Disclaimer: Los personajes de Fire Emblem no son de mi pertenencia
Ahí estaban, frente a frente...Mirando fijamente a sus enemigos, aquellos que en alguna en parte de su vida, comenzaron a terminar con la felicidad que siempre desearon y creyeron sería realidad y natural. Aquella felicidad que leían en cuentos…
- ¿Estarán bien?-Preguntó una joven, de azulado cabello pupilas de tono igualitario.
- Claro-Sonrió uno de los que se preparaban para enfrentar una pelea de decisión - No debes desconfiar de nosotros
Segundos más de miradas llenas de determinación que se volvieron un minuto exacto. Se dio la señal y la batalla final comenzó.
El Rey de Archanea se abalanzó contra Medeus antes de que éste se transformase en Dragón y le ofreciera desventaja a su contrario; Las estocadas del Rey Heroico, eran rápidas y limpias, pronto el Dragón se vio en desventaja y temiendo una derrota.
El Marqués de Pherae hacia un trabajo en equipo en distracción y ataque, cuidándose de que el Rey de Bern no lograse acertar ataque en algún punto vital. Zephiel estaba acabado, gruñendo y maldiciendo a su vez.
Al igual que Lyon ante su interno, no podía pelear contra Eirika y Ephraim, aunque ellos no pensaban igual ya que los ataques lentos de Eph con los rápidos de Eirika, eran únicos.
Todos iban ganando, la joven que no pertenecía a su "época", ya aseguraba un futuro distinto ante una obvia victoria, y su sonrisa fue notoria.
- ¡Suficiente!-Gritó una voz - ¡Nuestra derrota será absurda!
La ceguera provocada por una fuerte iluminación en la oscura habitación, terminó cambiando la situación del combate ya que después de que los párpados de la joven se abrieran, el espectáculo cambió drásticamente.
No podía creer... Como ellos estaban... Perdiendo...
Medeus había tomado a Marth de la capa para jalarlo contra él y tirarlo al suelo boca abajo con una fuerza extrema para luego comenzar a pisarle la espalda con más fuerza todavía. El Rey comenzó a toser sangre.
- ¡Padre!
La Princesa dio un paso al intentar acercarse para ofrecer algún tipo de ayuda a la primera víctima, cuando su voz apenas eludible se escuchó.
- No te... No... Te... acerques...
Se mordió el labio inferior, impotente, cerró los ojos, pero la función seguía.
Zephiel tomó al Marqués de la cara y comenzó a patearle el estómago con la rodilla mientras apretaba su rostro, y sin estar todavía satisfecho, soltó al Marqués cuando éste dejó de moverse para hacer lo mismo que Medeus con Marth.
Julius tomó el filo de la espada de Seliph con la mano sin que se hiciera daño, produjo fuego de su mano derecha gracias a un hechizo y comenzó a derretir la espada hasta llegar a su propietario. Con la mano izquierda, tomó su rostro y las palabras que pronunciaba, hicieron a Seliph gritar con agonía.
- ¡Lord Seliph!
Ike tenía todo bajo control, hasta que Ashnard le clavó su hacha en el hombro izquierdo cuando se dejó herir por conveniencia en el costado. Enterró más y más aquella gran arma, Ike dejó de sentir su movilidad y soltó Ragnell con dolor, Ashnard se hizo de nuevo con su arma y dio un ataque en toda el área del pecho incluyendo la zona del corazón.
- ¡Lord Ike!
La chica no podía articular un sólo sonido, movimiento. Su padre, sus héroes... No se movían...
Marth había dejado un gran charco de sangre a su alrededor y simplemente dejó de moverse.
Roy intentó acercarse, arrastrándose como podía para tomar su espada y seguir con el combate hasta que una Exaccus se clavó en su corazón impidiéndole moverse de nuevo.
Lyon tenía abrazado el cuerpo de Eirika sin importar que éste llevara unos cuantos minutos muerto, Ephraim sólo pudo decir el nombre de su gemela antes de que el veneno de sus pulmones se lo prohibiera.
Leif seguía de pie, lo cual no duró pues sus heridas provocadas por una espada lo obligaron a caer de rodillas y finalmente boca abajo.
Alm pedía que Celica abriera los ojos, pero no podía ya que sus latidos habían cesado desde hace segundos. El joven de cabello verde se levantó dispuesto a seguir, pero se le impidió cuando una espada le atravesó el corazón de lado a lado.
Todos... Estaban muertos…
- No... ¡No pueden...!
Un par de enemigos se acercaron a la chica con el simple propósito de terminar con todo rastro de algún héroe que quedase con vida. Pero no sabían que había más que la pobre espectadora.
La muchacha se alejó paso a paso, mostrando terror en sus ojos, impotencia de gritar, sin reaccionar. Al fin gritó el nombre de su padre, pero sus ojos ya no se abrirán sus ojos por más que quisiera.
- ¿Se acabó?
Utilizó sus brazos para envolverse como refugio al igual que lo hacía su hermano y su padre. Ahora estaba a punto de morir...
Abrió los ojos ante la única voz viva de la habitación.
- Vi...ve...
La sonrisa que Marth le hacía llegar, aún cuando ésta estuviera marcada por la sangre y las heridas, le daba un aire de esperanza y leve felicidad.
-... Vive...
Medeus se agachó para tomarlo de su cabello y enterrar su rostro en el suelo con una fuerza increíble.
- ¡Muérete de una vez!
Y ante la acción, la vida del Rey Heroico se frenó al fin.
La joven se pegó a la pared mientras la iluminación de las antorchas disminuía. Finalmente todo se volvió oscuro y los pasos pesados se hicieron más frecuentes. Cerró los ojos con fuerza y casi grita al sentir una mano sobre su hombro, alguien cubrió su boca con una mano que reconoció gracias a la textura del guante que llevaba puesto.
- ¡Ahora!
Hubo un leve flash que la obligó a cerrar los ojos con dolor. Para cuando abrió de nuevo sus párpados, se hallaba a un par de kilómetros lejos del templo dónde se realizó toda la batalla.
- Luci...
La joven princesa no habló, sólo se dedicó a abrazar al Príncipe de Altea quién a su vez, era su hermano mayor.
- ¡Todos! Todos están... Papá ellos...
Mark, el Príncipe de Altea, la abrazó aguantando las lágrimas de impotencia. Nunca quiso que ella viera ese espectáculo de sangre, sin embargo, la joven era terca y aún inocente.
- Yo puedo ayudarles...
El Príncipe miró al frente mientras Lucina seguía abrazándolo y llorando. Una anciana, que parecía que apenas se movía, les hablaba. Tenía una túnica negra cubriéndole todo incluyendo su rostro arrugado a excepción de sus labios que se movían con gran lentitud.
- ¿Ayudarnos? – Preguntó Mark con desconfianza y leve temor.
- Sé lo que has sufrido... y puedo ver lo que sufrirán... Viajar al pasado, evitar el desastre, sellar el mal... Ya es posible
Lucina soltó a su hermano para mirar a la anciana, incrédula de sus palabras.
- ¿Viajar al pasado? Eso sólo ocurre en cuentos de hadas...
- No, mi señora...
Dio pasos lentos y pesados, Mark no dudó en ayudarle pues su educación se lo ameritaba. La anciana sacó un espejo de su túnica negra y se los mostró a ambos. El reflejo de sus rostros comenzó a distorsionarse y las voces se escucharon…
"¡Rápido, Roy! ¡Nunca ves la boda de un mercenario todos los días!"
"No te sienta mal el traje, Ike"
"Siempre lloro en el "Felices para siempre
" "
Las voces sus héroes. ¡Eran ellos!
La distorsión cesó y la imagen se volvió lo más clara posible. La escena era diferente. Sus padres, en una celebración, los amigos de ellos, los padres de sus amigos, riendo como adolescentes.
- ¡Son ellos!
- Si prometen salvarnos de esta futura pesadilla... Yo los enviaré al pasado, ustedes verán a sus padres y evitarán todo este derramamiento de sangre. ¿Qué dicen?
Mark y Lucina se miraron con determinación y asistieron, harían lo que sea por salvarlos, aunque eso significase aceptar algo a lo que nunca le pensaron las consecuencias. Comunicaron la noticia que nadie del campamento negó al final de unas determinadas discusiones. Preparándose con las armas sagradas de sus padres, la anciana invocó un sello de transportación.
La voz de la mujer se aclaró y agudizó, pronunciando palabras en el idioma del que Ike le platicó a su hijo y éste a ellos, el sello se iluminó y la anciana les pidió cerrar los ojos.
"Ell llanto silenciará sus emociones rotas. Sonrían y lloren... La pesadilla acabará"
Ante la última frase de la anciana, cada uno de ellos perdió el conocimiento finalmente.
Cuando el sello de invocación se acabó, la mujer se descubrió dejando ver su joven apariencia. Su cabello verde con esa tiara dorada con la esmeralda, sus ropajes rosas y ese rostro casi infantil.
- ¡Lady Tiki! Debemos irnos
La joven de verde cabello, miró hacia atrás, y sonrió ante el chico de cabello pelirojo y sonrisa encantadora. Saliendo de su escondite mostrando miedo y desesperación, se acercó.
- Xane... ¿Crees que ganen? – Preguntó mirando los rastros que el sello dejó
El imitador meditó, dándole razón a la heredera de Naga segundos después.
- Claro... Son hijos de los "Antiguos héroe de Leyenda".
- Tienes razón... Ahora vámonos
En fin, ¿Qué puedo decir? Sólo retomar este fic, remasterizarlo y acabarlo…
Espero les gustase la nueva versión... (Aunque no es tan diferente).
