Disclaimer inicial: Kodomo no Omocha es una serie creada por Obana Miho y publicada por Shueisha. Yo aquí nada más escribo llenando huecos de historia y de repente enfocándome en personajes no principales sin tener nada a cambio más que diversión en explorando.


"El Vagabundo y la Princesa"

Por Sagami Rei

A primera instancia, sé que el título suena muy fantasioso, pero aseguro que esto no se trata de un cuento de hadas cualquiera, aunque supongo que es el tipo de sentimiento que puede generarme.

Mi vida nunca fue un cuento de hadas... hasta el momento en que conocí a Sana. No niego que el momento en que la Princesa ayudó a un Vagabundo perdido en su vida, ella se convirtió en una pequeña luz para ayudarlo a seguir adelante, al darle una nueva oportunidad. Una oportunidad en el que podría cambiar y volver a ser feliz, a pesar de todos los obstáculos que se interpusieran en medio.

Pero, ¿qué fue lo que definió la vida del Vagabundo para que perdiera su rumbo?

Si hubo un momento en el que podría redefinir mi vida en tan sólo un par de minutos, ése definitivamente fue cuando Asako me confesó que quería perseguir realmente una carrera como actriz.

En aquel momento, yo no tenía alguna palabra bien pensada, y menos sabía siquiera que estaba pensando al expresar lo que le haya dicho. Y fue cuando todo empezó a teñirse de gris en mi vida.

Me terminé manifestando de una forma tan extraña y errónea… pero, ¿no es así como alguien debería sentirse cuando está en esa transición de volverse adulto? No. Nunca debía haberlo hecho de la forma en la que lo hice.

Me comporté como un patán.

Muy dentro de mí y aún al día de hoy, sabía y sé que no debí comportarme así y que debía apoyarla...

Sin embargo es claro los resultados que eso me terminó trayendo.


I

Alguna vez, no hace mucho tiempo, la maestra Kurata me dijo que 'escribir es la mejor terapia para que uno se pueda sentir mejor' y que si 'tenía cosas en mi corazón y en mi mente que todavía me molestaban' podía escribirlas o hablarlas para liberarme de ellas.

No soy escritor.

Pero tampoco soy alguien que le gusta expresar todo su sentir en voz alta.

Menos soy esa persona que se hace creer fuerte como para dejar este tipo de pensamientos en el pasado y simplemente olvidarlos. Todavía hay cosas que me molestan, hay otras que me entristecen... otras que me ponen feliz y también hay otras en que no tengo idea de cómo actuar, porque sigo siendo un joven adulto que todavía está tratando de crecer, y eso me ha dado más problemas que cuando era un simple chiquillo de 11 años.

Creo que puedo describir aquello que pasó con Asako de esta forma: me encontraba feliz... pero así también sentía celos... Era muy egoísta con ella. ¿Por qué? Porque ella podía avanzar en su vida, y tenía ambiciones muy grandes. ¿Y yo, qué? Si no fuera por la mentalidad de mis padres y algunos parientes, podía ser completamente un NEET por el resto de mi vida. Lo cual… no me agradaba mucho la idea.

¿Quién era yo en esa época?

No tenía las mismas ambiciones que ella o que mis amigos. Es más, no recuerdo haber asistido a la cita que mi tutor de grupo organizaba en el segundo año de preparatoria con mis padres para hablar de mi 'futuro'.

Y vaya la regañadiza que me pegó el titular de mi grupo por faltar.

'Sagami, ¿Qué es lo que quieres hacer, entonces?'

Supongamos que no supe que contestar y me fui de ahí con una mirada ingenua. Supongamos que éste es el mismo tipo de escenario que podía presentar ante otra parte de mi familia.

Siempre fui un niño mimado desde que tengo memoria y mis padres me resolvían muchas cosas. Pero a pesar de todo, no le prestaban harta importancia acerca de lo que quería yo hacer en mi vida adulta.

Ellos siempre tenían cosas que hacer. De un modo u otro. Casi nunca estaban en casa, ya era por trabajo o algún paseo que ellos se daban el lujo de planear e irse juntos.

Era difícil imaginar a los ojos de un niño que estaba por empezar el 9no grado, que mis padres tenían problemas económicos dado a esos 'lujos' que teníamos. Siempre me lo pusieron detrás del telón, y si yo no hacía preguntas, ellos menos me iban a dar respuestas.

¿Quería ser yo cómo ellos?

La verdad… estoy seguro que siempre quería hacer 'algo', pero no sabía qué con exactitud. No era bueno con ciertas materias y de hecho, no sabía que podía darme mi futuro si seguía bajo el resguardo de mi familia.

Ya más grande, oía conversaciones entre mis amigos acerca de que iban a hacer saliendo de la prepa, y que si habían conseguido trabajos temporales. Y cuando llegaba mi turno de responder, todavía, ingenuamente, contestaba: "No tengo tiempo para trabajar. Si fuera así no podría hacer otras cosas." Es algo que todavía ellos me anduvieron preguntando inclusive cuando salía con Asako, aunque era una respuesta que todavía frecuentaba más.

'Es porque quiero salir con Asako.'


Kurumi Asako...

Conocí a Asako cuando estábamos cursando preparatoria. Yo no era un buen estudiante, ya que mis calificaciones siempre estaban algo debajo de lo promedio (aunque me reanimaba para los exámenes, así que casi nunca reprobaba y dejaba materias al aire) y a pesar de todo, mi familia me apoyaba tanto 'emocionalmente' como económicamente, así que no sé qué me veía en esa época.

Ah, y era muy torpe. Con ella en especial, quedármele viendo ante su resplandeciente presencia en los pasillos o en las escaleras, dando un mal paso y resbalarme, o estrellarme contra la pared era algo que ocurría de forma algo frecuente.

¿Pero qué podía hacerle? Su sonrisa me iluminaba mi día con sólo un cruce de miradas en la entrada o en el salón de clase. Era amor a primera vista. Justo a unos bancos de distancia entre el mío y el suyo. Y justo un día en que en una de esas sacadas de onda se me olvidó mi libro para la clase historia, por fin compartíamos diálogo.

Recuerdo a detalle cómo fue aquello.

"De... ¿dejé el libro en casa?" decía yo al buscar entre mis cosas de mi maleta, el tomo grueso que pedían para esa clase. Súmanle que ser torpe, también me hacía bastante distraído, así que esto era algo que podía presentar de manera habitual. Sacaba todo lo que había en mi mochila, aunque claro que un libro de ese grosor no era difícil de ignorar.

Y fue cuando la oí, hablándome.

"Es... este, Sagami... ¿gustarías trabajar conmigo?" La dulce voz que provenía de ella sonaba tan nerviosa al hablar conmigo. Recuerdo que al verla, también tenía un ligero sonrojo que se formaba en sus mejillas. Parecía sacado de un manga shoujo.

"Ah... no... ¿No será una molestia?" Al preguntarle, ella simplemente negaba con su cabeza. Le pidió a mi compañero de asiento que si podía intercambiar lugares. Se sentó a mi lado, y nos sonreímos mutuamente. Y finalmente nos presentamos formalmente. Estaba indudablemente enamorado de esta chica... y la primera vez que decidió hablarme en persona, fue ese día en específico. Estaba feliz y muy agradecido de que esta situación se haya presentado.

Empezamos a hablar entre nosotros de poco a poco, intercambiamos teléfonos, y empezamos a salir juntos porque de vez en cuando era un cambio de aire entre mis amigos y yo. Así fuimos conociéndonos mutuamente.

Es divertido pensar que estando enamorado, podía actuar de manera todavía más torpe que de costumbre y todos me lo hacían saber. Desde mis padres, mis amigos y mis maestros. Y aun así, a pesar de lo torpe que era… con ella... sentía que éramos uno. No tardamos mucho en declarar que éramos novios uno del otro y empezar a hacer cosas que muchas parejas de chicos adolescentes harían.

Eran los mejores días de mi vida. A pesar de lo desconcertante que eso era para todos mis conocidos.

Después, de la nada, un 'pequeño' problema surgió en esta que podría ser tu típica relación de manga shoujo.

Un día, Asako sacó en un tema de interés que deseaba poder actuar. Ella formaba parte del club de drama de la preparatoria, pero muchas de las puestas de escena, como han de imaginar, no eran las mejores y por lo que recuerdo, siempre habían algunas discusiones dentro así como pleitos por problemas de ego entre ellos. Cuando le recalcaba que ya estaba actuando en las obras escolares, ella sólo me meneaba la cabeza diciendo que quería 'algo más grande'.

Al inicio, todo estaba bien y de hecho no pensé mucho en eso. Si quería seguir su sueño, era bueno para ella.

Tenía una mentalidad muy ingenua para pensar que esto no iba a cambiar nada entre nosotros. "Estaré contento si de todas formas lo intentaras..." fue lo que respondí esa vez.

Increíble pensar que ése fue el detonante de los problemas en nuestra relación.


Ella siguió mi consejo. Pero eso significaba que cuando empezó a enfocarse a una pequeña compañía teatral casi a las afueras de Tokio, menos podía verla y menos podíamos cumplir con nuestra relación. Faltaba a clase de vez en cuando debido a los problemas de transporte y por supuesto, había ensayos importantes si no quería perder papeles estelares.

Y fue cuando empezaron las peleas y las discusiones.

No recuerdo la brutalidad o la frialdad en que dije algunas cosas, pero era claro que vivía dificultades que todavía eran muy ajenas a mí. Me quedaba callado sin saber que hacer al respecto. Y para mal de males, me sentía más solo que de costumbre. Y sólo con la idea de tenerla en el ojo público me aterraba por un par de cosas, (en el medio del espectáculo, no sabes dónde estará el obsesionado que puede causar una barbarie) cuya principal era por sobre todo, dejarme.

No quería estar lejos de ella, pero esto nos empezó a distanciar. Sólo teníamos 17 años.

Y después mi mundo empezó a desmoronarse al momento en el que ella me explicó sus verdaderos deseos de estar en el mundo de la actuación.

"¿Tiempo... completo?"

Estaba molesto, solo y harto de todo esto.

"Perdón... pero así es..." No tenía valor para verme de frente, a los ojos. Pero sabía porque hacía eso de esa manera: tenía miedo de verme enfadado después de muchas discusiones, y no quería verme sufrir. "No... no creo terminar la preparatoria contigo, Rei."

...Volvimos a pelear, como nunca lo habíamos hecho. Ahora no recuerdo mucho de lo que nos estábamos diciendo, pero evidentemente estaba cegado por la incesante mezcla de emociones que tenía.

"Olvídalo. Éste es el fin de nuestra relación." Me atreví a decir al final. Estaba 'liberado', pero con el corazón roto. Le di mi espalda sin evitar oír como caía al suelo y lloraba. No quería tampoco voltear atrás, mis ojos estaban rojos e irritados por las lágrimas que soltaba. Era mi orgullo desmoronándose… manifestado a través de los ligeros temblores que mi cuerpo estaba provocando.

Han habido y siguen habiendo muchas veces en que veo atrás a este momento, que de repente me hacen preguntar '¿por qué hice esto?'.

Tiempo después (tuvo que pasar mucho tiempo después) me llegué a cuestionar un escenario de 'si hubiera tenido el valor para poder apoyarla en su camino al estrellato'. Su primer debut fue un fracaso, pero ella no cedió ante la crítica y siguió adelante, y así fue habiendo pequeños obstáculos que la catapultaron al estrellato (el cual el segundo intento fue bueno, y el tercero estuvo mal). Al leer sobre ello, al verla con su bella y radiante sonrisa, no podía evitar sonreír, aunque pensaba que a lo mejor ya me había olvidado. Era demasiado cobarde como siquiera para buscarla.

Me hacía mucha falta, muchas más de la que imaginé que me hacía.

Me hacía falta su calor. Su voz, o al menos algún apoyo. Porque… inevitablemente, nunca pensé que mi vida se iría al desagüe no mucho después de esto.


Continuación próxima.

Notas - Éste es mi primer fanfic de Kodomo no Omocha, dedicado quizás al primer idiota con gafas de sol que me empezó a caer bien en una serie de manga y anime.

La narración está en primera persona, puesto que está siendo escrito por Rei. Es su versión de los hechos, de su pasado y de su presente, quiero suponer.

Es mi primera historia larga en mucho tiempo, de más de 5 capítulos. Es más, hasta el día de hoy, 24/07/14, no está terminado, y por tanto su actualización va a ser algo irregular.

Dedicado al cumpleaños de su seiyuu, Naitou Ryo, quien éste fue su primer rol importante en el medio, hace casi 20 años... (aunque me haya pasado por más de un mes... heh...)

Agradezco lecturas, reviews, favoritos y demás.