DISCLAIMER: The Last Of Us pertenece a NaughtyDog.
Introducción - Separados I.
Era un lindo día de primavera, la brisa ondeaba mi cabello a medida que iba caminando, tomada de la suave mano de mi madre, yo tenía los ojos vendados gracias a que hoy era mi fiesta de cumpleaños, y mi madre me conducía hacia la "fiesta sorpresa" que no era tan sorpresa desde que mi hermano mayor, Sam, había escupido la sopa esta misma mañana en el desayuno, cosa que a mamá no le agrado y le quito su ración extra de tocino. Estuvo quejándose por un rato y después se le paso.
Apreté la mano de mamá, para que me dijera cuánto faltaba para llegar, si, la caminata de mi habitación al jardín de la casa no era muy larga pero a mí me estaba comenzando a parecer infinita y todo porque estaba un poco ansiosa.
—Falta poco, cariño. —Me dijo con su cálida voz.
Mientras yo tenía nervios crecientes por lo que estaba a punto de ocurrir, las sorpresas nunca me han gustado. Y cada paso que daba me ponía más nerviosa. No es como si se fuera a acabar el mundo ¿no?
—Silver, ya casi estamos.
Ya era la segunda vez que mi madre decía eso y no habían pasado menos de dos minutos, estaba impaciente y a la vez expectante. Sentí el crujir de la grama bajo mis zapatos y contuve una sonrisa, los nervios superaban la emoción así que la sonrisa desapareció en un pestañear. Mi mamá me tomo suavemente por los hombros y me dio un beso en la coronilla, al mismo tiempo que me quitaba la venda de los ojos. Mire a mi alrededor y me sorprendí cuando vi que estaban algunos amigos de la escuela y mi hermano, mi padre y mi abuelo, sonriéndome ampliamente.
¡La fiesta era de Savage Starlight! La protagonista principal de mi comic favorito. No cabía en mi felicidad, y abracé a mamá muy fuerte por las piernas.
—¡Mamá! Es increíble ¡De verdad increíble! ¡Es una pasada! —sonrío ampliamente, y corro hacia los demás para saludarlos.
Mi hermano Sam me abraza y me despeina con una mueca en el rostro, mi padre me da un beso fugaz en la mejilla y mi abuelo me da un abrazo 'de oso' como le gusta llamarlos. Mi vista fue a parar en el pastel de cumpleaños, ¡era la cara de Savage Starlight!
—¡MAMÁAAA! —Y brotaron las lágrimas, era increíble de verdad.
Mamá corrió hasta mí y me dio un abrazo a la vez que mecía dentro del mismo.
—Tranquila cariño, espero que estés llorando de la felicidad, mi hermosa flor de primavera.
Mi madre solía llamarme su hermosa flor de primavera, ya que nací en dicha estación.
A pesar de que estuviéramos en una mansión acongojados, por lo menos el día de mi cumpleaños ignoraríamos la situación pandémica que estaba viviendo el mundo.
—¡General! ¡GENERAL! ¡LOS INFECTADOS HAN ENTRADO Y ESTÁN POR TODOS LADOS!
Muy tarde para pensar que podríamos ignorar dicha situación.
Sí, mi padre era el líder de un escuadrón de militares que se encontraba a cargo de una de las zonas en cuarentena, y por eso teníamos 'algo' de privacidad a diferencia de todas las demás personas que se encontraban en campamentos y pasándola realmente mal, algunos eran elegidos para ser entrenados para la milicia y otros fuera de las zonas de cuarentena luchaban por sobrevivir, del mortal virus.
Y sabía que algo más pasaría este día, algo me lo decía, tenía una especie de corazonada desde hacía horas, desde que me levanté y vi la cara de mi madre que lucía un poco enferma un poco menos resplandeciente de lo normal.
—¡KELLY! ¡KELLY! LLEVA A LOS NIÑOS CONTIGO, ¡PADRE! ¡VE CON ELLOS! ¡AL BÚNKER Y NO SALGAN! —Mi padre gritó y en seguida siguió a los otros militares que fueron en su búsqueda.
Uno, dos, tres… diez segundos. Estallidos. A lo lejos, se escuchaban estallidos, realmente todo estaba pasando en nanosegundos pero para mí todo pasaba en cámara lenta, mi padre gritándole a mi madre qué hacer con nosotros y desapareciendo, mi abuelo sacándose el revólver de la chaqueta, tomando a Sam del brazo luego a mi madre y mi madre halándome a mí.
Gritos de dolor. Tomo diez segundos exactos para que los infectados llegaran a la fiesta de Savage Starlight.
Los infectados ya estaban dentro, y venían a por nosotros. De un momento a otro se comían a mis invitados, unos niños como yo, de apenas 12 años. Sus madres horrorizadas, también siendo atacadas y salvajemente devoradas por aquellas monstruosas criaturas.
Corrimos por el corredor cuesta abajo, buscando el famoso búnker del cual yo no tenía idea. Hasta ahora.
—¡SILVER NO TE DESPEGUES DE MÍ! ¡COMO PEGAMENTO!
"Como pegamento." Repetí mentalmente y asentí con la cabeza. Mi corazón daba tumbos tan rápido como las alas de un colibrí cuando se alza en vuelo para buscar néctar de las flores del jardín de mamá… Un jardín que ya no existía. Unas flores que jamás volvería a ver.
Escuché uno de esos sonidos recientemente familiares para mis oídos. Una especie de gruñido con lamento.
—GRRRRRRRWAUUUUUU.
Era una infectada y corría a toda velocidad hacia mí. Mis ojos abriéndose como platos y mi boca abriéndose, para dejar escapar un chillido de terror.
Mi abuelo le acertó un tiro en la cabeza, la cosa cayó muerta en el instante.
—KELLY, APRESÚRATE, YO NOS CUBRIRÉ. ¡ABRE EL BÚNKER!
Mi abuelo se puso de espaldas a nosotros y comenzó a cubrir el pasillo mientras, Sam y mi madre hacían a un lado una biblioteca de aproximadamente 2 metros con tanta facilidad, detrás de la biblioteca había una gran puerta de metal plateada con un montón de cosas en ella. Mi madre se apresuró a teclear la contraseña, seguido de un –beep- la puerta se abrió. Y entramos como rayos. Mi abuelo y con una exhalación se echó sobre sus rodillas al suelo, soltando un par de lágrimas.
—No sé si Austin lo logre. —Masculló, llevándose ambas manos a la cara.
Volteé a ver a Sam, no tenía expresión en el rostro. No leía nada en su rostro. Mi madre sollozaba en silencio al mismo tiempo que se arrodillaba junto al abuelo y le sobaba la espalda, tratando de consolarlo.
—Estará bien, Justin. Él estará bien. —Dijo mi madre sin mucho ánimo. Apretó los labios.
Mi abuelo la miro a la cara y le dio un abrazo. ¿Y yo? Yo aún no podía creer nada de lo que estaba pasando… Todos los días que había pasado ignorando la pandemia… hasta que me tocó a mí.
Hasta que se me abrieron los ojos de una manera horrible, todos los días cuando íbamos a la escuela militarizada nadie nos hablaba de los infectados… Sólo nos decían lo estrictamente necesario: "es una enfermedad altamente contagiosa" "no hay cura" "el mundo ya no es como era antes" "nunca será lo mismo" "olvídense del mundo exterior" "crecerán para proteger este territorio" y cosas así.
Yo quería ser médico cuando mayor, según mi madre entraría a un programa para jóvenes al cumplir la edad de Sam. Sam tiene 16 y yo apenas estaba cumpliendo 12, cabe destacar que Sam ya estaba en ese programa y tenía bastantes y buenos conocimientos, estaba formándose para ser 'biólogo' o algo así, especializado en la parte del virus. Era un programa nuevo militar. Aunque aún no entendía porque no querían decirle a papá. Esa ya es otra historia.
Bajamos la escalera del búnker, hacía bastante calor. Mi madre me obligo a recostarme en su regazo mientras me acariciaba el cabello y tarareaba una canción. Sam daba vueltas por el búnker y mi abuelo hacia guardia en la puerta.
—Mami dime ¿por qué sucede esto con el mundo?
—No lo sé amor… —Me contesta ella con su voz acaramelada que siempre me tranquiliza aún en una situación como esta.
—Sams está inquieto mami. Dile que se siente. —Digo viendo a mi hermano, él se voltea cuando menciono su nombre y niega con la cabeza.
—No hasta que papá llegue. No hasta que sepa que está vivo.
—¡Samuel! ¿Qué cosas dices? ¡Claro que tu padre está vivo!
—¡KELLY, KELLY VEN AQUÍ! —Mi abuelo grita desde arriba.
Mi madre me aparta con rapidez de sus piernas y da zancadas hasta las escaleras, se pierde en ellas.
2 o 3 minutos. Mi abuelo y mi madre bajaban las escaleras dificultosamente con mi padre entre los dos, tiene la cara llena de sangre y un hilo de sangre sale de su boca.
—¡PAPÁ! ¡PAPÁ! —Sam corre hasta ellos y los ayuda a recostar a mi padre en la otra cama.
—¿Papá? ¿Te mordieron? —La preocupación haciéndose presente en cada uno de los rostros.
—N-no. —Titubea mi papá. —Fue una bala perdida.
—D-déjame ver papá. —Ahora Sam es el que titubea.
Sam procede a levantar la camisa de papá, pero abre los ojos como platos. Y traga duro.
—¡Papá te mordieron! —Suelta un chillido.
Las lágrimas comienzan a salir a raudales de los ojos de mi madre, y yo siento mi rostro húmedo. Estoy llorando. Mi abuelo cae de rodillas al frente de mi padre.
—Tienen que… tienen que deshacerse de mí. ¡Ahora! —Logra decir mi padre.
—¡PAPÁ! ¡NO PAPÁ! ¡NO PIENSO DEJARTE! —Grita Sam.
—¡ESTOY COMENZANDO A PERDER LA RAZÓN! ¡NO RECUERDO NADA! ¡NO SÉ QUIÉN SOY! —Grita mi padre, y una espuma blanca comienza a brotarle de la boca.
La situación estaba fuera de control, mi madre voltea a ver a mi abuelo inerte, no se mueve, ya no es abuelo, es una piedra, inamovible de su lugar. No hace nada, no dice nada. No piensa, no es.
Mamá se levanta y veo la determinación dolorosa en sus ojos, le arranca el revólver de la mano al abuelo y –boom, boom- se escuchan dos tiros secos. Yo no logro ver nada más que el pecho de Sam, quien en algún momento corro hacia mí y me apretujo contra él, mientras me mojaba el cabello con sus lágrimas.
—Debemos ser fuertes. —Dice mi madre, con voz temblorosa.
—Justin reaccione… —Grita mi mamá.
La piedra que era mi abuelo, reacciona y le quita el revólver a mi madre de las manos se la lleva a la cabeza y se quita la vida delante de su yerna y sus dos únicos nietos. Esta vez soy parte de la primera fila y veo los pedacitos de masa encefálica del abuelo volar por todo el búnker, esparciéndose en una explosión violenta por todo el suelo. Como confeti, como confeti de la fiesta de Savage Starlight. Confeti de sesos. ¿No es ese un pensamiento bizarro para una niña de mi edad?
El cuerpo inerte de lo que era mi abuelo se desploma con un golpe seco.
Mi madre no se deja afectar por lo que acaba de presenciar, tiene gotas de sangre en toda ella. Se limpia la cara con el borde del vestido blanco. Parece una de los dibujos de un niño que está en mi clase de arte avanzada, el niño de verdad tiene una obsesión por la paleta completa de rojos, desde rojo carmesí hasta rojo rubí.
Mi madre me toma por el brazo firmemente y le hace una seña con la cabeza a Sam.
—Sam, quiero que te pegues a mí como pegamento. Y tú también, Silver. ¿De acuerdo? —Sus ojos grises centellean al mirarme, como cuchillos de plata. Asiento. Ella se saca de un liguero escondido bajo el vestido un arma pequeña, elegante como ella, leo que la etiqueta dice sig-sauer p226.
De repente recuerdo que mi madre solía ser una cadete, hasta que se enamoró de papá y nacimos Sam y yo.
—Debemos salir de aquí y llegar lo antes posible a los militares. O a las luciérnagas, lo que sea que pase primero.
¿Luciérnagas? ¿Dijo luciérnagas?
—Tengo una amiga ahí… ella nos mantendrá a salvo.
—Mamá, no podemos estar en ambos lados. Debemos decidir si ir con las luciérnagas o con la milicia.
—Entonces nos vamos con las luciérnagas. —Dice decidida y comenzamos a avanzar por el pasillo, subiendo las escaleras.
Fuera del búnker todo está muy silencioso, las luces parpadean dándole a la escena un toque bastante siniestro. Yo me aferro a la cintura de mamá.
—Necesitamos ser silenciosos. Estas criaturas son salvajes, y según lo que sé… —Hace una pausa. Y asoma la cabeza por entre la puerta del búnker y afuera. —Tienen el oído a cien. Así que vean al suelo de vez en cuando. Silver cariño, necesito que dejes de abrazarme para poder movilizarnos mejor.
Entonces la realidad cae de golpe sobre mis hombros, como caían las bolsas de cemento sobre los carritos la vez que comenzaban a reforzar los muros de la ciudad, rápido y con un golpe seco. Trago duro. Hemos sido separados de una parte de nuestra familia, y ahora no somos más que tres sobrevivientes…
Buenas, pues resulta que terminé este juego hace unas horas. Y decidí que necesitaba escribir una historia con este juego. Ya que me encanta la trama y me encantaron todos sus personajes. Planeo que esta fic siga la 'storyline' del juego, sin embargo le voy a agregar algunos detalles a mi gusto y además añadire a unos cuantos personajes míos. Escribo por placer, tratare de mantener a cada personaje con su personalidad, pero si me salgo un poco no me juzguen ya que a mi parecer es mi percepción de cada uno de ellos, y cada persona tiene una percepción diferente de las cosas. Amaría que si lees esto, comentes y añadas a fav y follow. Jajaja, no es mucho pedir. Los primeros capítulos serán sobre Silver, mi OC, y sobre su 'backstory' para después comenzar a enlazar su historia con la historia de Ellie y Joel. La historia será un JoelxOC pero prometo hacerla interesante.
Cordiales saludos, me despido.
PD: si tienen alguna sugerencia para mejorar mi escritura, ¡son bienvenidos a mis mensajes privados! ¡Muchísimas gracias!
leonhardtrose.
