Título: Como se supone que pasó

Disclaimer: Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, yo solo juego un poco con ellos

Rating: M

Nota de la autora: Este es mi primer fic, es un Fugamiko alternado con un Minakushi, espero que les guste y si les gusta subiré los sgtes capítulos, si no, la historia jamás tendrá fin :c, lean! :D

Capítulo 1

Primer avistamiento

Ella era una Uchiha, miembro de unos de los más poderosos y temidos clanes de Konoha, y también uno de los más fríos y arrogantes, pero al parecer la genética se había saltado esas características en ella, Mikoto Uchiha era dulce, sensible, educada, risueña y amable, además se preocupaba mucho por el bienestar de los demás incluso mucho más que por el de ella misma, todo esto era algo con lo que los típicos Uchiha's no contaban y jamás lo harían, ella era la excepción a la regla, estaba enterada de eso y lo sabía, se sentía orgullosa de no ser como los demás de su clan, no es como que los odiara, pero no compartía su forma de pensar ni menos de actuar.

Hasta los 12 años, su vida todo había sido normal, estaba a punto de convertirse en Genin y a punto de terminar la academia ninja con honores, típico de un Uchiha, porque quizás no tenía su carácter habitual de un Uchiha, pero era competitiva y un tanto orgullosa, por lo que eso de destacar en lo que emprendiera era algo que definitivamente estaba en sus genes. Un día de tantos cuando había quedado con su mejor amiga Kushina Uzumaki, una niña de pelo rojo, un tanto loca y gritona, con una personalidad extrovertida y un poco violenta a veces, Mikoto no tenía idea de cómo ellas podían ser amigas, luego llegaba a la conclusión de que los opuestos se atraían.

El día era perfecto para ir a pasear, era primavera, los árboles estaban cargados de flores y en el aire se notaba algo diferente, algo que hacía a los habitantes más felices, ese día fue cuando lo vio por primera vez.

A Kushina se le había ocurrido la fantástica idea de entrenar en uno de los campos de entrenamientos, en el número siete para ser más exactos, por lo que empezó a convencer a la pelinegra

-Vamos Mikoto- decía la pelirroja con un puchero en su cara- será divertido, apuesto a que esta vez te venceré y seré mejor tú , así podré alardear de que soy mejor que un Uchiha.

-No lo sé Kushina, el día está tan hermoso como para entrenar, que te parece si mejor vamos por un poco de ramen eh?- le contestaba la pelinegra en un intento por hacer que se olvidara del entrenamiento, no es que no quisiera, es que sentía que podían aprovechar de mejor manera el tan lindo día.

Mikoto sabía que si ponía la palabra "ramen" en cualquier oración Kushina caería rendida y sin objetar nada más, no había nada que la pelirroja no amara más que un buen plato de ramen.

-Mmm- Kushina posaba una mano sobre su mentón en un gesto pensativo- La verdad no tengo tanta hambre, pero apuesto que te acobardaste al pensar que te enfrentarás mí, no es así?, a la gran Kushina Uzumaki- la pelirroja intentaba provocar a Mikoto, sabía que su orgullo Uchiha no la dejaría pasar de esto.

Mikoto la miro con confusión, como era posible que Kushina Uzumaki no quisiera ramen, acaso el mundo estaba al revés?, que rayos pasaba se preguntaba a sí misma, luego recapituló y se sintió ofendida, una Uchiha jamás perdería ante una Uzumaki y sin decir nada más , acepto ir a entrenar con su amiga.

Cuando llegaron al campo de entrenamiento Mikoto se dio cuenta de que no estaban solas y no habían sido las únicas con la idea de entrenar, a lo lejos se divisaba una cabeza rubia y la otra un tanto café castaño, o era negro?, bueno que más daba no los conocía y tampoco tenía interés en hacerlo, ella solo quería ganarle a la pelirroja y hacer que se arrepintiera por sus palabras.

-Oh, mira Mikoto si son Minato y ese idiota de Fugaku, ven!, vamos a saludar- prácticamente gritaba la pelirroja mientras se alejaba corriendo y saltando a saludar a los dos chicos de a lo lejos.

Minato… Minato… pensaba la pelinegra, donde había escuchado ese nombre antes, tenía la idea de que conocía a ese chico, cuando de repente recordó.

Flash Back.

-Mikoto! Mikoto!- gritaba una niña de pelo rojo lo más alto que podía.

-Qué sucede Kushina- respondía la pelinegra con una gotita en la cabeza, es que acaso su amiga no podía ser sutil?

-Debo contarte algo, creo que… ehm… bueno verás…yo…creo que…- tartamudeaba Kushina.

-Vamos Kushina, dilo, sabes que puedes confiar en mi- respondía la pelinegra con una de sus mejores sonrisas para tranquilizar a la Uzumaki.

-Esto…creo que me gusta un chico, es perfecto!, en serio lo es… ven, te invito a comer ramen y te cuento todo.

Mikoto no sabía que expresión poner por lo que solo se quedó en blanco ante tal declaración, por lo que según sabía Kushina detestaba a los chicos, los odiaba ya que pensaba que eran unos idiotas que creían que una mujer no se podía defender, siempre hablaba mal de ellos, pero ahora decía que le gusta uno y lo había descrito como "perfecto", debía ser un chico realmente bueno como para que Kushina le haya puesto el ojo y al mismo tiempo sentía pena por aquel chico, tener una fan como la Uzumaki no le iba a ser nada de fácil.

Fin flack back.

Mikoto recordaba todo con una expresión de incomodidad en su cara, Kushina le había hablado toda la tarde de Minato Namikaze, el genio rubio de ojos azules por el que se había prendado, encontraba divertido el hecho de que su amiga se estuviera enamorando, y al mismo tiempo se preguntaba que tenía de especial ese chico para que la Uzumaki se fijara en él, pero bueno, de todas formas ahora lo sabría.

Kushina saltaba y daba vueltas antes de llegar donde los jóvenes se encontraban, pasó de largo donde se encontraba Fugaku ya que lo consideraba un imbécil, machista, frío y sin sentimientos, pero con una sonrisa al más estilo Uzumaki saludo a Minato.

-Hooooooooola Minato, como estás hoy?, gracias por invitarme a entrenar- decía la pelirroja

-De nada Kushina, sería un honor pelear contigo, me pregunto cómo podría vencerte, he escuchado que eres muy fuerte- respondía el rubio un poco nervioso, ya que la pelirroja le robaba suspiros desde hace mucho tiempo ya, pero solo hasta hace poco había tenido el valor de hablarle, claro después del incidente de su rapto gracias a los de la aldea del rayo.

"Gracias por invitarme a entrenar", esa frase retumbaba en su mente, ahora todo tenía sentido era por eso que la Uzumaki había rechazado el ramen, por venir a ver a ese genio rubio que respondía al nombre de Minato. Se sentía confundida, acaso estaba perdiendo a su amiga?, como era posible que prefiriera a ese rubio en vez de ramen y en vez de a ella!, maldita Kushina se las iba a pagar. Estaba perdida en sus pensamientos y en formas de torturar a la pelirroja cuando una voz fría y dura la sacó de sus cavilaciones.

-Eres una Uchiha cierto?, tus rasgos te delatan, acaso eres tan maleducada como tu amiga que ni saludar pretendes?- un pelicastaño con rasgos duros le hablaba mirando de forma penetrante y con desdén.

Lo primero que pasó por la mente de Mikoto al ver a este chico fue; "quien rayos se cree que es y por qué me habla así?", luego de eso lo examinó un poco más, su tez era morena pero no tanto, su cabello castaño, tenía un cuerpo esbelto con músculos no tan pronunciados, pero se veía bien, pero cuando llego a sus ojos se dio cuenta de con quien hablaba, esos ojos, negros como la noche, fríos, duros ,gélidos, eran nada menos que los ojos Uchiha, este chico era Fugaku Uchiha hijo de la cabeza del clan y futuro heredero.

-Disculpa mi falta de respeto, soy Mikoto Uchiha- decía la pelinegra con una de las mejores sonrisas falsas que pudo crear.

Este chico…pensaba ella, claro que lo conocía nunca se habían visto eso estaba claro, hasta ahora, sus padres le habían hablado de ella alguna vez cuando estaban vivos, creía recordar que le habían dicho que algún día Fugaku sería el líder del clan y que necesitaría una esposa, sugiriéndole que ella sería perfecta para el papel, pero ella en ese momento se había limitado a sonreír, jamás se casaría con un Uchiha eso era algo que se había prometido a si misma.

Mientras tanto Kushina y Minato platicaban de cosas triviales o más bien Kushina lo hacía, ya que Minato aportaba de vez en cuando con algún comentario relacionado con la conversación y cada vez que lo hacía se sonrojaba un poco, cosa que a vista de Mikoto no pasaba desapercibido, estaba claro que se gustaban después de todo la noticia de que Minato Namikaze había rescatado a la Uzumaki de los de la aldea del rayo había corrido rápidamente por la aldea y ahora entendía sus motivos, el chico estaba loco por la pelirroja, cosa que a Mikoto la hizo sonreír, quizás Kushina tendría un amor correspondido y eso la hacía sentir bien por su amiga.

-Hn- respondía el pelicastaño al ver la expresión de la pelinegra mirando a ese par, sinceramente no entendía a Minato, como es que se podía fijar en una niña tan escandalosa como la Uzumaki, acaso estaba loco? , al parecer si, la niña era una inmadura y loca, además de tener un carácter horrible.

-Disculpa, dijiste algo?- preguntaba con fingida inocencia la pelinegra, claro que lo había escuchado, ese era el típico monosílabo de los Uchicha's lo conocía muy bien ya que su padre lo usaba frecuentemente.

-Nada, solo estaba pensando, pero dime a que vinieron tú y la Uzumaki, acaso quieren pelear?- respondía el Uchiha con esa sonrisa torcida cargada de arrogancia típica de ellos, gesto que Mikoto reconoció de inmediato.

-Claro, por qué no?- decía con una sonrisa más que falsa, este chico no le caía para nada bien, así que, qué mejor que ponerlo en su lugar con una pelea.

Y así fue que tomaron posiciones, mientras la Uzumaki y Minato seguían embobados uno con el otro Fugaku y Mikoto se ponían en sus respectivos lugares para empezar a pelear.

Fugaku sonreía con esa sonrisa soy-un-Uchiha-y-soy-mejor-que-tu, pensaba que esto sería muy fácil, además de pelear con una mujer, pelearía con una amiga de la Uzumaki lo que le decía que esta chica no era para nada buena y que acabaría en menos de un minuto, que importaba si era de su mismo clan, no le tenía nada de fe a la chica y sabía que no le haría honor al apellido.

Lo que el pelicastaño no sabía era que Mikoto era buena, era increíblemente buena, quizás su taijutsu tenía desventajas, pero era muy inteligente y astuta, capaz de trabajar bajo presión, los amenazantes ojos del Uchiha no provocaban el efecto deseado, es decir, había vivido con esos ojos desde que tenía memoria ya era prácticamente inmune, ni siquiera la ponían nerviosa.

-Vamos- dijo Fugaku con un tono extremadamente calmado mientras corría hacia la pelinegra con la intención de atacarla, se había dicho a sí mismo que sería suave con ella, después de todo él era un caballero, su madre le había enseñado que debía entender a los débiles y bajarse hasta su nivel, sobre todo con las chicas.

-Sí, vamos- respondió Mikoto, ya había desarrollado todo un plan en su mente para acabar con el engreído y molestosos pelicastaño, sabía que se contendría con ella ya que pensaría que era débil, pues, le mostraría lo nada de débil que ella era.

De un dos por tres Mikoto esquivaba la patada que Fugaku empleaba para hacerla caer, a lo que saltó e hizo un par de sellos de manos, fuego salió de su boca, era una técnica básica de los Uchiha's, pero quería sorprender al engreído ese y chamuscarlo un poco si se podía.

Maldición… pensó Fugaku, como es que esta chica de apariencia tan débil, tan frágil como si se fuera a romper podría usar el Katon, la había subestimado estaba claro, pero acabaría con esto, ya se había estirado mucho la pelea.

Mientras saltaba hacía atrás para esquivar la gran bola de fuego, realizaba sellos de mano, también escupió una gran bocanada de fuego, pero a esto le agrego una par de shuriken's que se camuflaron perfectamente en este, sabía que la chica no se lo esperaría jamás. También sabía que ahora estaba exagerando, pero no tenía otro remedio la chica lo había tratado de carbonizarlo vivo cuando se supone que sería solo un entrenamiento, su orgullo Uchiha estaba en juego.

La pelinegra acaba de tocar el suelo cuando vio lo que se acercaba, uso el Suiton para acabar rápidamente con el fuego, pero no se percató de las shuriken's hasta que era demasiado tarde, la única alternativa que le quedaba era un jutsu de remplazo pero era muy tarde para eso, los shuriken's estaban muy cerca y aún no había hecho los sellos de manos, se maldecía a si misma por no haberlo esperado, comenzó a mover las manos cuando sintió que su cuerpo era apretado y sacado de ahí en un segundo, tan rápido que no tuvo tiempo de reaccionar ni comprender que había pasado.

Fugaku sabía que con eso había sobrepasado los límites y todo lo siguiente pasó ante sus ojos en cámara lenta, la bola de fuego consumida por el agua, los shuriken's yendo hacía la pelinegra, y esta con una cara de miedo, impotencia y susto o por lo menos eso había alcanzado a reconocer en esos ojos negros propios de su clan.

De un momento a otro ya no tenía control de su cuerpo, lo siguiente que supo es que tenía que sacar a la pelinegra de la trayectoria de los shuriken's que el mismo había lanzado, como había podido ser tan idiota, se decía a sí mismo, la chica ni siquiera era Genin aún y ya había usado técnicas muy avanzadas con ella, pero todo era culpa de ella si no lo hubiese provocado esto no estaría pasando pensaba, mientras corría a toda velocidad para tratar de sacarla de ahí.

Continuará...