Disclaimer: Pokémon no me pertenece es propiedad de Satoshi Tajiri .

Notas de autor: Propaganda para ¡Viva los bonus! del foro DexHolders del Prof Oak. Quería hacer esto porque este personaje también tiene su lado oscuro.

Advertencias: Yaoi y un poco de S&M. Posible OoC

Alerta roja: Si vienes a joder porque no te gusta el yaoi considera que lanzaré una maldición sobre ti.

Gracias.


Si pierdes algo, destruyelo.

No era feliz.

Aquello era tan real como doloroso, como una herida que se lesiona una y otra vez y que no permitía cicatrización alguna. Y no es que le molestara la sensación palpitante de que algo estaba pudriéndose en su interior; de sentir la suciedad del mundo arrancar trozos de su carne para ofrecerla como tributo a cualquier fuerza maligna que lo sumiera en aquel estado sino todo lo contrario, aquella exquisita sensación de desconfianza era lo único que lograba mantenerlo a flote en aquel océano de sangre e ilusiones muertas.

Porque todos sólo veían la parte de luz que había en él, más no era más que un ser corrupto que se encargaba de infectar a los demás para que hicieran lo que fuera su voluntad, pero sólo una persona se había librado de su embrujo.

Y aquello estaba royendo sus entrañas.

No podía aceptar que aquel ser inferior y que había dicho tener sentimientos de amor hacia él escapara de su telaraña, no iba a permitirlo y mucho menos por ese chiquillo al que ahora le profesaba tal adoración.

Sin mucho ánimo arrojó el dardo contra aquel chico, sus ojos rojos como preciosos rubíes lo observaban como preguntando el porqué de aquello, de la razón de su odio desmedido.

Y fue entonces cuando una sonrisa se posó en sus labios, porque lo odiaba; porque siempre quiso hacerlo caer presa de las garras de la desesperanza y la desconfianza; porque deseaba desde lo más profundo de su ser que aquel chico de ojos carmesí no encontrara la paz que no merecía.

Lo juzgó, y su sentencia era vagar por aquel mundo sin aquel sentimiento lleno de calidez que habían decidido llamar amor; porque Steven le pertenece sólo a él, no a Ruby.

—Me pertenece— su voz es distante, fría a los oídos del chico que yace atado de manos y pies contra aquel pilar, pero lo deja de lado de inmediato cuando sus ojos se fijaron en el hombre inconsciente en la cama.

Entonces fue ahí cuando el líder de Arrecípolis se acercó a su amigo para acariciar unos cuantos mechones con la sonrisa fría decorando sus labios, aquello es el detonante para que Ruby se sacuda con fuerza intentado soltarse y salvar a Steven.

Wallace frunce el ceño cuando escucha el tintineo de las cadenas, pero no se detiene a voltear sino que en lugar de ello besa con posesividad los labios de su víctima, quien se despierta sin poder coordinar sus movimientos pero intentando alejarse de él.

—¿Quieres que él pague por ti? —la voz fue un susurro fúnebre mientras señalaba tras de él, donde Ruby se encontraba cubierto de heridas y marcas de látigo por su cuerpo, sin mencionar la sangre que manchó sus ya maltratadas ropas.

Steven lo perfora con sus ojos color plata, como navajas encajándose y en su piel, y Wallace ama esa sensación, porque el odio tiene más peso en el corazón de un hombre que el amor.

Y aunque no amaba a Steven, no dejaría que Ruby se lo arrebatara; se lo demostraría profanando aquel cuerpo esculpido que tanto decía querer, tatuando en su cuerpo la aberración por aquel acto porque sabe que cederá con tal de no ver sufrir al chico.

Porque el pecado fue tan grande que tuvieron que llamarlo amor.


A favor de la Campaña "Con voz y voto", porque agregar a favoritos y no dejar un comentario es, como han dicho otras autoras:"como manosearme la teta y salir corriendo."

Hayden