CUANDO TROPECE CONTIGO….

Cap. uno. Sólo vivir.

Otra vez salía tarde… pensó Hermione mientras atravesaba las puertas del ministerio hacia el concurrido callejón Diajon y suspiro con pesar al tiempo que trataba de cubrirse más el rostro con la bufanda roja (regalo de la señora Weasley por su último cumpleaños) y se arrebujaba más aún en su abrigo blanco tratando de palear un poco el intenso frio que ya se comenzaba a sentir en toda la ciudad anunciando una vez más que el otoño terminaba para dar comienzo a otro periodo invernal. Apuro el paso en dirección al caldero chorreante imaginándose ya, la espumosa y caliente cerveza de mantequilla que le estaría esperando en su mesa, pero hizo una mueca al unir la imagen de su bebida favorita con la mirada dolida que últimamente iba unida, que tan solo duraría unos segundos, pues el emisor de esta era lo suficiente inteligente y se abstendría de proferir cualquier comentario o insinuación que hiciera notar la molestia de ser lo último en que pensaba la castaña en su ajetreado día.

Suspiro con pesar. ¡Qué más quisiera ella salir algún día a la hora!... pero definitivamente su nuevo puesto de trabajo le exigía más tiempo del que tenía y para ser honesta consigo misma… a ella le encantaba. No porque fuera una obsesa del trabajo (como en más de una ocasión le acusara Ron), sino, por que tenía la convicción absoluta que su labor y todas las horas que pasaba encerrada en su oficina, algún día no muy lejano rendirían sus frutos, además alguien tenía que hacer el trabajo, solía responderle a Ron, pues, aunque las cosas, luego de la caído de Voldemort habían mejorado, todavía había un largo camino por recorrer en el asunto de los derechos e igualdad de condiciones para los nacidos muggles o medios muggles. Y si el proyecto de ley en el cual estaba trabajando llegaba a buen puerto daría un gran paso para llegar al final del camino.

No fue un cambio fácil trasladarse del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas (donde pudo regular y mejorar la calidad de vida de los Elfos Domésticos y otras criaturas mágicas) hacia Departamento del Cumplimiento de la Ley Mágica, Conllevo horas de trabajo (más de las que ahora trabajaba), de esfuerzo y sacrificios, el principal de ellos… el término de su noviazgo. Hizo una mueca de dolor al recordar esto último. Luego de un año todavía le dolía pensar en lo que había perdido y en más de una ocasión, cuando se dejaba llevar por la melancolía se preguntaba si valdría la pena haber perdido al hombre del que seguía enamorada, por una lucha que, aunque, le llenaba por completo… no llegaba a llenarle el corazón.

Aunque, se dijo más resuelta y apretando los labios en un gesto de irritación. Ron tampoco había puesto mucho de su parte.

Recién egresado de la academia de Aurores, además de ayudar en sus horas libre en Sortilegios Weasley tampoco contaba con mucho tiempo y le exigía un tiempo y una dedicación que ella no podía darle. Trataron el tema muchas veces, discutieron, gritaron, terminaron, se reconciliaron… hasta que llego un punto en el que estiraron tanto el hilo que mantenía unida su relación que este no pudo más y se rompió. Todo su círculo más cercano al enterarse que "otra vez" se producía el corte en la pareja, suspiraron y esperaron la feliz reconciliación y los día en los cuales llegaban a cansarse de ver el empalagamiento de los tortolitos luego de la acostumbrada pelea, pero para sorpresa de todos este no llegó, produciéndose el corte definitivo nada más y nada menos que en el cumpleaños de Harry. Pobre Harry, pensó ahora Hermione, sus veinte y cuatro cumpleaños empañados por salir en su defensa. Esa vez, fue una de las pocas ocasiones en que Harry se había puesto del lado de Hermione (cuando de su relación con el pelirrojo se trataba), reflexiono con tristeza la castaña. Ni siquiera quería recordar el episodio, sólo de pensar en él y saberse culpable de la descomunal bronca que provoco entre los amigos le hacía sentirse más mal de lo que se había sentido en ese momento.

Hacía más de un año ya en que dijeron "no más" y el corazón de Hermione aún sangraba. Pues cada vez que veía al pelirrojo, pues consideraron que luego de catorce años de relación (siete como amigos y siete como pareja), además de tener amigos en común, era descabellado pensar en romper del todo le lazo y se propusieron seguir siendo amigos. La situación fue tensa y difícil los primeros meses, no sólo para ellos, sino para todos sus amigos y familia, pues cada vez que se encontraban era inevitable algún comentario por parte de alguno de los dos afectados que conllevará a la consecuente discusión en la cual, cada uno culpara al otro de la dirección que había tomado su relación.

Pero como dice el dicho "el tiempo todo lo cura", luego de un año de encontrones y recriminaciones, ahora podían, al menos, estar en la misma habitación y comportarse de forma civilizada… hasta interesarse por el bienestar del otro… pues, aunque estaban separados, tratando de recomponer sus vidas, aún eran muy importantes para la vida del otro por lo que era estúpido tratar de ignorarse. Tanto así que en más de una ocasión habían tenido una que otra recaída que siempre terminaba en el dormitorio de alguno de los dos, lo que los hacía pensar que quizás pudiera haber un futuro en común, pero como ninguno de los dos estaba dispuesto a dar su brazo a torcer… todavía, lo más sensato…al menos eso pensaba Hermione, era mantenerse o encontrarse siempre con más gente a su alrededor.

El cálido y agradable ambiente le recibió nada más abrir la puerta de la taberna, haciendo que por el momento olvidara sus lúgubres pensamientos, dejándolos atrás como quedo el intenso frio cuando cerró la puerta. El caldero Chorreante había dado un drástico cambio desde que Hannah Abbott se hacía cargo del bar. Ya no tenía ese aspecto mugroso y su antiguo mobiliario había sido renovado, dándole un toque más moderno y juvenil.

Se alzo un poco para tratar de buscar a Anthony entre las varias cabezas que se interponían a su paso, pero antes de encontrarlo a él se encontró saludando a varios compañeros del ministerio y otros más conocidos del colegio.

Si hubiese sospechado que el local estaría atiborrado de gente, hubiera propuesto otro sitio, pensó haciendo una mueca. Ella no era una antisocial, pero estaba cansada y no tenía muchos ánimos de encontrarse con tanta gente. Saludo desde lejos a Hannah que se encontraba en la barra y que le indico con un gesto hacia el final del local, lo que agradeció con una sonrisa, pero cuando la novia de Neville se dio vuelta para atender a otro cliente, frunció el ceño. ¿Cómo sabía que se iba a encontrar con Anthony?, supuestamente su "relación" o como sea que se llamara lo que tenían, era algo que sólo sabían ciertas personas, pues tanto ella como Anthony habían acordado mantener el asunto fuera de la opinión pública. Ya bastante había tenido que soportar que su vida amorosa y terminó de la misma con Ron, apareciera en portada de las revistas del corazón del mundo mágico y en algún que otro diario, "consecuencias negativas por ayudarme a vencer a Voldemort y ser mis muy queridos amigos", trataba de consolarla Harry, cada vez que ella se quejaba sobre este cuestión. Así que… ante todo mundo ella y Anthony solo mantenía una amistad, además de ser compañeros de trabajo.

Siguió caminado, haciendo camino entre los comensales que llenaban el pub, y por fin pudo vislumbrar la cabellera castaña de Anthony… pero este no estaba solo.

"Mierda", pensó y ahora entendió el motivo por el cual Hannah le indico el camino, ya que al levantar la vista se encontró con los amistosos y chispeantes ojos verdes de su amigo Harry que le hacía un gesto con el brazo para que se acercara a ellos y con los azules ojos de su otro… digamos… "amigo" que cruzo los brazos sobre su pecho para mirarla de forma acusadora, mientras que Anthony se encogía de hombros ante lo que suponía y no estaba equivocada la incómoda situación que se les venía por delante.

Bueno, pensó con resignación y embozando una encantadora sonrisa… que no sentía… al menos su cerveza estaba en la mesa.

- Hola, que sorpresa- saludo de forma algo exagerada cuando Harry se levanto para abrazarla- ¿Qué haces acá cuando tienes a una muy embarazada mujer en casa?

Harry solo se encogió de hombros sonriendo inocentemente.

- Ginny está con Molly, así que… literalmente mi querida suegra me dio permiso para salir a tomarme una cerveza con mis amigos. Más bien sus palabras textuales fueron "cuando nazca este pequeño bribón… no vas a tener tiempo ni para pensar en lo que vas a ponerte el día de mañana"… así que acá estamos, extrañábamos a nuestra conciencia- termino de contar fingiendo un pesar que no sentía.

- Una vez te lo advertí Potter, luego de conocerme no podrías vivir sin mi.

Ron bufo de forma audible ante la broma de Hermione que había provocado la risa de Harry y Anthony, para indicar lo absurdo del comentario.

- Hola Ron- lo saludo entonces, armándose de paciencia para lo que vendría, pues por la cara que tenía su antiguo novio, la velada no sería nada agradable.

Y fue entonces que se dio cuenta que la única silla que quedaba vacía era entre Anthony y… Ron, que le hizo un gesto burlesco al ofrecerle la silla.

- Qué bien-Murmuro no muy convencida del asunto y mucho más desconcertada- Pero como sabían que me encontrarían hoy acá.

- No lo sabíamos- respondió en un tono seco Ron- Pasamos por a tomarnos una cerveza antes de pasar por tu casa y Hannah nos comento que como a esta hora solías reunirte con Goldstein para cenar.

- Oh-Al parecer su relación era más publica de lo que en un principio había pensado y al ver la mirada acusadora de Ron, tuvo el impulso estúpido de darle explicaciones.

Se volvió a mirar a Harry mientras pensaba que podía decir y como su amigo la vio en problemas se apuro en ayudarla.

- Bueno… así que ubicamos a Anthony y él nos invito amablemente a cenar con ustedes. Espero que no te moleste.

- Como dice eso, si estoy feliz de verlos chicos.

Y de verdad que estaba feliz, aunque la situación era incomoda y todo eso. Los extrañaba y mucho. Les sonrió para luego volverse hacía el hombre que esperaba pacientemente por ella.

- Siento llegar tarde- se disculpo entonces con Anthony que le miraba con una ceja alzada- pero a última hora Maggy me traje un documento que tenía que revisar y que no podía dejar hasta…

- Mañana-termino de decir por ella Ron, recordándole no sólo a ella, sino que también a Anthony que él había estado mucho antes en esa misma situación.

- No te preocupes- dijo por fin Anthony acercándole la cerveza a Hermione y sonriéndole- Sé muy bien lo que es el trabajo de última hora… lo importante es que llegaste- Dijo dándole unos golpecitos cariñosos en su mano que Hermione se apuro en retirar disimuladamente con la escusa de llevarse la cerveza a los labios, mientras notaba los intentos de Anthony de marcar terreno frente a Ron, pues aparte de ese gesto su tono posesivo no paso desapercibido para nadie, aunque iba especialmente dirigido hacia pelirrojo- Además tus amigos me hicieron compañía.

Hermione pudo escuchar como rechinaban los dientes de Ron con el último comentario de Anthony y como Harry trataba de ocultar su sonrisa. Ella miro entonces a Anthony tratando de preguntarle con la mirada que qué diablos se proponía, cuando la voz de Hannah les interrumpió.

- Hola chicos ¿Quieren ordenar ya?, insistieron en esperar a que tú llegaras- le explico a la castaña.

Hermione que no había tenido tiempo de mirar la carta que se encontraba en los individuales de cada mesa, que se limpiaban cada vez que los comensales de la estas terminaban sus comidas y que ahorraban tiempo a los meseros (otra idea ingeniosa por parte de Hannah), bajo la vista tratando de pensar que sería bueno comer para que la cena no le cayera mal, ya que, con el poco tiempo que llevaba sentada ahí ya comenzaba a sentir nauseas. Al fin se decidió por una ensalada. Y Hannah se retiro con los pedidos asegurando que no tardarían en llegar.

- Y dime Harry ¿Cómo está Ginny?

Era más fácil dirigirse a Harry que a alguno de los otros dos hombres que la flanqueaban, tanto así que cuando quiso quitarse el abrigo los dos intentaron ayudarla y lo único que consiguieron fue estirarle los brazos de forma dolorosa.

Luego de darle una sonrisa condescendiente a su amiga, Harry le conto como era estar casado con una mujer en su último mes de embarazo.

- Te echa de menos y aunque no lo creas ella está segura que James también esta extrañando a su tía Hermione.

- Ohhhhh… yo también la extraño y no puedo creer que en poco tiempo tendremos un mini tu en el mundo. Pero este proyecto me ha tenido encadenada a la oficina.

- ¿Y qué tal van las cosas?- Quiso saber Harry.

- Bastante bien la verdad- respondió quedamente- ¿Y las redadas?

- Bastante bien, no nos quejamos hemos tenido bastante trabajo. Por eso igual queríamos hablar contigo- Agrego bajando un poco el tono de voz- Le comentaba a Anthony que han habido ciertos ataques en las afueras de Londres. Te lo comento para que tengas cuidado.

- Oh, no había sabido nada ¿Y a quien…

- A quién crees tú- le interrumpió el auror dándole una elocuente mirada, de esas que en su tiempo tanto molestan a Ron, pues lo dejaban fuera de una conversación silenciosa que él no era capaz de interpretar. Lo curioso era que con todo el tiempo que duró su relación con Ron, nunca había podido llegar al nivel de comunicación que mantenía con el moreno, a pesar de los años.

Muggles e hijos de muggles, los malditos comenzaban a atacar otra vez y estaba casi cien por ciento segura que el proyecto de ley que se presentaría dentro de unas cuantas semanas y del que ella estaba a cargo era el detonador de esos ataques.

Así que asintió, dándole a entender a Harry que había captado la indirecta y como llegaron los platos comenzaron a comer y hablar de otros temas. En realidad los que llevaron gran parte de la conversación fueron Harry y Hermione, pues Ron se contento con asentir, realizar uno que otro comentario, comer y dar irritadas miradas cada vez que Anthony tomaba la palabra.

Y así entre conversa y conversa Harry vio la hora y comenzó a levantarse.

- Creo que es mejor que nos vayamos, mira la hora que es Ron. Si tu hermana no me mata lo va hacer tu madre.

- Como crees Harry, Molly te adora y Ginny no dejaría a su hijo sin padre. Pero tienes razón ya es muy tarde y yo también estoy cansada. Ha sido una semana dura.

Y luego de discutir quien de los cuatro pagaría la cena, consiguiéndolo por fin Anthony se dirigieron a la puerta donde comenzaron a despedirse.

- Te acompaño a tu casa Hermione- propuso entonces Ron, ganándose una irritada mirada por parte Anthony- Como dijo Harry no es conveniente que andes sola tan tarde.

- No hay problema Ron, tu mejor que nadie sabe que puedo cuidarme sola

Le respondió de forma cortante, ya estaba harta de la infantil actitud de Ron. ¿Qué diablos le pasaba? Ya estaba acostumbrada a las rabietas que este hacia cada vez que la veía con alguien del sexo opuesto, pero su comportamiento de hoy ya se pasaba de la raya.

- Insisto- mirándola de forma seria y con tono afectado. Como si tratara con una niña a quien tuvieran que explicarle las cosas repetidamente y con calma- Así que vámonos.

Harry suspiro, Anthony suspiro y Hermione suspiro. ¿Qué se creía que era? ¿A caso sólo él tenía derecho de salir con otras y de paso restregarle en la cara todas las mujeres con las que había mantenido alguna cita en todo este tiempo? Por lo menos ella trataba de ser discreta cada vez que tenía una cita o salía con alguien y ahora que tenía algo así como una especie de relación hace un par de meses con la que se sentía cómoda, ¿él se creía con el derecho de venir y hacer el papel de novio celoso? Así que sospechando como se iba a sentir con lo que ella le iba a decir, pues cada vez que veía que se iba con alguna "amiga" ella sentía lo mismo. Lo soltó. Total él se lo había buscado.

- No voy a mi casa esta noche Ron.

Aunque se obtuvo de reconocer que pasaría la noche con Anthony sintió como éste se erguía a su lado, preparándose para interponerse en el caso que Ron quisiera hacer algo contra Hermione o contra él, pero además estaba contento de que por fin la castaña reconociera o algo así, la relación que tenían delante del pelirrojo y la verdad que sintió un poco de pena al ver el destello de dolor que brillo en los ojos de Ron, antes de ponerse rojo de rabia apretar los puños dar un seco asentimiento a modo de despedida para luego desaparecer.

- Creo que yo también me voy- Dijo entonces Harry, sin saber muy bien qué hacer, si ir a consolar a su amigo o quedarse a consolar a su amiga- Los veo mañana en el cumpleaños de Molly ¿Verdad?- pregunto en cambio

Al ver la cara compungida de Hermione se apuro en agregar.

- De verdad. Molly desea que vayas, me lo dijo hoy para que te lo dijera - Se acerco para darle un último abrazo- De veras, además todos tiene ganas de verte.

Hermione solo asintió no muy segura.

- Anthony- Harry le dio la mano al ex Revenclaw- Un placer hablar contigo y trata de llevarla mañana.

- Haré lo posible Harry. Saludos a Ginny.

- En tu nombre. Nos vemos- Harry los saludo con la mano y se desapareció.

Cuando quedaron solos ninguno de los dos se atrevía a decir algo. Hermione por que estaba cansada, dolida y no tenía nada que decir y Anthony… bueno, sabía que con Hermione andaba en arenas movedizas. Sabía muy bien que tenía que darle tiempo para procesar todo lo que había ocurrido en la noche, principalmente el último episodio que para ser sinceros hasta a él le sorprendió.

Desde que comenzaron a salir de forma regular, Hermione había dejado claro que no quería que se supiera de su relación. El había estado de acuerdo por dos razones. No tenía ninguna intención de salir en la prensa como la nueva conquista de "la amiga del niño que vivió" y la otra era porque simplemente, la chica le gustaba, siempre le había gustado, desde que eran compañeros en Hogwarts. Y cuando la volvió a ver y se hicieron amigos… bueno el sentimiento se intensifico. Aunque tenía más que claro que el sentimiento no era mutuo, no perdía las esperanzas que en algún momento Hermione pudiera mirarlo como miraba a su ex. Él era inteligente y paciente. Ya había conseguido que Hermione fuera su novia no oficial (aunque muchos no tenían idea, sobretodo en el ministerio). Ahora tendría que conseguir que la castaña se enamorara de él.

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Hermione observaba el relajado rostro de Anthony mientras reposaba a su lado en la cama. Dios, pensó, que atractivo era. Sería una mentirosa si no reconociera al menos eso, que Anthony le llamo la atención por su lindo rostro y su más lindo cuerpo. Todavía no podía creer que un hombre que estaba casi todo el día tras de un escritorio, pudiera mantener un cuerpo tan tonificado, envidia de cualquiera.

Aunque conocía a Anthony Goldstein desde Hogwarts y este participara en el Ejército de Dumbledore, no fue hasta que se volvieron a ver por asuntos de trabajos en el ministerio que ella se había fijado realmente en él. Quizás se dijo, mientras estaba en la escuela, estaba tan pendiente que Harry no cometiera una locura y terminara muerto o el andar tan pendiente de Ron, no le permitió ver más allá de sus amigos. O quizás también, su nuevo amante no tenía la facha que ahora se gastaba.

No pudo evitar compararla con el cuerpo de Ron. Y se dio cuenta que a pesar de las muchas diferencias que había entre uno y otro, no podría decir quién era más atractivo. Aunque hubo un tiempo en que no tuvo ojos para nadie más que para su pelirrojo, y ahora que estaba en la cama junto a Anthony, luego de un descomunal polvo, no podía ser muy objetiva que digamos.

Anthony Goldstein provenía de una familia antigua de magos, todos pertenecientes a la casa de Revenclaw y algún que otro Gryffindor desvariado, había bromeado alguna vez, cuando recién comenzaban su amistad. Era guapo, pelo castaño oscuro, piel pálida e intensos ojos pardos. No era tan alto como Ron (la verdad eran pocos los que eran más altos que Ron), pero se ajustaban a la perfección cuando hacían el amor, con un cuerpo delgado, pero bien definido. Está de más decir que era un hombre muy inteligente (no por nada era él segundo a cargo del departamento de cooperación mágica internacional a su corta edad), además era seguro de sí mismo, simpático, agradable, afable y tranquilo. Y más que nada era eso lo que más le gustaba de él. Le trasmitía tranquilidad. Se sentía bien a su lado.

Y no pudo evitar preguntarse que qué hacía un hombre como él con alguien como ella, en una relación que no iba para ningún lado, que ni siquiera tenía nombre. Porque la verdad sea dicha, Anthony Goldstein era un buen partido y estaba segura que más de alguna mamá bruja lo recibiría con los brazos abiertos como esposo de alguna de sus hijas.

Sonrió cuando este le miro con una ceja alzada, preguntándole que tanto le miraba o mejor dicho que tanto pensaba. Ella sólo negó con la cabeza y rio. Para comenzar a levantarse de la cama.

- ¿A dónde vas?- le pregunto entonces Anthony incorporándose un poco para mirarla.

- A mi casa- Dijo mientras comenzaba a buscar su ropa desperdigada por todos lados.

- ¿A esta hora?

Hermione sólo asintió.

- ¡Por Merlín Hermione ¡si son las tres de la mañana!, quédate a pasar la noche.

- Anthony sabes que yo no paso la noche aquí en la semana.

¿Dónde estaban su ropa interior?, qué más daba, se dijo, encogiéndose de hombros para comenzar a abotonar su blusa.

- Hey, hey- le susurró entonces Anthony cerca de su oído. ¿Cuándo había llegado ahí? Se preguntó Hermione. Tan concentrada estaba en buscar su ropa que no se había percatado que el hombre se había levantado y mucho menos que se había acercado a ella- Quédate hoy, mañana es sábado y no tienes que trabajar.

- Lo sé, pero….oh… Mmmm-murmuró Hermione, pues los suaves besos que Anthony daba a su cuello la estaban distrayendo- Pero tengo que ir al cumpleaños y no puedo aparecer con la misma ropa.

- A mí me encanta como te queda esta ropa y mucho más me gustas cuando estas sin ella- dijo mientras comenzaba a desabotonar los botones que la chica había abrochado y comenzaba a acariciarle los pechos.

Hermione gimió quedamente, ya rendida a las atenciones del ex Revenclaw… que dicho de paso otro de sus cualidades era ser un muy buen amante.

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En un sector mucho más al norte y muy alejado del sector mágico, específicamente en una zona marginal de Londres. Amparados por la oscuridad de la noche un grupo de hombres vestidos con túnicas negras y mascaras plateadas, golpeaban sin ninguna clemencia a otro, mezclando entre golpes de puño y patadas uno que otro hechizo, hasta que se dieron por satisfechos cuando el pobre individuo dejo de moverse y exhaló un suspiro lastimero cuando perdió la conciencia.

- ¿Y ahora qué hacemos con él?- pregunto entonces uno de los enmascarados.

Uno de los hombre que parecía ser el cabecilla rio despectivamente y escupió al tipo que estaba en el suelo, de seguro muerto.

- Nada, dejadlo. De seguro ya no sirve para nada- Rio de forma escandalosa mientras golpeaba un bolsito de piel que tenía aferrado en una de sus manos y daba la última patada al cuerpo inerte que se encontraba a sus pies. Este no emitió ningún quejido- Yo ya tengo lo que necesito.

Y sin más se desaparecieron.

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Un gemido ahogado escapó de los labios de Hermione al sentirse invadida por el miembro de Anthony y gimió más fuerte cuando éste comenzó a moverse, primero lentamente para paulatinamente ir aumentando la velocidad. Los dos respiraban agitadamente y de sus bocas emergían suaves y a la vez fuertes gemidos. En un momento dado Anthony se retiro por completo sin hacer caso de las protestas de la castaña que le miraba con los ojos cargados de deseo. Le tomó las piernas y fue besando desde la pantorrilla hasta el muslo, una primero y la otra después, para luego arrodillarse entre sus piernas y levantar cada pierna hasta ponerlas sobre sus hombros. Todo esto sin quitar la vista de los ojos de Hermione, que comenzó a respirar más agitadamente cuando sintió que de nuevo la penetraban de una fuerte y rápida estoca. Apretó algo más las piernas alrededor de los hombros de su amante consiguiendo con esto que sus cuerpos se unieran más y que la sensación fuera cada vez más intensa.

- ¡Dios!...más… rápido

Y como a buen entendedor pocas palabras el ritmo aumento, provocando que un intenso orgasmo sacudiera todo el cuerpo de la castaña. Tan intenso que ni siquiera se percato que su compañero terminaba junto con ella y que luego muy delicadamente bajada sus piernas hacia la cama para recostarse a su lado.

- Creo…Creo…que…mañana… no voy a sentir las piernas- dijo con voz agitada Hermione- Pero valió la pena- agrego con una risita entrecortada.

- Pues muchas gracias señorita, cuando desee.

- Presumido

Anthony rio y la atrajo hacia su cuerpo. Estaba feliz, y satisfecho. Por un lado había conseguido distraer a Hermione de sus problemas y del desagradable encuentro con su ex y por otro había conseguido que no pudiera moverse de su cama. De su lado, donde era su lugar.

- Espero que te hayas sacado la idea de irte a tu casa.

- ¿Estás loco? Creo que no voy a poder caminar en una semana- respondió riendo cansinamente Hermione- Me dejaste agotada.

- Esa era la idea cariño- le indico guiñándole un ojo.

Hermione embozo un amago de sonrisa mientras luchaba por mantener los ojos abiertos, pero entre el cansancio acumulado en la semana, la tensión de la cena y la actividad realizada hace poco, sus parpados ganaron la batalla y finalmente se cerraron. Luego suspiro y se acomodo volviéndose hacia un lado de la cama para poder dormir plácidamente. Sin darse cuenta que con ese sutil gesto había abandonado los brazos de Anthony, provocando una mueca de pesar en éste cuando se pregunto que cuando sería el día en que Hermione pudiera abandonarse en sus brazos sin que el sexo estuviera de por medio.

Realizo un hechizo limpiador en su cuerpo y en el de la castaña para luego cubrirla con las frazadas y abrazarla. Algún día, se dijo… Algún día.

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El tiempo caprichoso regalo un día hermoso para celebrar un cumpleaños, regalo que agradecía una emocionada Molly Weasley mientras observaba como sus hijos y nueras ordenaban y limpiaban el patio trasero para llevar a cabo la celebración de su cumpleaños. Y agradeció una vez que ese día amanecía mucho más cálido que los anteriores, pues su casa acogedora y todo, ya no era suficiente para recibir a toda su familia (que con los años había crecido considerablemente) además de sus amigos.

Frunció el ceño al ver como su hijo menor azotaba con más fuerza de la necesaria a un nomo que quiso pasarse de listo y salir corriendo por entre medio de las piernas del pelirrojo. Su hijo había llegado hoy con un humor de perros, había tratado de fingir cuando la saludo con un fuerte abrazo, pero una madre sabe cuando su hijo no está bien y mucho más cuando este casi no toca su desayuno.

En ese momento vio que Harry le decía algo y él como todo respuesta le hacía un gesto obsceno con uno de sus dedos, provocando la risa del moreno que le palmeo la espalda para luego dirigirse hacia la cocina.

Cuando Harry entro le sorprendió ver a la matriarca de la familia Weasley con el ceño fruncido y expresión preocupada por la ventana hacia el jardín. Camino donde ella y pudo ver a Ron en ese momento hacía levitar un trozo de madera hacía el cobertizo donde termino por estrellarse y hacerse astillas.

- ¿Qué le sucede a mi hijo, Harry?- pregunto Molly volviéndose hacia él.

Harry se encogió de hombre y sonrió.

- ¿Qué cree usted?

- Hermione.

Harry solo asintió.

- Trató de entender que fue lo que sucedió. De verdad, pero me supera- Molly dio un hondo suspiro y volvió a mirar con pesar a su hijo-¿Te confieso una cosa?, siempre pensé que a estas alturas esos dos iban a estar como tú con Ginny, con un hijo o dos… pero…

- Pero- indicó Ginny que entraba a la cocina con su enorme pansa de ocho meses y que había alcanzado a escuchar la confesión de su madre y aunque no escucho los nombres adivino perfectamente de quien hablaban- Ron se volvió bruto otra vez… lo que no es de extrañar pues es su naturaleza

- Ginny, no digas eso-Le regaño su madre y sonrió con ternura al ver como Harry se apuraba en acercarle una silla a su hija-Fue Hermione quien no quiso casarse con tu hermano.

- No madre, no fue así. Hermione solo le pidió tiempo para que pudieran acodarse en sus respectivos trabajos y no sólo por ella. Ron trabajaba todo el día en el ministerio y luego se iba para sortilegios.

- Sí lo entiendo, pero pudieron hacerlo de igual forma y acomodarse luego.

Ginny rio.

- Madre, entiendo tu punto, pero Hermione quería comenzar bien. Me dijo que cuando se casara, por lo menos quería tener tiempo para organizar la boda, además de tener tiempo para ellos. Como estaban las cosas en esos meses si no era Hermione quien tenía que quedarse toda la noche en vela, era a Ron quien tenía que ausentase cada dos por tres.

- Sí, pero yo pensé que con el tiempo y se echaran de menos volverían. Que Ron no seguiría presionando a Hermione con el tema del matrimonio o que ella se decidiría a volver y a casarse con él.

Ginny bufó enojada y sin atender la mirada de advertencia de su esposo explico con tono furioso.

- Y se hubieran casado, porque en el cumpleaños de Harry, Hermione le iba a pedir que volvieran y que se casaran o lo que fuera que él quisiera, pero el muy idiota no encontró nada mejor que elegir ese día para llegar con esa tipa de la mano y darse el lote casi en frente de Hermione, ya te imaginaras como se sintió la pobr…

- ¿Qué?- preguntó entonces la voz de Ron desde la puerta de la cocina. Estaba pálido su expresión era la mortificación misma.

- Oh mierda-musitó Ginny.

Hermione la mataría, si es que su esposo no la mataba primero, por develas secreto. Nadie más aparte de la castaña, Harry y ella conocían ese episodio. Porque ellos en gran medida habían sido responsables de convencer a Hermione para que diera ese paso. Como regalo de cumpleaños, le había pedido Harry. Y lo que se encontró cuando fue en busca de Ron… Ginny se estremecía de tan sólo recordar la cara que tenía Hermione cuando se fue corriendo de su casa, murmurando a penas una explicación que luego Harry le había traducido. En su vida había visto más enojado a Harry con Ron. Está de más decir que luego de eso la fiesta se había terminado

Miro a Harry que la miraba molesto, a su madre que estaba con la boca abierta y a Ron que buscaba en ella una explicación. ¡Malditas hormonas!

- Lo siento- Dijo mirando a Harry, que frunció el ceño y se levanto para acercarse a Ron, pero antes le dio un beso en la frente y musito.

- No pasa nada, cariño, tarde o temprano tendría que enterarse. Voy a ir hablar con él.

Y sin más tomó a Ron del brazo y se lo llevo de ahí, ante la mirada todavía sorprendida de Molly.

- Te lo dije, el idiota de Ron se lo busco-Agrego finalmente Ginny encogiéndose de hombros- y ahora está molesto porque Hermione está saliendo con Anthony.

- ¿Anthony? ¿El hombre tan encantador que nos presento en su cumpleaños?-Ginny asintió- ¿Pero no dijo que era un compañero de trabajo?

- Sí.

- ¡Pero si ni siquiera vi nada que me llevara a pensar que estaba saliendo con él!- Ella era muy perceptiva para esas cosas y jamás se le paso por la mente que Hermione estuviera saliendo con alguien, por lo que todavía tenía esperanzas de una reconciliación.

- A diferencia de tu hijo, a Hermione no le gusta hacerle pasar malos ratos a Ron y ha mantenido las salidas con Anthony casi en secreto. Pero hoy lo invite a venir.

- ¿Qué? ¿Cómo… Sabes cómo se va a poner tu hermano?- pregunto escandalizada la señora Weasley

Ginny le brindo una sonrisilla maliciosa. Aunque Hermione hubiera perdonado a su hermano, ella todavía no podía.

- Lo sé ¿Por qué crees que anda tan irritado hoy?

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- ¿Por qué no me lo dijiste Harry?- preguntaba ahora apesumbrado Ron.

Luego de escuchar la historia que había oído a medias de los labios de su hermana, no podía creer lo estúpido que había sido. Ahora entendía muchas cosas. Porque Harry se había puesto como un energúmeno con él ese día, porque Hermione no había querido verlo durante semanas y sobre la actitud que había tomado desde entonces con él.

- ¿Por qué no te lo dije?-Harry suspiro hondo- Bueno… en ese instante no estaba para darte muchas explicaciones, lo único que quería era romperte la cara.

- Y lo hiciste.

- Sí, Y no sabes cómo lo disfrute.

Ron decidió dejar pasar la sonrisa de satisfacción que tenía en esos momentos su mejor amigo. Pues conociendo ahora la historia, se había merecido los golpes dados por su amigo, incluso el se daría de cabezazos en esos momentos.

-¿Y después?

- Hermione me hizo prometer que no te diríamos nada… Bueno nos hizo prometer a Ginny y a mí. Además tú andabas de lo más entusiasmado con tu conquista. Así que Hermione pensó que ya habías dado vuelta la página y ella pensó en hacer lo mismo.

- Me siento como un idiota.

Harry solo asintió.

- ¿Y sabes algo?... ni por mucho había dado vuelta la página. Esa noche lleve a Tanya para sacarle celos a Hermione- Se interrumpió al ver la cara de fastidio de Harry- Sí, otra estupidez. Y cuando note que ella estaba dolida con la situación, me alegre tanto que me puse a celebrar… y me emborrache.

- Eso lo recuerdo Ron.

- Sí, bueno… yo no tenía ninguna intensión de que pasara nada más con Tanya, pero ella no pensaba lo mismo y bueno… ¿Sabes?... ni siquiera recuerdo cómo llegamos a la habitación, sólo sé que paso lo que paso cuando Hermione nos descubrió y vi su rostro… supe que la había cagado… y bueno, luego llegaste tu y la cosa se descontrolo.

¿Pero…porque seguiste con Tanya?

- Porque estaba herido, enojado… y Hermione me había mandado al carajo. Y pensé estúpidamente que si ella se daba cuenta que estaba con alguien más… tarde o temprano volvería- término diciendo con pesar.

- Pero no volvió-musito quedamente entonces Harry.

- No- Suspiró con pesar- ... Y yo no podía sacarme de encina a Tanya. Tu no me hablabas hasta que tuve ese accidente… culpa de Tanya-indico con una mueco de desagrado- A todo esto nunca te di las gracias por hacer que la transfirieran de equipo, trabajar con un auror enrabiado contigo no es nada bueno para la salud.

- De nada compañero-Harry le palmeo la espalda.

Luego de la sentida confesión de Ron, guardaron silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos, hasta que Ron se levanto y miro a Harry de forma resuelta.

- Harry, fui un estúpido, pero la recuperare. Te juro que la recuperare.

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Hola!!!!... se que me he perdido durante demasiado tiempo y que varias me deben estar odiando por que deje de actualizar mis otras dos historias... y ahora aparezco con una nueva...pero bueno..espero que me perdonen y comiencen a seguir "CUANDO TROPECÉ CONTIGO". Desde ahora les digo quizás a las lectoras más fieles de la pareja de Ron y Hermione, no le va agradar mucho... pero bueno... ¡Lo siento!!!!!... la inspiración para esta!!!!!.... pero no se preocupen... las dos historias que le preceden van a tener su continuación muy luego y por lo tanto... las voy a terminar!!!!!!

Bueno un abrazo y nos estamos leyendo...ustedes mis historias y yo sus comentarios!!!!!...