.:Desatadas:.

The saints can't help me now, the ropes have been unbound. I hunt for you with the bloodied feet across the hallowed ground…

Su llegada al Capitolio había sido de lo más aturdidor que ella podría haber imaginado. Gente por doquier, a cada parte en la que volteaba podía verlos; aullando de emoción, de sed; sed de sangre (tal vez en eso se parecía a ellos). Suponía que la gran cantidad de personas ahí reunidas se debía a que ellos eran provenientes del distrito dos -uno de los grandes favoritos para ganar, siempre lo habían sido, al menos hasta donde su memoria le permite remontarse, no recuerda un solo año en el que su distrito callera en los primeros días de competencia- aunque este año había algo diferente, había otros favoritos; al menos lo era una, la chica del doce la cual se ofreció voluntaria por su hermana, aquella chica hizo lo que en muchos años nunca nadie hizo, sacrificarse por otro.

Como sus mentores le habían explicado, a pesar de ser siempre favoritos eso no les podía garantizar el apoyo de los patrocinadores, así que debían ser lo más adorables y deliciosos para las bestias del Capitolio; esta idea le repudiaba a la morena, no por el hecho de que los vieran como carne para una deliciosa y costosa cena (a eso ya estaba acostumbrada). Lo que realmente hacía que su sangre hirviera de rabia era el hecho de tener que ser algo que no era; dulce, amable y simpática. Pero debía hacerlo si quería salir de ahí con vida, debía hacerlo si quería tener una oportunidad de vencer a su compañero, al único que le podría confiar su vida (al menos en ese momento), su compañero, su amigo; Cato.

Eran contadas las personas a las que Clove les daría algo tan preciado a cuidar (como lo era su vida); dentro de éste selecto grupo se encontraban su familia, fuera de ellos sólo podían ser dos personas más y una de ellas se encontraba en ese tren con ella. Esa primer noche en el Capitolio, al instalarse en su piso asignado la charla que tanto deseaba evitar finalmente llego, esa charla con sus mentores, esa charla donde hablarían de los preparativos para el desfile de los tributos, los entrenamientos y (la parte que más odiaba) los patrocinadores.

Estaban sentados en la mesa, cenando y degustando aquellos extraños, deliciosos y abundantes platillos que jamás había visto en su distrito; entre la comida y sus pensamientos la chica no hacía más que responder con monosílabos; 'sí', 'no' y movimientos de cabeza a las preguntas relacionadas con la vestimenta que llevarían en el desfile, con las formas y horarios de entrenamiento que tendrían una vez terminadas las presentaciones oficiales que marcaba el programa. Lo que hizo que su atención fuera captada en su totalidad fue cuando comenzaron hablar sobre la estrategia a seguir en la arena, justo el momento en que mencionaron que para mantenerse vivos lo más conveniente era hacer una alianza con el distrito uno.

¿Alianza, por qué? Fue la primera pregunta qué surgió en la cabeza de la delgada muchacha que rápidamente dejo el tenedor sobre el platillo que degustaba segundos antes. Ellos eran lo suficientemente fuertes y agiles para derrotar a los demás tributos, basada en lo que había visto durante la cosecha, ningún tributo parecía tener algún talento sobre saliente y eso incluía al distrito uno. No fue hasta que sus mentores continuaron hablando -antes de que cualquiera de los dos jóvenes ahí presentes los interrumpieran- cuando lo pudo comprender.

El distrito dos era el distrito del trabajo, esa era su actividad, su especialidad. Pero no hacían cualquier trabajo común, era los encargados de entrenarse hasta morir con tal de que el Capitolio tuviera a los mejores agentes de paz de todo Panem, son las manos, piernas y músculos que necesitan para poder seguir en pie, claro que el distrito dos es de los favoritos del Capitolio, es como su pequeño hijo, pero también es bien sabido que no es el único hijo dentro de ésta compleja relación familiar, ya que el otro favorito, el otro hijo es el distrito uno. El cual es el de los lujos. El uno es aquel hermano preferido, es aquel que puede obtener todo lo que desee sin pedirlo, su especialidad es fabricar cosas lujosas y hermosas con base a lo que los demás distritos les mandan; como por ejemplo las mesas en las cuales los miembros del Capitolio disfrutan sus suculentas comidas; para la fabricación de estas mesas se necesita madera, la cual se proveniente del distrito siete y necesitan mano de obra que es proveniente de su distrito, el dos. También se encargan de la lujosa joyería que ocupan las mujeres y hombres en sus extravagantes fiestas y reuniones en la capital de Panem, para hacerlas necesitan de las perlas provenientes del cuatro y del carbón proveniente del doce, así como también de los obreros provenientes del dos. Qué hacen los del uno, sólo gritar y dirigir, pero a pesar de que ellos dependan en un cien por ciento de los demás distritos, aún así el Capitolio los recompensará, lo único que se les pide es que den tributos dignos cada año y eso lo han cumplido hasta la fecha. Aún a pesar de todo el odio entre el uno y el dos, siempre los segundos querrán ser los primeros, quieren ser los que reciban las glorias y recompensas que por ley les pertenecen, pero eso es algo que ninguno de los orgullosos del distrito dos admitirá.

Así que al ser el distrito uno el segundo más rico de Panem (después del Capitolio) les era muy conveniente tenerlos de aliados, ya que si los patrocinadores no gustaban de Cato y ella, al estar aliados con los chicos del uno era posible aprovechar lo que aquél distrito les mandará y así podrían seguir vivos hasta encontrar el momento de deshacerse de ellos. Esta idea hizo que la bestia, que sentía la morena surgir de sus venas, se calmara e incluso le hizo esbozar una sonrisa que desconcertó a los adultos ahí presentes, pero no al chico de ojos azules, él conocía bastante bien esa sonrisa, aquella sonrisa que sólo se presentaba cuando ella planeaba algo y cuando esto tenía que ver con sus cuchillos sobre la cabeza de alguien. ¿Qué estás pensando Clove? fue el pensamiento que acompaño al rubio durante el resto de la cena y durante lo que quedaba de aquella noche.

Aquella primer noche, en la cual por culpa de su morena compañera no pudo dejarse llevar por completo en los brazos de Morfeo, todo había pasado tan deprisa desde la cosecha hasta su viaje al Capitolio, no habían tenido tiempo de hablar, eso aunado a la estricto régimen que debían seguir a lo largo de los juegos, no podía tener un momento para hablar con la única persona que de verdad necesitaba para sobrevivir en aquella arena, Clove. Ambos habían entrenado por años juntos, conocían cada movimiento del otro. Lo que realmente le hizo alterarse fue el hecho de saber que su compañera ya tenía un plan y él lo desconocía, no estaba seguro el porqué esto le enfado, tal vez porque sabría que dentro de ese plan podría estar él en medio de un gran charco de sangre, podía escuchar el cañonazo que anunciaba su muerte, podía verla radiante de orgullo por ganar los septuagésimos cuartos juegos del hambre y con aquellos misteriosos, extravagantes y fascinantes ojos, los cuales tenían varios tintes que los hacían por mucho los más hermosos que jamás vio.

Eran de un color verde, pero no un verde que reflejara brillo y ternura, era un verde oscuro, era un verde grisáceo; los cuales estaban acompañados en el centro por un hechizante color carmín que los rodeaba, ese carmín que lo envolvía, la combinación de colores era perfecta, el verde con el rojo hacían un gran contraste en marcando tal cual era ella, una chica que emanaba una tranquilidad que resultaba mortífera. Y con aquella imagen de sus ojos posados sobre los de él, finalmente cerro los suyos para dejarse llevar por lo que quedaba de la noche.
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Bueno este es mi primer fic y es sobre una pareja que simplemente me ha enganchado, la idea surgió de ver un vídeo CLATO con el mismo título 'Howl' que es una canción de 'Florence + the machine' la cual es altamente recomendable, además de que al inicio de los capítulos iré colocando fragmentos de esta genial canción. Una aclaración más quise saber de que color son los ojos de Isabelle (nuestra Clove) así que me busque varias imágenes de ella en tamaño gigante para poder hacer un acercamiento y saber como son. En algunos lugares he visto que los describen como azul grisáceo, en lo de grisáceo concuerdo pero a mi parecer es de un tono verde, ya que son más oscuros y si fueran más azules tendrían un poco más de brillo, además es raro que se den este tipo de colores en personas con tendencias de ojos azules, por lo regular este tipo de formas y tintes se da en aquellos de ojos verdes (conozco a varias personas de ojos verdes con este tipo de tendencias) así que he decidido manejarlos como verdes grisáceos, lo importante es que esos ojos son únicos, creo que con esto termino las notas del primer capítulo, en la espera de que pronto estén los demás.