Bueno aquí os dejo mi primer fic, titulado Harry Potter y el secreto de Meteora (este nombre puede cambiar) continuación del sexto libro oficial, mi versión de cómo debería de haber sido Deathly Hallows. Espero que os guste.
Disclaimer: Todos los personajes de Harry Potter pertenecen a JK Rowling, hasta que no se demuestre lo contrario.
Capitulo 1:Las hermanas Black
Narcisa Black miraba por la ventana como su hijo huía de aquel lugar. Era un día lluvioso y ese tiempo parecía estar acorde con sus sentimientos. Algunas lágrimas escapaban de sus ojos y recorrían su rostro, otrora bonito, y ahora demacrado por las desgracias. Esperaba de todo corazón que su hijo tuviera tiempo de escapar. Si no estaba equivocada, Voldemort ya sabía su situación, y en pocas horas irían a buscarlos. Pero ahora lo importante era la vida de su hijo y sabía que tenía que entretener a los mortífagos para que Draco tuviera tiempo suficiente para escapar, aunque tuviera que dar su vida en el intento.
La mujer se giró para mirar la casa. Llevaban escondidos en ella desde que su hijo tuviera que huir por miedo a la ira de Voldemort. Los años habían echo que una casa, que en sus mejores tiempos fue verdaderamente bonita, ahora estuviera en ruinas. Las paredes estaban medio destruidas y a cada paso se podían encontrar recuerdos de la vida de la gente que había vivido ahí. Ella mismo había ido allí después de que la casa fuera abandonada en varias ocasiones, para ahogar sus penas. Recuerdos, pensó Narcisa. Ahora recordaba los tiempos buenos. En este punto de su vida no era capaz de sonreír ni siquiera con el recuerdo de los tiempos mejores. Solo le preocupaba el futuro de su hijo y esperaba que fuera mucho mejor que el que le esperaba a ella. Había dicho a Draco que intentara a huir a una casa cerca de la localidad de Cambridge. Sabía que allí seria muy difícil que lo encontraran y, además, sabía que estaba bastante protegida por hechizos. Sin embargo esta no lo estaba ya sus habitantes había sido muggles y una vez abandonada Narcissa no podía hacer nada por protegerla. Pero era el lugar que mas cerca tenían al huir y les había servido.
Pocos minutos después de separarse de la ventana se oyó un ruido en el piso de abajo. Narcisa se movió y rápidamente saco su varita y se quedo esperando a que alguien subiera. Los pasos en la escalera cada vez sonaban más fuertes hasta que una mujer apareció en el relleno. La mujer tenía su pelo, de color negro, totalmente desordenado y su rostro era el fiel retrato de la locura.
-¡Expeliarmus!
La varita de Narcisa salió disparada y fue a parar a manos de la mujer recién llegada.
-Cissy ¿que tal? Sabia que te encontraría aquí, en que otro lugar mejor para esconderte que tu escondrijo de pequeña en donde te pasabas las tardes llorando- dijo la mujer, con burla.
-Bella, todo un placer volver a ver a mi hermana favorita- dijo con ironía- Pero creo que tu visita no se debe precisamente a visitar a tu hermana ¿me equivoco?- contesto Narcisa, utilizando el mismo tono que había utilizado su hermana.
-No te equivocas, Cissy. Además como ya supondrás no vengo sola. Así que espero que no tengas problemas para colaborar.
Narcisa oyó ruidos en la planta de abajo. Más mortífagos. Su hermana le vigilaba atentamente y sabía que no podría escapar. Pero tampoco era ese su objetivo. Se conformaba con hacerles perder tiempo.
-Cissy me gustaría que me contaras donde esta Draco sin tener que torturarte demasiado así que iré directa al grano ¿Dónde esta tu hijo?- dijo Bellatrix lenta y tranquilamente.
-Sabes que jamás te lo diría ni aunque me aplicaras la mayor de las torturas o me amenazaras con la muerte. Así que dime, Bella¿Cuál es el verdadero motivo de tu visita?
-Sigues siendo inteligente Cissy, pero en este momento creo que no estas en la mejor situación para jugar- respondió Bellatrix e inmediatamente realizo un hechizo-¡Incarcero!
Unas cuerdas rodearon el cuerpo de Narcisa, que se vio obligada a apoyarse en la pared para mantener el equilibrio. Su hermana la tenia aprisionada pero todavía le podía hacer perder tiempo. Bellatrix volvió a hablar:
-Veras Cissy, antes de llegar ya sabía de sobra que tu jamás me dirías donde esta tu hijo aunque te torturara. Pero a lo que vengo es a negociar. Al señor tenebroso le interesa mucho la situación del joven Draco porque, a pesar de su fracaso en la misión que le había sido asignada, cree que aun le podría ser útil. Por supuesto, recibirá el castigo correspondiente por su comportamiento, pero el señor tenebroso no lo matara. Por eso, Cissy, solo quiero que me digas el paradero de tu hijo para encontrarlo y volver a tenerlo entre nuestras filas.
-Bella, no creo que estés en tus cabales al creer que la piedad que me ofrece tu señor será suficiente como para que te diga donde se encuentra- respondió Narcisa- Podría ser la solución mas fácil, pero ahora ha llegado el momento de que sea mi hijo el que decida en su vida y no yo o las demás personas, y te aseguro que el no ha elegido volver a vuestro lado.
-Eres una insensata Narcisa…. ¡crucio!-La maldición imperdonable dio de pleno en el pecho de Narcisa, que se retorció de dolor, pero no emitió ningún sonido de lamento.
-Quieres hacerte la fuerte ¿no? No te das cuenta de que es la solución para todos vuestros problemas, Narcisa. Tú evitaras la muerte y tu hijo evitara la persecución que iniciara el señor tenebroso para capturarlo. No lo harás por tu bien, lo harás por el bien de tu hijo, de Draco- Bellatrix intentó convencer a Narcisa pero esta no cedió:
-Jamás lo haré Bella. Ya te lo he dicho antes ahora lo importante es la vida de mi hijo, no la mía. Y el ha decidido por si mismo, y yo aceptare esa decisión aunque me cuesta la vida.
-Narcisa - dijo Bellatrix, con la voz cada vez mas tensa – Si no nos dices donde esta Draco lo acabaremos encontrando y matando, y tu sacrificio no servirá para nada.
-Si servirá para algo, Bella, lo que pasa es que tú jamás lo entenderías porque hace mucho que no eres capaz de sentir algo en ese corazón tuyo, excepto el odio y el rencor. Servirá, claro que servirá. Servirá para que mi hijo, que por cierto también es tu sobrino, tengo su propia vida, y aun en el caso de que lo encontréis y lo matéis, los días que Draco sea capaz de vivir alejado de vosotros y viendo como es el mundo de verdad, le servirán para ver que en el mundo hay cosas mas importantes que vuestro desprecio hacia todo, y eso, será motivo suficiente para mi sacrificio- Narcisa termino de hablar con la voz algo temblorosa pero con una gran determinación en cada una de sus palabras.
Después de hablar Narcisa, las dos hermanas se quedaran observándose mutuamente. A su alrededor todo parecía haberse parado esperando cual seria el desenlace de todo. El polvo de la casa se podía ver a través de la luz que entraba por las ventanas, y hasta el se había decidido a pararse en espera del desenlace final. La primera en volver a hablar fue Bellatrix.
-Tu y tus tonterías, Narcisa- comento Bellatrix con un gran desprecio en su voz- Los sentimientos esos de los que hablas no son más que estupideces que os vuelven vulnerables ante todo y para eso yo no los quiero, ni los necesito. Gracias a todo esto me será mucho mas fácil matarte, Narcisa, porque sabré que tu muerte no tendrá importancia, ya que los débiles como tú, no merecen tener un hueco en este mundo. Me esperaba mucho mas de ti, Narcisa, pero me has decepcionado. Adiós Cissy y dale saludos de mi parte a todos los desgraciados que han sido asesinados por mi, en especial a mi primo Sirius- concluyo Bellatrix con una sonrisa maníaca antes de ejecutar el hechizo fatal:
-¡Avada Kedavra!
Y mientras que el cuerpo maniatado y sin vida de su hermana, caía sobre el sofá, Bellatrix, que tanto presumía de no tener debilidades, no pudo sentir un escalofrió al ver como había asesinado a su propia hermana sin ningún escrúpulo.
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