Otra historia. Espero que les guste y no sea la típica historia cliché, por lo al menos dejarlos con intriga. La verdad siempre me encanto este tema, pero hasta ahora no me había decidido a escribirlo.

Nota: La historia se relata en Japón. El uniforme es falda negra, chaqueta negra, playera blanca y una corbata negra, tanto para chicos como chicas. Están en tercero de prepa, acaba de comenzar el curso. La mayoría está alrededor de los diecisiete y dieciocho años. El moño de Momoko es mucho más chico.

Los personajes no me pertenecen.

Linda lectura.

Capítulo I: Sombra.

-Jovencita Momoko… Jovencita-dijo una mujer de unos setenta años, con la piel ya arrugada, unos lentes en pico y peinada con un chongo muy ajustado, que solo provocaba que su cara se viera aún más estirada.

Hasta hace unos momentos había estado intentando despertar a la joven que yacía en su butaca.

La chica era muy guapa. Sus ojos llamaban la atención de una forma espectacular, pues claro, ver a una chica con ojos rosas, y que no fueran pupilentes, era algo verdaderamente extraño. Su cabello era de un tono anaranjado y largo hasta debajo de la cintura. Y su cuerpo, ni hablar, un cuerpo perfecto, sus pechos un poco pequeños pero sin llegar a ser en absoluto plana, tenía una cintura definida y al llegar a su cadera se ensanchaba para dar paso a unas bonitas piernas.

Pero bueno, no todo es perfecto, y la chica que en ese momento dormía tampoco.

Momoko tenía una sonrisa estúpida en su rostro y babeaba, lo que ocasionó con los minutos que dejara un pequeño charco de saliva en su butaca mientras hablaba dormida y reía. A la mujer le salió una vena de la cabeza.

Un chico muy guapo con ojos azul oscuro y un cabello naturalmente rubio rodó los ojos, fastidiado, al ver a una de sus mejores amigas dormir de esa manera. Para él era algo tan natural verla así como respirar. Aprovechando que se sentaba justo atrás de su amiga tomo un lápiz y pico en el punto débil de la chica.

-Aaahhhh-Momoko al sentir un piquete en sus costillas salto de su butaca, provocando que chocara su cabeza con la barbilla de la mujer-Ahg, mi cabeza-todo mundo comenzó a reírse ante la torpeza de la chica y el accidente con la profesora. Momoko se puso como un tomate al ver todo lo que había provocado, lanzo una mirada asesina al chico atrás de el, pero el puchero que formo hacia que su mirada perdiera toda la intensidad y que el chico riera aún más-¡Boomer, deja de reírte!-grito Momoko.

El chico siguió riendo y apunto hacia un poco más atrás de Momoko, ella volteo hacia esa dirección, encontrándose con una inconsciente profesora. Momoko soltó un grito de susto que quedó atrapado en su garganta, que provocó que sonará más como un chillido.

-¡Dios, lo siento tanto! ¡Boomer deja de reír y ayúdame!-Momoko intento levantar a la mujer mientras pedía perdón. La profesora la miro con ira contenida y señalo a la puerta.

-¡A la dirección!-

…O.O…

Momoko suspiro por séptima vez, acababa de recibir el sermón más largo de su vida, y por si no fuera poco, tendría que quedarse hasta tarde para limpiar la piscina. Miro a su alrededor hasta que algo le llamo la atención.

Un profesor robusto y arrugado no dejaba de hablar con mucho enojo, escupiendo saliva cada vez que hablaba y que algunas gotas le cayeran en la cara a una muy linda chica pelinegra, que no dejaba de acentuar más su ceño fruncido cada vez que una gota de saliva le caía en la cara.

El profesor se retiró, y al momento de darle la espalda a la chica esta hizo gestos burlones.

Momoko soltó una risita y la chica volteo a mirarla, y al hacerlo esta última sonrió. Momoko se acercó a ella negando con la cabeza pero con una sonrisa divertida.

-¿Y ahora qué hiciste, Kaoru?-pregunto Momoko.

Kaoru sonrió dejando ver su dentadura perfectamente blanca. Era una chica morena con el cabello totalmente negro hasta debajo de los hombros, lo tenía suelto y algo desordenado. Sus ojos eran de un verde inusualmente brillante, casi como dos esmeraldas. Su cuerpo era más desarrollado que el de Momoko, y eso se notaba en el pecho y glúteos de la chica.

Kaoru se encogió de hombros y saco la lengua, dejando ver una perforación en esta. Momoko se sorprendió por unos segundos pero solamente suspiro, con una sonrisa triste.

-¿Tu padre sabe de eso?-dijo Momoko con un tono de preocupación. Kaoru arqueo una ceja, para quien sea ella la que ahora negara con la cabeza con una sonrisa.

-Momoko, sabes la respuesta-Kaoru seguía sonriendo y eso en cierta forma entristecido a su amiga-Borra esa cara, es hora del almuerzo y muero de hambre-dijo mientras caminaba en dirección al comedor.

-¿Cuándo te lo hiciste?-pregunto Momoko mientras seguía a su amiga desde atrás.

-El sábado, cuando salí con Mitch-sonrió con burla-El idiota creía que yo no sería capaz de aguantar algo como esto-

Momoko frunció el ceño.

-¿Hiciste esto por una apuesta?-pregunto bastante enojada y decepcionada. Kaoru la miro de reojo.

-Momoko, sabes que si no quisiera no lo haría. No dejo que nadie tome decisiones por mi-Momoko resopló sabiendo de antemano que la pelinegra tenía razón.

Llegaron al comedor, tomaron su almuerzo y se dirigieron a una mesa en particular. Ahí estaban sentados "los populares". El grupo consistía prácticamente de Mitch, Ace, Randy, Boomer, Alice, Himeko, Miko y Mía (el séquito de Himeko) Bell y por ultimo Kaoru y Momoko. Un grupo bastante raro, pero en realidad los que en verdad mandaban en esa pequeña escuela.

-Eh, preciosa-dijo Mitch en cuanto diviso a su novia Kaoru, ella se acercó con una enorme sonrisa y se sentó a lado de él, para después plantarle un beso en los labios.

-Momoko-dijo Randy, jalando a la chica de la muñeca para que estuviera cerca de él. Momoko sonrió con dulzura y dejo que él le plantara un beso en la mejilla.

-¿Apenas saliste de tu sermón?-pregunto un muy divertido Boomer. Tenía a una chica rubia de ojos cafés sentada en una de sus piernas, su novia Alice.

-¿Sermón?-pregunto Kaoru, bastante sorprendida de que la chica número uno en la escuela tuviera un sermón. En cambio Momoko se puso come tomate.

-No fue nada-dijo con un susurro. Boomer estalló en carcajadas.

-¿Qué sucedió?-pregunto Alice.

-Volvió a dormirse en clase… solo que no en cualquier clase, si no en el de la señorita Yuri-dijo Boomer intentando respirar.

-¿Con cara larga?-pregunto Bell, con ese tono tan pacifico que tenía y una ceja arqueada.

-¡Boomer!-grito Momoko en un intento para que se callara.

-Sí, pero ese no era el problema. Al momento de despertarse Momoko prácticamente le rompió la mandíbula a la profesora-todos se habían quedado callados cuando Boomer termino su relato, para después estallar en carcajadas.

Momoko no le veía lo divertido, en realidad casi nunca le veía lo divertido a estar con ellos. Suspiro y se aferró un poco a Randy, el, al darse cuenta del gesto, paro de reír y la rodeo con los brazos. Ahí estaba, la única razón por la que aún seguía con ese grupito, bueno él, Kaoru y Boomer para ser exactos.

-Bueno, supongo que te dieron alguna clase de castigo-dijo Mitch cuando dejo de reír.

-Sí, me tendré que quedar a limpiar la piscina-dijo Momoko con una mueca-No podre acompañarte a tus practicas-dijo esto último viendo a Randy.

-Está bien, no hace falta-dijo él.

-Entonces nos la pasaremos bien. A mí me toco limpiar los vestidores-dijo Kaoru mientras comía de sus papas.

-¿Tan rápido se dieron cuenta de tu perfo?-pregunto Mitch, con voz burlona.

-Si-dijo Kaoru con un sonido que parecía casi gruñido. Ace comenzó a reírse-Cállate, todo fue por tu culpa-

-¿Qué?-pregunto Mitch. El chico no era tonto, sabía de antemano que Ace quería con Kaoru desde hace un tiempo.

-El idiota comenzó una discusión con Kaoru, luego de un rato comenzó con los insultos y el profesor los vio, al acercarse se dio cuenta de Kaoru-dijo Himeko mientras se observaba las uñas con una expresión aburrida. Ella había visto todo porque momentos antes había estado besándose con Ace. Esa era una de la razones porque Kaoru nunca salió con él, era un maldito infeliz.

-Es que la chica siempre me provoca-dijo Ace con un tono "seductor". Mitch soltó un gruñido y apretó más fuerte a Kaoru. Ella parpadeo sorprendida.

-Por cierto Boomer, ¿tu primo cuando llegara?-pregunto Randy.

-¿Primo?-pregunto Momoko-No tenía idea de que tuvieras un primo-

-Sí, ¿Por qué no nos dijiste?- pregunto Kaoru.

Si de amigos de la infancia se hablaba, Boomer, Kaoru y Momoko lo eran. Las chicas se conocieron en el jardín de niños, su amistad empezó de forma extraña pues habían discutido por un caramelo. Después, cuando llegaron a la primaria, conocieron a Boomer, un chico totalmente diferente al de este momento, pues el de antes era totalmente tímido y callado. A decir verdad los tres cambiaron de forma espectacular, pero aun así nunca dejaron de ser los mejores amigos. Por eso, en cierto sentido, las chicas se sintieron "traicionadas" cuando escucharon eso.

Boomer se encogió de hombros.

-En realidad, hace poco me entere que existía. Me acuerdo de que en algún tiempo jugábamos mucho juntos, pero no me acuerdo que sucedió-dirigió su vista hacia otro punto, evitando el contacto visual con Momoko y Kaoru.

Ellas se miraron entre sí. Sabían que cada vez que el hacía eso será porque no quería que se enterarán más, por lo al menos no con tanta gente alrededor. Suspiraron y cambiaron el tema.

El resto de las clases pasaron rápido. A Momoko eso le desesperaba, no le gustaban los días monótonos. Estaba en la parte de los casilleros cuando sintió como alguien la abrazaba por la cintura, sonrió y miro Randy.

-Me tengo que ir. Ojala pudiera faltar y quedarme contigo, pero se acerca el partido-dijo él.

-Está bien, no te preocupes. Boomer nos dijo a Kaoru y a mí que nos llevaría a casa. Tranquilo y da lo mejor-dijo con una voz dulce. Randy ensancho su sonrisa.

-No sabes cuánto te amo-dijo cerca de su oído.

Ella soltó una risita y el comenzó a besarla. Primero fue un beso dulce, para pasar a uno más candente. Momoko puso sus brazos por el cuello de Randy, para sentirse más unida a él. Con él se sentía protegida, tranquila, y fuerte. La primera vez que se conocieron hicieron clic en el instante. Aunque para él fue un duro camino.

-Oigan, tórtolos, antes de que pasen al siguiente nivel váyanse a un motel-la voz de Kaoru hizo que Momoko se soltará y se pusiera como un tomate, Randy en cambio soltó una carcajada. Le dio un beso en la frente a Momoko y se despidió-Quien diría que eras tan lanzada-dijo con una sonrisa divertida.

-No… no es lo que piensas-respondió Momoko con tartamudeo.

Kaoru soltó una risotada. Se escucharon unos pasos y vieron a Boomer caminar en dirección a ellas con una sonrisa.

-Boomer, ¿Dónde está Alice?- pregunto Momoko. Boomer se detuvo como si se preguntará de qué hablaba, suspiro e hizo una mueca.

-La deje en la parada del autobús-cogió a las chicas y recargo un brazo en los hombros de las chicas, quedando el en medio-Volvimos a pelear. No deja esa idea estúpida de que la estoy engañando-

-Sigue pensando de que te gusta Kaoru o yo-pregunto Momoko.

-O cualquiera, no ha dejado de revisar mi celular. ¡Se ha vuelto loca! No tardara en hacerme una escenita con que voy a engañarla con mi madre-Boomer tenía un tono de fastidio, y no dejaba de mover las manos cada vez que hablaba, un habitó que tenía desde pequeño.

-Todavía no me creo que sea la Alice que conocimos en primero-dijo Kaoru. Boomer volvió a suspirar.

-Creo que terminaré con ella-dijo desanimado. Kaoru sonrió de oreja a oreja.

-Oh por dios. Esa si será una escena. Avísame cuando lo hagas-

-¡Kaoru!- dijo Momoko a modo de reproche-¿Estás seguro, Boomer?-Momoko lo miro a los ojos y él puso una sonrisa triste.

-Más que seguro. Pero bueno, en lo que ustedes limpian bien iré a buscar comida rápida, así podremos comer en el coche cuando acaben-

-Que encanto-dijo Kaoru con burla. Soltaron unas risas y se separaron.

Momoko estaba limpiando la parte de afuera de la piscina, sus brazos ya se habían cansado de tallar con la escoba, pero en cierta forma lo agradeció, ya que así se podía concentrar bien.

Pensó en lo que Boomer le había dicho, romper con Alice. En el pasado habían tocado el tema más de una vez. Cuando entraron a la preparatoria Boomer conoció a Alice porque se juntaba con Bell y Bell con Kaoru. En opinión de Momoko la relación había comenzado muy rápido, no llevaban ni la semana completa en la escuela cuando comenzaron a salir. La relación fue bien durante los primeros meses, pero al cumplir el año las cosas iban de mal en peor entre ellos. Alice le había sido infiel a Boomer más de una vez, y él siempre le perdonaba, pero después de llegar a mediados de segundo Alice se hizo muy posesiva.

Momoko cambio sus pensamientos hacia Randy. Cuando comenzaron a salir llevaban un año entero de conocerse, ella no estaba segura de tener una relación, pero Randy consiguió de alguna manera enamorarla, y hasta ahora no había momento que se arrepentirá de su decisión. Suspiro y miro al cielo.

Llevaba un buen rato limpiando, pues el cielo ya estaba oscurecido y el aire era cada vez más frio. Al notar que ya había acabado se dirigió hacia la puerta dispuesta a marcharse.

-Ven-un escalofrió recorrió su espalda.

-¿…Hola?-pregunto, espero unos minutos pero nadie respondió.

Esa escuela estaba un poco más arriba de la pequeña ciudad, para ser más exactos en la punta de la montaña. No tenía tan pocos habitantes como para que fuera llamado pueblo, pero no llegaba a la cantidad exacta para que llegara a ser un lugar para turismo. Y esa escuela estaba cerca del bosque. La piscina era un lugar al aire libre, por lo que la reja era lo único que lo separaba del frondoso bosque.

Momoko se dio la vuelta y camino lo más rápido que pudo, algo no le gustaba.

-Ayuda-otro escalofrió.

-¿…Dónde estás?-Momoko intento ajustar su vista para ver si había algo en los árboles. Camino hacia esa dirección.

-Ven… Ven…. Ven-intento encontrar el lugar de origen de la voz, sonaba como una niña, como gritos, como lamentos. Momoko se puso nerviosa y corrió hacia la puerta.

-¿Qué?...-empujaba la puerta con todas su fuerza. Había comenzado a sudar y a hiperventilar, sentía como si el aire se le fuera, pero en lo único en lo que pensaba era en salir.

-Ven. Ven. Ven. Ven. Ven. Ven. Ven.-los susurros se hacían cada vez más fuertes. Parecía una voz de ultratumba, no era humano, y ella lo sabía.

Abrió los ojos como platos al ver como la oscuridad del bosque se acercaba a ella. El miedo se apoderaba de ella, y como intento para protegerse se quedó en cuclillas cerrando los ojos con fuerza y tapándose los oídos.

-¡Vete! ¡Sal de mi cabeza!-grito muy fuerte.

Cinco minutos.

Diez minutos.

Momoko, temblando, abrió sus ojos y aparto sus manos. En algún momento había comenzado a llorar. Su piel estaba más pálida de lo normal y las contracciones por el susto no se detenían. Escucho un ruido cerca del agua. Aun temblorosa se paró. Sentía como si su cuerpo pesará. No era la primera vez así que se acostumbró rápido, camino hacia la alberca. Miro debajo del agua. Nada, no había nada.

Miro hacia el bosque, los árboles se mecían con el viento de la primavera. Miro el cielo, lo único que alumbraba esa noche eran las estrellas, había luna nueva, por lo que la noche se veía aún más oscura. Miro hacia la puerta y se dirigió hacia ella con pasos de zombi.

-¡VEN!- escucho un grito para ver una sombra emanar del agua y dirigirse a ella.

-Momoko-hablo Kaoru, para ver como su amiga caía al agua.

…O.O…

-¿Te encuentras bien?-pregunto después de un rato Kaoru. Momoko seguía temblando y Kaoru podía decir con toda la seguridad del mundo que no era por haber terminado toda empapada.

Kaoru solo atino a darle un abrazo y acariciar su cabellera, como si de una niña se tratase. Momoko no correspondió su abrazo, temblaba y sollozaba. Boomer, quien estaba atrás de ellas, termino de exprimir su camisa. Paso por Kaoru primero, sabiendo de antemano que, por más floja que fuera la chica, era muy rápida para terminar ese tipo de tareas. Así que juntos se dirigieron hacia la piscina, lo siguiente que paso es que Boomer se lanzó al agua. Sabía que Momoko no podía nadar, le habían dado clases de natación durante toda su vida, pero la chica simplemente no era capaz de flotar. Miro a sus amigas de reojo y luego dirigió su vista al bosque. Como si intentara decirle algo a este lanzo una mirada penetrante y fría.

-Vámonos. Momoko debe de estar en un lugar caliente-cargo a la chica en brazos.

Kaoru también miro al bosque pero, por muy preocupada que en verdad estuviera por su amiga, la mirada que tenía no demostraba nada más que… ¿aburrimiento? Antes del que el chico la viera volvió a su paso, Boomer dejo que Kaoru saliera antes que ella y dio un último vistazo al bosque, soltando un gruñido de advertencia.

Fin del primer capítulo.

¿Muy raro? No creo poder crear ese sentimiento de terror al momento en que lo lean, pero que por lo al menos les pique la curiosidad. La verdad admiro a la gente que puede dejar ese sentimiento de pánico al momento de escribir, admiro a muchos escritores, pero si alguien merece premio es la gente que te ocasiona ese escalofrió en el cuerpo. Sean sinceros, muchas películas pueden a llegar dejarte una pesadilla, pero que un libro te de más de una y todo por dejarte llevar por la imaginación es algo fenomenal. Espero que les haya gustado, opinen y critiquen.

Gracias por llegar al final.