Buenas a todos. Antes de nada este es el primer fic que realizo, y aún no tengo muy claro cómo se realiza, osea como se hacen las etiquetas y en general como se da a conocer, así que espero que todo vaya bien.

En segundo lugar doy algunas aclaraciones acerca de mi historia, como siempre los sermones de siempre acerca del copyright y esas cosas: los personajes no me pertenecen, y esta historia la creo yo desde mi imaginación con animo de entretener a otros fans, y en mi interes personal como forma de mejorar como escritor. Esto sera lo primero que escriba al publico pero estoy preparando algo más grande y completamente original.

Y por último, antes de empezar la historia me gustaría referir algunos detalles de las traducciones y los términos empleados. Usare lgunas viejas traducciones que se hicieron en mi país, que considero más correctas que mezclar indiscriminadamente japones y castellano. Por ejemplo usare el término Maestro Hokage, o Villa Oculta de la Hoja, en lugar, pero no en detrimento de Konoha. Y un dato especial es que no usaré en ningún caso la manida expresion -tebayyo, me parece un insulto a ambas lenguas el mezclar esa expresión en una palabra no japonesa; y en su lugar emplearé la expresión "Vaya que sí", que es como se tradujo en mi país. Confío en que estos cambios no generen confusión. Disfruten la historia:

El Legado de los Uzumaki

Capítulo 1 Una misión de rango S

Un nuevo día amanecía en la Villa Oculta de la Hoja y la luz del sol empezó a despertar a Naruto Uzumaki. El joven de 20 años comenzó a removerse en la cama, deseoso de cerrar las persianas de bambú para disminuir la luz, pero absolutamente reluctante a incorporarse. Ese día no tenía ninguna misión asignada, y había quedado a comer con su novia, la dulce Hinata Hyuga, en Ichiraku Ramen. Por lo que no tenía ninguna prisa en levantarse; y así dejó correr unos cuantos minutos con el rostro bajo la almohada. Se destapó y fue dejando que su cuerpo se aclimatase, lejos de la micro-atmósfera radiactiva que se formaba bajo la sabana. Pero pronto llegó un visitante inesperado, procedente de la vejiga del rubio, tras unos minutos luchando por contener las ganas finalmente se incorporó y fue al váter.

Al salir del mismo, más dormido que despierto se deslizó hasta la cocina, abrió el frigo y pegó un trago al envase de leche rancia que le quedaba. El sabor agrio se le metió en la garganta y le hizo escupirla en la pila del fregadero, llena hasta arriba de un talud de platos sucios. Hinata le había reñido muchas veces que fuera tan descuidado, y un desastre en general; y Sakura, Ino e incluso el perezoso Shikamaru coincidían; de su parte tenía la completa indiferencia de Shino, y la guerra sucia no declarada que mantenía con Kiba, quien afirmaba que era una de las cosas en que ganaba a Naruto. Pero de momento no le había importado demasiado esas opiniones; a él le daba igual el orden y la limpieza.

─ Buenos días Naruto, ya veo que tienes un buen régimen de excreciones. Sería muy triste que un día de estos te detectaran fimosis. Por cierto, la leche buena la tengo yo.

Naruto dio un brinco asustado ante la intrusión, y para su sorpresa encontró a un sonriente Sai sentado en la mesa del comedor, desayunando plácidamente.

─ Ahh, ¿qué se supone que estás haciendo? Además, ¿cómo has entrado en mi casa?

─ Acaso estas ciego, estoy desayunando algo ─ respondió con esa sonrisa enigmática, sincera pero sin dejar de ser misteriosa, típica del moreno y siguió burlándose del joven ─. Acércate y come algo, el Sexto Maestro Hokage me ha ordenado que te llamase. He preparado algunos dulces para matar el ayuno.

Rindiéndose ante el hambre y las extravagancias de Sai, Naruto se sentó con este y devoró el delicioso desayuno que su compañero había preparado. Y mientras comían este le preguntaba acerca de sus últimas experiencias. El rubio se sintió algo culpable respecto a Sai; desde que empezó a salir con Hinata, y Sasuke se había terminado de instalar con Sakura en el nuevo complejo Uchiha apenas había visto al moreno. Estando Naruto ocupado tratando de causar una buena impresión a Hiashi Hyuga, ganarse a la difícil de tratar Hanabi, y cuestionándose su futuro como ninja. Kakashi le había sugerido ser un Anbu bajo sus órdenes, como medida protocolaria hasta su ascenso a Maestro Hokage, pero la máscara le molestaba mucho, le daba calor y pasar desapercibido no era una de sus virtudes. Luego se sugirió que fuera un sensei de los nuevos genin; pero su completa incapacidad para comprender conceptos sencillos, y mucho menos explicarlos le complicaba la enseñanza, y tampoco ayudaba que sus admiradores le acosasen en cualquier momento. Su calificación ninja fue un asunto espinoso desde el final de la guerra, siendo tanto él como Sasuke genin oficialmente; la idea de examinarles como Chunin provocó grandes carcajadas a quien fuera que les oyese hablar del tema; y ambos fueron ascendidos automáticamente y de forma extraordinaria a Jonin. Pero la notable paz conseguida por las cinco grandes naciones se fue extendiendo a los pequeños países y pronto dejo de haber misiones de alto nivel.

Sai en cambio se había mantenido como Jonin, y este sí había realizado más misiones de bajo nivel, en su continua búsqueda por comprender a la humanidad, por lo que casi nunca habían coincidido. Naruto desconocía hasta qué punto el regreso de Sasuke había desplazado a su original remplazo, pero en ese mismo momento decidió que no dejaría pasar la oportunidad de estar con su buen amigo.

─ Está bastante rico lo que has preparado. Ignoraba que supieras cocinar.

─ Ino me ha enseñado bastante, y he leído que ofrecer comida casera es una buena forma de empatizar con el resto del mundo. Me gusta realmente, es algo sencillo, pero que requiere una gran dedicación y es de una gran importancia. Además tus huevos estaban a punto de caducar, los del frigo claro.

Naruto rió mientras seguían comiendo agradablemente, el sueño se le pasó rápidamente con la conversación y la comida. Tras vestirse y coger su sudadera negra y su equipamiento ninja se marcharon del apartamento en dirección a la mansión Hokage. Las calles estaban atestadas de gente ocupada en hacer sus compras, apenas se veían niños o adolescentes; ya que se habían abierto montones de escuelas e institutos no militares; y la Academia Ninja era cada vez menos necesitada y demandada. Los habitantes de Konoha le tenían un gran respeto y constantemente le saludaban, pero desde que se había sabido que estaba saliendo con la princesa de los Hyuga los regalos habían descendido considerablemente, para alivio de Naruto. No tardaron mucho en llegar a la mansión Hokage, en cuya puerta les esperaban Rock Lee y Shikamaru, el primero con una expresión llena de energía y saludando activamente a los recién llegados; mientras que el segundo presentaba una expresión ceñuda, que resultaba demasiado cómica para el dúo, en comparación con el eterno Cejas Encrespadas que tenía a su lado.

─ Buenos días a todos ─ comentó el joven Nara, arrastrando las palabras ─ Parece que todos hemos sido convocados por el Maestro Hokage, Kakashi nos ha despachado ordenándonos que esperemos al resto, que llegaría en algún momento indeterminado, para no repetir su discurso.

─ Es un momento tan bueno como cualquier otro para forjar mejor los lazos de nuestra ardiente juventud ─ comentó entusiasmado la Bestia Verde de Konoha mientras saltaba y se ponía a hacer sentadillas agarrado a la pared de la mansión.

─ ¿Vosotros también habéis sido llamados por el Maestro Hokage? ─ dijo una voz desconocida a espaldas de Naruto.

Este se dio la vuelta y contempló maravillado a las personas que habían hablado. Uno de ellos parecía un maniquí envuelto en ropa alta y con la cabeza tapada por una capucha; y para empeorar más la situación unas gafas oscuras tapaban sus ojos. En cambio la persona que iba con él relucía como un bol de ramen tras una sesión de entrenamiento especialmente agotadora: una tez pálida como la nieve y unos ojos igual de blancos miraban con una resplandeciente luz al rubio. El largo pelo azabache y azulado le llegaba hasta la cintura y brillaba como si la luz no pudiera escapar de él. Hinata Hyuga vestía en ese momento una chaqueta ligera, encima de una blusa sin mangas a medio abotonar, que dejaban ver la camisa de rejillas que siempre solía llevar, y unos pantalones de comando como los que había llevado siempre los ninjas de la Hoja.

─ Buenos días amigos, hola Naruto ─ pronunció la chica.

─ ¿Vosotros también habéis sido llamados por Kakashi? ─ inquirió distraído Shikamaru ─ Maldito Kakashi, podríamos estar aquí esperando todo el día por sí aparece alguien más. Yo digo que entremos ahora mismo a exigir respuestas.

─ Si, entrad a preguntar. Yo voy a atarme mejor los zapatos, creo que las correas están algo sueltas.

Los cuatro ninjas varones entraron al complejo, cómplices de lo que querían hacer el rubio e Hinata. En cuanto se alejaron lo suficiente este tomó a su novia entre sus brazos y le plantó un agradable beso de buenos días, uno que hizo estremecer a la Hyuga, quien no se quedó atrás y respondió al beso de este pasando su brazo por el cuello y el cabello de su amado. Sin embargo esta era aún demasiado tímida y enseguida cortó el beso, tirando del rubio adentro del complejo siguiendo la estela de sus compañeros.

─ Me gustaba ese beso Hinata ─ rió de una forma tan pervertida que haría sonreír al viejo Ermitaño Pervertido.

─ Lo sé, pero en mitad de la calle no podemos ponernos así. Ya buscaremos algún lugar íntimo después.

La pareja alcanzó el despacho de Kakashi, quien les esperaba echado hacia delante, con los dedos entrelazados en sus puntas.

─ Bien, ahora que ha llegado la parejita podemos proceder a explicar la misión que os encargo. Se trata de una misión de clase S ─ calló unos segundos tras la enorme excitación de Lee y Naruto y las leves e inanimadas quejas de Shikamaru, quien también estaba aburrido de las misiones triviales ─. La misión es de máxima importancia, ya que forma parte de la cooperativa entre las cinco grandes naciones, los ninjas ahora usamos nuestro poder para hacer avanzar el mundo, y así cerrar viejas heridas y estrechar lazos. Para este cometido os he hecho llamar a vosotros, y en especial a Naruto, quien liderará la misión.

─ ¡Eso es lo que me gusta, vaya que sí! ─ exclamó el rubio chocando su puño con la palma.

─ Bien, continuaré explicando. El objetivo de esta misión es refundar la Villa Oculta del Remolino, una importante ciudad isleña del País del Remolino, la patria ancestral del clan Uzumaki. La aldea fue destruida en la Segunda Guerra Shinobi por la Villa Oculta de la Niebla, la Villa Oculta de la Nube y la Villa Oculta de la Arena, siendo uno de los mayores crímenes de las cinco grandes aldeas. Últimamente hemos ido preparando un proyecto para repoblar la isla y redimirnos. Vuestra misión será supervisar los avances de la colonia y asegurar su protección, la isla ha estado deshabitada desde hace años y no se sabe qué puede haber ahí. Te envío a ti Naruto, porque como último Uzumaki conocido es tu legado, tus antepasados lideraron la villa y nadie más debería conocer los secretos de la isla. Aunque la misión es proteger la colonia se te recomienda investigar las ruinas y descubrir todo lo que puedas de tu clan. Y los demás serán tu apoyo, Shikamaru será, por supuesto el estratega; Shino e Hinata serán tus ninjas sensores, además de tener Hinata algunas nociones médicas. Y Rock Lee y Sai son expertos combatientes. Viajareis vosotros con Yamato en la flota que está construyendo y formareis el primer enclave. Más tarde llegaran los colonos y los suministros de la Villa de la Niebla y de la Nube, además de nuevos recursos procedentes de la Hoja, la Arena y la Roca. Enviaremos posteriormente a Choji, Tenten y a Kiba para escoltar nuestros suministros, y las demás aldeas harán lo propio. ¿Alguna duda? ─ concluyó el Hokage con esa expresión sardónica suya, cómo si cerrase ambos ojos, aún teniendo el Sharingan del ojo derecho anulado.

─ ¿Por qué es realmente una misión de rango S? ─ preguntó astutamente Shino.

─ Esta es la primera misión conjunta entre las cinco naciones, cualquier fricción y podría acabar con la paz lograda. Esa es otra razón de enviar al Héroe Shinobi, vosotros habéis sido elegidos cuidadosamente por vuestro carácter pasivo, incluso Lee no busca lucirse o creerse mejor que otros. Es una gran responsabilidad el mantener la paz, y que las misiones conjuntas sean un éxito.

─ ¡Lo conseguiremos, no te quepa la duda, vaya que sí!

Naruto cogió de la mano a Hinata y con el otro brazo tiró del cuello de la camiseta de Sai para sacarlos a todos fuera del complejo, tan vehementemente que Lee, Shino y Shikamaru no tuvieron otra opción que seguirlo.

─ Shikamaru, vigila bien a Naruto. El antiguo complejo Uzumaki es hoy día uno de los mayores misterios del mundo. No dudo ni un instante en afirmar que Orochimaru ha pasado años tratando de buscarlo. Y por esta vez quizá haya que temer más a lo que pueda haber dentro que al propio Orochimaru. Asegúrate que Naruto no traiga ningún artefacto peligroso a la aldea, y que ninguna otra aldea se lleva nada que no debiera llevarse. Confío en tu criterio y tus subterfugios para cumplir esa misión, los demás confían en ti y te obedecerán antes que a Naruto.

─ Si, Maestro Hokage.

Los ninjas salieron de la mansión y Naruto hinchó el pecho y comenzó a preparar órdenes, la mayoría de ellas sin sentido:

─ Bien tropa. Se nos ha asignado una misión de rango S de gran importancia. Saldremos de la villa en una hora y nos alejaremos bastante, no tengo muy claro cuántos días de viaje hay hasta el puerto donde nos encontraremos a Yamato y nos mande al País del Remolino, pero un ninja debe estar preparado para todo. Tenéis toda una hora para equiparos y coger los suministros que preciséis. Yo me encargaré esta hora en hacer los preparativos con mis clones: alquilaré un burro para transporte, compraré suministros médicos y alimenticios, cobraré el presupuesto de la misión en el banco de la mansión y me haré con algunos mapas.

─ Naruto, todo lo que dices no tiene sentido ─ afirmó fríamente el Aburame ─. Recuerda los conceptos de las misiones ninja; no cargar con más objetos de los que se necesitan. Cada uno llevará lo suyo, y no necesitamos a un asno para llevar el equipaje. ¿Cuándo has visto tú que los ninjas llevemos burros, o siquiera caballos?

─Shino tiene razón, si llevásemos un burro sólo nos retrasaría. Cómo tenemos a Sai con nosotros podríamos ir volando en sus pájaros de tinta, pero no tenemos tanta prisa. Los suministros de la Niebla no llegarán hasta dentro de dos semanas, y son la villa más cercana a la isla. Nosotros podemos llegar en dos días a la aldea costera donde Yamato y aún tendremos varios días para proteger e instalar el primer enclave. Hazte con unos mapas si quieres, no nos hará ningún mal, pero lo demás no es importante. Por lo demás secundo la idea de vernos en una hora en la puerta de la villa para partir, hasta entonces yo me retiro, capitán ─ apostilló con sorna el Nara.

─ Está bien, nos veremos todos en una hora ─ intervino la única chica del grupo, observando cómo su novio se desanimaba ante lo absurdo de su planteamiento ─. Nos vamos.

Hinata tironeó de su chico hacia una de las calles laterales, mientras los otros giraban hacia sus respectivas casas. Ahora que estaban a solas, la Hyuga se aferró al cuerpo de Naruto y se relajó en su aroma. Mientras caminaban unos pasos en silencio.

─ ¿Chicos, vosotros qué utensilios pensáis llevaros? ─ preguntó Sai, interrumpiendo la intimidad.

─ Yo me llevaré algunas herramientas, kunais, shurikens y algún sello explosivo. Pero especialmente algunos sobres de ramen instantáneo, no hay nada mejor para recuperar la energía.

─ Tú y tu ramen. Yo creo que con mi daga y mis reservas de tinta y rollo llevo suficiente. Pero me llevaré una cantimplora y algunos elementos de supervivencia. Parece que tendremos que pasar un tiempo acampando, así que debemos estar preparados.

─ Hinata se llevará lo que pueda de su equipo médico. Ojala se vinieran Ino o Sakura, siempre es recomendable tener una buena ninja medico.

─ Ah bien, pues si te golpeas la espalda no vengas buscando uno de mis ungüentos ni me pidas que te lo pase por la espalda.

─ Pues se lo pediré a Sai ─ bromeó el rubio ante la insinuación de Hinata.

─ Menos mal que estoy bastante seguro de mi heterosexualidad. O si no Ino me pegaría.

De una forma u otra Sai se pegó a la pareja, y los tres hicieron el recorrido del complejo Hyuga hasta los apartamentos de Naruto y del moreno. Naruto tuvo que explicarle a una confusa Hinata que no podía pedirle que los dejara solos, que aún se sentía culpable por haberlo dejado tanto tiempo de lado, y esta finalmente aceptó. El apartamento de Sai era un minúsculo cubículo con una cama, un fregadero, un diminuto baño con ducha y una barra donde podía cocinar. El piso estaba absolutamente impoluto, más por su tamaño y la ausencia de trastos que remarcasen el ambiente. Las paredes estaban pintadas de un pálido gris y ningún adorno decoraba los muros. Sólo una pequeña estantería llena de rollos de pergamino y libros evidenciaba que allí vivía alguien.

─ Joder Sai, tu apartamento es deprimente. No esperaba que tuvieras una casa perfecta, pero eres pintor, deberías colgar algún cuadro o tener alguna foto.

─ Las fotos y cuadros los guardo en la estantería.

Hinata cogió un rollo y un libro, se lo pasó a Naruto y empezó a abrir el rollo; en este se encontraban dibujados gran parte de los ninjas de la Gran Alianza Shinobi, se reconoció a ella misma, así como a Naruto, Sasuke, Sakura y el propio Sai, estos cuatro en el centro, escoltados por Kakashi y Yamato; y los demás a los lados. Junto a ella se encontraba dibujado su primo Neji, cuya visión le causó un pequeño retortijón de añoranza, y ya en los márgenes aparecían los ninjas de otras aldeas; aunque ella no había intimado especialmente con ninguno pudo reconocer a Gaara, el actual Kazekage de la Arena, y amigo íntimo de su novio, y a Darui, el héroe de la I División. Se sorprendió de la capacidad de observación de Sai, y sobre todo por la gran capacidad pictórica de este. Prácticamente los únicos que habían intimado en realidad con el moreno fueron Naruto, Sakura e Ino, y ella nunca había trabajado con él hasta la misión de Toneri. Sai en principio le había resultado digno de desconfianza, con sus sarcasmos y más que inconvenientes modales, pero a medida que comprendía al joven se veía a si misma en él, un muchacho triste que no sabía cuál era su lugar en el mundo y que se sentía intrusa en él. O al menos esa fue la impresión que estaba desarrollando. Naruto de repente dejó el libro y pidió a esta que cogiese mejor el pergamino hasta tirar de él lo suficiente como para desenrollarlo entero, luego con un kunai y tres shurikens lo extendió y clavó en la pared a modo de retrato.

─ ¿Te gusta así Sai? No es una foto, pero al menos así recordarás mejor que tienes amigos ─ sonrió Naruto terminando de hablar.

─ Quizá habría que clavarlo de alguna manera más eficaz, pero no está mal.

La joven también sonrió, así era su novio, un rayo de bondad y esperanza para todos los shinobis y todas las kunoichis que había en el mundo. Esa pasión por vivir, a pesar de la negra infancia que había vivido, era su mayor rasgo, y no le sorprendía que Kakashi le enviase a una misión de este estilo. Nadie era capaz de oponerse a la amabilidad y calidez de Naruto.

─ Cuando volvamos de la misión te decoraremos la casa ─ dijo retirando las armas ninjas y ocultando los agujeros ─. Tus amigos estarán aquí para animarte siempre.

─ Gracias Hinata, aunque no puedo evitar cuestionarme hasta que punto haces esto por tu novio.

─ Idiota, mi chica es demasiado dulce para fingir algo así.

─ ¿Seguro que no finge nada…? ─ preguntó perversamente el moreno mientras Hinata sentía arder sus mejillas.

─ Pero serás ─ dijo Naruto mientras se lanzaba a atrapar a Sai.

Unos segundos estuvieron peleándose por el suelo, más en broma que en serio, hasta que Hinata perdió la paciencia, activó su Ojo Blanco y lanzó un potente Golpe Blando a ambos.

─ Vaya, así que hemos llegado a este punto en que nos sentimos lo suficientemente cercanos para pegarme. Ese fue el primer paso que di con Sakura, me alegro que podamos ser más amigos Hinata.

─ Idiota ─ pronunció Naruto mientras se frotaba el cuerpo donde su chica le había pegado ─. Venga, marchémonos, que aún tenemos que pasar por el Servicio de Inteligencia Geográfica de la Hoja.

Veinte minutos más tarde, a la hora acordada se reunieron los seis ninjas, preparados para salir, todos llevaban sus mochilas y herramientas a punto. Lee portaba unos nunchakos en su espalda y vestía su típico uniforme de entrenamiento más su chaleco táctico, y llevaba una mochila más grande que nadie. Shikamaru viajaba ligero de equipaje, de forma similar a Shino. Mientras que Naruto, Sai y ella misma iban considerablemente cargados. Tras un breve discurso por parte de Naruto, tratando de explicar el viaje que iban a hacer y la orografía y geomorfología del camino cometiendo innumerables errores y siendo corregido por Shino, Sai y Shikamaru, incluso Lee pudo descubrir uno de sus pequeños errores. Estaba claro que el rubio no sabía interpretar un mapa, y pronto se rindió. Aún sin perder el ánimo Naruto abrió la caminata, dando comienzo a la misión de clase S.

Y hasta aquí el primer capítulo del fic. He optado por crear capítulos cortos de momento, pero me temo que más tarde los ampliaré. Aviso ya de que tengo el 80% de la historia planteada, y me gustaria terminar todo el fic en menos de dos meses. Espero alguna revisión y por supuesto críticas. Pronto nos veremos en el segundo capítulo.