Disclaimer: Harry Potter y todo el Potterverso es propiedad de J.K.R.
Desde hacia unos meses, la relación entre James Potter y Scorpius Malfoy había cambiando, para sorpresa de Albus. Él, acostumbrado a verlos pelear desde que Scorpius y él iba a primero, se había quedado perplejo al ver que ambos se trataban con cordialidad. Y por supuesto, como buen Potter que era, Albus necesitaba saber que había ocurrido entre su hermano mayor y su mejor amigo.
Sólo que aquella vez, en el umbral de la habitación de James, Albus prefirió no haber sabido cuál había sido el cambio que se había producido.
—Ho-hola, Al —saludó Scorpius respirando con dificultad.
Ni en un millón de años, Albus se habría imaginado que los encontraría en esa posición. A Scorpius encima de James, empalándose su miembro erecto dentro suyo. Gemía con ganas mientras se masturbaba su miembro. En realidad, Albus entró en la habitación en el preciso momento en que Scorpius tenía un orgasmo y descargaba su semen en el abdomen y pecho de James.
En la habitación se hizo un silencio un tanto incómodo.
—¿Y entonces? ¿Qué haces? —preguntó James a su hermano—. ¿Te quedas allí quieto como un idiota? ¿Te largas? ¿O te quedas aquí en plan voyeur mientras te cascas la polla como un mandril salido?
—¡Lo siento! —exclamó Albus, saliendo y cerrando la puerta con las mejillas sonrojadas.
Tal y como decía el dicho, la curiosidad mató al gato. Aunque puede ser correcto decir que "la curiosidad traumatizó al gato".
