Título:
Felicidad
Pareja: Ginny/Harry
Harry/Hermione
Palabras: 918
Genero:
Drama
Pov: Ginny
Autora:
Isabella Massiel
Capitulos: UNICO
El llanto se
comenzó a apoderar de mí sin que me diera cuenta de cómo había
pasado. Todo era muy rápido, un torbellino pasaba frente a mis ojos,
confundiéndome, mareándome, lastimándome, dejándome sin salida,
dejándome sin saber como reaccionar, sin saber como seguir adelante,
queriendo volver al pasado, retroceder el tiempo… No unas cuanta
horas como me permitía el giratiempo, sino años, 19 años. El baúl
que el estaba haciendo hace unos segundo queda olvidado en el suelo.
Ahora sus ojos me desarman. Tan furioso. Tanta pena en ellos. Tanto
dolor. Un alma destrozada que se puede ver aun en la distancia.
¿Cómo
llegamos aquí? ¿Cómo llegue a estar sentada llorando a la orilla
de una cama mientras mi gran amor pasea de un lado a otro en la
habitación? ¿Cómo la mirada llena de amor que me daba hasta hace
unos días atrás se transformo en una de puro rencor? ¿Puede una
pareja superar esto? ¿Puede un amor superar esto?
Me pongo de
pie, las lágrimas ya no caen por mis mejillas, pero los sollozos aun
no han parado. No creo que lo hagan durante al menos unos minutos
mas. Desde la puerta de la habitación el me mira expectante. –No
me darás una explicación, Ginebra.- Pregunta mirándome
directamente, susurrando. Por mi parte le doy una mirada arrepentida.
Esto no puede haber sido solo un hechizo. Yo lo amo. El me tiene que
amar. ¡Lo he amado toda mi vida por circe!-¿NO ME MERESCO UNA
DISCULPA AL MENOS?- Sus gritos me perforan los oídos. Suelto un
sollozo aun más fuerte que antes. Se que no me disculpara, pero
intentarlo vale la pena. Demore años en construir lo que tengo
ahora. No lo puedo perder tan fácil. Tengo todo lo que alguna vez
desee, y lo tengo con el. No me rendiré tan fácilmente.
-Escúchame
amor- Comienzo a decir soltando nuevas lágrimas. El da un paso
hacia mi furioso, y antes de dejarme explicarme vuelve a hablar, con
la mirada fija en la nada, como si prefiriera ver el suelo que verme
a mi.
-No quiero tus explicaciones, Ginebra. – me dice, y
aun sin mirarme se acerca al baúl y mete en el las ultimas de sus
prendas que quedaban en el armario que hemos compartido durante todo
nuestro matrimonio.- MALDITA SEAS GINEBRA WEASLEY- la camisa
verde que le regale hace unos años cae al suelo desde sus manos,
cerradas fuertemente en puños. – Arruinaste mi vida por un
capricho, arruinaste la de Hermione, la de James, la de Lily, la de
Albus, la de Rose, la de Hugo. ¡Tu y tu maldito hermano arruinaron
nuestras vidas! ¿Estas contenta ahora? ¿Eres feliz con esta
fantasía de amor que crearon?
-¡ES TU CULPA TAMBIEN!- le
grito sin poder contenerme- Tu distancia me enfermaba, tan obvio
para los demás, pero fuiste tan ciego, tu me amabas Harry, yo lo
sabia. Esa vez en la sala común cuando me besaste lo sentí. ¡Tú
me amabas! Estabas tan cegado, tan estúpidamente obsesionado con
ella que ni siquiera te dabas cuenta de lo enamorado que estabas de
mi. Yo me di cuenta. Yo hice lo necesario para tener lo que quería.
Solo yo tuve el valor para hacer lo necesario. Ron fue un imbécil,
al comienzo no quería. Pero yo fui mas fuerte, y el siempre te ha
tenido envidia. Convencerlo de que ayudara fue fácil. Lo único que
el quería era a ella. Y tú aun amándome se la ibas a quitar. No lo
podíamos permitir. Había que hacer algo. La poción era nuestra
única opción. Yo vi que era nuestra opción.
Fue tarde, 19
años tarde. Pero cuando vi la mirada en el rostro de mi esposo me di
cuenta de toda la verdad.
-Nunca te ame, Ginny. Date cuenta.
Todo lo que paso los últimos 19 años ha sido producto de tu
poción.- El ya no grita, pero sus susurros resultan aun más
hirientes que los gritos. El siempre la amo. Nunca pensó en mí por
el mismo. Un mes olvide la poción. Solo un mes sin amortentia para
ambos basto para que se dieran cuenta de que sus sentimientos no eran
reales. ¡Pero yo creí que el me amaba! ¡Estaba segura de que el me
amaba! Un mes no hubiera sido problema si ellos alguna vez nos
hubieran amado de verdad. Por eso ahora mis hijos hacían sus maletas
para partir con su padre y con la que pronto seria su madrastra. Por
eso Hermione y sus niños esperaban abajo. Ellos siempre se habían
amado. Y en el fondo yo siempre lo había sabido…
Ellos era uno
para el otro. Ellos estaban destinados a estar juntos. No hay magia
que sea capaz de vencer la magia más poderosa del mundo. El amor no
lo puede vencer una simple poción.
Harry tomo su maleta de nuevo,
y la puerta de la habitación se abrió justo en ese
momento.
-Perdónenme- susurre. Pero no llegue a saber si
me habían escuchado. Hermione tomo la mano de mi marido y este beso
sus nudillos. Me dirigieron una mirada de lastima, pero no
contestaron. Los observe mientras salían al exterior de la casa. Mis
hijos parecían por primera vez en años alegres, charlaban con sus
primos ¿O son hermanos? Alegres sin mí… Ellos se besaron… Y
yo solté un nuevo sollozo. Yo había provocado todo esto.
El
llanto me venció de nuevo, pero no me importo. Ellos estaban
felices. Mis grandes amores estaban felices. Y mientras esto fuera
así, yo podría vivir con mi dolor.
