Traducción de Blue Cinnamon, del francés. Realmente agradecería que me dijeseis que tal ha quedado.
Blue a reescrito integralmente su fic y ha hecho una introducción que omito traducir, dado que la versión no revisada no se publicó en español, no fue leída y no recibió ningún review. Tampoco traduzco los concursos que hace dentro del fic. Me temo que no podría aplicar el premio que da ella -escribir en el siguiente capítulo lo que pida uno de los que han publicado un review, romances Filch-Sirius no incluidos. Como sus comentarios son divertidos, los incluyo cuando sean relevantes.
Autor: Blue Cinnamon
Título original: D'un point de vue à l'autre
Tema : Merodeadores, el mundo antes de Harry
Spoiler: Tomo (hechizos, nombres, conocimiento del "mundo" del tomo 6)
Disclaimer: Nada es mío, todo es de JKR salvo lo que es mío…
Capítulo 1: El expreso de Hogwarts
X
James entró sin llamar en el cuarto de Sirius.
"¿Todavía no has acabado de hacer la maleta?"
"Mmh. No… A propósito, gracias otra vez por… Bueno por financiar mis estudios, y por el resto también."
El moreno de ojos avellana suspiró.
"Repíteme eso otra vez y te juro que te mato. Pareces Peter, disculpándote por todo.
Padfoot levantó bruscamente la cabeza.
"¿Naahh?"
James no respondió; se acercó silenciosamente a la pila de libros y ropa que tronaba encima de la cama.
"¿Y esa pila de cosas? ¿Para que coges tanto trasto?"
"Eh… es todo lo que necesito para mi sexto año, en Hogwarts… ¿Te suena, Hogwarts?" respondió Padfoot con falso tono de ansiedad.
"¡Para de meterte conmigo! ¿Para que coño coges tanta cosa? Pasas las Navidades con nosotros, no sirve para nada… ¡no!" Se interrumpió James al ver los ojos brillantes de Sirius "¡Cómo vuelvas a pillarte una crisis de agradecimiento y demás palabritas de nena te destruyo!"
El guapo moreno enrojeció y farfulló vagamente algo así como "…". James tuvo el impulso de despeinarse el pelo, pero lo rectificó a tiempo por un saludo a lo romano.
"Ave Padfoot, parto en busca de Descaro…"
James vio la mirada de su mejor amigo detenerse sobre su manga. Tendría que ser más cuidadoso con esa clase de cosas. Mientras se iba, Sirius le gritó:
"¡He, si ves por ahí a Charles o a Enguerrand, diles que son dos asquerosos gusarajos demasiado usados!"
"¿Y eso?"
"Me apetece y ya está. No necesito excusas para insultarlos"
James río. Por supuesto, omitiría comentar el asunto con sus primos.
XXX
Lily Evans miraba a sus padres con compasión: Petunia había vuelto a entrar en una crisis de celos y se había encerrado en su cuarto. Sus resoplidos de rabia resonaban a través de toda la casa. Mrs Evans trataba de consolarla desde el otro lado de la puerta.
"Petunia, querida, cálmate y sal de allí. Tu hermana llegará tarde, y perderá el tren…"
"¡Me da lo mismo, que el monstruo vaya a lomos de sapo!"
"Querida, ya hemos hablado de esto, no porque tu hermana sea… digamos diferente hay que juzgarla tan duramente."
"Ha transformado el ficus en planta carnívora. ¡Por poco me mata!"
"Por dios, no, Fifi solo quería lamerte la mano…"
"¡Fifi! ¡Porque esa cosa tiene nombre!"
Ese tipo de peleas podía durar una eternidad, y justamente Lily tenía prisa. Su padre le lanzó una mirada desamparada antes de ir al garaje a sacar el coche. Petunia había vuelto a ganar. Su madre no vendría a despedirla al andén, se quedaría junto a la puerta de su hermana. Siempre había habido una cierta rivalidad entre las dos chicas. Petunia era la mayor, y consideraba que eso le otorgaba un estatus superior y la rendida admiración de su hermana. Todo le había salido a la perfección hasta que la pequeña cumplió cinco años: cuando había intentado cogerle sus regalos, Lily se había negado. Petunia la había pegado y se había volatilizado súbitamente. El Sr. Evans la había localizado después de horas de búsqueda en el maletero del coche. Desde ese día, Petunia dedicaba a Lily un religioso odio. Había chillado, suplicado, chantajeado a sus padres para meter a Lily en un orfanato el día en el que llegó la carta de Hogwarts. Para los Evans, las vacaciones eran una prueba. Habían establecido un planning para que las hermanas no se encontrasen nunca al mismo tiempo en la casa, excepto el primer y el último día. Lily trataba de no guardar rencor a Petunia, pero era difícil: por su culpa había pasado un mes visitando familiares más viejos, estrictos y aburridos los unos que los otros mientras que Petunia se iba con unos amigos cuando le tocó irse de la casa. Los resultados de los O.W.L.s fueron el único punto positivo; Lily había obtenido resultados excelentes pero Petunia repetía su último año. El camino hasta Londres fue alegre de todos modos; un momento privilegiado padre-hija.
"Tendrás que presentarme a tu chico… James Potter, ¿no es eso?"
Tampoco tan privilegiado.
"¡NO es mi chico! ¡Le odio!"
"Has hablado de él durante todo el verano…" resaltó su padre.
Lily hizo una mueca. Intentaba contener el stress que la invadía, como en cada vuelta a Hogwarts.
XXXXXXX
James intentaba atrapar su nutcarnus, pero el animal se escapaba continuamente.
"Descaro, anda… Ven…"
"¡Iiiiiiiiiiiiiik!"
"¡Qué va, a la jaula!"
"¡Iiiiiik Iiiiiiiiiiiiiik!"
Descaro, extrañamente parecido a una ardilla, saltó desde el armario a la araña del techo.
"Mmmh, sigue igual de cooperador" comentó Sirius, recostado en el marco de la puerta.
"¡Grmpf!"
"Oh, el pequeño Prongs no sabe ocuparse de un simple roedor."
El simple roedor saltó sobre Sirius y emprendió con saña la tarea de desfigurarle. James aprovechó la ocasión para atrapar la bola de pelo y meterla en su jaula.
"Gracias Padfoot, sin ti no le cogía."
"¡Bicho asqueroso! ¡A que lo trasformo en mechoui! ((N d T: cordero asado a la manera árabe. Y una manera de decir que se va a cargar al oponente.))
"Es tu culpa, Descaro no es una ardilla muggle, tiene características de los kneagles y de hipogrifos."
"Que regalo de…"
Sirius no terminó la frase, la Sra. Potter acababa de entrar en el cuarto. Con un movimiento ausente de la varita curó la cara de su invitado y se giró hacia su hijo.
"No estás listo."
"Es culpa de Descaro…"
"Toda la familia te está esperando."
"Perdona."
"Tendrás que decírselo a ellos, no a mi. Yo estoy acostumbrada a esperarte, prácticamente ya no me molesta."
James enrojeció y bajó los ojos mientras Sirius hacia como que no estaba allí. La Sra. Potter corregía a su hijo, pero el podía hacer lo que quisiera: había renegado de su familia. Y James no podía más que admirarle y sentirlo por él: los Black eran brujos poderosos pero apoyaban la magia negra y romper las ataduras mágicas que le unían a ellos había sido muy duro para Sirius. James no pudo evitar comparar su familia con la de su amigo: tanto del lado de su padre como del de su madre, quien más quien menos todo el mundo contribuía a combatir la magia oscura. Aquel verano, habían encontrado a su tío Ernie mutilado y ahorcado en su cuarto del Caldero Chorreante con una carta de amenazas colgada del pecho. James miró a su madre y se estremeció. Se estaba exponiendo cada vez más, ella podía ser la próxima.
"James, en marcha".
Al bajar la escalera se cruzó con uno de sus primos que estaba en plena bronca con Sirius: al parecer, Charles le había empujado accidentalmente. James les dejó arreglárselas solos. Al llegar a la entrada nadie le miró a los ojos. La pelea que había mantenido el día anterior con sus padres había resonado en toda la mansión. Su primo Enguerrand le guiñó un ojo y la abuela le dio un paraguazo.
"¡Granny, eso a dolido!"
"¡No animes a James a hacer gamberradas!"
"Es que es su vida"
Enguerrand recibió una lluvia de golpes.
"¡Golfo! ¡No repliques a sus mayores!"
"¡Ayyyyyyeeee!"
"Granny, déjale, por favor" intervino James.
La anciana le lanzó una mirada sorprendida. Aporrear a sus nietos era su deporte fetiche; su nuera, la Sra. Potter, los arreglaba después. Nadie, ni siquiera los niños, le decía nada: no tenía fuerza suficiente para hacer daño.
"He elegido este camino y no cambiaré de opinión."
"Perrrrrrro Jimmy, no has pensado lo bastante. Se buscadorrrr de Quidditch o funcionarrrrrio en Gringotts y deja las cosas serrrrrias a la gente serrria."
James contuvo la risa: su abuela era alemana y el enfado resaltaba su terrrrible acento. Se había ido de Alemania para vivir en Inglaterra con su abuelo.
"Quiero ayudar, como todos. A mi manera."
Su tía Vivian intervino:
"James, ser Buscador contribuye a preservar el ánimo de la gente."
"Me da lo mismo" cortó el joven, sin poder contener un estremecimiento frente al monstruo familiar.
Este lanzó una mirada al abuelo paterno de James.
"James… te necesitamos como jugador de Quidditch" insistió la mujer.
"¿Perdón?"
"Quisiéramos que entrases en el equipo de Ludo Bagman, más tarde… Para vigilarle…"añadió verificando que no había niños en las inmediaciones.
"¿Y eso por qué?"
Su madre cortó la conversación.
"James no será buscador (lanzó una mirada amenazadora a su cuñada) ni banquero (mirada amenazadora a su suegra) y menos Auror (mirada amenazadora a James). Será medimago.
"¡No!" replicó toda la familia a coro.
"La cuestión no se plantea, mamá. He elegido".
"¡Pero a ver, James, ser Auror! No tienes ni paciencia ni abnegación suficientes para eso"
"¡Tengo los O. necesarios! ¡Tengo Extraordinario en todos menos en Adivinación, y en ese tengo Supera Expectativas!"
"Nada que no sea mejorable" replicaron sus abuelos.
"De hecho me has superado gracias a eso" dijo Sirius sonriendo, puesto que él había tenido Desastroso.
"Sirius, no le animes" suplicó el Sr. Potter.
James suspiró y salió de su casa en dirección de la diligencia que le esperaba fuera, donde se instaló al lado de Remus y Peter, sumergidos en una discusión sobre Quidditch. En el interior, el pugilato continuaba. Sirius se reunió con ellos poco después; Charles llegó entonces con un ojo morado. Entonces sacó un libro y les ignoró durante todo el trayecto. A pesar de estar los 5 juntos en sexto año y en Gryffindor, Charles no iba con los Merodeadores: no soportaba a ninguno de ellos aparte de James.
XXXXXXXXXX
Lily se reunió con sus amigas en el andén después de despedirse de su padre. El equipaje estaba en el primer vagón del tren, justo detrás del compartimiento de los prefectos. Alix, su mejor amiga, una adolescente de pelo castaño y franqueza legendaria, sacó un trozo de papel de periódico.
"Mira, te he guardado un artículo de el Profeta, es sobre James Potter…"
"¡Me trae sin cuidado!"
"… Y de sus resultado en los OWLs"
"Dame."
El articulo trataba de "los excepcionales resultados de un joven mago particularmente brillante".
"No creo que esto le arregle lo del ego."
"No" aprobó Cecily entre risitas.
"Según el artículo James ha pasado brillantemente en todas las materias"
"Es verdad, cogió todas las opciones posibles para 5, después de que le dispensasen de Transformaciones y de Encantamientos" recordó Bridget, una amiga de Ravenclaw. "¡Consiguió recuperar todas las lecciones de los años anteriores, hay que ser un genio!"
"Ya, la profesora McGonagall estaba tan harta de él y de Sirius que les echó, como se sabían todo el programa" completó Alix riendo "me parece que le alegró el año. A Flitwick le decepcionó, aunque cedió cuando se lo pidieron"
"Como puede encontrar graciosas sus… Quiero decir…" refunfuñó Lily.
"Bah, rompen la monotonía de la clase" defendió Cecily, una chica de facciones orientales perdidamente enamorada de Black.
"Si, lloré de risa en Runas, el día en el que hicieron como si no supiesen hablar inglés. Hablaban en Rúnico y el profesor Vector casi se vuelve loco: le preguntaban cosas fuera del programa, más allá de los NEWTs. De hecho sabían mucho más que él" contó Bridget.
Lily no añadió nada. Bridget apreciaba más la hazaña al nivel académico que la broma en sí, y Cecily no vivía más que para Sirius Black (¡es que es taaaan guapo!) Su mirada se detuvo sobre la foto que ilustraba el artículo. En ella posaba James rodeado de su inmensa familia. Todo Hogwarts conocía su historia: sus padres eran vecinos de niños, y cuando se casaron sus abuelos resolvieron juntar los dos dominios. Las familias Potter y DesFleurs cohabitaban en perfecta harmonía (según James), con una buena dosis de peleas muy divertidas (según Charles). Su condiscípulo convivía con la totalidad de sus tíos, tías, primos, y incluso con sus primos segundos, exceptuando los que vivían en Francia o España. Los nietos y bisnietos abundaban y componían equipos de Quidditch para torneos interfamiliares. Lily le envidiaba; ella no conseguía vivir bajo el mismo techo que su hermana. Dos segundo curso la sacaron de su ensimismamiento: habían tirado la cesta de su gato que guardaba a sus pies y el felino se había esfumado. Se precipitó inmediatamente en su búsqueda mientras sus amigas le gritaban que se apresurase. La pelirroja saludó otras chicas de sexto que no le respondieron. Al pasar entre dos carritos, su túnica se quedó trabada. Lily se inclinó para liberarse pero cuando se disponía a levantarse, el sonido de voces airadas la detuvo.
"James, no seas puerrrrril."
"¡Granny, ya vale! ¡No quiero ser banquero!"
La anciana bruja hizo girar su paraguas por encima de su cabeza y lo abatió sobre su nieto. El objeto se rompió sobre la ceja de James. Lily ahogó un grito. La sangre corría abundantemente, pero el chico no pareció preocuparse por ello y explotó:
"¡Me tenéis harto!"
"James vigila tu lenguaje" gritó la anciana con un pronunciado acento alemán.
"¡No! ¡Ya veo que nunca seré lo bastante bueno para vosotros!"
Una mujer de pelo negro y ojos azul cielo trató de acercarse al adolescente. Mucha gente les miraba, atraídos por los gritos.
"James, cálmate"
"¡No, mamá! ¡He tenido las mejores notas desde hace diecisiete décadas en los OWLs pero lo único que veis es mi nota de Adivinación!"
"James…", trató su madre.
"¡Que sea Buscador, banquero o Medimago, nunca será lo bastante bueno!"
Lily se sorprendió de ver que James tenía problemas similares. Siempre le había considerado prácticamente desprovisto de sensibilidad. Un hombre bastante alto con pelo castaño muy despeinado sacó su varita.
"Hijo, no me obligues a hacerte callar por la fuerza."
"¡Sólo os interesa lo que podría ser y no lo que soy! ¡Adelante, usa la fuerza!"
Su padre bajó la varita, con pena y vergüenza dibujada en su cara. Ella observó como su compañero subía rabiosamente su equipaje en el tren ignorando altivamente a su familia, que trataba de hablar con él.
James vio el gato de Lily mientras compraba el último Quidditch Magazine. Sonrió. Su familia se había ido a acompañar a sus primos a sus compartimentos y sus amigos le guardaban en un sitio en el último (el más separado del de los prefectos). Se inclinó y llamó al animal:
"Cyan, ala ven… Voy a traerte de vuelta con tu ama."
El gato de pelo color cobalto saltó a sus brazos y ronroneó. Al menos su mañana tendría un punto bueno, iba a tener una ocasión de hablar con Lily. La encontró rápidamente, inclinada mirando bajo los carros.
"Hola Evans."
Con exquisita gracia se giró hacia él. Llevaba un vestido muggle ligero, un poco corto. James se concentró para no mirarle ni las piernas ni más arriba… Su mirada se oscureció al verle, pero se iluminó al observar a Cyan. Sus ojos combinaban perfectamente con su vestido: eran del mismo verde alucinante.
"¿Cómo te las arreglas para encontrarle cada vez que se escapa?"
"Soy genial"aclaró el con una sonrisa. "Tendrías que tener más cuidado, terminará por perderse definitivamente."
"Gracias", respondió ella con tono cortante.
James se preguntó como hacerla sonreír. Le encantaba ver sus ojos chispear.
"No es que tenga derecho a sermonearte, mis abuelos me han regalado un Nutcarnus por los OWLs. Ese bicho es la peor arpía que he visto en mi vida. Esta mañana le ha hecho a Sirius una cara nueva."
"Mmmh. No es que tengas mucho talento para inspirar confianza, será por eso que no te obedece. ¿Me devuelves a mi gato?"
Cuando James le tendió a Cyan, el gato emitió un maullido de tristeza. Lily pareció molestarse, cogió al animal y se fue rápidamente. Así terminaban siempre las cosas con ella. Mal.
XXX
La caradura de James la sacaba de sus casillas. ¡Como si no cuidase de Cyan! Era su culpa. Cada vez que entraba en la sala común, Cyan estaba hecho un ovillo sobre las rodillas de James o dormido en una de sus camisas. Su gato había acabado por considerar a James como su amo y eso le dolía más de lo que se confesaba. ¿No bastaba con que para el señor las clases fueran un paseo y que se pavonease gracias a su puesto de cazador estrella? ¡Y la mayoría de la escuela le admiraba! Lo peor… lo peor… es que había cambiado durante el verano. Ya no parecía un chiquillo de tercer curso. Añadiendo a eso los resultados de los OWLs, Lily dedujo que Potter, un año más, sería insoportable de chulería. De repente, una niña le embistió.
"Lo siento… He perdido a mi hermano"
Lily nunca había visto una niña tan guapa. Su pelo era de un radiante color rubio, su piel pálida y sus ojos grandes. Uno de ellos era rosa y el otro turquesa, ambos tenían manchas malvas y sobre sus pómulos unos tatuajes plateados representaban lágrimas. Despedía un halo de irrealidad. Llevaba el uniforme de Hogwarts pero parecía muy joven. Siete años como máximo.
"¿Entras en primero?" murmuró Lily.
"Si, estoy buscando a mi hermano."
"¿Cómo se llama?"
"Ya no me acuerdo" confesó la chiquilla, enrojeciendo.
"¿Cómo?"
"Tenía que esperarle en el tren como dijeron papá y mamá y luego no se porqué he bajado" dijo de un tirón.
"Sube conmigo, te ayudaré a encontrarle. ¿Crees que le reconocerás?" preguntó Lily dudando.
La niña era realmente extraña, pero algo en Lily le impulsó a ayudarla.
"Él me reconocerá"
Parecía confiar en ello. La prefecta deseó interiormente que el hermano tuviese mejor memoria que la hermana. Subieron en el vagón de Lily.
James discutió acaloradamente con Rita. Siempre quería más. Tuvo la clara impresión de ser un simple mortal frente al peor de los demonios.
"Potter, hemos hecho un trato."
"Ya lo sé, pero comprenderás que no puedo irme tan fresco del colegio."
"No te hagas el loco" gruñó la rubia, "Conoces todos los pasajes secretos."
"Sea como sea, no vuelvas a hacerme la jugada de abordarme en público. ¿Comprendido? Es peligroso."
Suspiró, acordó algo y subió al tren.
Lily fue a su vagón a dejar a Cyan antes de ayudar a la chiquilla.
"Que mona" se extasió Alix.
"Que va, no soy ningún animal. Soy otra cosa" replicó la pequeña, colgada del brazo de Lily.
"¿Qué eres?" preguntó Bridget con curiosidad.
La niña frunció el ceño.
"Ya no me acuerdo"
"Anda ven, vamos a buscar a tu hermano" intervino Lily. "Se va a inquietar"
"Venimos con vosotras" dijeron a coro Alix y Cecily "Debe ser un dios en su tipo"
Pero a medida que avanzaban en el tren, iban perdiendo la esperanza.
"Sólo queda el compartimento de Sirius" dijo Cecily con en la cima de la felicidad. "¡Debe ser su hermano!"
"No puede ser, Regulus la habría reconocido hace un rato" cortó Lily.
Lily estaba cada vez más convencida de haberse dejado engañar. La niña se burlaba de ella. Alix abrió la puerta. Aún no habían dado tiempo de dar un paso cuando James ya se había tirado sobre la niña.
"¡Lluvia! ¡Te he buscado por todas partes!
"Oh, no. Lo siento. Había olvidado…"
"¡Es tu hermana!" rugió Lily.
"¡Ya me acuerdo!"
Lluvia sonrió y trató de sacudirse los brazos de James.
"¡Eres mi hermano adoptivo!"
"Bravo, te has ganado un globito" dijo Sirius. "Que pesadita es, siempre con lo mismo"
"Cállate Padfoot, o…" gruñó James.
Las tres chicas les miraron paralizadas, nunca habían visto a James hablarle así a Sirius.
"Lluvia, no debes comer azúcar puro. ¿Te acordarás?" preguntó James dulcemente.
Su cara expresaba una profunda inquietud. Lily observó que la zona de su ceja empezaba a ponerse morada. La abuela peleona había pegado duro.
"Sí pero es divertido redescubrirlo todo."
"Es peligroso. ¿Qué has comido?"
"Eh…"
La nena reflexionó durante un rato largo y vació sus bolsillos. Cosas a las que Lily no veía utilidad alguna fueron asomando; en último lugar, Lluvia sacó media pluma de azúcar. Con gesto frenético, Peter Pettigrew revolvió su bolsa de dulces y lanzó una mirada inquieta hacia su amigo.
"James, perdona…"
Este se levantó, agarró una pequeña bolsa, la mano de su hermana y salió del compartimento empujando de paso a las chicas que todavía estaban junto a la puerta.
"¡James, vuelve!" gritó Sirius sin resultado.
¿Cómo Wormtail podía ser tan irresponsable? A veces la idea de que no era amigo suyo más que para disponer de los beneficios de ser un Merodeador le pasaba por la cabeza. James sintió no haberle pegado. El azúcar puro era demasiado peligroso para su hermana.
Para desesperación de Lily, Lluvia insistió en terminar el viaje con ella y sus amigas. James charló durante rato sobre Runas con Bridget, y Lluvia explicó a Cecily como encontrar temas de conversación con Sirius.
"Ves, generalmente se compran los libros de Runas en Fleury… Pero es un error porque…"
Lily se desinteresó de la soporífera conversación. Observó a Lluvia. Sentía que la niña la atraía. No en el sentido corriente, más bien una atracción mágica. Como si el aura de la adorable chiquilla le llamase.
"Háblale de música, a él y Jimmy les encanta cantar y baila en casa, incluso un día mi prima Katja..."
"¡Lluvia!" James enrojeció. "Esa anécdota no tiene el menor interés…"
"¡Si que tiene!"
Con ojos chispeantes de malicia, Lluvia parecía sobrexcitada. James suspiró un insulto dedicado a Peter y al azúcar.
"Enséñanoslo", suplicó Alix.
Lily miró a su amiga con sorpresa. ¿Enséñanoslo? Aparentemente, tenía sentido para Lluvia que sacó de un bolsillo una bola de cristal. Había veces en las que Lily se sentía a parte, le faltaba cruelmente cultura bruja. Cosas naturales para sus amigas le parecían siempre extrañas y maravillosamente sorprendentes.
"Te prohíbo…"
"Jimmy, no seas tan discreto", reconvino Alix.
"¡No me llames así!" replicó el chico, visiblemente a falta de argumentos.
"No puedes lanzarme hechizos", se metió Lluvia haciendo una mueca.
"Puedo ignorarte."
"¡Na! Mentira, mamá a dicho que no podías."
"¡Ggnn! Que peste de…"
James sacó una revista de Quidditch y las ignoró. Lily le observó vigilar a su hermana. Por una vez que las risas serían a su costa… La primer curso agitó su varita de madera clara y la esfera se elevó en el aire.
"Momento aparecio memorento."
La esfera se hinchó y una imagen apreció. Se veían James, Sirius y una chica muy guapa. Mientras Sirius bailaba con la mujer, James cantaba. Aunque hubiese preferido cortarse la mano antes que confesarlo, James tenía talento. Había sido una tonta de creer ir a reírse a costa suya: James tenía talento para todo menos para los sentimientos de los demás. A pesar de eso, la letra era emotiva…
"Sólo busco amar a alguien" (Je cherche juste à aimer quelqu'un)
Sirius posó la mano un poco demasiado abajo en la cintura de la joven.
"Sólo el amago de una seña"J'attends juste l'esquisse d'un signe)
Esta le agarró la muñeca y se la torció.
"Que flote entre una línea"(Que ça chavire entre les lignes)
Sirius pareció ponerse a reír y murmuró algo en la oreja de la prima de Potter.
"Sólo busco amar a alguien"(Je cherche juste à aimer quelqu'un)
Katja (se llamaba así según Lluvia) le atizó una soberana bofetada al gryffindor.
"Ya sabes cuando se dice está bien"(Tu sais quand on dit je l'aime bien)
James paró de cantar, doblado de risa frente a un Sirius decepcionado.
NDLA: es de Eiffel grupo de rock francés (CD Abricotine)
NDLT: más o menos traducido, a la derecha la canción original
- "¡Ya basta" gruñó James.
Con un gesto brusco de su varita hizo encogerse la esfera y la atrapó gracias a un sortilegio de atracción.
- "James, no seas remilgado", se burló su hermana
- "Ignórame, me dará vacaciones. Vete a jugar con las muñecas vudú de Granny."
Yuvia se echó a llorar, sistema de defensa tenido en alta estima por todas las hermanas pequeñas del mundo. Bridget, que se había reído a su gusto con la prestación de James, trató de consolarla mientras Lily lanzaba rayos de reproches con sus ojos verde intenso y Cecily se deprimía por culpa de la espectacular pareja de Sirius. Alix y Lily tenían otra vez una sesión de "recuperar el moral" en perspectiva. Gracias Black.
"Ahora es un hombrecito, es más susceptible que un excremento de dragón…" argumentó Bridget. "No te preocupes."
Finalmente James cedió y cogió a su hermana en sus rodillas para hacerle cosquillas. Lily encontró bastante extraño que alguien tan orgulloso y arrogante pudiese ser un hermano cariñoso.
"Para de llorar, estás horrible cuando lloras", bromeó James.
Lily retiró inmediatamente sus pensamientos. Nada podría cambiar aquel pretencioso de calibre superlativo.
"Eres malo."
"¡Soy un hermano mayor!" rió él burlonamente.
"Hubiese preferido que no me escogieses en el orfanato. Eres el peor hermano del mundo. Eres malo. No te quiero."
James palideció brutalmente. Un silencio ensordecedor reinaba en el espacio cerrado. A Lily le pareció que sus ojos brillaban un poco demasiado.
"Voy… voy a buscar los bocadillos en el compartimento de Sirius", murmuró James con voz temblorosa.
Salió precipitadamente. Después de un largo silencio molesto, Cecily habló al fin:
"¿Te eligió en el orfanato?"
Lily encontró la pregunta fuera de lugar, pero Cecily era una chismosa compulsiva y encima extremadamente curiosa. Que alguien la amordace antes de que me ponga nerviosa…
"Sí. Daba la lata a mis padres para tener un hermano pequeño pero mamá no podía tener hijos, entonces vinieron a buscarme. Era un bebé, me encontraron, nadie sabe quienes son mis padres biológicos."
"¿Cómo te eligió?" preguntó Lily con curiosidad.
Alix y Bridget le dirigieron una mirada sorprendida, pero Lily las ignoró. Se preguntaba como había elegido ese memo. Conociéndole, debía haber escogido el bebé más guapo para presumir luego con él.
"Yo era la que lloraba más… Entonces dijo que era yo la que necesitaba más un hermano mayor."
Lily se avergonzó de haber pensado algo tan injusto. La voz de Yuvia se quebró y se levantó tan precipitadamente como James.
"Voy a buscarle."
XXXXXX
James Potter cerró los ojos y se quedó apoyado contra la puerta del cuarto de baño, que vibraba a cada curva demasiado cerrada del Hogwarts Express. Intentaba olvidar las palabras de Lluvia, pero era inútil. Le dolía. Le dolía mucho. No te quiero. Se pasó la cara bajo el agua fría. No te quiero. El golpe de su abuela empezaba a hincharse. No te quiero. Bajo un impulso, arrancó la película de sangre coagulada. El dolor era fuerte pero no insoportable. Sacó su puñal y aumentó hábilmente la talla de la herida, sin quitarle el aspecto natural. El líquido púrpura manaba lentamente. Salió y se fue a buscar los bocadillos. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero la impresión de alivio en su cuerpo le murmuraba lo contrario.
"¡James! Tu herida se ha vuelto a abrir", se inquietó Moony.
El prefecto no se engañó.
"Iré a ver a Pompom. Vengo a por mi comida, Lluvia me espera."
Remus le lanzó una mirada desaprobadora.
"¿No te quedas?" protestó una voz detrás de él.
James se dio la vuelta y contempló a su mejor amigo. Sirius parecía decepcionado. Llevaba un búho sobre el hombro.
"Prefiero que los dulces de Wormtail no tienten a esa pequeña bruja. ¿Para que es el búho?"
"¿En qué compartimento estás?" respondió Sirius encadenando.
"En el de tu cotorra mi querido Padfoot. ¿Y ese búho?"
"Mi madre me ha escrito una carta de insultos, se la devuelvo. Cambiemos de tema. Entonces vas con Evans", dedujo Sirius en tono burlón.
James se sintió enrojecer.
"Entre otras."
"Ve, debes estar en plena hipoglucemia, no has desayunado", dijo Sirius en tono socarrón.
Su amigo sabía sus sentimientos por Lily y no perdía una ocasión de meterse con él, si estaba de buen humor. Volvió al cuarto de baño para lavarse la cara. La sangre no paraba de correr. Tal vez había exagerado esa vez. Al llegar al compartimento de las chicas, no encontró más que asientos vacíos. Sacó a Cyan de su cesta y se estiraron confortablemente entre los jerséis y las bufandas abandonados por sus compañeras. Eligió el de Lily como almohada para sentir su olor. Estaba contento de poder descansar tranquilamente, Yuvia había sido cargante durante el día y no quería pensar en lo que le había dicho.
Habían buscado a James por todas partes, habían ido dos veces a ver a Sirius (para alegría de Cecily) pero no habían encontrado al chico. Volviendo a sus asientos, le descubrieron profundamente dormido con Cyan alrededor del cuello. Desgraciadamente, Yuvia se había empeñado en coger a Descaro, el Nutcarnus de James. El animal atacó el gato inmediatamente, Lily jamás había visto un bicho tan arisco. El conjunto despertó a James a base de arañazos, de varitas y de dientes…
¡Mil gorgonas! ¡Ya está bien!, gritó el mutilado levantándose.
"¡Iiik iiik iiik ik!"
"¡Eso no es ninguna excusa, has sido tan idiota como el!" gruñó el chico volviéndose hacia Cyan.
"¡Miauuuuuu!"
"¡Vas a ver!"
Bridget se inclinó hacia Lily.
"¿Crees que se comprenden realmente?"
"Bien come Potter cerebro de ternero confitado", argumentó Alix.
"Y con salsa de fresa además", apuntó Cecily.
"Y queso francés que huele a rayos", añadió Lluvia.
NDLA: este tío no es humano
James refunfuñó un rato acerca de los animales domésticos. Después de desahogarse, se volvió hacia las cuatro chicas. Estaba al borde del desmayo: había perdido bastante sangre (la cabeza seguía sangrando) y la hipoglucemia le volvía febril. Alix tembló y sacó su varita.
"Finite sangulo."
La sangre se coagulo bajo el sortilegio. James se maldijo por no haberlo pensado antes. Alix le pasó la mano por el pelo y le dio un beso en la mejilla.
"Mi nene, suerte que estoy yo aquí" se burló la chica.
Lily sintió un pellizco a la altura de su estomago.
"¿Estás mejor?" preguntó Bridget.
"No te preocupes, las he visto peores. Tomaré una poción de regeneración sanguínea al llegar" dijo un poco débilmente.
Lluvia se acurrucó contra su hermano y volvió a empezar a llorar.
"Eres un hermano genial."
"Que va."
"Sí, me das tus cromos de ranas de chocolate…", articuló Lluvia entre lágrimas.
La pequeña sacó un pañuelo para limpiar la cara ensangrentada. Las chicas se sentían fuera de lugar, aparte de Cecily, asistir a ese tipo de escenas privadas con James no era habitual…
"Es para los niños, no me sirve para nada."
"Y todas las noches en las que me dejas dormir contigo porque tengo miedo."
"Shtt, es para no oírte suspirar en tu cuarto y ahora, Lluvia, ¡cállate!"
Se había puesto de pie. La chiquilla saltó a sus brazos.
Lily estaba conmovida. Ver a James no dejar pedir perdón a su hermana, oír como se comportaba con ella… Era como descubrir otra persona, el polo opuesto del James frustrante y desdeñoso.
"Anda, olvídalo. Tengo hambre."
El yo natural del chico volvía como un rayo. Cogió su cesta de comida con gesto tembloroso y lanzó un bocadillo a su hermana.
"Come, dirás menos tonterías. El azúcar debe haberte vuelto medio esquizofrénica."
Realmente tenía un don para decir cosas desagradables. Lily juzgó que el esquizofrénico era más bien él. Atacó su comida con voracidad. La puerta se abrió y Severus Snape pasó la cabeza.
"¿Habéis visto a un sapo?" (NdA: Ya se, no lo he buscado muy lejos)
Se paralizó al ver a James.
"Eeh… No, lo siento" dijo lentamente Lluvia.
La mirada del Slytherin se posó sobre ella, brilló y murmuró:
"Pff, realmente se acepta a cualquiera en esta escuela."
James apuntó su varita hacia el corazón del chico en tiempo record.
"Has elegido un mal día, Snivellius."
Este no pudo ni iniciar un gesto.
"¡Petrificus totalus!"
"¡Potter!"
"Evans… no te metas en esto. De hecho es lo que me dijiste en junio", dijo él con tono ácido.
"Jimmy, solo es un pobrecito triste. Déjale."
Él lanzó una mirada furiosa a su hermana.
"¡Te ha tratado como un cero a la izquierda!"
"Ignorándolo le devolvemos a su estatus de cero a la izquierda"
Para la estupefacción de Lily, James dio una patada vengativa en las costillas de Snivellius que se cayó hacia atrás (todavía inmovilizado), de un gesto hizo al cuerpo deslizarse hasta el otro extremo del vagón y Lluvia cerró la puerta.
"Esa inmundicia merecía una corrección."
"Pareces el abuelo."
James palideció.
"¿Tu crees?"
Su hermana tenía mucha influencia sobre él y Lily encontró divertido que una chiquilla de once años (que aparentaba siete) le dominase.
"¡Yep!"
"¡Habla correctamente!"
"¡Ves!"
"No.."
Se calló y miró con fijeza el paisaje de fuera.
Se preguntaba si Lluvia exageraba. Su estómago se contrajo al recordar lo que había dicho Lily al principio del verano. Que era pretencioso, arrogante, prepotente. ¿Si cambiaba aceptaría salir con él? Pasarse la mano por había sido un tic difícil de perder, pero puesto que Lily lo encontraba ridículo, se había entrenado durante las vacaciones para no hacerlo… No le gustaba verle juguetear con una Snitch, por lo que pararía de allí en adelante, igual que hechizar a sus compañeros… Quedaba el problema Snivellius. Era una mancha difícil de lavar.
Se levantó. Estaba deprimido.
"¿Dónde vas Jimmy?"
"A ver a Moony. Tiene una cosa que necesito."
Necesitaba whisky de fuego y Moony siempre tenía para después de sus transformaciones.
"Quédate… Jimmmmyyyyyyy…"
Puso cara de perro abandonado. Intento controlarse "no cedas, es una niña, te manipula… Sirius tiene razón…" Una vez más cedió y se sentó.
"¡Uy que mono! "se extasió Cecily en tono remilgado. "Obedeces a tu hermana pequeña."
"No. Es para darle gusto."
A pesar suyo, su voz expresaba todo la mala fe del mundo. Cruzó la mirada chispeante de Lily.
"Mentiroso", se burló Bridget.
"Lluvia, deberías educarle para que sea más fácil convivir con él" dijo Lily con tono glacial.
James acusó el golpe. ¿Por qué todo terminaba así con ella? Un segundo antes, había sentido cierta complicidad entre ellos, o al menos, un intercambio no agresivo. Sintió que su estómago hacia loopings y se soltaba bruscamente. Adoptó una expresión desenvuelta y se abstrajo en la revista de Quidditch. Un silencio de muerte reinó en el compartimento.
"¿Nos volvemos con Sirius?" propuso suavemente Lluvia.
James saltó sobre la ocasión.
"Vale pero no le incordies."
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Después de la marcha de Potter, Cecily le lanzó una mirada cargada de reproche a Lily:
"¿Por qué has tenido que decirle eso?"
"¿Perdón?"
Miró a su amiga sin comprender muy bien la acusación.
"Por una vez que se podía hablar tranquilamente con él, tu entras en modo agresivo", respondió Cecily con disgusto.
"¡Para ya! ¡Sólo le hablas para acercarte a Black!"
"¿Y qué? A veces es simpático de todos modos."
"¿Estás de broma? Chilló Lily indignada. "¡Pasa el rato humillando a los demás! Acuérdate de Severus Snape! ¡Hace tres meses Potter le desvistió delante de toda la escuela! Si Gregory Huntly no llega a intervenir…"
"Mira quien habla" dijo Alix de pronto.
"¿He?"
Lily miró a su amiga estupefacta.
"¡NUNCA he desvestido a nadie por la fuerza! De hecho nunca he desvestido a nadie a secas…"
"Sabes perfectamente que le gustas, lo que no te impide ser desagradable con él a jornada completa" cortó Alix.
"Hiere de parte de la persona que quieres, más que de cualquier otro", aprobó Cecily gravemente.
Lily se puso roja. Black apodaba a Cecily "la cotorra" junto con su grupo y la chica sufría mucho por ello. Pero por otra parte, sería extraño que Potter fuese tan sensible a la opinión de la gente… A parte quizá de sus amigos y su hermana.
"A propósito Srta. Prefecta, ¿no se supone que tienes una reunión y una ronda?" preguntó Alix.
"¡Mierda! Se me ha olvidado", gritó Lily, furiosa contra ella misma.
James permaneció callado durante rato. ¿Debía mover la Reina o intentar una jugada más pensada? Dudaba mucho ya que Remus era un jugador excelente.
"Prongs, espabílate. Estamos llegando."
"Mmh"
"Va… Mierda demasiado tarde. Mira que eres lento para jugar" gruñó Moony,
"No pongas esa cara. Ya acabaremos luego."
"No, da lo mismo."
Con un gesto cansado de varita guardó las piezas en la caja.
"A ver si llegamos ya al banquete, me muero de hambre" dijo Wormtail.
"No has parado de comer durante el viaje" exclamó Lluvia.
"Wormtail es un estómago con patas" explicó Moony.
"¡Terminarás enorme!"
"Lluvia, lo que acabas de decir está mal" la regañó James. "Pide perdón".
Sirius simuló secarse una lágrima.
"Que papaíto."
"¡No tiene nada que ver!"
Observó a sus amigos reír a carcajadas. Desde que su hermana estaba allí, daba la impresión de que nada le salía bien. Lluvia pareció sentir sus pensamientos: se acurrucó contra el con expresión contrita.
"Intentaré portarme mejor."
"Sí, estaría bien." Aprobó James con mal humor.
Padfoot se levantó y alisó su túnica.
"Tendrías que estar contento, Prongs, has pasado una tarde entera con Evans!"
James le lanzó la mirada más amenazadora que podía.
"Te gusta la chica de los ojos verdes, Lily" preguntó Lluvia,
"No", se apresuró a responder: conocía demasiado a su hermana para dejar correr una información así.
"¡Claro! Sólo le has pedido que salga contigo unas cincuenta veces", dijo Moony inmediatamente.
"No se porqué sigues insistiendo," añadió Wormtail. "Diría que no eres su tipo."
James prefirió abstenerse de responder. Al bajar del tren, murmuró de todos modos a su hermana que no mencionase jamás el tema.
"No es nada vergonzoso, Jimmy."
"Entonces puedo decirle a Remus que le quieres"
"¡No!"
"Tu no dices nada, y yo no digo nada, ¿de acuerdo?"
"Trato hecho."
Se estrecharon la mano solemnemente. Con un pequeño calambre a la altura del estómago, la miró. Esperaba que estuviese en Griffindor.
Espero que os haya gustado.
Blue Cinnamon
He comido mucha nutella pero ya estoy mejor (risa).
¡Hola! Blue sabe algo de español, así que si tenéis la excelente, excepcional, maravillosa, buenísima, superlativamente adecuada idea de ponerme un review, por favor considerad poner algo como "fantásticamente traducido" o "excepcionalmente desprovisto de galicismos, erratas o bichos de la misma calaña".
Xaphania
