"Prefacio"
Bella POV
Había visto sus preciosos ojitos verdes, hacia cuatro años y tres meses, abrirse para mirarme con curiosidad, había sostenido su frágil cuerpo en mis brazos y de inmediato la había amado, mi pequeña Julie era el ser más inocente del mundo, tenía una sonrisa que iluminaba las habitaciones a las que entraba, había vuelto a Charlie un abuelo sobreprotector y consentidor que amaba darle vueltas en la patrulla, incluso le había regalado una gorra de policía.
Habíamos pasado todo juntas desde el momento en que apareció en mi vida, ella era mi fuerza, mi vida estaba dedicada a hacerla feliz, no creía ser la madre perfecta, pero a mi pequeñita jamás le falto una palabra de aliento o de amor, ella tenía todo aquello que un niño necesita para ser feliz. Mi pequeña Julie había aprendido a escribir tan solo año atrás, para enviarle cartas a su padre, ese ser invisible en su vida, que ella anhelaba conocer, ese hombre que sin saberlo tenía el amor de una pequeña lucecita que le quería aun sin conocerle.
Julie era la clase de pequeña que tiene un corazón tan grande que incluso aquellos que no lo merecían, tenían un pedacito en él. Era tierna, dulce, simpática, estudiosa, amaba los animales, amaba jugar en el bosque, su sueño más grande era algún día bailar vestida de princesa al lado de su padre en la fiesta que organizaba su escuela cada año. Por eso escribía las cartas, en todas ellas le pedía que le concediera un baile juntos.
Y aun con todas las cualidades que podía enumerar de Julie, ella no tendría una vida feliz y plena, no tendría su ansiado baile, no se convertiría en veterinaria, ni ayudaría a Charlie a colgar las medias de Navidad, mi pequeña Julie me había sido arrebatada por un hombre sin consciencia, ese maldito merecía morir aquella noche, no mi pequeña. Incluso habría preferido morirme a su lado, acompañarla y jamás dejarla sola como había prometido.
Mi corazón estaba partido en mil pedazos, así como había sostenido su manita al llegar al mundo, la había sostenido cuando se despidió de mí aquella noche con un inocente "Tengo sueño, mami", vi sus ojitos verdes cerrarse, los doctores me habían dejado pasar la noche ahí aun con mis lesiones, me habían dicho que Julie estaba despierta solo por un milagro, pero que las heridas internas eran tan graves que si intentaban arreglarlo ella moriría en la mesa de operación, se desangraría ahí mismo. La sola idea de imaginar que mi pequeña muriera sola rodeada de desconocidos, en una mesa fría, me destrozaba, me dijeron que podría despedirme, la habían sedado para evitarle más dolor, pues al llegar apenas podía mantenerse entre los gritos desesperados, me senté a su lado, la acurruque en mi pecho y tome su manita mientras poco a poco el sedante hacia efecto, quería creer que mi pequeña solo tomaría una pequeña siesta y a la mañana siguiente iríamos las dos a comprar un helado, pero no era así. Esa misma madrugada, mi Julie murió en mis brazos, sin ruido, sin gritos, solo mis sollozos rompían el silencio sepulcral de aquella habitación.
Estuve sedada por los siguientes dos días, pues cada que despertaba rompía en llanto, gritaba desesperada y rogaba me le regresaran, mis heridas no me importaban en absoluto, de no ser por mi padre habría terminado encerrada en un recinto de salud mental, pues los doctores estaban preocupados de que cometiera una locura si estaba sola.
Apenas salí del hospital comenzamos la demanda contra el maldito hombre que me había arrancado a mi Julie, las pruebas estaban todas ahí, el hombre fue declarado culpable a unas semanas de dar iniciado el juicio. Se suponía que no habría posibilidad de fianza, pero tan solo seis meses después, cuando creía estar reponiéndome, nos enteramos de que ese infeliz había sido liberado, le habían dado una fianza muy alta, según mi padre alguien había liberado cantidades desorbitantes para conseguirla y luego había pagado la fianza de aquel hombre, había intentado conseguir el nombre de los culpables, pero estaba claro que era tan poderoso que podía borrar incluso sus huellas de aquellos billetes.
Estaba destrozada de nuevo, había días enteros en los que no me movía de la tumba de Julie, prometiéndole que encontraría la forma de hacer pagar a aquellos que me la habían quitado. Pero al mismo tiempo no tenía fuerzas para levantarme y cumplirlo, sentía que mi mundo ya no tenía sentido.
Hasta que mi padre llegó una noche a la casa con unos papeles en un sobre, dijo que había tenido que cobrar algunos favores a altos rangos y quedar en deuda con otros tantos, pero había conseguido la información. Mi mundo entero se detuvo al leer el apellido Cullen en aquellas formas, todas ellas decían ser ayuda para caridad, pero estos jamás habían ido a dar a instituciones, simplemente habían desaparecido. El hombre que me había arrebatado a Julie, Marcus Vulturi, era el mayor inversionista de la empresa de Carlisle Cullen, estaba claro que todo aquello habría traído perdidas extremas, no solo de capital, sino también de otros accionistas que no querían ser vinculados con Vulturi. Lo peor vino cuando leí que el nuevo presidente de la compañía era quien había firmado esos cheques, Edward Cullen.
Mi padre estaba tan sorprendido como yo, antes de que él pudiera explicarme cómo manejar esa información, decidí que no quería hacer esto de manera legal y adecuada, ellos no iban a jugar de esa manera, así que tampoco nosotros, iba a destruir a Edward Cullen y Marcus Vulturi.
Sera una historia corta, como le expliqué en el grupo.
Pero como siempre, cargada de emociones.
Espero les guste :3
