Esta es una AU (creo) donde son apenas jóvenecitos (?) y van a un instituto normal, no desesperante. Aun asi Keebo es un robot u: -
O mas bien…
Tiempo de ser torturado con preguntas.
Cierto peli-negro apenas salía de su salón en el receso, buscaba a un albino robotico entre todos los estudiantes, cosa que no es difícil de hacer, teniendo en cuenta que era el único chico de pelo blanco y siempre se encontraba o en su salón estudiando de mas o fuera leyendo.
Esta vez el robot se encontraba en el salón, en uno de los pupitres del fondo al lado de la ultima ventana del lugar, teniendo un libro en su mano y con la otra mano sosteniendo un lápiz que apoyaba la punta en sus labios, concentrándose en la lectura.
Kokichi lo miraba desde la puerta, con su típica sonrisa y brillo en los ojos, como si fuera un acosador. El albino no tardo en sentir su presencia, y levanto la mirada.
-…
-…
Un silencio un tanto incomodo para el oji-turquesa se hizo presente pero agradable para el oji-violeta.
-…
-…Los robots tienen pasión por la lectura?
Y asi empezó.
Ouma termino sentándose en el pupitre de delante de Keebo, al tiempo que seguía con, lo que considera el ultimo mencionado, el interrogatorio diario.
''Los robots sienten?'' ''Los robots pueden separar sus extermidades?'' ''Los robots pueden hacer tal cosa?'' y bla bla bla.
-Terminaste? – Intento sonar tranquilo Keebo, se estaba empezando a avergonzar mucho e intentaba disimularlo, algo imposible.
-Uhm… Tengo una mas – Su cara mostraba una expresión entre entusiasmo y curiosidad…
Mala señal.
-Los robots tienen…
-LISTO, YA TERMI- Ya su cara estaba roja, pensó que seria la típica pregunta pervertida pero fue interrumpido.
-…Sentimientos? – Completo Kokichi, ya su voz sonaba algo seria y su expresión cambio repentinamente a esta misma.
Esa pregunta le dieron varias dudas: ¿Que tipo de sentimientos? ¿Sentimientos como la felicidad o el enojo? ¿Sentimientos que siente rara vez? Y ahora que lo piensa…
¿Por qué pregunto eso?
-Porque la pregunta? – Pregunto firme pero curioso Keebo, y no sabia si eran sus ojos mecánicos o un fallo pero juro haber visto que las mejillas de Ouma se enrojecían.
-…Curiosidad – Luego de un silencio de algunos segundos respondio.
-Que… ¿Que tipo de sentimientos? ¿Comunes o algunos en especifico? – Pregunto el robot, no pudo evitar sonrojarse al confirmar que el peli-negro si estaba sonrojado.
-…Unos… ¿Raros? No se como describirlos – Penso un poco el mas pequeño, hasta que tomo aire y encontraba las palabras. -Me dijiste que tenias corazón, ¿no? Bien, cuando estas con alguien… ¿Sientes que este se acelera? ¿Sientes tu cara roja? ¿Sientes como si el tiempo se hubiera detenido? ¿O no puedes quitarle la vista de encima? – Cada vez su cara se hacia como tomate, parecía tan…
-C-como sabes?... – Respondio el albino, sorprendiéndose. Pues eso sentia en esos momentos.
-Entonces si… Tienes sentimientos – Exclamo un poco sorprendido Kokichi, pues no se esperaba esa respuesta.
-Y una cosa… - Dijo Keebo, teniendo la atención absoluta del contrario. -…Porque describiste demasiado esa cosa de sentimientos? -
Ouma quedo paralizado. Miraba de reojo para todos lados, parecía muy sospechoso. Lo siguiente que hizo fue ponerse frente a frente con el robot.
-…Eso es lo que siento ahora contigo – Dijo casi en un susurro. Vaya bipolar era…
Keebo se sorprendio un poco, pero concordaba con Kokichi: sentia esos muy mencionados sentimientos.
Se escuchaban esos fuertes latidos de los corazones de ambos, la leve respiración casi entrecortada, y la molesta poca distancia que tenían. Sentia una gran necesidad de algo, una necesidad que tenia que ser calmada o hecha, esa necesidad la necesitaban sus labios, corazones, cuerpo… Necesitaban hacerlo ya.
Keebo se inclino hacia adelante, dándole un beso a quien seguramente seria su enamorado secreto.
Kokichi no tardo en corresponder, cerrando los ojos junto al otro, dejando que sus labios disfrutaran del contacto de los otros labios. Abrieron sus bocas y el beso paso de ser uno de labios inocente a uno de lengua aun inocente.
El beso duro mucho, pero por la falta de aire se separaron dejando que sus lenguas conectaran un hilo fino de saliva. Sus expresiones cansadas y rojas eran sensuales para el otro, pero sabían que en cualquier momento sonaria la campana para anunciar que el receso acabo.
-Te amo, Keebo – Declaro y le dio un abrazo, diferente a los otros abrazos. Este era suave.
-Yo tambien. Kokichi – Susurro luego de corresponder al abrazo.
Fue rompido por la campana.
El pequeño le deposito un beso en la frente y se despidió de el, yéndose corriendo a su salón. El robot juro haber escuchado un grito de emoción por parte del pequeño.
Rio y sonrio sonrojado.
Que bellos sentimientos, no?
