Disclaimer: Yo no poseo derechos sobre PJo y HOO (Si lo hiciera, el Percicobeth sería canon)
Este fic participa del reto "Actividad de Cohorte: Bolas de Muerte" perteneciente al foro "Campamento Greco-Romano"
Nuestro turno en Las Bolas de Muerte había comenzado. Íbamos contra la 5ta. Esta había tenido una reputación nefasta por mucho tiempo, hasta que, en la segunda gigantomaquia, unos tales Percy Jackson, Frank Zhang y Hazel Levesque -seguro que los conocen- le devolvieron su honor. Y ahora, indudablemente, eran una fuerza formidable.
Envié a Ayelén contra Rox, era nuestra mejor apuesta: ambas eran hijas de uno de los Tres Grandes y, con suerte, el río nos daría alguna ventaja. Cris había salido a patrullar, pero estaría bien: como hija de Apolo, tenía una puntería excelente con cualquier arma de proyectil. En cuanto a mí, estaba vigilando que mi estrategia saliera bien.
Me escondí entre los arbustos, mientras comprobaba que mi plan estuviera saliendo bien.
Como pensé, Leonardo se había separado de los demás en plan Soy-un machote-y-superfuerte-hijo-de-Ares. Digo... de Marte. Si bien era muy diferente la actitud de los hijos de Ares de la los de Marte, ambos tenían esa irresponsable costumbre de salir a la carga para derrotar a todos los enemigos posibles lo más rápido que pudieran, como si lo unico que importara fuera destrozar al adversario a toda costa en lugar de ganar con la mayor ventaja.
Aun así, era un oponente muy poderoso, así que había que tener cuidado y, a la vez, librarnos de él cuanto antes. Para eso estaba yo allí: Un hijo de Atenea contra un hijo de A... Marte, un plan digno de... Atenea, duh.
Una vez que terminó de salir del bosque, hice la señal convenida con white-spirit-of-darkness (*). Ella salió de la otra punta del claro, haciendo que el romano le lanzara una salva de bolas incendiarias que no sé como pudo evitar (¿Poderes de Tyche, quizás). Rapidamente, ella respondió disparándole una gran bola, que reventó a sus pies y se los empapó con un líquido claro y fluido. A continuación salio corriendo.
Cuando Leonardo intentó correr tras ella, desde mi escondite le disparé otra bola, que contenía a su vez un líquido amarillento de olor fuerte. Al mezclarse ambas sustancias (cortesía de mis hermanos), se desató una reacción quimica, generando un pegamento extrafuerte de secado rápido que lo pegó al piso, impidiendo que se moviera del lugar
Entonces salí de mi escondite y preparé mi arma.
-¡Tú, tramposo graecus!-dijo en cuanto me vio.
-¿Trampa? Yo lo llamo estrategia.
-Yo te voy a dar estrategia... ¡Suéltame y pelea como hombre, cpbarde!
-Yo creo que no. Atenea siempre tiene un plan.
Dicho esto, apunté mi arma y le disparé una bola explosiva de veneno viscoso, acabando con él.
Me retire al campamento para reunirme con white-spirit-of-darkness y planear la siguiente estrategia.
Uno menos, faltan cuatro.
(*) Desgraciadamente, desconozco el nombre de esta mestiza, por lo cual me veo obligado a usar su nombre de usuario.
Dios, no sé como terminé esta historia tan rápido. Se ve que estaba inspirado. Mucha suerte a todos!
