Everytime We Tocuh


Hola, Soy Maggie!... y si lees esto, es porque ya cursaste el Kinder garden 0A0

Buenouuh, traigo esto por aquí, es un fanfic dedicado a todas esas hermosas chicas que les gusta la versión femenina de Arthur (no la nyo!, sino que la de cabello corto y loh peshoh XD) espero que les guste, me inspiré después de tanta imagen leemda que hay en pixiv de esta chica y el Alfiefie Jones... Y no me importa que hagan mucho porno de ella, este fic tendrá de todos (creo) así que si no les gusta, no les diré en que país vivo ahora para que no me maten XD
y con respecto al título si, es la canción de Cascada que siempre le ponen a los videos del Shaoi!Creo que le viene la canción a e fic... ya verán por qué

y recuerden que Hetalia no me pertenece blah blah blah...


familia del frente.

Algunos años atrás…

Dos hermanos gemelos de tan solo ocho años, estaban tomados de las manos. Veían como la ambulancia sacaba los cuerpos sin vida de sus padres. Los pequeños estaban sentados en la parte trasera de otra ambulancia, con una manta sobre sus espaldas. Una de sus hermanas menores de seis años, se acercó a los pequeños que estaban tratando de comprender que habían perdido para siempre a sus padres, y que una de sus hermanas se encontraba con fuertes lesiones, por lo que era trasladada de urgencia a la clínica. La pequeña de ojos verdes, con algunos rasguños en su rostro, se aceró a abrazar a sus hermanos mayores, intentando evitar las lágrimas y esconder el miedo que tenía. No sabía qué pasaría con su hermana gemela, aun así, intentó mantenerse fuerte para consolar a sus hermanos más grandes. La pequeña no entendía lo que sucedía, a sus cortos seis años, y tras el accidente, el mundo se le hacía muy confuso. Pero los hermanos mayores si sabían exactamente lo que estaba pasando. Comprendían que sus padres habían muerto, y que su hermana pequeña estaba grave. Aun así, no se quebrantaron frente a la pequeña que sin comprender intentaba darles ánimo. Así fue como los tres británicos se abrazaron fuertemente, mientras eran trasladados hasta la clínica, donde verían a su hermanita y su tío Scott les intentaría explicar lo sucedido.

Llegando al lugar, los tres niños corrieron a uno de los asientos del hall de espera, donde estaba su tío escocés. El hombre, al ver a los pequeños tomados de las manos y preocupados por su hermanita, se acercó a ellos, y sin dejar su frialdad habitual, los abrazó y les explicó que su hermana menor estaba en coma, que no se sabía en cuanto tiempo podría despertar, pero para estar seguros, se mudarían a estados unidos, donde había una clínica especializada en el tema, y donde los pequeños podrían crecer tranquilos en un barrio suburbano.

Tres años después, cuando ya estaban acostumbrados a vivir con su tío Scott y su hermana menor hospitalizada, los tres hermanos se vistieron nuevamente de negro para asistir al funeral de su tío Scott, quien fue víctima de un asalto a mano armada y murió desangrado al ser apuñalado por un sujeto, quien intentaba arrebatarle el reloj de oro que era del padre de los niños.

Ocho meses después, la niña despertó del coma, solo que con un enorme retraso, por lo que había que enseñarle todo desde el comienzo…


Actualidad…

Se me hace difícil comprender la familia de la casa de enfrente. Una de las chicas de esa familia, Alice Kirkland, es mi compañera de pupitre en la clase de biología y en la de álgebra, y también con quien solía tener un leve romance. Además, una de las hermanas menores, Ashley Kirkland, está saliendo con mi hermana Emily. Desde pequeño, me llamó mucho la atención esta familia. Se mudaron desde Londres hace ya varios años, cuando tenía unos ocho años. Ahora tengo dieciocho, y jamás me he acercado a ellos, solo un poco a Alice y Ashley. Pero… ¿Por qué razón comencé de repente a hablar de esos chicos? Pues bien, digamos que siempre he sabido que en la casa del frente viven cuatro hermanos. Dos gemelos mayores, Arthur y Alice, y dos gemelas menores, pero de ellas solo conozco a Ashley.

-Joven Jones… ¿Cuál es resultado de esta ecuación? Pase adelante a resolverla- me dijo seriamente el señor Beilschmidt

Levanté la mirada, y vi un ejercicio inconcluso en el pizarrón:

2x+3y=12

Alice rió bajo, cosa que nunca suele hacer, y me dejó pasar para salir a resolver el ejercicio. Una vez que llegue adelante tras el silencio y nerviosismo en el aula, el profesor me miro con sus penetrantes ojos azules y me indicó con la mirada los marcadores que estaban sobre la mesa de mi compañero que se sentaba al frente del pizarrón. Tomé uno de tinta azul, y comencé a escribir bajo el ejercicio un numero tres.

-Explíquelo a la clase.

Tragué saliva, suspiré, y miré nuevamente el ejercicio. Me di media vuelta, para contemplar las miradas de mis compañeros posadas en mi, nerviosos y un poco asustados. Me acomodo los anteojos y comienzo a explicar el ejercicio:

-Bueno… esta ecuación tiene dos variables incógnitas…

El profesor asiente y sigo explicando.

-hay que despejarlas y nos queda…- escribo lo que logré resolver en mi mente.

3y=12-2x ∴ (por lo tanto) y=

-Muy bien joven Jones, tome asiento.

Mis compañeros me miran aliviados, como si fuese su héroe. Claro que siempre lo soy. A veces el profesor pregunta si hay dudas, y todos mis compañeros se quedan callados. Ahí es donde aparezco a salvar a mis compañeros, levantando mi mano y preguntando algo, aunque ya lo haya entendido, de esa manera nos salvamos todos de la interrogación, y aprovecho de repasar. Aunque Emily me odie por eso. No estamos en el mismo salón. Yo voy en cuarto, el último grado de la escuela, y ella está en segundo. Todo el tiempo los profesores o nuestro padre le dicen a Emily que debe parecerse más a mí. Odio que digan eso, ambos somos diferentes, no tienen por qué compararnos. Ella es popular, juega en el equipo de baseball femenino y es la capitana de las porristas de futbol americano. Yo en cambio juego en el equipo de Futbol americano y soy un chico que a pesar de tener buenas notas en todas las asignaturas, no me gusta destacarme por eso. Por ahora mi mayor dilema, es entrar a la universidad. El problema es que no me logro decidir si estudiar medicina o especializarme como mariscal de campo. Mi sueño desde niño es jugar en las grandes ligas, pero también me encantaría llegar a ser un gran médico, ayudar a las personas y salvar vidas. Como lo hace un héroe, solo en la vida real, y que a través de la salud.

Recién llevamos tres semanas de clases. Este es el año decisivo para mí. Suena el timbre de final de clases, y como hoy no hay entrenamiento, le ofrezco a Alice irnos juntos hasta casa. Ella vive frente a mi casa, por lo que no me es problema llevarla en mi carro. Caminando por el pasillo, Ashley se nos une. A pesar de que son hermanas, Ashley es muy distinta a Alice. La mayor utiliza anteojos cuadrados, al igual que yo, y tiene delgadas cejas. Ashley en cambio tiene gruesas cejas, al igual que su hermano y presidente del consejo estudiantil, Arthur. Alice es más conservadora y ordenada, tiene dos coletas con las que recoge su largo y abundante cabello rubio y que Ashley es toda una punk, rebelde, de cabello rubio y cortocomo el de Arthur, fuma en los pasillos, tiene su oreja derecha llena de piercings, labios pintados de color negro y un pañuelo en su cuello. Emily me ha dicho que odia cuando Ashley fuma, y que ella misma le esconde o rompe los cigarros.

Los tres nos fuimos a las bancas de la cancha de la escuela a esperar que Emily termine de cambiarse ropa para irnos juntos. A lo lejos, vemos a Arthur con su esposa Françoise. Los saludamos con la mano mientras ellos caminaban hacia el estacionamiento. Se casaron durante el verano, tras haber sido novios desde la primaria. Ambos esperaron cumplir la mayoría de edad para contraer matrimonio. No hicieron fiesta, solo firmaron el documento en el registro civil y listo. Fue algo muy discreto, pero lo sé porque Ashley se lo contó a Emily una tarde de verano, mientras yo estaba jugando call of duty mw3, y escuchaba su conversación.

Mi hermana sale corriendo desde el vestidor de chicas hasta las bancas, con su bolso colgado en uno de sus hombros. Nos paramos y caminamos hasta el estacionamiento de la escuela. Mientras abro el vehículo, estacionado al lado mío está el auto de Gilbert, el hermano mayor del maestro de matemáticas. Suena extraño, pero Gil ha repetido hasta los recreos, al igual que Francis, hermano de la esposa de Arthur, y Antonio, un alegre español. Los tres son los más desordenados y populares de la escuela, aunque yo los veo como mis amigos y viceversa. Los chicos también están entrando a su carro. Comentamos el partido de la semana pasada y luego nos despedimos. Alice se sentó en el asiento de copiloto, mientras que las tortolitas se sentaron en el asiento trasero.
A veces envidio a las chicas. Me encantaría encontrar novia, solo que no digo nada. Estoy consciente de que muchas chicas del instituto están enamoradas de mí, incluso Alice, solo que no me siento atraído por ninguna de ellas. Incluso mi padre me hizo tomar terapia a los 15 años, pensaba que era Gay. Pero no es así. De verdad me gustan las chicas, solo que… nunca me he sentido atraído por una. Solo a los siete años por la maestra de tercer segundo año, y a los trece años por la chica que daba el clima en el canal 4. También he besado chicas, no crean que no. A mi abuela, a mi perrita canela Q.E.P.D (que en paz descanse) y a la fotografía de la mujer maravilla. Bueno, no cuentan como besos reales, pero al menos soy atractivo. Aunque Ashley me llame gordo.

Me meto al autoservicio de McDonald's y ordeno una bacon en mccombo con una coca cola. Las chicas reclaman, no querían que me desviara del camino. Les ofrezco si quieren algo, pero las tres dicen estar "a dieta"… si claro. Todos los lunes empiezan las dietas, y ya llega el martes y comen otras cosas. Las tres son iguales. Retiro mi pedido y lo dejo al lado de la palanca de cambios. Ya solo estamos a unas cuadras del condómino. Cuando llegamos a la reja, el guardia me ve y nos abre el portón. Conduzco dos cuadras derecho, luego doblo a mano izquierda y estaciono el vehículo frente al garaje de mi casa. Quito el seguro de las puertas, y las chicas se bajan. Alice me agradece el aventón, mientras Ashley y Emily corren a la casa. Seguro no se aguantaban las ganas de estar juntas.

Me despido de Alice, quien se sonroja y al voltearse bruscamente, me golpea con una de sus coletas. Se coloca nerviosa y corre a su casa. Niego con la cabeza, y coloco la alarma del vehículo. Me acomodo la mochila en la espalda y tomo mi bolsa de McDonald's. Me dirijo a la casa de una vez por todas, a terminar la tarea del libro de álgebra. Me ha costado mucho, pero tengo el mejor promedio de mi clase. Entro a la casa y me instalo en la mesa del comedor. Veo la fotografía de mi madre. Me apeno por un instante. Mujer traicionera. Luego saco de mi mochila el libro de álgebra y mi cuadernillo de ejercicios. Voy a la cocina por un plato, y coloco la hamburguesa y las papas sobre este. Coloco una pajilla en la bebida, y comienzo a comer y trabajar. Es la única manera de concentrarme entre las risotadas y gritos que tienen las otras arriba, en el segundo piso.

La tarde cae lentamente, y logro terminar mis ejercicios de álgebra. Avancé un poco más del encargo, para tener puntos extra y eximirme del examen, ya que se viene junto con la fecha de un importante partido de futbol, en el cual estarán presentes importantes mecenas de la universidad. Los profesores me apoyan, por eso me dan la facilidad de excusarme todos los exámenes con trabajos extras. Me levanto de la mesa, y veo a Emily tirada en brasier y falda sobre el sofá, chateando por su celular y gimiendo de manera aburrida. Al parecer Ashley se fue hace ya mucho rato.

-Ah… Alfred. Papi dijo que saques la basura

-¡¿Qué'?! pero si a ti te tocaba.

-Naah… la saqué ayer mientras estabas estudiando química. ¡Es tu turno!

-Bueno, bueno. Pero tu cierras las cortinas.

-Bueno, pero tu lavas los platos de la cena

-Si, y tu limpias los baños esta semana

-Ew no… prefiero encargarme de lavar la ropa

-Echo!

-ALFRED!

Me volteé y fui por la bolsa de basura a la cocina. Tenía que sacar la de la cocina, la de los dos baños, la de la habitación de Emily, la mía y la de papá. Una vez que las junté todas las bolsas de dichos basureros en una bolsa de basura grande, la cargué en mi hombro hasta el jardín. Caminé con ella hasta el contenedor que está al lado del buzón, donde la dejé y levanté la mirada. En la casa de los Kirkland, vi a una chica muy hermosa que jamás había visto por estos lugares. Me quedé perplejo al contemplar su belleza; ojos verdes, cabello rubio corto y sedoso, cejas pobladas al igual que Arthur y Ashley, sus mejillas estaban levemente sonrojadas, delgada, con atributos más grandes que los de Harvard, lo que hacía que sus curvas se viesen perfectas y le den un toque sensual e inocente a la caída de su vestido blanco. La chica estaba sentada en el pasto del jardín delantero, jugando con un pequeño minino. No se percató que la estaba observando, por lo que despacio y sin hacer ruido, tapé el contenedor de basura y corrí hasta donde estaba ella. Me paré junto a ella.

-Hola

-Ahhh!

La chica se asustó y se ocultó tras la casa. Me miraba desde ahí. Solo se le veían los dedos de sus manos y de sus ojos para arriba. Estaba asustada. El gato corrió donde mi, y lo acaricié lentamente. La chica bajó la guardia al verme acariciar a su gato, y que este cedía. Levanté la mirada, y la encontré parada frente a mí, sujetándose las manos en el vestido.

-Tranquila… no te haré daño.

La chica se acercó tímidamente, y se agachó al igual que yo a acariciar el gatito, luego este saltó a sus brazos y ambos nos miramos fijamente a los ojos. Ambos nos sonrojamos y apartamos la mirada. La chica temblaba notoriamente. Estaba corriendo viento helado, el ella estaba tan solo con el vestido, de un material muy delgado. Me quité mi chaqueta y la coloqué sobre sus hombros desnudos. Ella dio un ligero salto, pero luego se quedó tranquila y sonrió.

-¿S-sabes a qué hora llegan mis hermanos?

-¿Eh?

-Alice…Arthur…Ashley. Salieron a comer y me dejaron en la casa.

No podía creerlo. Por fin conocía a la misteriosa hermana de los Kirkland, la gemela de Ashley. Y no es nada extraña como me la había imaginado, es hermosa. Al parecer sus hermanos intentan ocultarla del mundo, ya que en todos estos años viviendo enfrente, jamás la había visto. Abrazó su gatito, e intentó ponerse de pie. Lo logró con un poco de dificultad. Le extendí mi mano, pero ella me rechazó.

-¿Cuál es tu nombre?- me preguntó con timidez.

-Alfred Jones.

-Alfred Jones… -repitió haciendo que cada una de las letras de mi nombre suene dulcemente.

-¿y el tuyo?

-Angie Kirkland.

El viento resoplaba sus palabras y las hacía estamparse en mi corazón. Angie, sin duda el nombre más bello que he escuchado. La chica se afirma inconscientemente de mí. Al darse cuenta, se espanta y cae sentada sobre el césped. Aparta el rostro, y se afirma los ojos con sus delicadas y blancas manos. Rodeo los ojos y me agacho a ver si se ha lastimado. Al parecer, tan solo fue el susto. Sonrío y ella abre sus ojos, los cuales dejan ver débiles lágrimas que amenazaban por salir. Busco en bolsillo del pantalón un poco de papel higiénico, una vez que lo encuentro, corto un pedacito y se lo extiendo. Angie lo toma temerosamente, y se limpia las lágrimas. Sonríe nerviosa, e intenta cubrirse el escote de su vestido con las mangas de la chaqueta. Le extiendo nuevamente la mano, esta vez la toma, y ambos nos ponemos de pie.

-¿Por qué no entras a casa?... está helando.

-Es que… cuando mis hermanos se fueron aun estaba el sol, y estaba jugando con mi gatito Scone, pero se cerró la puerta y no tengo llaves. Mis hermanos dijeron que no volverían hasta tarde.

-¿No quieres venir a mi casa? Podrías esperar ahí mientras Mi hermana llama a Ashely.

-¿Eres el hermano de la señorita Emily Jones?

-SI, lamentablemente. ¿Por qué Señorita?

-Es la novia de mi hemanita gemela. Aunque a veces es mala.

-¿Emily?

-No… Ashley…y Alice… son malas.

-Aun así, son tus hermanas… ¿Vamos?

-¿Y si Alice se enoja?

-Descuida, me siento con ella mañana en Biología. Le diré que es mi culpa cualquier cosa.


-¡Te trajiste a la hermana de Ashley a la casa!

-Pero Emily…

-¡Pero nada! ¿Sabes el escándalo que va a armar Alice?

-No importa, yo le digo…

-Tu no le dices nada. ¿Que no entiendes?

-Entender qué…

-Mejor que te lo explique Alice.

Mientras discutíamos con Emily, que tras ganar la discusión, subió a buscar algo de ropa que le quede bien, ya que estaba comenzando el invierno, y la chica se podía enfermar. Decidí preguntarle por qué tanto alboroto, y también por qué jamás la había visto antes ni en el barrio ni en la escuela. Lástima que no alcancé, ya que Emily llegó con un chaleco, el cual le ayudó a colocarse. Tuve que voltear hacia otro lado, con el ceño fruncido y las mejillas sonrojadas mientras mi hermana le abotonaba el chaleco a la altura de los senos a Angie. Mirándola bien, no se parece tanto a Ashley. Es más como Arthur, solo que con una curvatura perfecta y menor estatura. Es más, de los cuatro hermanos, ella es la más bajita.

Me senté a su lado en el sofá, pero ella se hizo un poco al lado, creando distancia entre los dos. Al parecer, es tímida con los chicos, ya que conmigo se pone nerviosa, pero con Emily no reacciona asustada ni exaltada. Se afirma las manos en sus piernas, y se hace bolita en el sofá. De repente oigo su estómago crujir de hambre. Me acerco a ella, pero se aleja de mi.

-¿Quieres algo de comer?

Me queda mirando, con sus enormes y hermosos ojos brillosos, como un cachorrito suplicando comida. Me pongo de pie y camino hasta la cocina para buscar un poco de cereales y servirle con leche, sin percatarme que ella me seguía.

-Alfred Jones… no tengo hambre.

Volteé para encontrarme con sus mejillas sonrojadas y su mirada desviada, como si evitara el contacto visual conmigo.

-¿Qué dices? ¡Te cruje el estómago!

-SI pero… no es necesario que me des algo para comer… ¡idiota!

Se volteó luego del "insulto". La figura de su espalda, tan delgada y frágil, y ese enorme y tonificado trasero me hipnotizaron, haciéndome tirar la caja con cereales al piso y esparciéndolos por toda la cerámica de la cocina. Ambos nos agachamos a un tiempo a recoger la caja. Nuestros dedos se toparon, junto con nuestras miradas. Lo que me hizo apreciar más detenida y detalladamente el hermoso color verde que rodeaba sus hermosas y negras pupilas que brillaban nerviosas y asustadas. Una vez que dejé la caja con los cereales sobre la mesita de la cocina americana, fui por la pala y la escoba que estaban junto al refrigerador, y recogí los cereales que estaban esparcidos por el piso. Algunos se los comió mi obeso gato, Brownie. Angie tomó al felino entre sus brazos y comenzó a acariciarlo, lo que es extraño, ya que el minino no se da con cualquier persona, incluso huye de Emily y de mi padre. Miro el rostro de la chica, sus mejillas están rosadas. El gatito está ronroneando fuerte, incluso conmigo ronronea despacio. Esta chica parece tener buena química con los gatitos.

Ambos jóvenes saltaron al escuchar fuertes golpes venir desde la puerta de entrada. Emily corrió a abrir la puerta, y Sintieron rápidos pasos seguidos de algunos no tan deprisa. Por la entrada de la cocina desde el comedor, vieron pasar a Alice, seguida del matrimonio Kirkland Bonnefoy y de Ashley. La chica de dos coletas le tiró una mirada asesina a Angie, quien asustada corrió a las espaldas de su hermana mayor. Alice mantuvo la mirada firme hacia Alfred, y luego se dio media vuelta para retirarse, sus hermanos l e siguieron, pero antes de que salieran por la puerta, Angie corrió donde me encontraba y me tomó por sorpresa, dándome un pequeño y suave beso en la mejilla.

-Buuh, se fueron- dijo Emily, yo quedé perplejo, solté un gran suspiro, y toqué con la yema de mis dedos la zona de mi mejilla donde la chica me besó.

No es por exagerar, pero esa chica es perfecta. Tan solo desearía poder llegar a ella, aunque sea como amigos.


Thath's All dudes ...or gosspis (?

Bueeenoh, este es el primer capitulo ( ¿a si Maggie? !No me digah!) espero que os guste... y eso.

Nos olemos luego... c: