Okey . Este es mi primer fanfic de Twilight! Hay tres cosas que tengo que decirles (xD). La primera: Tal vez hayan cosas que no cuadren; no se si en el libro especifiquen si Jake sabe o no cocinar. Segundo: La primera parte del fic fué sacada de "Luna Nueva" yo no lo escribí, y al igual que la historia y los personajes; NO ME PERTENECE. Tercero: Que quede claro que AMO el BellaxEdward. Este fic es por mero entretenimiento, ya que me hubiera encantado que pase algo entre Jacob y Bella antes del regreso de Edward. Y si odias a mi Jake… GET OUT OF HERE! Simplemente no leas si no te gusta el JxB. No flames allowed nn thanks.

Otra cosa! Necesito un beta reader. Por favor, si te animas házmelo saber :3


Chapter 1:

(Bella's POV…)

Ni siquiera sabia donde estaba la superficie

Las aguas furiosas se veían negras en todas las direcciones; no había ninguna luz que me orientara hacia arriba. La gravedad era omnipotente cuando competía con el aire, pero no tenia ni una oportunidad contra las olas. Yo no sentía su tirón hacia abajo, ni notaba que mi cuerpo se hundiera en ninguna dirección. Únicamente experimentaba el embate de la corriente que me llevaba de un lado a otro como una muñeca de trapo.

Luché por guardar el aliento en mi interior, por tener los labios sellados para no dejar escapar mi ultima provisión de oxigeno.

No me sorprendió que la ilusión de Edward estuviera allí. Teniendo en cuenta que me estaba muriendo, me lo debía. Lo que si me sorprendió fue lo segura que estaba de que me iba a ahogar; de que ya me estaba ahogando.

¡Sigue nadando!, me apremió Edward dentro de mi cabeza.

El frío del agua me estaba entumeciendo las piernas y brazos. Ya no notaba las bofetadas de la corriente. Ahora sentía mas bien una especie de vértigo mientras giraba indefensa dentro del mar.

Lucha! Maldita sea Bella, sigue luchando!

Pero esta vez, la voz de mi Edward parecía algo distante, y diferente. No era la voz aterciopelada que siempre tenia incluso cuando estaba furioso, era mas bien aspera y profunda, pero aun así juvenil y cálida.

¿Por qué luchar? Ya no quería seguir peleando contra la omnipotencia de las olas, no era solo el hecho de estar mareada, cansada y casi absolutamente congelada, no. No tenia ninguna razón para seguir luchando. No quería vivir, y en la situación en la que me encontraba, morir no parecía en absoluto una mala idea, hasta se me antojaba perfecta, ¿Por qué no lo había pensado antes?

Charlie, pensé. Era verdad, no podía hacerle eso a Charlie, y fue él lo único que me impidió acabar con mi vida en un principio.

"Jacob" luego también cruzó por mi mente. Él también había sacrificado mucho por mí, no era justo para él, ni incluso para Sam y los demás, que tal vez hasta estaban arriesgando sus vidas dando caza a Victoria mientras yo seguía hundiéndome en aquellas aguas gélidas y oscuras.

Bella!. La voz de Jacob retumbó a lo lejos. No era como las ilusiones que tenia de Edward, su voz siempre la oía cercana. Esta en cambio, se oía muy lejana. Sentía el agua salada quemándome mientras ingresaba cada vez mas atropelladamente en mis oídos, desgarrándome la garganta mientras mi cuerpo se entumecía y se congelaba aun más. Supe que había llegado a las rocas cuando sentí un golpe brusco contra mi pecho. Al menos ya sabia donde estaba la superficie.

El agua inundó mi garganta y salía a borbotones por mi boca y nariz, me quemaban los pulmones, y la sal me ardía tanto que hasta creí que estaba sangrando.

Bella, respira!

¿Jacob?

Entonces lo comprendí, no eran las rocas contra lo que había chocado. Eran mas bien los intentos de Jacob por salvarme la vida. La cabeza me daba vueltas aun, pero logré darme cuenta que la corriente ya no me arrastraba, y que yacía inerte sobre una superficie plana. Sentí que poco a poco el batir de las olas se fue desvaneciendo, y un calor irradiaba desde mi espalda. Traté de abrir los ojos, y después de un rato los puntos negros fueron tomando forma.

– ¿Bella? ¿Estás bien?

– ¿Jake? – grazné

Al menos ya respiras. ¡Vaya! ¿Te haz hecho daño en alguna parte? – el alivio se notaba en su voz

– S-sólo… en l-la… garganta... – tartamudeé, con los labios temblorosos por el frio

– ¡Qué susto me has dado! Venga, te llevaré a casa para que descanses. Te prometo que vas a estar bien. – Su voz adquirió un timbre serio en esta última oración.

– N-no… t-te preocup-pes Jake – mi voz sonó patética.

– ¡Que va! Si a mi me encanta cuidarte Bella. Vamos cariño. – Dijo suavemente, y enseguida me tomó en brazos. Sentí su piel cálida al contacto, y curiosamente… me sentí bien, y mas que protegida.

Entramos en la pequeña sala. Billy no estaba.

Me dejó recostada en el sillón, y luego se arrodilló a mi lado. Lo suficientemente cerca para que pudiera apoyar mi cabeza contra su pecho desnudo.

Intenté recordar cómo había llegado ahí, pero el sueño amenazaba con tomar mi consciencia. Logré pronunciar unas últimas palabras antes de caer rendida a la tentativa del sueño.

– Gracias… Jake.

– Duerme Bella, ha sido un largo día.


Desperté. El sol amenazaba con salir de entre las nubes. ¿Me había quedado toda la noche en aquel sofá?

Oh no... Ese no era un sofá.

Era mi habitación, mi cama. Era yo, y estaba viva. ¿Acaso todo había sido un sueño?

No.

Jacob dormía en la silla al lado de la puerta.

Aquella escena me resultaba demasiado familiar, e incomoda. Me recordaba los días en los que Edward solía quedarse a contemplar cómo dormía.

Jacob, sin embargo, traía a la habitación un aire distinto, y hacia que la atmosfera fuera más agradable, más cálida.

– Jacob… – susurré.

Abrió los ojos de golpe. – ¡Bella! ¡Has despertado!

- Lo siento tanto Jake… - los recuerdos de mi estúpido comportamiento hacían que me avergüence de mi misma, y mas que nada; que me sintiera furiosa.

- Bella, ¿que dices? No tienes de que disculparte. Ha sido mi culpa, no debí demorarme tanto. Te lo prometí, Bella. Y estuve a punto de no cumplir esa promesa – su voz se oía triste, y se asomaba un timbre de culpa. Pero yo lo sentía aun mas! No había considerado todas las opciones, y hasta ese momento no lo había pensado pero; ¿y que tal si Jacob hubiera resultado herido? ¡Que tonta fui!

Jacob debió leer la furia en mis ojos – Bella, tu no tienes la culpa de nada. Yo siempre estaré para cuidarte, recuerda eso.

No me había dado cuenta de que algunas lágrimas ya se asomaban en mis ojos, rechiné los dientes para evitar el total derrame de estas.

Me miró, aun con tristeza en sus ojos - Vale, vale ¡Ya estuvo con el melodrama! ¿Acaso no tienes hambre? Venga pues, a comer, Charlie me ha encargado que te alimente bien.

Charlie – recordé. -- ¿Dónde está? ¿Está bien? ¿Qué le has dicho? No quiero que se p-

- Tranquilícese Señorita Swan - me interrumpió, con voz sarcástica – Primero lo primero.

De una zancada atravesó el umbral, oí un sonido que provenía de la cocina, como de platos y cubiertos al chocar. Regresó después de un tiempo ridículamente corto. Tenia una gran sonrisa en el rostro

-- ¡La comida está servida!

Jamás había tenido que hacerme esta pregunta pero ¿Jacob sabia cocinar?

-- ¡Oh no! ¡Aun no quiero morir!

-- Bah, no te preocupes. Creo que todavía no te quieren allá arriba, si no ¡por qué te echan tantas veces!

Contuve la risa – No creo que alguien me haya echado de allá arriba, mas bien acá abajo no me dejan ir!

-- Bella, me ofendes. ¿Por qué piensas que no se cocinar? – dijo, al mismo tiempo que hacía un puchero, que no iba con su rostro fortachón

-- Perdón Jake – me reí – es que, tu sabes, teniendo a Charlie como ejemplo, a veces me olvido que no todos los hombres son inútiles para la cocina.

-- ¡Venga! Que lo he hecho especialmente para ti

Bajé las escaleras a trompicones. Mis piernas aun estaban resentidas por lo acontecido el día anterior, y me costó llegar hasta la mesa, pero hice todo lo posible para que Jacob no lo notara.

-- Vaya, luce bastante bien – dije, sorprendida.

Ante mi se encontraba la muestra de que Jacob no había mentido cuando dijo que si sabia cocinar. Una jarra de jugo se posaba en el centro con dos vasos a su lado, me senté en el lugar que siempre ocupaba; había un plato con un bistec recubierto de una salsa rojiza de aspecto grumoso, adornado con dos papas rebozadas, cortadas por la mitad, algunos guisantes y zanahorias oblongas. Reconocí el tipo de arroz, era arroz árabe; era de color caramelo, con pasas, pecanas y trocitos de fideo, ese tipo de arroz es trabajoso de hacer. La ensalada consistía de hojas de lechuga y espinaca con mayonesa roseada de abundante queso parmesano, encima tenía trocitos pecanas y de tostada integral, mi favorita.

– Jake! Esto esta muy bueno – dije al probar el primer bocado

– Que, ¿si? No es para tanto – lo vi sonrojarse ligeramente, y juguetear con el mantel. Parecía un niñito tímido al que le avergüenzan sus propios méritos, se veía tierno, y por segunda vez; sus gestos no iban con su cuerpo, muy fornido y desarrollado para su edad.

Reí divertida – ¿Quién te ha enseñado?

– Pasa algo de tiempo con Emily y verás que aprendes mucho!

– Se ve que es buena persona. Como lamento lo que le pasó... – recordé su rostro marcado por aquella cicatriz, recordé lo que me había contado, y cómo fue Sam quien la hirió, él debía sentirse fatal…

– No creo que entiendas en realidad ella es bastante feliz, no se arrepiente para nada de lo que le pasó con Sam – hizo una pausa, y su tono volvió a cambiar – si a ti te hubiese pasado lo mismo, conmigo claro, ¿te hubieras arrepentido de haberme conocido?

Lo miré sorprendida, vi la tristeza en su mirada y me lamenté haberle hecho pensar en esa ridícula suposición – Jamás me arrepentiría de haberte conocido, eres lo mejor que me ha pasado en bastante tiempo

Su rostro se iluminó de nuevo con esa sonrisa que tanto me gusta. – Lo sé – rió, muy creído de si mismo.

– Vaya humildad – dije, siguiéndole el juego

– Tu… también eres lo mejor que me ha pasado – replicó, al mismo tiempo que volvía a bajar la mirada.

Odiaba hacer sentir así a Jacob, pero era inevitable. Sabía que sentía algo por mi, de lo que no estaba segura era si yo sentía algo mas profundo por él.

Claro que siento algo por Jake, lo quiero tal vez demasiado, y tal vez no debería volver a entregarme a alguien así. Pero lo cierto es que Jake bien se ha ganado todo ese cariño, y por eso odio no poder corresponderle como se debe.

¿Y si no fuera solo cariño? ¿Como podría estar segura de lo que siento ahora por Jake? Se ha convertido en mucho mas que mi amigo, el es como mi propio sol, lo único que me motiva a seguir viviendo cuando quiero darme por vencida.

Me debatía en mi fuero interno, como si querer a Jacob de otra forma fuera pecado. Pero ya no podía- y no debía- pensar en el pasado. Ahora Jake sería mi presente. Ya estaba decidido.


Espero que te haya gustado n/n, y como dije al principio; necesito a alguien que quiera Betarme! Como te habrás dado cuenta tengo mucho que mejorar, y espero poder hacerlo con algo de ayuda y muuucho tiempo. Aklsdaskdl Déjame un review, si?

Bueno, en fin eso era todo, Matta nee!