomar su lugar en la mesa junto a su equipo, y, en esa ocasión, Wendy, quien no siempre se sentaba con ellos.
Entre bocado y bocado del sándwich que comía, hubo un momento en el que las risas de Brent y Dean se escuchaban seguramente por todo el lugar. La razón de esto, era sólo porque Kyle acababa de entrar, con tan sólo una botella de agua en la mano. Y antes de que pudiera terminar su recorrido hacia su usual mesa donde su única compañía era Tweek, al pasar junto a la mesa de Stan y su equipo, Brent le puso el pie.
Kyle cayó al suelo, y la botella de agua recientemente abierta, había derramado su contenido sobre él.
La cafetería quedó unos segundos en un sepulcral silencio, y momentos después, las risas de la mayoría de los estudiantes no tardaron en llegar.
Podía decir, que la única mesa que tampoco rió, fue en la que estaba sentado Kenny. Él tampoco lo hizo en ningún momento.
Lo que le sorprendió a Stan es que el chico lo único que hizo, fue levantarse, tomar su botella y dirigirse hacia el baño, con los puños tan apretados que los nudillos se le veían extremadamente blancos. También notó que las mejillas se le pusieron algo coloradas, pero dudaba que eso fuera relevante. Cuando Tweek no tardó en seguirlo, Dean se carcajeó.
—¿Le has visto? —Y siguió riendo.
—Hay que tener más cuidado, Dean, no nos vaya a lanzar su estúpido gorro.
A Stan no le causó nada de gracia. Estuvo a punto de decirlo, ya que de hecho, en lo que a él respectaba, el gorro que solía llevar Kyle le parecía bastante bonito. Se preguntaba por qué nunca se lo quitaba, dejando ver apenas unos cuantos mechones de cabello pelirrojo que le caían en la frente. Hasta que sintió la mano de su novia sobre la suya, rompió esa línea de sus pensamientos.
—Estaba pensando que podíamos salir este fin de semana. ¿Qué opinas? —Le murmuró. Y le dedicó tal mirada, esa que lo hacía perderse en sus ojos.
—Opino... —Se llevó una mano al mentón, como si lo pensase—opino que sería fantástico.
Complacida, Wendy le dio un suave beso en la mejilla, y Stan se olvidó del asunto de Kyle una vez más.
¿Y qué tal les pareció la historia? Estoy intentando algo nuevo, y pensé que me gustaría hacer algo relacionado con el tema que se estará tratando... Por si no se fijaron en el género, esto será un angst/romance (y quizás un poquito de drama) ,y si bien no significa que en todos los capítulos llorarán a mares, si habrá ciertas situaciones y eventos delicados por ahí.
