Hola, se que ya tengo otras historias pendientes pero no pude resistirme a escribir esta, la verdad iba a esperar para subirla pero, bueno...
Disclaimer: Magi y sus personajes le pertenecen a Shinobu Ohtaka, y Los Juegos del Hambre y sus personajes le pertenecen a Suzanne Collins.
Capitulo 1
~Las vidas, perdidas~
Una niña de unos seis años de edad que estaba recostada en una rama de un árbol, bostezaba de flojera y aburrimiento. El bosque había estado tranquilo y cálido últimamente y los animales seguían una monotonía natural, aunque puede ser que eso sea lo que ella vea en su fastidio.
- Mor ¿Puedes bajar un momento? – la niña vio a una señora mayor llamarla desde abajo, ella sonrió y salto hasta donde la señora la esperaba pacientemente.
- ¡Abuela! – la niña abrazo a su abuela con felicidad pero se paralizo al ver que ella no le devolvía el abrazo y en vez de eso la miraba con seriedad - ¿Qué pasa?
- Morgiana necesito que prestes especial atención a todo lo que te voy a decir ¿de acuerdo? – al ver a la niña asentir continuo con lo que iba a decirle – ¿Te acuerdas de Jazmín?
La niña frunció el ceño en concentración, ese nombre le sonaba de algo, de una persona importante pero no podía identificar de quien. La señora al ver el trabajo que hacia su nieta en encontrar la respuesta prefirió ayudarla.
- Mi niña, Jazmín es… era tu hermana ¿Aun no la recuerdas?
La pequeña abrió mucho los ojos ¿Tenía una hermana? ¿Por qué no la recordaba?
- ¿Por qué te refieres a ella en tiempo pasado? – la anciana sonrió por lo rápido que aprende su nieta a memorizar las cosas, eso le ayudara para lo que le deparara el futuro, pensó con gravedad, borrando su sonrisa.
- Morgiana, Jazmín… ella… murió hoy… en el Capitolio – la abuela trato de tragar el nudo en su garganta, aun no podía creer que perdió a su otra nieta.
La niña se quedo en blanco, tenía una hermana que ya no conocerá… tuvo una hermana que nunca conoció ni conocerá. Sintió como se le aguaban los ojos al pensar en cómo perdió a otro familiar sin conocerla, y si no se controlaba saldrían las lágrimas a montón. Aunque no la recordara no era justo que se enterara de su existencia cuando ya no la podía conocer, le frunció el ceño a su abuela pero no porque la odiara sino porque quería saber que había pasado, que era el Capitolio y porque rayos no recordaba a su hermana.
Su abuela era tan observadora como sabia y no necesito oír las palabras para saber que quería saber su nieta, así que con paciencia se sentó en un tronco caído y le pidió a su niña que se sentara con ella.
- Bien, empezare en decirte lo que olvidaste – la niña ya sentada obedientemente escucho con atención – Tu hermana es… era mayor que tu por 11 años, ella se fue de casa cuando tu apenas tenias tres años y en realidad son medio hermanas, tienen deferentes padres pero misma madre – explico al ver la confusión de su nieta.
Morgiana asintió con lentitud para poder analizar bien la información, su abuela espero a que ella le diera su característica mirada de que continuara, la conocía tan bien y se enorgullecía de eso.
- Me acuerdo de mi mamá pero nunca he oído hablar de mi papá o de mi media hermana.
- ¿Tu mamá? – la mujer mayor vio confundida a su niña, su nieta no pudo conocer a su madre ya que murió días después de dar a luz a Morgiana.
- Si, solo tengo un recuerdo de ella dándome un beso de buenas noches pero…
- Te acuerdas de eso – la mujer vio con sentimientos encontrados a su nieta – Mor, la persona en tu memoria no era tu madre, era tu hermana Jazmín. Eso paso el mismo día que ella se fue a los juegos del hambre.
La pequeña no pudo hacer otra cosa que guardar silencio, por un lado estaba confundida por el nuevo término, por otro lado también estaba triste por saber que nunca conoció a su madre y que la mujer en sus recuerdos era su hermana pero ahora que lo pensaba bien…
- Ella era muy hermosa y me acuerdo que me cantaba… a veces – en su pequeña carita afloro una sonrisa de nostalgia, su abuela la vio y compartió su sonrisa, amaba a sus nietas a pesar de los que hizo Jazmín, a pesar de que traiciono a su clan… a pesar de eso, le dolía en serio que su otra nieta muriera.
- De ella hablaremos más adelante, necesito que escuches todo lo que voy a decir ¿bien?
Morgiana se trago todas sus preguntas al ver la gravedad con la que la miraba su abuela, asintió con algo de miedo ¿Había algo más importante que su hermana?
- Ese día tuve una fuerte discusión con Jazmín…
Recuerdo de hace tres años atrás
En una choza construida en el interior del bosque había tres residentes, una de ellas era una pequeña niña que a pesar de tener tan solo cuatro años. Su hermana, una chica de 15 años, le cantaba para calmar su ansiedad, la niña se había despertado gritando y llorando, cuando su hermana fue a consolarla le conto de su pesadilla en donde se quedaba sola, su abuela no estaba y su hermana desaparecía en la nada. Su hermana, Jazmín, la calmo de todas las formas posibles hasta que al fin pudo dormirse y como último detalle le dio un beso en la frente con amor.
- Ella es tan joven y ya está conectándose con su poder – atrás de las chicas estaba una señora mayor de edad, la abuela de ambas – ¿Aun así estas decidida a ir?
- Si no voy, entonces nada va a cambiar – la adolescente vio a su abuela con molestia – las estrellas dicen que una de nosotras va cambiar al mundo… entrando en los dichosos juegos del hambre, y si no soy yo…
Jazmín apretó los puños con impotencia, vio a la pequeña que dormía pacíficamente, sin enterarse de nada. Si no era ella entonces su dulce hermanita tendría que ir a cumplir con su destino… su misión dado por las estrellas.
Ellas pertenecían a un clan llamado los Fanalis y era un clan de integrantes fuertes, mucho más que una persona normal. Eran tan fuertes que algunas personas los consideraron como bestias malditas, pero había algo especial en este clan y era que solo unos pocos integrantes tenían el poder de leer las estrellas, y con eso me refiero a leer el futuro o el destino de las personas, también podían usar su voz para controlar a la naturaleza, un poder temible para muchos, pero no para ellos, en su clan esas personas especiales eran consideradas "realeza" o valiosas… y esa "realeza" eran ellas, las tres.
- La única manera es entrar en los juegos, no me harán daño ya que el líder del Capitolio no quiere que nuestra estirpe se pierda – la adolescente acaricio la frente de su hermanita – hará todo lo posible para que sobreviva y cuando lo haga… tendré la oportunidad de matar a Coriolanus Snow, el líder del Capitolio.
- Y eso es lo que hará que te maten, mi niña la venganza no es la respuesta – la abuela se acerco a Jazmín para poder hacer que entre en razón – si tu eres la elegida por las estrellas, entonces tu destino llegara por si solo pero si lo fuerzas… morirás.
- Wow, aun diciendo esas palabras a tu nieta no se te quita la frialdad ¿verdad? – Jazmín miro molesta a su abuela, si una cosa no le gustaba de ella era que siempre hablaba con esa seriedad y dureza cuando se trataba de las estrellas, el destino y el clan, incluso no dudo al decirle esas frías palabras, como si diera por hecho su muerte.
- Jazmín – la abuela elevo su tono de voz – se que no te gusta que sea estricta con esto pero tienes que entender, este poder no debes de tomarlo a la ligera. A penas lo has despertado hace una semana y ya estas conjeturando las cosas… tú aun no controlas tu poder, no ves lo que puede pasar si no eres la elegida y aun así lo fuerzas.
- ¡Basta! – Jazmín gruño arrepentida por elevar su voz en presencia de su hermanita durmiendo – si estas tan segura, entonces, dime ¿Soy la elegida?
La abuela vio con tristeza a Jazmín y negó con la cabeza – las estrellas no son exactas, solo sé que perderé a una de ustedes, por favor Jazmín… no te vayas.
Jazmín negó con la cabeza repetidas veces, sea o no la elegida, su hermanita no iba a morir, ella se encargaría de eso.
- Lo siento abuela, estoy decidida y nada de lo que digas me hará cambiar de idea – Jazmín uso todas sus fuerzas por ignorar la suplica en los ojos de su abuela y con una última mirada a su hermana se fue de casa, ellas estarían protegidas en el bosque, al fin y al cabo, nadie sabía que ellas existían.
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La abuela de las dos jóvenes Fanalis estaba de visita en el distrito 12, que era el más cercano a su casa escondida. Ella estaba feliz de tener tantas canas que borren su origen ya que los Fanalis se caracterizan por su brillante pelo rojo como el fuego, y es por eso que no llevo consigo a Morgiana al distrito.
Habían pasado meses desde que Jazmín se fue y Morgiana estaba ansiosa buscándola por todo el bosque, si no fuera por el rápido ingenio de su abuela y de la mentira que le dijo, sobre que su hermana estaba de viaje, estaría pronto buscándola también por los 13 distritos y hasta el Capitolio, estaba muy segura de que ella podría hacerlo si se lo proponía.
- Es increíblemente hermosa ¿verdad? – oyó a dos oficiales decir con entusiasmo, y ella sabía por qué, no necesitaba leer las estrellas para saberlo.
- Si, seria genial tener una cita con ella – dijo el otro oficial, ambos eran hombres jóvenes – nadie sabe de dónde vino pero sí que es una Fanalis.
Un tercer oficial más joven se acerco a ambos - ¿Fanalis? ¿Se refieren a Jazmín, la vencedora de los 61º Juegos?
- Si, ¿No conoces a los Fanalis? – El chico negó con la cabeza, confundido – son una tribu casi extinta, se les identifica con su pelo rojo y por su brutal fuerza, solo hay unos pocos que viven y son la mano derecha del presidente Snow, pero eso no es lo curioso sino que no existen hembras en esa especie, solo se han visto machos.
- Seguro que el presidente unirá a Jazmín con todos los machos que están bajo su mando – uno de ellos suspiro desganado, se acerco más a los dos chicos para que nadie más pudiera oír lo que iba a decir, aunque era inútil contra los desarrollados sentidos de los Fanalis, pensó con ironía la abuela – Oí que Snow quiere elevar a su ejército de Fanalis, ya que antes ellos eran muy buenos en la batalla ¿¡Se imaginan el gran espectáculo que harían!?
Los tres chicos sonrieron emocionados si saber que atrás de ellos estaba una Fanalis molesta por oír tanta idioteces, debió haber traído a Morgiana con ella, de seguro que su nieta hubiera descuartizado a los imbéciles en segundos, sería maravilloso ver eso… pero tenía que mantener la calma, tenía otra nieta a quien cuidar y para eso necesitaba mantener las apariencias.
~~~~~… ~~~~~…. ~~~ - susurro.
Los tres chicos se paralizaron al sentir un chaparrón caer encima de ellos, y temblaron al sentir el frío que les calo hasta el hueso. La abuela sonrió disimuladamente, ella dijo que mantendría las apariencias y eso hizo… y hasta pudo enfriarle las pelotas a los imbéciles, otro don de los Fanalis es el buen olfato, aunque… no lo consideraba un don en ese momento.
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Había pasado un año y la malagradecida de Jazmín no había pasado a visitarlas, entendía que ella este protegiéndolas pero podía arreglárselas para pasar a verlas. Paso tanto tiempo que hasta Morgiana casi no hablaba de su hermana y la abuela temía que su pequeña nieta terminara odiando a su hermana por su abandono.
Había ido al distrito en cubierto varias veces a saber sobre Jazmín pero lo único que supo fue que había empezado una carrera como cantante y que se había enamorado de un chico del distrito 6 y quería formar una familia con él, lo malo era que Snow la quería para otros planes, y gracias a la desobediencia de Jazmín ahora van a enviar al pobre chico a los juegos 62º... Y Jazmín ira con él a la arena.
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Había pasado otro año y se rumoraba que Jazmín había desaparecido de la "farandula", solo canto una última canción que la abuela reconoció, era la que le cantaba a Morgiana cuando lloraba.
Las estrellas le habían dicho lo que no se le fue revelado al público, Jazmín estaba devastada por la pérdida de su amor. Si, el chico que enviaron a los juegos 62º no había sobrevivido y Jazmín estuvo ahí, viéndolo morir. Espero a que ella regresara a casa, quería consolarla, busco todas las formas de contactar con ella hasta incluso le pidió a las estrellas que le enviaran un mensaje de su parte, pero no dio resultado.
También estaba Morgiana, ella había cumplido los 6 años y ya no hablaba de su hermana, era casi como si Jazmín nunca hubiera existido en sus vidas.
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Pasaron días, semanas y no había noticias de Jazmín. La abuela estaba sentada en la rama de un árbol intentando leer las estrellas, ahora mismo se sentía perdida y había una ansiedad que no la dejaba tranquila, por primera vez quiso no saber nada de las estrellas, de no tener ese poder.
Fueron después de unas horas que lamento leer las estrellas. Su nieta, su Jazmín había muerto, lo hicieron pasar como un accidente pero ella sabia la verdad, las estrellas lo sabían. Solo el bosque oyó el desconsolado llanto de la abuela toda la noche y los animales lloraron con ella en silencio por la perdida.
Pero ahí no terminaban las malas noticias, se había enterado de algo que le calo hondo, y después de "ver" lo que las estrellas le transmitieron, se sintió morir de verdad… las estrellas predijeron su futura muerte… en unos años dejaría completamente sola a su Morgiana, con un destino más pesado que podría cargar en sus pequeños hombros…
Fin del recuerdo
- ¿A qué te refieres con que me dejaras? – Morgiana sintió las ganas de llorar - ¿Abuela?
- Mi niña – la abuela abrazo a su nieta protectoramente, no quería dejarla pero no tenia opción – Morgiana moriré pronto, aunque las estrellas no me lo hayan dicho yo lo hubiera sabido en unos pocos años, mi cuerpo no es como antes y solo tengo unos pocos años más.
Morgiana negó varias veces, no le podían hacer esto, primero su hermana y ahora su abuela, no era justo.
- ¡Morgiana! – la niña se sobresalto por el grito de su abuela – te voy a entrenar, eres aun muy joven pero creo que eres muy lista como para aprender todo lo que te enseñare. Aunque me vaya, mis enseñanzas quedaran contigo y te mantendrán viva – la abuela agarro la cara de su nieta para que la viera mejor – por favor, tienes que vivir, es la única manera en que pueda irme en paz… por favor.
La pequeña no pudo hacer otra cosa sino asentir en la derrota, ver a su abuela suplicándole con lágrimas en los ojos fue suficiente para mover algo en su interior, y con ese algo creció en sus ojos una luz de valor. En sus ojos se veían el fuego de los Fanalis… y hay había una bestia esperando por salir.
Aquí empieza su destino, y solo el futuro dirá lo que pasara con ella y las vidas de las personas con las cuales carga en sus hombros.
Please reviews, ;)
Ya se ha comentado la loca cabeza que tengo, bueno aquí esta la prueba XD.
