Notas Autora: Vuelvo con otro fic ^^ La idea surgió de que estaba buscando fics en los que apareciera B con otro character y me encontré que no había ninguno, en ningún idioma, con BB y Matsuda. La trama y todo es una idiotez, pero ahí está xD Dedicado a mi queridísima aliza X3

Advertencias: Quizás haya OCC y puede ser que haya algún spoiler incrustado, pero lo dudo.

Disclaimer: Ni Death Note, ni sus personajes me pertenecen. Ya me gustaría, pero no. Pertenecen a Tsugumi Oba, Takeshi Obata y Nisio Isin.


─ Si quieres hacer algo útil, ve a por un café. ─ dijo fríamente Ryuuzaki.

Estaban en el cuartel de investigaciones. Segundos antes, Matsuda envidiaba el trabajo de los demás y le había pedido a L una tarea. Éste le respondió de un modo demasiado seco.

─ … ─ Matsuda ya estaba harto de que le trataran como a un inútil. No lo aguantaría ni un segundo más. ─ Ryuuzaki.

─ ¿Sí?

─ Me iré, pero no a por el café. Es posible que no vuelva.

─ ¡Espera, Matsuda! ─ su jefe, Soichiro Yagami, fue el único que reaccionó al oírlo. ─ ¿No lo dirás en serio?

─ Jefe, no es por usted. Nos volveremos a ver. ─ dicho esto, Matsuda se fue.

─ Ryuuzaki. Sal a buscarlo ahora mismo. ¿No te das cuenta de lo que acabas de hacer? ─ le ordenó Soichiro.

─ Se fue por su propio pie. Yo no le obligué a nada. Además, pronto volverá, de eso estoy seguro.

─ Es cierto, padre, no hay que preocuparse por eso. No puede hacer nada por sí solo.

─ …

─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─

─ ¿Y ahora qué hago…? ─ se preguntaba Matsuda, sin saber por qué había hecho aquello, media hora antes.

Estaba sentado en la terraza de un bar, en una mesa de dos, a pesar de que sólo estaba él en toda la terraza. Era un día soleado, completamente despejado. Había pedido un café, solamente por el hábito de tomarlo en comisaría. Aún no lo había empezado, cuando se dio cuenta de que alguien, vestido prácticamente todo de negro, paseaba por un parque que estaba al lado, cruzando la acera. Estuvo mirándolo desde hacía un rato. No parecía pasar de los veinte años.

El chico parecía estar mirando absorto hacia una niña y un niño, jugando cerca de una fuente. Los niños se estaban mojando. Después de todo, estaban en pleno verano y hacía demasiado calor. A Matsuda se le pasó por la cabeza que podía ser su hermano, o su supervisor, pero rápidamente desechó la posibilidad, cuando el chico de negro se dio la vuelta y cruzó la acera.

Ahora que Matsuda lo veía más de cerca podía describirlo. Llevaba una camiseta de manga larga negra, unos pantalones vaqueros azul oscuro y unas zapatillas blancas y negras. Llevaba las manos en los bolsillos y tenía la cabeza agachada. Iba un poco encorvado, la verdad. Movió algo la cabeza hacia un lado y Matsuda pudo ver que tenía ojeras y además… tenía el pelo negro. Matsuda, rápidamente, dedujo quién era.

─ ¡Ryuuzaki! ─ se levantó de la silla. El chico le miró sorprendido.

─ … ─ giró un poco la cabeza, sin decir nada. Miraba a Matsuda de modo que parecía que quería explicaciones.

─ ¿A qué has venido?

─ Un momento. Para empezar, ¿nos conocemos? ─ el chico parecía confuso.

─ No te hagas el tonto, Ryuuzaki. Sólo estás demostrando tener demasiado orgullo, suficiente como para no querer disculparte.

─ … ─ el chico levantó una ceja, pensativo. Rápidamente unió cabos sueltos. Ya sabía qué estaba pasando. Se mostró una sonrisa tétrica en su cara. ─ Lo siento, Matsuda. No estaba pensando en que podrías estar aquí.

─ R-Ryuuzaki… ¿pasa algo? ─ la sonrisa aterrorizó a Matsuda.

─ No, para nada. Venía a buscarte. Siento lo de antes.

"No me estoy equivocando de persona… No puede ser, si no, no sabría lo que había pasado antes. Tiene que ser Ryuuzaki. No se parecería tanto en caso de que no lo fuera. El cambio de ropa y las lentillas rojas que lleva debe de ser para pasar desapercibido. ¡Claro! Las ojeras no se las puede quitar. ¡Parece como si estuviera haciendo un cosplay!" ─ pensaba Matsuda.

─ ¿Vamos a volver al centro de investigaciones?

─ Por supuesto. ¿A dónde si no? ─ Contestó, después de pensarlo un poco. Ryuuzaki sonrió más aún. ─ Ve tú delante. Comprende que no quiero tener que cruzarme con nadie.

Matsuda no comprendió lo que quiso decir. A pesar de eso, le hizo caso. La sonrisa de Ryuuzaki le ponía de los nervios, y eso causaba que de vez en cuando mirara hacia atrás de reojo. Finalmente llegaron al centro de investigaciones.

─ … ─ con un pulgar en la boca, Ryuuzaki miraba al edificio, con cara de decepcionado. ─ Antes de entrar, pasaremos por otro sitio. Watari no estaba de muy buen humor. Por favor, llévame a la jefatura de policía.

─ E-está bien… ─ contestó Matsuda, sin saber lo que estaba tramando Ryuuzaki. No parecía el mismo de una hora atrás.

El camino no fue largo. Según estuvieron al lado de la jefatura, el chico se adelantó.

─ A estas horas los que no se puede entrar si no es por trabajo o para denunciar algo, Ya deberías saberlo. ─ comentó Matsuda. Ryuuzaki se dio la vuelta. Ya había subido cuatro escalones. La sonrisa psicópata que llevaba desapareció, transformándose en una mueca de desagrado.

─ Y lo sé. No creas que soy tan idiota como L. Vuelve a la central de investigaciones. No te necesito aquí. Por el camino supe todo lo que quería saber. Según llegues, da una vuelta entera. Y no me sigas molestando. Desaparece.

Las últimas palabras del supuesto Ryuuzaki confundieron a Matsuda. ¿A caso aquel chico no era Ryuuzaki? ¿A caso se había confundido de persona? ¿Quién era entonces?

─ ¿P-Puedes decirme q-quién eres, si no eres Ryuuzaki? ─ a Matsuda le temblaban las piernas.

─ No, no… te equivocas, pequeño esbirro de L. YO soy Ryuuzaki, no ése que tenéis por mejor detective del mundo. En cambio, él es L, yo B.

Al decir eso, Matsuda se alarmó. Le había dicho algo confidencial a otra persona que no estaba en la investigación. A saber quién era ese chaval. Pero conocía a L. Eso podía resultar ser un problema. Se fue corriendo hacia la central.

─ Huye, pequeña rata, huye del gato. No vaya a ser que te coma. ─ después de murmurar eso, soltó una sonora carcajada y se fue por la parte de atrás del edificio.

─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─.-.─

─ Os lo dije. No puede hacer nada por sí mismo. Era evidente que volvería. ─ comentó L, viendo por las cámaras que Matsuda se acercaba. Se abrió la puerta y entró.

─ ¿Ryuuzaki? ─ preguntó Matsuda, jadeando. Ahí estaba el detective, vestido como siempre y sin esas "supuestas lentillas rojas".

─ ¿Te arrepentiste de haberte ido?

─ No, no es eso. Me encontré con alguien y me parece que debo decirlo.

─ ¿Con el manager anterior de Misa? ─ preguntó L, con sarcasmo.

─ ¡Voy en serio, Ryuuzaki...! No... L.

─ … ─ Al ver que se había corregido, el detective se puso serio, sospechando lo peor.

─ Me encontré con una persona que afirma ser "el verdadero Ryuuzaki".

─ ¿Te ha dado algo para mí? ─ dijo L, después de llegar a la conclusión de quién era, a pesar de que en su interior no quería reconocerlo.

─ No, me dijo… que me diera la vuelta, creo… ─ L se acercó rápidamente y en su espalda encontró una carta, pegada con cinta adhesiva. La abrió. En ella estaba escrito con sangre: "L, he vuelto~. Intenta atraparme si puedes"

─ Maldita sea… En este momento creo que está ocurriendo algo más importante en la ciudad que el caso Kira. Vamos a tener que dejarlo estancado por unos días.


Notas: Mal... muy mal... pero está hecho sin inspiración. Puede ser que siga con este fic. Está demasiado incompleto... le falta... "algo" xD

De momento sólo espero reviews ^^