Holaaa! de nuevo aquí yo subiendo fics xD espero y les haya gustado el anterior fic, bueno éste es el segundo que hago y el primero en el que pondré acción, así que si no soy entendible, por favor haganmelo saber.

¡Bien a leer!

Bleach y sus personajes no me pertenecen, son del grandioso Tite

Kubo *-*.

Aclaraciones

-Dialogos-

''Pensamientos''

~·Cambio de escena~·

Capitulo 1: El reencuentro y un acontecimiento inesperado

-¡Karin-chan, otto-san, el desayuno está listo!-Exclamó la menor de los Kurosaki.

Mientras tanto una chica de cabellos negros se encontraba recostada en su cama sin la intención de querer abrir los ojos.

Estaba boca abajo sólo con una sabana encima, pues era verano y estaba haciendo mucho calor tanto por el día como por la noche. Su pijama consistía en un chorts corto de color azul claro y una blusa de tirantes negra.

-Karin-chan, despierta, se te hará más tarde-Dijo Yuzu entrando al cuarto de la pelinegra.

-Mmmhh... un rato más...-Dijo la chica moviendo un poco la cabeza.

-Karin ya es muy tarde, levántate- Dijo la rubia abriendo las cortinas del cuarto de su melliza.

-Aaah... un rato más-Dijo Karin con enfado, tapándose la cara con la almohada.

-Karin, le prometiste a Rukia que la acompañarías a comprar lo que le faltaba para los arreglos de la boda y ya vas bastante tarde-Dijo su hermana volteando a verla en tono de regaño y quitándole la almohada de la cabeza.

-Aa... Yuzu... aún es temprano...-Se quejó la pelinegra sentándose en la cama y entre abriendo los ojos con el pelo todo revuelto.

-¿A si?...Pues mira-Dijo la rubia mostrándole el reloj a la pelinegra.

-Mmmhh...-Bostezó para luego tomar el reloj.

-¡¿Qué?!... ¡¿Las once?!-Exclamó Karin abriendo los ojos de par en par soltando el reloj y corriendo al armario sacando ropa.

-Te lo dije-Dijo la rubia encogiendo los hombros y cerrando los ojos.

-¡Diablos!-Exclamó la peligra empezando a vestirse.

-Bueno el desayuno esta listo, te espero abajo con otto-san-Dijo Yuzu saliendo del cuarto.

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-De verdad lo siento mucho-Se disculpaba una apenada Karin por no haber llegado puntual.

-No te preocupes, tal vez te cité muy temprano-Dijo Rukia tratando de calmar a la chica.

-No, es que con eso que ya salí de la escuela y no tengo trabajo, no mido bien los tiempos y me desvelo o simplemente no me levanto, discúlpame-Se justificó la chica.

-Ya Karin, tranquilizate, mejor vamos a ver lo que vamos a comprar ¿Si?- Propuso Rukia.

-Está bien-contestó más tranquila la pelinegra.

Unas tiendas después...

-Creo que no llevamos suficiente, ¿Tú que crees?-Dijo Rukia un poco indecisa con varias bolsas en ambas manos.

-No, de echo...Creo que nos pasamos un poco-Dijo Karin con otro montón de bolsas en las manos y una gotita en la cabeza."¡¿Eso se le hacía poco?!"Pensaba.

-Jejeje... si creo que exagere un poco-Dijo Rukia con una risita nerviosa.

-Pero más vale prevenir que lamentar ¿No?-Dijo Karin tratando de no hacer sentir incomoda a la chica.

-See...-Dijo Rukia.

-Por cierto, ¿Dónde esta Ichi-ni?, hace mucho que no lo veo y él es el que debería estar ayudandote en estos momentos-Dijo frunciendo el ceño.

-Bueno, de echo por mí fue que no ha venido al mundo humano, aparte tuvo que quedarse en la sociedad de almas por ordenes del capitán comandante, y además ayudará a Ni-sama a entregar las invitaciones que faltaban-Explicó la pelinegra.

-Oh...Ya veo-Dijo Karin.

-Oye Karin, cambiando de tema-Dijo Rukia llamando la atención de la mencionada- ¿Es cierto que tú y el capitán Hitsugaya son conocidos?-Preguntó con curiosidad.

-¿Eh?... Amm... Pues si, pero hace mucho que no lo veo-Dijo recordando a su viejo amigo con cierta tristeza y decepción ya que hubo ocaciones en las que el chico había ido al mundo humano y ni siquiera pasó a saludarla.

"Ese idiota... insencible..."Pensó la chica recordando el rostro del pequeño capitán.

-Karin...-Dijo Rukia llamando de nuevo su atención.

-Quisiera preguntarte una cosa-Continuó deteniendo el paso.

-Dime-Dijo Karin deteniéndose también.

-¿Serías mi dama de Honor?- Preguntó Rukia con cierta inseguridad, sabía que a Karin no le gustaban mucho esas coss, pero de verdad quería que ella fuera su dama de honor junto a Orihime.

-¿Eh?...¿Yo?-Dijo Karin algo sorprendida.

-Si, ándale dí que si-Rogó la pelinegra.

-Pero... Yo...-Dijo Karin poniéndose a reflexionar.

''Espera... si seré o no una dama de honor de todas maneras tendré que utilizar un estupido vestido...''Pensó la chica con el ceño fruncido imaginando a su hermana obligandola a usar uno.

-Está bien...-Accedió karin despúes de un suspiro.

-¿Enserio?, ¡Que bien!-Exclamó Rukia con alegría.-Pero deberás usar un vestido ¿De acuerdo?-

-Si, de cualquier manera Yuzu me obligará a usar un maldito vestido, si voy a usar uno que valga la pena ¿No cres?-Respondió Karin con los brazos cruzados.

-Si jeje tienes razón-Dijo Rukia con una gotita en la cabeza.

-¿Pero porq qué preguntabas si conocía a Toshiro?-Preguntó curiosa la chica, no es que fuera metiche ¿Verdad?,noo... era solamente que quería saber algo sobre su viejo amigo. ''Si claro...''Pensó.

-Aa... si si, es que lo que pasa es que cuando el capitán Hitsugaya vino al mundo humano para supervisar el lugar junto con unos camaradas, conocío a una chica, según Rangiku, era una estudiante de primaria y que por cierto resultó que era la pequeña hermanita de Kurosaki Ichigo, ósea tú, cuando regresaron a la sociedad de almas se veía más tranquilo y andaba como más ido, esto claro todo el mundo lo notó, ya ves lo serio que es...-Narró la pelinegra-Después Matsumoto empezó rumores sobre el capitán Hitsugaya enamorado, fue entonces cuando empezó a comportarse con la misma seriedad de siempre pero llegaron las vacaciones del capitán y fue al mundo humano un tiempo y cuándo regresó, regresó de igual manera que cuándo los rumores, así que al menos yo supongo que el capitán Hitsugaya siente algo por ti-Explicó Rukia.

-¿E-Enserio?-Preguntó Karin algo nerviosa.

-Si... y tú ¿No sientes nada por él?-Preguntó la chica con una mirada pícara.

-¿Eh?, ¿Yo?-Preguntó la chica sonrojada siguiendo a su cuñada.

-Si tú-

-Eeh... pues...-Decía Karin con la cabeza baja y sin saber que decir, la verdad no se esperaba eso.

-Bueno pero no te mortifiques por eso, igual si Matsumoto lo dijo no lo creo mucho-Dijo Rukia empezando a caminar, pero seguía creyendo que el joven capitán si sentía algo por Karin.

-¿Enserio?-Dijo Karin más tranquila, era imposible que ella llamará la atención d un chico.

-Si, Matsumoto tiende a dar buenos chismes pero sinceramente no creo

que el capitán de la décima división esté enamorado, además el 50% de sus chismes son falsos-Dijo Rukia.

A Karin le salió una gotita en la cabeza.

-Ah y por cierto, quiero que mis damas no vayan solas, irán acompañadas-Dijo felizmente la shinigami.

-¡¿Qué?!, ¡¿De dónde voy a sacar una pareja?!-Exclamó Karin.

-No te preocupes, ya te conseguí a alguien...-Dijo Rukia con una sonrisa picara.

-¿Eh?, ¿Y quién es?-Preguntó curiosa.

-Ya veras-Dijo la pelinegra parando un taxi.

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Mientras tanto en algún punto del sereitei...

-¡¿Qué?!-Exclamó un chico de cabellos naranjas.

-Así es Kurosaki Ichigo, el capitán Hitsugaya irá en tu lugar por una semana-Recalcó un hombre de carácter fuerte y expresión seria de cabellos negros.

-¡P-Pero es mi boda, no la de este enano!-Exclamó Ichigo.

-¡¿A quién diablos le dices enano?!- Exclamó un chico de cabellos blancos.

-¡Pues a ti!, ¿O a caso ves a otro enano por aquí?-Dijo Ichigo retando al muchacho.

-Kurosaki...-Dijo el joven albino arrastrando las palabras con una vena en la frente.

-Por favor, tranquilicese capitán Hitsugaya-Dijo el el pelinegro tratando de tranquilizar al

peliblanco.

-Rukia me encargó que por nada del mundo te dejara ir al mundo humano, supongo que sólo le estorbarías, también me pidió que en tu lugar fuera el capitán Hitsugaya, que por obvias razones es más eficiente que tú-Dijo Biakuya con los ojos cerrados y frunciendo el ceño, exagerando la situación.

-¡Pero...!-

-Pero nada, no iras y ya-Dijo capitán de la sexta interrumpiendo al pelinaranja y caminando hacía Toshiro.

-Cuento con usted capitán Hitsugaya-Dijo Byakuya pasando al lado de este.

-Si-Dijo asintiendo con la cabeza y desapareciendo con shumpo.

-Maldita enana, en cuanto la vea...- Empezó a mal decir Ichigo

desapareciendo también con shumpo.

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-¡Ya voy!-Exclamó Yuzu al oír que tocaban la puerta.-¿Si?, Buenas tardes-Dijo dulcemente la rubia al ver quien tocaba la puerta.

-Buenas tardes, ¿Se encuentra Kuchiki Rukia?-Preguntó el joven que estaba en la puerta con dos maletas en el piso.

-No disculpe, fue de compras con mi hermana, pero ya no debe tardar

en llegar, si gusta puede esperarla en la sala-Dijo amablemente la chica.

-No gracias, la esperaré aquí no quiero causar molestias-Dijo el albino.

-No se preocupe no es molestia, además dentro de poco Rukia será parte de la familia, no puedo darme el lujo de menospreciar a un invitado de ella, por favor adelante-Dijo cediéndole el paso al chico.

-Gracias-Dijo este entrando con sus maletas a la casa.

-Puedes dejar tu equipaje en esa esquina-Dijo la chica señalando un

rincón de la sala.

-Gracias-Contestó el muchacho. "Este lugar no ha cambiado nada..."Pensó el albino recordando a cierta pelinegra que vivía ahí.

-¿Gusta tomar algo?-Preguntó Yuzu sacándolo de sus pensamientos.

-Agua por favor-Dijo el chico sentándose en el sofá.

-Ok, ya regreso-Dijo llendo por el agua.

En eso se escucharon dos voces femeninas que venían de afuera de la casa.

-Ya dime, ¿Quién será mi pareja?-Preguntó una chica a otra.

-Ay, que desesperada eres, por algo tú e Ichigo son parientes ¿No?-Le

contestó la otra chica haciendo pucheros.

-Ay que mala eres Rukia, ¡Ya llegamos!-Exclamó Karin entrando a

la casa dejando las bolsas en la mesa del comedor.

-¡Rukia, tienes un invitado!-Exclamó la rubia desde la cocina.

-¿Eh?... aa ya se quien es-Dijo aludida por lo bajo volteando a ver a Karin, esta estaba sacando las cosas que habían comprado.

-Espera aquí, ahora vuelvo-Dijo Rukia llendo a la sala donde aguardaba su invitado.

-Que tal capitán Hitsugaya, gracias por venir-Dijo la pelinegra entrando a la sala haciendo que el chico se pusiera de pie.

-Hola Kuchiki, no es nada y estando en el mundo humano me gustaría que te dirigieras a mí como Hitsugaya, se vería muy raro que me digieras capitán aquí-Dijo el albino.

-Ah lo siento, Hitsugaya-San-Dijo Rukia.

-Bueno y ¿Que es lo que voy a hacer o qué?-Preguntó el chico llendo al grano.

-Pues tenemos muchas cosas que hacer y muy poco tiempo, pero primero que nada me gustaría presentarle quien nos ayudará con todo esto-Dijo la pelinegra llendo a donde se encontraba la otra ayudante.

-Kurosaki ¿Puedes venir un momento?, quiero decirte quien nos ayudará con los arreglos mientras Ichigo no está aquí-Dijo Rukia llamando la atención de Karin.

-Ya voy y ¿Por qué me dices Kurosaki tan de repente?, sabes que

no me gusta que me digan así-Dijo la aludida dejando de hacer lo que hacía.

-Pero es parte de tu nombre ¿No?...capitán ella es la que también me ayudará con los preparativos-Dijo Rukia señalando Karin.

"¿Capitán?, ¡Espera! !.. él es..."Pensó la chica mientras veía al ayudante de los pies a la cabeza.

-Kuchiki ya le dije que estando en el mundo...-Dijo sin terminar la frase al ver a Karin, ciertamente no tenía por que sorprenderse puesto a que si iba a ir a la casa de los kurosaki, tarde o temprano se toparía con ella, pero ¿Cómo no quedarse impresionado al ver a la que antes era una niña y ahora era toda una mujer?, bueno, tal ves no tan exagerado, pero si había cambiado bastante desde la última vez que la vio.

-A si discúlpeme, pero bueno ella es Karin Kurosaki, supongo que ya la conoce, lo digo por el alboroto que se hizo en la sociedad de almas sobre usted...-Dijo pícaramente la pelinegra cruzándose de brazos.

Karin y Toshiro se sonrojaron al oír el comentario de la pelinegra, y si bien Karin no estuvo presente durante ese momento pero Rukia le había contado con lujo de detalle lo que había pasado.

-Vaya parece que conoces a mi hermana-Dijo Yuzu entrando con un vaso con agua integrándose también a la platica.-Por cierto, también te me haces conocido...-Dijo la rubia pensativa.

-Jajajaja...capitán, no sabía que conociera también a la hermana-Exclamó una chica de gran delantera y cuyos cabellos eran color naranja desde la puerta de la sala guiñándole un ojo al albino.

-¡Matsumoto!-Exclamó furioso el capitán.

-Jajaja-Rió a carcajadas la teniente de la decima.

-¡A ya recordé!, ¡Eres el novio de Karin-chan!-Exclamó inocentemente

la rubia.

-¡Te equivocas!-Exclamaron ambos chicos al mismo tiempo.

-¡Pero si son de tal para cual!-Dijo emocionada la rubia.

-Yuzu ya basta, Toshiro y yo no somos más que amigos-Dijo Karin defendiéndose de las carillas sin poder evitar un pequeño sonrojo en sus mejillas.

-Claro que no, Rukia-san me contó sobre el alboroto que se hizo en la

sociedad de almas sobre el capitán de la decima enamorado de una chica humana-Dijo la rubia señalando a la mencionada.

-Jajaja, lo ve capitán, hasta en el mundo humano se sabe sobre lo distraído que es por culpa de una chica-Dijo Rangiku tratando de aguantar la risa.

-¡Matsumoto!-Exclamó Toshiro enojado con una vena tamaño jumbo en la frente. En cambio la pelinaranja solo seguía carcajeando.

Media hora después...

-Entonces...¡¿Por que demonios estás aquí?!-Exclamó Toshiro cabreado.

-¡Ay capitán!, no sea amargado yo solo vine a ayudar a Rukia por lo

que ocupara para la boda-Dijo mirando a la mencionada con cara de complicidad.

-Soy muy buena para esas cosas, ya sabe...-

-Bueno pero aquí vienes a trabajar, no a estar haciendo tonterías como en el sereitei-Ordenó el peliblanco.

-A ver a ver a ver...-Dijo la pelinaranja poniéndose seria, a lo que todo el mundo presente se sorprendío.

-En primer lugar aquí usted no puede darme ordenes, segundo no

vengo a trabajar, vengo a ayudar, así que establecido esto podemos empezar con los preparativos-Dijo la chica recalcando las palabras.

-Matsumoto...-Dijo entre dientes el joven capitán con el ceño fruncido y

una venita en la frente.

-Lo siento pero es la verdad, Rukia ¿Podemos hablar un momento?-Dijo la pelinaranja poniéndose de pie mirando a la chica.

-Aam... si-Dijo Rukia parándose.

-Ya volvemos-Dijo Rangiku guiñando el ojo dejando solos a las hermanas y al peliblanco en la sala.

El albino suspiró con pesadez mientras se agarraba fueramente la cabeza.

-Iré a ver si ya esta la comida-Dijo Yuzu guiñándole un ojo a la pelinegra. A Karin le salió una gotita en la frente.

-Ok...-Dijo la joven.

Estuvieron un rato en silencio, no sabían que decir o hacer y es que habían cambiado mucho estos últimos años.

¿Años?

Si ya habían pasado diez años desde la última vez que se vieron, bueno desde que se despidieron, por que si no mal recuerda la pelinegra es haberlo visto hace poco por los alrededores y él ni siquiera se tomó la molestia de ir a saludarla.

Pero volviendo al cambio, ella tenía el pelo ahora más largo, a petición de su hermana claro, lo llevaba un poco abajo de los hombros pero siempre lo traía agarrado en una cola de caballo, ahora era un poco más alta pero no tanto como para arrebasar al albino, y por obvias razones, su cuerpo también había tomado forma haciéndola ver como toda una señorita. En cambio él, ahora era mucho más alto que la última ves que se vieron, su semblante serio no había cambiado en absoluto pero no por eso se iba

a ver mal, claro que no, al contrario, lo hacía ver más atractivo. El pelo lo tenía un poco más largo pero no tanto como para que le llegara a los hombros y lo traía revuelto como siempre con un flequillo tapándole un poco el rostro.

Ambos habían cambiado bastante los últimos años, físicamente claro, por que si hablamos psicológicamente no habían cambiado en absoluto. El chico serio, temperamental, maduro y orgulloso seguía presente y ni hablar de la chica de carácter fuerte y orgullosa.

Tenían mucho de que hablar pero ninguno de los dos decía palabra alguna hasta que Karin se comenzó a desesperar de tanto silencio, de verdad quería platicar con él y saber por que no la había saluda las veces que había venido al mundo humano.

-Tu no cambias ¿Verdad?-Dijo la pelinegra volteando a ver al albino llamando la atención de este.

-¿Eh?-Dijo el chico con un signo de interrogación en la cabeza.

-Aún eres muy serio-Dijo Karin con una sonrisa.

-Aaa... si algo-Dijo el chico con una sonrisa.

-Y ¿Qué has echo?, ¿Has estado muy ocupado verdad?-Preguntó curiosa la chica alzando una ceja y cruzandose de brazos.

-Si algo, digamos que el trabajo de ser un capitán shinigami es algo agotador-Dijo el chico.

-¿Que no tienes subordinados?, recuerdo a la chica de pelo naranja, la loca de hace rato, ¿No te ayuda?-Preguntó la joven extrañada olvidando el objetivo de la platica.

-Matsumoto no es lo que tu piensas-Dijo el joven con una gotita en la cabeza.

-Bueno tal vez tengas razón, pero en algo te debe ayudar, ¿ No?- Preguntó la chica pero al ver la cara del chico se dio cuenta de que no bromeaba.

-¿Enserio?-Preguntó Karin sin creerlo.

-Dime, ¿Que te hace pensar que ella trabaja?-Cuestionó el chico.

-Pues...No sé... tal vez por que es una teniente ¿No?-Supuso Karin.

-El que sea teniente o no, no quita el echo de que Matsumoto sea servicial, es más hay un capitán que es demasiado descuidado, no hace ninguna clase de papeleo y es un desorientado en su totalidad-Dijo el chico describiendo al capitán de la onceava escuadra.

-¿Papeleo?, ¿Qué no sólo matan hollows y exorcizan almas?-Preguntó incrédula.

-En primera no matamos hollows, los exorcizamos, segundo no sólo exorcizamos a las almas, las protegemos y tercero cada escuadrón tiene la obligación de reportar con lujo de detalle cada cosa que pasa en el día más aparte, cada capitán debe firmar ciertos papeles-Explicó el chico.

-Vaya... ser shinigami suena muy complicado-Dijo la pelinegra.

-Más o menos, en especial cuando tu teniente no te ayuda-Dijo el albino frustrado.

-Y ¿Por que no sólo le quitan su puesto y ya?-Dijo Karin.

-Porque quiera que no hay cosas en las que me es muy útil-Dijo el chico.

-Mmh...-Dijo Karin quedando callada.

-¿Tú que has echo?, ¿Todavía juegas futbol?-Preguntó el chico.

-Pero claro que si, pero pues terminando la universidad varios se fueron al extranjero y los que estamos aún aquí pues casi no se reúnen, creo que sólo yo voy todos los días a practicar un rato-Dijo recordando a sus viejos compañeros de juego.-De echo al rato iré, ¿Vamos?-

-¿Al rato?-Preguntó el chico.

-Si, ándale sirve que no practico sola-Insistió la pelinegra tratando de

convencerlo.

-Esta bien-Dijo el chico.

-Genial-Dijo la pelinegra con una sonrisa.

Toshiro correspondió a la sonrisa de la chica por otra.

-Vaya así que los rumores eran ciertos después de todo-Dijo una alegre Rukia.

-Rukia no empieces, ve que no soy tu dama de honor ¿Eh?-Advirtió la chica.

-Espera...¿Dama de honor?-Preguntó el albino.

-Si...¿Por qué?-Contestó la chica con un signo de interrogación en la cabeza.

-Esque yo...-

-A si lo siento, Karin, él será tu pareja-Dijo Rukia interrumpiendo al

chico.

-¿Él?...-Preguntó Karin.

-Si, es que hace mucho que no se ven y sería lindo que se llevaran bien

y estuvieran más juntos para conversar como amigos que son ¿No creen?-Dijo la pelinegra, Matsumoto empezó Reír.

-Si, es una excelente idea ¿No lo cree capitán?-Preguntó la pelinaranja dándole codazos en el brazo al chico.

-¡Matsumoto!-Exclamó el albino haciendo que la aludida riera a más

no poder.

-Disculpen, la comida esta servida pasen al comedor por favor-Dijo la

rubia interrumpiendo la pelea de los jóvenesjóvenes ahí presentes, estos asintieron con la cabeza llendo al comedor, no sin antes ser asesinas por la fría mirada del capitán.

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-Sin ofender pero que molesta es tu teniente-Dijo Karin con una red en las manos con una pelota dentro de esta mientras iba caminando por la calle al lado del albino.

-No te preocupes, eso lo digo yo todo el tiempo-Dijo el chico con las manos en las bolsas de su pantalón.

Estuvieron un rato más en silencio hasta que llegaron a la cancha. Karin suspiró.

-Hogar dulce hogar...-Dijo la pelinegra corriendo hacia la cancha.

-¡¿Te quedarás ahí toda la tarde o qué?!-Exclamó Karin con el balón en el piso.

-Ya voy-Dijo el albino corriendo hacia donde se encontraba la chica pero se detuvo al ver tres sombras pasar por los arbustos, podía sentir un reatsu muy débil por lo que supuso que eran simples humanos que podían ver almas y eso pero algo le decía que no era nada bueno estar ahí.

-¿Qué pasa?, ¿Por qué te quedas parado?-Dijo Karin acercandose al chico y viendolo distraído con unos arbustos. Sin embargo Toshiro no contestó.

-¿Qué miras?-Preguntó con curiosidad viendo en la misma direción que el albino.

-Nada, mejor vayamos a otro lado-Dijo el chico sin dejar de ver sospechosamente los arbustos.

-¿Qué?, Pero si acabamos de llegar-Dijo Karin haciendo pucheros.

-Vamos te invito ir a tomar algo para platicar ¿Si?-Dijo volteando a verla., después de todo si quería hablar con ella.

-¿Eh?... amm esta bien-Dijo la chica desviando su mirada de la del Peliblanco. Este sólo decidió agarrar red ofreciendo llevársela él a lo que la chica accedió con una sonrisa.

-vaya... ¿Qué tenemos aquí?-Preguntó una de las sombras a otra desde los arbustos viendo a los chicos intercambiando palabras.

-Se ve que no traen nada de valor pero la chica no está mal...-Contestó la segunda sombra con un aire de pervertido.

-Mejor cállense de una vez, recuerden lo que ese sujeto nos pidió, si lo logramos, probablemente nos de una clase de recompensa y en todo caso la chica será mía ustedes asegúrense de que el chico no me moleste, además se ve que es muy débil-Dijo la tercera sombra.

-Aahh... eso no es justo-Se quejaron las otras dos sombras.

-Pues ni modo y ya cállense hay que seguirlos que ya se van-Dijo la tercera sombra.

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-Jajajaja, ¿Enserio?-Exclamó una alegre Karin tratando de contener la risa.

-Si, hubieras visto su cara-Dijo el albino de igual manera.

-Vaya, se nota que se divierten mucho con Ichi-ni allá-Dijo Karin dejando de reír.

-Si, tu hermano es algo especial-Dijo el albino.

-see... oye por cierto ¿Dónde te quedaras en tu estancia aquí?-

Preguntó curiosa.

-Pues había pensado en quedarme en un hotel-Contestó el chico.

-¿Por que no te quedas en mi casa?, puedes ocupar el cuarto de Ichi-ni-Propuso Karin.

-No gracias, no quiero causar problemas-Dijo el chico.

-Ay no seas simple, no eres ninguna molestia, ¿Si o no?-Preguntó la

chica sin rodeos.

-Está bien, está bien...-Dijo el joven mirando su reloj.

-Wau se nos hizo algo tarde-Dijo el chico llamando a la mesera.

-¿Enserio?-Preguntó.

-Si ya son las nueve-Dijo el joven pidiendo la cuenta.

-Vaya..-

-Serían ochenta con treinta-Dijo la joven mesera.

-Aquí tiene, gracias-Dijo el albino poniéndose de pie.

-De nada-Dijo la chica llendo a limpiar las mesas.

Salieron de la tienda y ya estaba oscuro, la calle estaba vacía puesto a que esos rumbos no se transitaban mucho. Los jóvenes iban conversando plácidamente hasta que el albino sentía que los seguían, era el mismo reatsu que sintio en la cancha.

-¿Pasa algo?-Preguntó Karin al ver al chico tan inquieto.

-No nada- Contestó no muy convencido.

-¿Seguro?-Volvió a preguntar la chica con preocupación.

-Si no pasa nada, vayamos mas rápido no me inspira confianza esta calle-Dijo el chico caminando más rápido.

-Amm... esta bien-Dijo la pelinegra tratando de creerle.

Toshiro seguía con el presentimiento de que alguien los seguía hasta que se harto y se detuvo en seco. Karin por instinto también lo hizo.

-Oye, ¿Qué pasa?-Preguntó incredula.

-¡Quien quiera que este ahí, salga de una vez!-Exclamó el chico.

-¿Que pasa, por qué gritas?- Preguntó Karin.

-Vaya pero que listo me salió el enano-Dijo un hombre saliendo de su escondite, su apariencia no mosatraba confianza puesto a que tenía tatuajes por todo el cuerpo y varios pircings en la cara.

-¿Quién eres y por qué nos estas siguiendo?-Exigió saber el peliblanco.

-No tenemos por que contestarte eso mocoso-Dijo otro hombre de cabellos rubios saliendo detrás del primer hombre.

Toshiro los miro con desconfianza y se puso delante de Karin encarando a los hombres que tenía enfrente. Karin se sobresalto ante el acto protector del chico.

-Son tres...¿Donde está el otro?-Preguntó el albino. Pero tan pronto como término de formular su pregunta, un grito de parte de la chica resonó por todo el lugar.

-¡Karin!-Exclamó Toshiro volteando hacia atrás donde vio al tercer hombre con Karin en su poder de cabellos cafés.

-¡Suéltame animal!-Exclamó la pelinegra tratando se zafarse del hombre.

-¡Cállate!-Exclamó el hombre jalando a Karin del brazo lastimándola. Al hacer eso hizo que la chica se quejara e hiciera una mueca de dolor.

-¡Karin!, ¡Maldito suéltala!-Exclamó el albino empezando a cabrear.

-¿Qué... ya se enojo el niño?- Preguntó burlonamente el hombre castaño.

-¡Suéltame!-Exclamó Karin dándole una patada al hombre logrando deshacer el agarre.

-¡Aahh maldita!-Exclamó el hombre volviendo a agarrar a Karin pero ahora con más fuerza azotándola contra el piso. El albino al ver la escena trató de acercarse al hombre que estaba maltratando a la chica pero los otros dos hombres detuvieron su paso poniéndose frente a él. Mala idea.

-Mas vale que me dejen pasar...-Dijo el chico con los ojos sombreados elevando su reatsu.

-¿O si no qué?-Preguntó burlonamente el rubio.

-Se las verán conmigo...-Dijo el chico elevando la vista mirandolo con frialdad.

-P-Pero... ¿Q-qué es e-esto?-Preguntó el hombre de los tatuajes empezando a sentirse mareado hasta que cayeró al suelo inconsciente, poco tiempo después cayó también el rubio.

-¿Sabes qué?... eres una chica molesta y muy gritona...-Dijo el hombre acercándose a Karin mientras ella retrocedía.

-Te pondré en silencio unos momentos...-Dijo jalándola del cabello pada dejarla a poca distancia de su rostro.

-Aléjate de mi-Dijo la chica escupiéndole en la cara.

El hombre, harto de la actitud de la pelinegra, elevó el brazo con la clara intención de abofetearla y Karin cerró los ojos esperando el golpe, sin embargo este no llegó, abrió los ojos y al hacerlo vio como el albino, ahora vestido con sus ropas negras de shinigami, estaba tomando del brazo al sujeto que había estado a punto de golpearla.

-Pobre de ti le pongas un dedo encima-Dijo el albino arrastrando las palabras.

-¿P-Pero que diablos?, ¿C-Como es que estas vestido así?-Preguntó el hombre.

-Que bueno que puedas verme... humano, veo que tienes poderes espirituales muy altos al igual que tus amigos...-Dijo el chico elevando su retasu empezando a congelar todo lo que estuviera a su paso a a excepción de Karin.

-¿Q- Qué diablos es esto?!-Exclamó el hombre entrando en panico y viendo como se congelaba su brazo. Karin miraba sorprendida al albino poniéndose de pie.

-¿Estás bien?- Preguntó el chico sin soltar al hombre que se quejaba de dolor.

-S-Si-Contestó la pelinegra sujetándose el brazo.

El albino soltó al hombre que ya estaba completamente congelado a a excepción de su cabeza y se acercó a la chica para sanarla.

-¡Maldito bastardo!, ¡Me las pagaras!-Exclamó el hombre.

Toshiro, al escuchar la ofensa dirigida a él volvió con el hombre poniéndose de cuclillas frente a este.

-¿Sabes una cosa?...No te mato por que no se me es permitido, pero no hay nada que diga que no pueda golpearte-Amenazó el chico tronando sus dedos.

-¡E-está bien... lo siento lo siento!- Exclamaba el hombre.

-¿Sabes qué?... no quiero perdonarte-Susurró el albino golpeando al hombre en la cara.

-¡Eso es por seguirnos y arruinarnos la noche!-Exclamó el chico golpeando ahora con un puño el hielo haciendo una pequeña grieta en el hielo que cubria al hombre.

-¡Y esto es por tocar a Karin!-Exclamó golpeándolo de nuevo con gran fuerza en el estomago rompiendo así, el hielo que lo cubría al hombre quedando inconsciente.

Karin lo miraba atónita, después de todo nunca lo había visto de esta manera de pronto un dolor le vino a la cabeza haciendo que se agarrara fuertemente la zona cerrando los ojos fuertemente y gimiendo de dolor. El chico al escucharla se dirigió rápidamente a ella.

-Déjame ver-Dijo agarrándole la cabeza.

-Quédate quieta-Ordenó el albino, la chica obedeció quedándose quieta.

El joven empezó a recitar algo que al parecer era un conjuro empezando a salir algo como energía espiritual rodeando su cabeza.

-¿Qué haces?-Preguntó sorprendida.

-Te estoy sanando-Dijo el chico.

-...-

-¿Te sientes mejor ahora?-Preguntó el chico.

-Hmm- Asintió Karin con la cabeza.

-Lo siento-Dijo el chico llendo por su gigai.

-¿Qué?, ¿Por qué te disculpas?- Preguntó Karin.

-Por no actuar rápido...-Dijo el chico acercándose a la chica ya dentro del gigai.-Como capitán que soy no debiste salir herida y menos por unos simples humanos...-

-Pero no fue tu culpa, esos idiotas llegaron y tú les diste su merecido, al contrario, deberías sentirte mejor al darles una lección a esas basuras- Dijo Karin tratando de animar al peliblanco.

-Pero resultaste herida-Dijo el joven con preocupacion viendo las heridas de la chica-No pude curarte del todo-

-Ya Toshiro esto no es nada, mejor vámonos antes de que se haga más tarde-Dijo la chica intentando caminar, lo cual le fue imposible pues al querer zafarse del hombre se había lastimado el pie.

-Ah... Que dolor-Se quejo la chica por lo bajo.

-¿Estás bien?-Preguntó con preocupación.

-Si... no es nada...-Dijo tratando de avanzar pero al tratar de hacerlo se volvió a lastimar pero esta vez iba a caer al suelo pero nunca sintió el golpe, en cambio sintió que alguien la había jalado hacía la dirección contraria para que no cayera al suelo.

Al sentir los brazos del chico y la cercanía de este se sobresalto un poco.

-¿Segura que estás bien?- Preguntó el albino de nuevo con preocupación.

-S-Si...-Dijo Karin mirando al chico a los ojos.

Este ante el contacto con los ojos de la chica se ruborizó un poco pero no se movió ningún centímetro y se perdió en los ojos de la joven, aquellos hermosos ojos color zafiro que lograban hacerlo sentir un choque de electricidad placentero.

Poco a poco empezó a acercarla más y más a él hasta quedar a muy poca distancia del rostro de ella haciendo que sus respiraciones se mezclaran hasta que escucharon un grito venir desde lejos.

-¡Capitán Hitsugaya! ¡Karin-chan!, ¿Dónde están?-Exclamaba una chica de cabellos negros con preocupación en forma su shinigami.

-¡Capitán!-Exclamaba otra chica de igual manera por arriba de las casas y edificios.

Ambos chicos se sonrojaron a más no poder, gracias a los gritos de aquellas mujeres se dieron cuenta de la cercanía de sus cuerpos y rostros, pero no se alejaron ningún centímetro.

-Creo que nos están buscando...-Dijo Karin tratando de no verse nerviosa.

-Pues que busquen un rato más...-Dijo el albino desapareciendo su reatsu por completo y tratando de ocultar el de la chica para que no los encontraran, sellando así sus labios con los Karin en un beso tierno, sincero y algo torpe. El chico la tomó de la cintura acercándola más a él y la chica pasó sus brazos por el cuello de este aferrándose a él intensificando más el beso.

A decir verdad no sabían como es que habían llegado a tal acción puesto a que no tenían por que hacerlo sin embargo eso poco importó, ellos se fundieron en aquel beso sin importar lo que pasara. Estuvieron un rato más así y se separaron lo suficiente como para agarrar aire. Los gritos de las jóvenes habían cesado por lo que supusieron que se habían ido.

-Ammm.. ¿C-Cómo debo tomar esto?-Preguntó inocentemente la chica dándole un toque de ternura.

-No lo sé... tú dime-Respondió sonrojado. Estuvieron un rato más así hasta que escucharon otro grito de las chicas.

Karin rió.

-Mejor vamos con ellas, deben estar preocupadas en especial Yuzu, debe estar llorando ahora mismo-Dijo divertida.

-Está bien vamos-Dijo de igual manera ayudando a Karin a caminar acercándose a las chicas preocupadas preparándose mentalmente para lo que viniera después de eso...

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-Hmm así que... el pequeño capitán tiene novia...interesante-Dijo un hombre de apariencia mafiosa sin dejar ver su rostro observando una televisión gigante en la pared que mostraba la escena de los jovenes a quienes andaban buscando las otras chicas.

-¿Quiere que vayamos empezando el plan señor?- Preguntó un joven de cabellos negros junto a otras tres personas más inclinados frente al misterioso hombre que al parecer era el líder.

-No... dejaremos que se divierta un poco más-Dijo sin despegar la mirada de la pantalla-Tomence unos días y esperen mi señal-Ordenó el hombre.

-Si-Dijeron los otros cuatro sujetos desapareciendo del lugar.

-Encontré...Tú punto débil...-Dijo para si sin quitar la mirada de la pelinegra.

Vaya... sinceramente no crei que me saliera algo asi xD espero les haya gustado el capítulo de echo si les soy honesta este fic no llevaría enemigos de esa clase pero no sé, a última hora se me ocurrió *0* y pues espero les haya gustado aah y también gracias por su apoyo con la prometida falsa :'D

Sin mas que decir me despido bay-bay n0n/