Hola, qué tal.

Como mencioné en mi cuenta
de instagram, (floorvioleetta),
este día publicaría una mini-historia,
partiendo por los rojos.

Espero puedan disfrutarla.

Esta parte es solo la introducción
al conflicto principal de la historia.

AU; rated T.

Historia dividida en cinco partes.

Basado en: "Affection", de Cigarettes After Sex.

PRIMERA PARTE

"WHAT DOES IT MEAN?"

Ya a sus diecinueve años, pronta a cumplir veinte en unos meses, estaba en el segundo año de su carrera en la honorable Universidad de Cityville… Ella, Blossom, junto a su novio, Brick.

Le gustaría decir que su relación iba de lo más bien, pero eso sería, en parte, una especie de mentira. No es que estuviese mal, o muy distanciados, sin embargo, si cuando en la escuela solían verse con mucha frecuencia, ya sea todos en clases y los fines de semana, ahora solo compartían algunos breaks en la universidad y algunos almuerzos.

Si bien sus amigos sabían que ellos salían, se les hacía tan raro verlos juntos, todo por la poca interacción entre ellos en la cotidianeidad.

Ni siquiera se alojaban en el mismo lugar. Blossom tenía una habitación en el quinto piso de la residencia universitaria, mientras que Brick tenía su propia fraternidad, a las afueras del Campus.

–Qué conveniente –suspiró Blossom, recostándose por unos segundos sobre su cama, luego se incorporó para acomodarse en el escritorio.

Su compañera de cuarto no estaba, y al parecer no llegaría esa noche, así que podría estudiar con tranquilidad.

Dispuso de sus apuntes para comenzar a armar ese mapa conceptual que siempre le ayudaba para estudiar, cuando una simple idea apareció en su mente:

–¿Y si nuestra historia es un cliché?

Blossom, al ser estudiante del área humanista, tenía acceso a muchos libros, incluso si no estaba estudiando filología o literatura, tenía conocimientos de variados tópicos literarios y cánones que se cumplieron según el periodo en el que se desarrollaron.

En ese caso, el cliché más común que se ha escuchado estos días es: chica buena e inocente y chico malo que termina corrompiéndola.

Dejó el bolígrafo bruscamente en el escritorio, pasó una mano por su frente, corriendo un poco el flequillo que en ella se dejaba caer y suspiró pesadamente. No es como si ella pudiese considerarse, de verdad, como una chica buena; lo único que tenía "bueno" eran sus calificaciones, siempre ha destacado por ello, pero su actitud dista mucho de ser una chica "inocente", aunque sí es apegada a las reglas.

Ahora bien, en el caso de Brick, tampoco es como si él fuese un "chico malo". En esas historias, el chico malo está rodeado de chicas, todas quieren con él, su actitud de maleante destaca por sobre su inteligencia, además de siempre ser condenadamente guapo y con un pasado familiar bastante "cruel y desamparado", ya que es usual que hayan vivido episodios donde sus integridades física y mental fueron pasadas a llevar, por su madre o padre –siempre es el mismo patrón.

¿Y en su caso? Brick solo se crió con su padre, un hombre con mucho vello, pero que para él y sus hermanos jugó el papel más importante en sus vidas, debido a que fue padre y madre a la vez, siempre trabajando para darles lo mejor a sus hijos.

La chica echó un vistazo a la galería de su teléfono para checar las fotos que tenía con Brick… y de Brick.

Besos, abrazos, él comiendo, durmiendo, leyendo… Tenía la suficiente cantidad de fotos como para hacerle un álbum de cien páginas e incluso le faltarían páginas para ponerlas todas.

Con su mano libre, apretó su labio inferior.

–¿Será que de verdad tengo una relación cliché?

Pero… la verdad es que no podía dar como respuesta un "sí" rotundo, porque Brick no se acomodaba a los estándares que se esperaba que tuviera para considerarlo un cliché de la época.

Y es que Brick no se rodeaba de chicas, porque se esparcía rumores de que a él no le agradaba la compañía femenina a menos que fuese su novia –y gracias a esos rumores, se le tildó de misógino y machista por mucho tiempo, aunque a él le valía verga, no iba a ser la primera ni la última vez que inventaran un rumor sobre él.

Y es que Brick tampoco era el adicto al sexo que se podría esperar o rumorear, tampoco era un chico abusivo.

El estigma que cumplía, era la ironía, el sarcasmo, y la costumbre de hacer sus fiestas de desmadre con los de su fraternidad.

Ah, sí, se me olvidaba, tampoco era el chico que iba a fiestas pero igualmente le iba increíble en los estudios, porque siempre calificaba con "suficiente". No le importaba la calificación –la verdad es que sí, pero no demasiado– si le servía para aprobar.

–Maldito sea ese cliché –dijo la chica, sacudió su cabeza–. No es tiempo para pensar en tanta mierda, Blossom, concéntrate en Derecho Civil.

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Brick encendía un cigarrillo mientras esperaba afuera de la facultad de su novia, sentado en una de las tantas bancas que estaban dispuestas en el campus.

Mantenía su cabello largo amarrado en una coleta baja, sus orejas quedaban al descubierto, por lo que era posible ver sus perforaciones y el aro de cadena colgante que tenía en la izquierda.

Le había llegado un mensaje de uno de sus compañeros de fraternidad, donde le decían que apresurara las cosas para que pudiesen organizar la fiesta antes de las vacaciones de Navidad, así que ahora solo le quedaba por convencer a su novia de asistir. A sus amigos les agradaba mucho la chica, pero ese no era el motivo por el cual quería invitarla.

El motivo era simple, no había mucho rodeo: quería pasar esa fiesta con ella. Sin Blossom, la verdad es que era bastante aburrido al final, ya que solo bebían, fumaban un poco de marihuana y a dormir. En cambio cuando está con ella, al final se acuestan y se terminan durmiendo en medio de una conversación sin sentido.

Ella es la que cae rendida primero.

Ya parecía haber un poco de movimiento en la facultad y varios estudiantes empezaron a salir de ella.

Entre la multitud, ese lazo rojo era inconfundible.

Al verlo, ella alza un brazo y lo agita, Brick responde enseñando la palma de su mano libre.

Brick exhala el humo que tenía antes de darle un corto beso en los labios a su novia.

–¿Qué tal estuvo tu clase? –le preguntó a ella.

–Un tanto aburrida, la verdad es que simplemente pareció que el profesor recitó el libro que nos mandó a leer.

Se tomaron de la mano y caminaron por el campus. Conversaron un rato, sobre el ajetreo de sus respectivos hermanos por la llegada de la Navidad, el ajetreo en general de todas las personas por Navidad, cada uno pudo quejarse sobre alguno que otro profesor o clase, hasta qué, Brick se da cuenta de que iban camino a la residencia de ella.

–¿Por qué vamos hasta tu residencia?

–Ah –ella detiene el paso–, es que ya terminé mis clases hoy, pensaba ir a la habitación para descansar y así poder arreglar mis cosas antes de irme a casa mañana en la mañana.

–¿Por qué? ¿Te quieres ir temprano?

–¿Tienes algún otro plan? Sabes que me gusta tener todo bien organizado, Brick –le soltó la mano y se cruzó de brazos–, ¿por qué es que lo cuestionas ahora?

–Porque pensaba que esta noche podríamos estar en mi fraternidad en la fiesta antes de las vacaciones de Navidad.

Blossom cambió su expresión de curiosa a una de fastidio; Brick rodó los ojos antes de que ella empezara a hablar.

–¿Fiesta, Brick? ¿En serio?

–No empieces una escena ahora, Bloss, sabes muy bien que se hacen fiestas antes de las vacaciones…

–¡Brick! ¡Quedamos en que nos iríamos juntos a Townsville antes del mediodía, y me sales con que hoy quieres ir de fiesta! ¡No estarás a tiempo!

–Ya bájale a tu drama, ¿okay? –Brick suspiró y pensó si era momento ya de sacar otro cigarrillo, considerando que el que estaba fumando ya se había acabado hacía unos minutos atrás–. Si salimos después del mediodía tampoco es una gran diferencia.

–Eso crees tú, pero a diferencia de ti, yo tengo planes familiares.

–¿Y tú piensas que yo no? –frunció el ceño–. El que vaya de fiesta no significa que no tenga ganas de ver a mis familiares.

–Si nos vamos tarde, estaremos menos rato con ellos.

–Amor, estamos a una hora como máximo de Townsville –aclaró Brick–. Si nos vamos a las doce, llegaríamos a la hora de almuerzo, si nos vamos después, también.

–No, Brick –negó con la cabeza–, me niego a la idea de tu fiesta.

–Bien –dio un paso hacia atrás–, de todas maneras te estaba preguntando si querías ir conmigo. Como tu respuesta es no, iré solo… Corrijo, estaré sin ti, porque a fin de cuentas la fiesta es en mi fraternidad.

–Iré a buscarte mañana en la mañana –dijo ella empezando a caminar dentro de su residencia–. A las diez me tendrás en tu fraternidad, y a las once nos iremos. No esperaré ni un minuto más.

Brick la observó hasta que ella cruzó la puerta de la residencia. Miró hacia todos los lados, había gente en los alrededores, por lo que no pudo hacer una pataleta como le habría gustado.

–Por qué es que mi novia tiene que ser tan complicada.

Volvió a encender otro cigarrillo cuando recordó una pregunta que le había hecho la chica un tiempo atrás:

"¿Crees que nuestra relación es como un cliché?"

A pesar de que le dijo que no, Blossom insistía con que tal vez sí lo eran.

"Lo nuestro es especial".

Recuerda que esa fue la respuesta que le dio.

–La respuesta más cliché del mundo –bufó antes de darle una calada a su cigarro.

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No sabría expresar con palabras toda la ira que sintió esa noche al revisar las redes sociales y ver las publicaciones temporales que hacía su novio. Se veía él –apenas– en una habitación iluminada solo por luces de colores, esas que están siendo vendidas en internet, y en todas las "historias" que subió, tenía algún vaso o una lata en la mano.

Al levantarse, y luego de haber tomado un baño, revisa su celular.

Doce mensajes. ¿El remitente? Su novio.

"Ya te dormiste?"

"Estoy aburrido"

"Blossom de verdad ya duermes?"

"Amor mío, te echo mucho de menos"

"Perdona por haberte hecho enojar"

"Te dejaré descansar"

"Cuando llegus mañana estare liso"

"Josh dii vilta una botlea de cerbexa"

"Hay ina cjica con un laxxo tamibn oero te quefa mejro ti"

"Tood me recuefda a tu"

"TE AMO TAAAAAANNTO"

"yamedrrmi"

Estaba sonriendo, no iba a mentir, y es que le hacía gracia cómo variaba la forma de escribir de Brick al pasar las horas.

El último mensaje lo envió a eso de las cinco, por lo que tuvo la leve sospecha de que no encontraría a su novio listo.

Tomó su maleta y partió camino a la fraternidad de Brick.

Al llegar, se dio cuenta de que el desmadre fue bastante intenso, ¡hasta botellas de cerveza habían en el jardín delantero!

Blossom tocó la puerta y le abrió, para su sorpresa, su propio novio.

–Amor, ya era hora de que llegaras.

Brick abrió más la puerta para que ella entrase, y vio que los otros cuatro chicos con los que él compartía la fraternidad, también estaban despiertos y limpiando el desorden que habían causado.

–¿Y a ustedes qué les pasó? –preguntó ella.

–Simplemente también nos queremos ir temprano a ver a nuestras familias –dijo Dawson, un chico afroamericano–. Así que pretendemos limpiar todo ahora.

–Brick nos sugirió esa idea –añadió Tessie, un rubio muchacho escuálido con gafas–, y no nos pudimos negar –dejó de pasar el trapero y miró al pelirrojo–. Tú ya puedes irte.

–Ah, ¿creíste que estaba esperando tu autorización? –se burló Brick, haciendo reír a todos–. Yo solo esperaba a Blossom –la miró–. Vamos, preciosa, ve a guardar tu maleta en el auto, yo bajaré la mía para que podamos irnos.

Ella asintió e hizo caso de las palabras de su novio.

Estaba extrañada, los otros chicos ya salían para terminar de limpiar el jardín cuando ellos ya se estaban yendo a su ciudad natal.

De reojo, en un inicio antes de girar totalmente su rostro hacia él, lo observaba. Tenía el cabello húmedo, razón por la que no tenía el cabello atado, también era posible ver unas pequeñas ojeras, pero eran poco visibles todavía.

–¿Algo que decirme? Siento que me pones nervioso con tu silencio y tu mirada penetrante, Bloss.

–Ah, perdón –volvió la vista al camino, riendo por lo bajo–. No fue mi intención.

–Ya.

–¿Cómo lo pasaste anoche?

–Bastante bien –dijo cuando dobló para entrar en la autopista que los llevaría a Townsville en menos de media hora–, tomamos mucho, pero no fumamos.

–Me di cuenta de que bebiste mucho –asintió mientras se cruzaba de brazos con una sonrisa–. Oh, y creo que tú también te podrás dar cuenta.

–¿Lo dices por los mensajes?

–Por qué más sería… Me dijiste, con mayúsculas, que me amabas.

–Lo dices como si nunca te lo dijera –Blossom fue capaz de ver que Brick se había sonrojado un poco, pero miraba por los espejos retrovisores, quizás para disimularlo–. Exageras, chica.

–No he dicho eso –relamió sus labios–, solo lo recalco.

–Ya, ya…

–Quizás podrías decírmelo más veces, así quizás no te saque en cara que solo me dices que me amas, con ese entusiasmo, cuando estás ebrio.

–No empieces –bufó, y Blossom estalló en carcajadas.


La segunda parte será publicada el 13/03. Ante cualquier retraso, avisaré en mi cuenta de instagram (floorvioleetta).

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