—Los personajes utilizados en esta historia son propiedad de Marvel y yo solo los utilizo para entretener al lector.

—Esta es una historia completamente dedicada al Romanogers y si no te agrada esta pareja, puedes retirarte ahora mismo y evitarte molestias. Especifico que en esta historia manejare a Sharon Carter como la zorra mala gente y si sientes apreció por ella, te aconsejo que mejor te vayas dando la vuelta porque no le irá bien a la rubia (¿?)

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No podía creer la noticia que acababa de recibir, ya que era imposible para ella, pero claro lo debió de adivinar. Hace cinco meses había comenzado a menstruar y le espía soviética le resto importancia, solo era sangre por unos cuantos días y los insoportables dolores en el vientre bajo, pero hace un mes que no había venido su menstruación y había terminado haciéndose aquellos exámenes, descubriendo lo imposible. En un inicio lo tomo como un chiste, pero al ver la seriedad en los ojos de la enfermera lo comprobó, ella estaba embarazada, y quien la embarazo tenía nombre y apellido. Era el representante de la caballerosidad, un hombre maravilloso y único, pero había un problema, él no la amaba, porque ella solo había sido su amante, por más vulgar que sonara, lo fue y definitivamente en esas noches hubo todo, menos amor, no de parte de Steve. Había terminado seduciendo a Rogers todo por una apuesta, fue una asquerosa apuesta con Stark.

Rogers, comenzó a salir con Sharon y se les veía verdaderamente enamorados, pero Stark dio inició a un peligroso juego, en donde provoco de manera descarada a Romanoff y ella cayó en esa provocación. Maldito sea Stark y su estupidez, pero aún más, maldita ella que se dejo manejar por un extraño sentimiento. Había vuelto a ser de nuevo esa mujer cruel y fría desde que Banner la había abandonado, dejando su corazón hecho pedazos. Había tardado algunos meses para superarlo, pero lo logro, Black Widow logro ser quien era, un monstruo que creía que el amor solo era para los niños y venga, termino apostando con Stark. Primero fue un idiota en el bar, después fue uno de sus ejecutivos y al final Rogers apareció en la sucia boca de Tony Stark. El castaño fue directo, su memoria no le fallaba. Estaba con una botella de cerveza y una inmensa sonrisa, observando a Sharon y a Steve…

FlashBack…

—Apuesto a que no logras seducir al Capipaleta.

—¿Se te mato la ultima neurona, Stark?— No dudo en reír un poco ante esa estúpida propuesta.

—No me digas ¿No te crees capaz de quitárselo un rato a Carter? Me vas a decir que mi arañita preferida no puede con el paquete.

Stark estaba jodiendola y ella, ella no pensaba, solo deseaba ganar y demostrarle a ese estúpido que ella podía más que esa rubia.

—Sabes que Steve es una presa fácil, mejor piensa en alguien más.

—Owww mi arañita, pues va a ser que no… Apuesto a que no puedes ganarle la virginidad de Rogers a Carter.

—¿Quién te asegura que esos dos no hayan…?

—Ya me lo contó, es más, nuestro picarón me pidió consejos y ayuda para poder llevarse a la cama a Sharon, así que le estás haciendo un favor. Piensa que le estas enseñando a follar, es bastante fácil.

Y Romanoff, pensando en que estaba ayudando a su amigo y que ganaría la apuesta, no se tentó el corazón por Sharon y acepto jugar a algo realmente peligroso que le costaría su propia libertad…

FIN DEL FB

Su primera noche, fue algo inolvidable. Había finalizado con los entrenamientos y se sentaron a conversar sobre lo que podrían hacer al día siguiente, fue una larga conversación hasta que decidieron despedirse e irse a sus habitaciones, pero la pelirroja no tenía esos planes. Saco una llave de la habitación de Rogers y entro sin importar el riesgo. Los busco con la mirada y guardo silencio queriendo escuchar algún sonido, y lo logro, escucho el agua de la regadera caer. Adivino el paradero de Rogers y la pelirroja no dudo en desnudarse, entrar al baño y terminar en la ducha, frente a un sorprendido Capitán América. Su sonrojo fue la gloría y sus regaños hacía sus acciones fueron graciosos, pero ella lo silencio con un apasionado beso y después de eso, Rogers ya no se detuvo, dio rienda suelta a la pasión. Así se mantuvieron por un largo tiempo, en la cama, Natasha enseñándole maravillosos trucos y él siendo un muy buen alumno, recatando los consejos de su profesora en el sexo.

Todo fue bien, es más, le gusto enseñar a Rogers y disfrutar de encamarse con el Capitán América. Logro descubrir que no todo eran modales y caballerosidad en él, eso lo mandaba al diablo cuando desnudaba a Natasha y le demostraba lo que había aprendido, y quien mandaba. Llego el día menos deseado, la conciencia le peso a Rogers y acabo con ese juego peligroso, diciéndole duras palabras a la Rusa.

Agente Romanoff, no puedo continuar con esto, yo no puedo lastimar a la mujer de mi vida y esa es Sharon. La amo y no la voy a engañar, ya no más. Agradezco tu ayuda pero espero sepas guardar esto en secreto y que todo quede como antes, como cuando éramos amigos, buenos amigos. Adiós.

No le dolió, bueno, se supo engañar muy bien. Puso una macara sobre su rostro, una en la que hacía notar frialdad y con la que engañaba a cualquiera, pues engaño a Rogers y eso fue suficiente. No quería darle el gusto a él, ni siquiera a ella misma de saber que le afectaba, que Rogers si logro moverle el suelo y la hizo tocar el cielo. Era Natasha Romanoff, alias Black Widow y no era, ni volvería a quedar en ridículo, no ante un hombre. Ahora se enteraba de su embarazo y se preguntaba ¿Qué hacer con su vida y con la de él?

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Finalmente se había decidido, un aborto era su salida a la libertad ¿Qué más daba? Solo debía de hacerlo y no atormentarse más con aquello que no fue más que sexo. Era su cuerpo y sus reglas, por otro lado Rogers ni se imaginaba, él estaba demasiado feliz y enamorado de la estúpida de Carter, y él podría tener más hijos con Carter, sí, ella estaba haciendo lo correcto o eso intentaba pensar. El único que sabía de su embarazo era Clint y así como sabía del embarazo, sabía que era de Steve y de los planes de Natasha.

Natasha ya se había decidido y que va, Clint, le roba y le imploraba que no lo hiciera, que pensar antes de cometer ese error. Ella se negaba a comprender, porque no quería traer a ese niño, no con su padre enamorado de otra, casado con otra y con otros hijos, no quería tener que contarle a su hijo que lo suyo con su padre había sido una aventura. Ella era una espía, no una madre soltera, tenía que pelear por el mundo, no cambiar pañales, tenía un pasado turbio y sucio, miles de asesinatos y hoy en día, sigue siendo una asesina ¿Cómo cuidaría de un bebé? ¿Cómo lo alimentaría? ¿Lo protegería? Tenía miedo y ese mismo miedo la llevo a esa cita, sin importarle el odio que le terminase teniendo Clint.

Estaba a punto de entrar a la sala, pero a frívola asesina, no pudo entrar y no pudo asesinar a su propio hijo. Se disculpo con el doctor y se largo sin nada más que decir. Marcho a la cita que tenía con Clint y allí estaba su amigo, esperándola con una mirada de "¿Cómo pudiste?"

—No lo pude hacer.

—¿No abortaste?

—No pude, Barton, no pude hacerlo ¿Pero qué haré yo con un bebé?

—Definitivamente no enseñarle a usar armas, Nat.

—Eres un idiota.

—Soy tu idiota preferido y seré el futuro tío de tu hijo.

—Dios, espero no cometer un error.

—Te aseguro que cuando lo tengas en brazos dejaras de pensar así ¿Cuándo le dirás a Rogers?

—¿Decirle a Rogers?— Paso su mirada a otro sitió —No, no se lo pienso decir y tú me tienes que prometer que tampoco le dirás.

—Nat, es su hijo, tiene que saber que estas embarazada— Le hablo con el ceño fruncido y una seriedad inminente.

—Bien, se lo diré, solo dame unos días para descansar y luego yo lo haré. Lo prometo, Clint.

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La pelirroja había cumplió su promesa, ya que quedo con Steve para ir a comer y a beber algo, como "Amigos". No quería, pero tenía que hacerlo, después de todo Steve merecía saber que tendrían un hijo, los dos. Allí se encontraban, en un centro comercial, pasando a comer y a intentarle confesar aquello. Se encontraba comiendo, conversando de otras cosas mientras ella se sentía preparada.

—Steve, yo quiero contarte algo.

—Espera, yo también quiero contarte algo ¿Puedo?

—Bien ¿Qué es lo que sucede, anciano? Dime que no te está dando un infarto— Se empezó a reír y Rogers solo le miro mal.

—Estoy muy feliz, todo ha marchado bien con Sharon y es más, he decidido pedirle matrimonio— Las palabras de Rogers, provocaron un inmenso dolor a Natasha. Esta no pudo ponerse a llorar, tan solo le sonrió, evitando las lágrimas.

—¿Le vas a pedir matrimonio?— No quería llorar, se estaba conteniendo tanto que sentía que se ahogaba.

—Sí, es más, ya tengo el anillo de compromiso… Será el de mi madre, bueno apenas estoy pensando cómo pedírselo, pero quiero que sea un momento especial y maravilloso ¿Qué me aconsejas?— Veía la emoción en sus ojos y le dolía tanto, porque no podía demostrarlo, tenía que sonreír y no llorar. Pero le dolía más que a él en verdad no le importara lo que tuvieron ¿En serio solo fue sexo? La pelirroja tomo aire y empezó a reír, nerviosa, dolida, el mundo se le caía a sus pies.

—No sé, ni me interesa, perdona, tengo mis propios problemas y pensé que podía encontrar apoyo contigo, pero definitivamente estas ocupado y no puedo ayudarte en pedir matrimonio. Sin planes de ofender, no me importas ni tú, ni como le pedirás matrimonio a Carter, con tu permiso. — Tomo su bolso y se largo. Subió a su auto, tomo algo de aire, se mordió el labio inferior y las lágrimas se escaparon de sus ojos esmeraldas. Acababa de destrozar sus planes y sus sueños de ¿Formar una familia? Que patética era. Encendió el auto y se largo, intentando calmarse, pero le era imposible, no paraba de llorar.

Fue una larga noche de lágrimas y removerse en la cama. No pudo dormir y a la mañana siguiente comenzó a tener molestias, algo estaba mal y lo comprobó con la sangre en sus sabanas ¿Qué sucedía?

—¡No! ¡Tú, no! ¡No me dejes!— Y la espía Rusa llamo a su mejor amigo, este llego y la llevo al hospital. No quería perder a su bebé, eso fue lo que le pidió al doctor antes de que la sedara.

Pasaron unas horas y ella volvió en sí. Llego el Doctor y le explico que no había perdido al bebé, pero que debía ser más cuidadosa ya que su cuerpo, rechazaba al feto pero no paso a mayores y él estaba bien, todo estaba bien, solo debía ser muy cuidadosa. Su embarazo no sería fácil, por ello debía cuidarse y evitar alterarse. Salieron del hospital, con vitaminas y suplementos. En el camino a casa de Barton, porque sí, la llevaría con Laura y los niños para que estuviera calmada. Este le pidió disculpas, pues se sentía culpable con lo que Natasha le contaba de Steve y que gracias a su necedad su amiga estuvo a punto de perder a su bebé. La pelirroja le resto importancia, ya que lo único en lo que pensaba era en que su bebé estaba vivo y que seguía allí con ella.