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Problemas Con La Pubertad
Una aventura donde este matrimonio, y como lidian con las diferentes personalidades,
y los problemas de la adolescencia.
¿Cómo un par de hermanos gemelos pueden traer tantos dolores de cabeza?
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Disclaimer: Los personajes que aparecerán en el escrito a continuación no me pertenecen, son propiedad de M. Kishimoto.
-Universo Alterno-
-Dedicado a Andru-
Capítulo I:
Una familia estaba sentada, cada uno expresando su preocupación de diferentes maneras. Eran las 11:57 de la noche. Un horario para estar ya en la comodidad de su cama. Sin embargo, la ansiedad era suficiente para mantenerlos despiertos. Para empezar, estaba la madre. Que estaba muy nerviosa, trataba de mantenerse serena, con la esperanza de que de alguna manera todo iba a salir bien. Y la verdad lo deseaba con todo su corazón, ya que estaba en la línea entre la tranquilidad o caerse en la locura.
A su lado estaba su hijo, quien era una réplica de su madre. Cabello negro azulado, rostro perfilado. A excepción de sus ojos, que eran negros como los de su padre. Quien estaba de pie, mirando fijamente la puerta de entrada. A pesar del enojo, estaba auténticamente preocupado por su hijo, y todos compartían la misma interrogante.
¿La habría pasado algo a Daisuke?
Ninguno sabía, eso era lo más lo había visto en un período de doce horas. El tiempo pasaba y los minutos eran cada vez más agobiantes. La mujer ya se estaba asustando más de la cuenta, miró hacia el suelo desesperadamente aguantando las ganas que tenía de llorar. Se puso en pie mientras se decía que no estaba dispuesta a aguantarlo más.
-¿Qué haces, Oka-san?- le preguntó el gemelo mayor, Hitachi.
La mujer tomó el teléfono, y con dedos temblorosos marcaba a la estación de policía.
-Necesito llamar...- ahogó un pequeño sollozo.
Sasuke le tomó el aparato de las manos. -Ya yo avisé.- le recordó con calma.
Él trataba de ser el soporte de su familia en esos momentos de angustia, aunque lo más que quería era ir por sí mismo a las calles con el grupo de rastreo; a pesar de que su padre era el capitán del escuadrón policial, este mismo le había asegurado que iría a buscar al nieto con los mejores oficiales de toda la nación de fuego. Siendo Fugaku Uchiha su superior tenía que seguir ordenes, y quedarse en su casa.
-Mírame.-la tomó del rostro, transmitiéndole seguridad con sus ojos, aún cuando había momentos donde él mismo flaqueaba y pensaba lo peor.
Sin embargo, esa abrumadora angustia no le dura más de dos segundos, pues la puerta de su casa se abre abruptamente, donde un chico en plena pre-adolescencia, muy parecido al mismo que estaba al lado de su madre, aparece visiblemente molesto. Aunque se sorprende cuando ve a su padre más que enojado con esa figura autoritaria que intimidaba a cualquiera, para luego restarle importancia. No era la primera vez, y sin duda no sería la última que su padre se molestara con él.
-¿Dónde has estado?-le pregunta el autoritario padre después de asegurarse que Daisuke estuviera en perfecta condiciones.
-No quiero hablarlo.-le dice en respuesta tratando de pasar de él. Aunque claro con lo obstinado que era Sasuke el deseo de pasar desapercibido era nulo. En ese instante Hinata, la madre, se acerca a abrazar a su hijo.
-¿Estás bien?- lo separó en busca de alguna evidencia que le hiciera notar que le había pasado algo. -¿No te pasó nada?- lo examinó suavemente mientras pasaban la punta de los dedos por los costados de la cara; se tranquilizaba gradualmente al ver que no habían rasguños, o moretones alarmantes. Su querido hijo estaba en perfecto estado.
-Estoy bien.-murmuró el chico sonriéndole débilmente. Todo joven siempre sentía cariño hacia su madre, y por eso no se le podía negar nada, y Daiske adoraba a su madre, no importaba lo molesto que estuviese, su madre nunca recibiría un trato que no fuera amoroso.
-Ya deja de mimarlo, Hinata.-le dijo su esposo. -Responde, ¿Dónde demonios te has metido?- exigió después de mandar el código entre policías de que la búsqueda se suspendía. Su hijo no se liberaría de lo que vendría, y la verdad el consideraba que estaba haciendo muy 'compresivo' con su prole.
-¿Y a ti que te importa?-le contestó con actitud. Empezó a caminar un poco lejos de allí, directo hacia su habitación.
-Daisuke…-le advirtió.-Un paso más y te va a costar.-
-Amenazando siempre, Otto-san.-exclamó sarcásticamente. -Pinche viejo culero…-murmuró el chico escapando hacia su habitación.
La furia era palpable en él, las únicas personas que podía hacerlo sentir de esa manera eran muy pocas. Sin embargo su hijo ya se estaba pasando, justo cuando iba a ir tras él. Alguien lo detuvo.
-Descuida, Otto-san.-Hitachi, el otro gemelo hablo.-Yo hablaré con él, no estás pensando con la cabeza fría, y lamento que te lo diga, pero eres muy impulsivo.- fue lo que le dijo, antes de caminar escalera arriba siguiendo, a paso tranquilo, el camino hacia la habitación donde sabía muy bien que Daisuke estaría.
Se quedó mirando tras su hijo mayor atónito, para después voltear a ver a su esposa. -¿Es que aquí todo el mundo me está faltando el respeto?- dijo aún sin creerlo.
-No te sientas mal.- le dijo su esposa acercándose a él. -Es que eres impulsivo.- le repitió.
-¿Tú también?-le acusó.
Ella solo se echó a reír al ver su expresión mientras se inclinaba en su hombro.-Ya veremos lo que pasa de ahora en adelante.-dijo ella.-Por lo menos está a salvo, y eso es lo que realmente importa.- sonrió dejando notar su alivio ante saberse que hoy todos sus hijos estarían a salvo en el lecho familiar.
-Es un malcriado.-dijo el refunfuñando.-Necesita disciplina, y ten por seguro que se la daré.- prometió el Uchiha.
-Puede que sea una etapa, ya se le pasara.-dijo Hinata. -Pero, estoy de acuerdo, algo así no puede volver a pasar, con ninguno de ellos.- comentó refiriéndose a sus hijos.
-No lo sé, Hinata.-dijo.-Ya lleva bastante tiempo de esta manera. Es tiempo de imponer algunos límites.-declaró.
-Puede que quizás Hitachi esté haciendo algo para ayudarle.-dijo. -Además, Daisuke es igual a ti.-
-No sé por qué dices eso, yo nunca me he atrevido a faltarle el respeto a mi padre de esa manera.-comento él.
-Se lo que quieres decir, Sasuke.-dijo ella.-Pero, ustedes son exactamente iguales.- continuó. -Parece que Daisuke está pasando por algo, y cuando se sienten presionado no quiere que los demás se involucren, porque prefieren atormentarse solos. -le explicó ella.
Él solo la miró con profundidad con esa intensidad que solo los Uchiha poseían, pero bueno ahora no podía dar una contestación sincera al buen argumento que su esposa puntualizaba. La única defensa que tenía era mirar mal la persona tal como lo hacia ahora.
-Sabes que tengo razón.-le dijo ella besando su mejilla cariñosamente.
Al mismo tiempo que los padres discutían, los jóvenes en la habitación de arriba se daban a la conversación.
-¿Qué te pasa, Daisuke?-preguntó el chico.-Si tienes algún tipo de preocupación sabes que puedes confiar en mi.- tenía la sonrisa de su madre, muy compresiva, dispuesta a ayudar a otras personas, especialmente a sus familiares.
-No quiero hablarlo.-dijo él, acostado en la cama ocultando sus ojos con el antebrazo. -Haz algo útil y cállate la boca.- hostil como su padre cuando no quería hablar lo que su mente gritaba.
-No seas así…-dijo sonando persuasivo.-Hemos estado muy preocupados por ti.-dijo Hitachi.
-Si esperas que tome consejos de ti…-empezó el chico mirándolo, mientras se acomoda en la cama.-Ahorrátelos. No estaré pendientes de tus comentarios gay.-
El ambiente se puso tenso e Hitachi no pudo creer lo escuchado. Su hermano mas que nadie no le gustaba que lo llamaran de ese modo, puesto que siempre en la escuela lo tildaban de tal forma sin razón. Muchos prejuicios innecesarios que de alguna manera le afectaban, ser buen educado no era ser sinónimo de gay.
-¿Qué me dijiste?-murmuró el aludido creyendo pensar que había escuchado mal.
-Gay.-dijo el. -O acaso no te das cuenta de que actúas casi igual a una niña, tan correcto siempre. Callado, y hablando con modales. Así nadie creerá que te gustan las chicas.-dijo.-Ni siquiera puedes golpear bien.-le pasó un puño suave rozando la cara, pero su hermano fue más rápido y lo atrapó apretando los nudillos.
-No me toques la cara, por favor.-le dijo Hitachi tratando de mantener sus emociones al margen.
-¿Cuál es tu problema?-dijo Daisuke ocultando un quejido. -¿Quieres pelear?- y sin poder evitarlo lo empujó.
Así empezando la pelea entre ellos, entre patadas, puños y muchos empujones, salieron de la habitación rodando por esas escaleras. Sorprendiendo a ambos progenitores, quienes vieron la particular manera de como bajar las escaleras de estos gemelos. Al ver que seguían peleando, Sasuke entro en acción. Mientras Hinata se tapaba la boca pues no podía creer lo que pasaba.
En ese instante la pequeña Miromi bajo las escaleras, al ver que sus hermanos mayores estaban peleando se levantó completamente bajando con su peluche ante el alboroto de su sueño, aunque en este momento no lo parecía.
-¡Pelea!-exclamó ella, sus ojos oscuros brillando. -Fight fight!- siguió diciendo ella muy emocionada.
Hasta que llego su madre para sostenerla en brazos evitando que niña se inmiscuyera en tal alboroto, aunque la pequeña procedió a lanzar su peluche. -Vamos Naru-chan pelea.-insto la niña totalmente emocionada.
Aunque ya Sasuke había separado a los gemelos, cayendo Naru-chan frente a ellos. -Ahora mismo me dirán que carajos pasa aquí.-
Ante el grito autoritario del patriarca todos se quedaron callados por unos segundos, la tensión en el aire y la preocupación latente. Había sido una noche difícil...
-Oka-san...-llamó la pequeña mientras señalaba a su padre.-Otto-san dijo una mala palabra.-
Y Sasuke supo que se haría más complicado al ver la mirada acusadora de su esposa.
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To be Continue...
Mensaje de la Autora:
Todos los que me conocen saben que me encanta escribir comedia, y esta no será la excepción. Empecé este Fic por que lo recuperé de mi USB mágico, y dado que la idea me la dio mi amiga hace mucho. Así que la quise publicar ahora. Por que los viejos escritos son un tesoro, ¿no? Solo hice unos arreglos así, ademas de ortograficos. Aunque debo decir que lo demás está intacto. Aparte lo Publiqué por que Llamando Tu Atención está en sus capítulos finales. Este tampoco tendrá mucho, pero que mucho uno se divierte imaginando este tipo de escenas. Me dicen como les pareció. Sayito
-LaCrazyWriter
