Hola a todos, antes de que empecéis a leer este fic quiero deciros que los personajes no me pertenecen a mí, sino a la gran Rumiko-sensei y que la historia tampoco me pertenece sino a la gran escritora Jesireth de . Esto no es ningún plagio ya que yo estoy en total desacuerdo con eso. Yo, ladrona de almas, he pedido permiso para publicar esta historia aquí y Jesireth me lo ha concedido. Aclarados estos puntos que disfrutéis del fic: El ladrón Red Rose
Nota autora
Regrese con mi décimo primer fic ja, ja, vaya si que llevo muchos el tiempo pasa volando, en fin quería decirles que este fic esta inspirado en muchas películas así que va a ver muchas cosas locas en esta historia, pero con sentido obviamente. La historia esta narrada en una época de princesas y príncipes, (Si ya se es muy común ya se han hecho millones de fic donde Inuyasha y Kagome son príncipes) Sin embargo en esta historia no es el típico Inuyasha y Kagome estaban enamorados, no!! no es una historia así, también les aviso que desde hacia tiempo que solo lo mencionaba, esta vez Seshomaru aparecerá en la historia si!!!!! Si!!!! Estoy muy contenta porque ya vi el capitulo final de la serie de Inuyasha Kanketsu-hen, y por fin pasa lo que me he esperado que pasara desde que tenía 8 años de edad ja, ja, ja mucho tiempo no? Bueno solo les advierto que no es una historia similar a las que han leído comúnmente aunque en un principio lo parezca de ¿acuerdo?
Bueno aquí comienza…
En un lugar no muy lejano, un reino llenó de paz y tranquilidad, gobernado por sus reyes, vivían en perfecta armonía con la naturaleza.
Durante siglos aquel prospero reino estuvo llenó de amor, abundancia, y cariño. Sin embargo un día llegó la oscuridad a ese lugar. Un demonio se mezclo entre la multitud y corrompió a la mitad del reino.
Los guardias del reino pelearon con desesperación y anhelo. Derrotaron al malvado demonio y lo expulsaron del reino, no obstante el juró que regresaría algún día, haciéndose mas fuerte con el pasar del tiempo. Años pasaban y la cruel amenaza del tan temido demonio se olvido, ahora en el reino todo volvía a la normalidad…
-Inuyasha ¿dónde estas?- gritaba una pequeña niña, quien caminaba por los largos pasillos del palacio real. - ¿Dónde se escondió?- preguntaba impaciente.
Caminaba lentamente, revisaba cada habitación de ese enorme palacio, a paso lento. Reviso las habitaciones hasta que llego a los enormes jardines del palacio.
Eran simplemente hermosos, las flores se movían al compás del viento, los pájaros trinaban su encantadora canción, y el agua del arroyo conmovía con el sonido de su agua cristalina, rodeando el tan enorme, encantador y tranquilizante árbol sagrado, las nubes moviéndose en el cielo con total calma otorgándonos sombra y a la vez permitiendo que algunos rayos de sol iluminaran aquel lugar.
La pequeña niña se acerco hasta él árbol y deposito su pequeño cuerpo en el, comprendiendo por un instante lo agotada que estaba.
- Te rindes tan pronto.- escucho la voz que venía desde las ramas superiores.
Alzó la cabeza con fastidio, sabiendo que el chico arrogante al cual buscaba hacia minutos estaba listo para volver a molestarla. El chico bajo de las ramas superiores con gran agilidad y en segundos ya se encontraba frente a ella, sus brazos cruzados y sus cabellos plateados rozando su rostro.
- Te escondes en un castillo ¿cómo planeas que te encuentre en poco tiempo?- contestó la pequeña de cabellos azabaches con una expresión un poco molesta.
- Tonta… no entiendo porque debo quedarme aquí contigo Kagome.- comentó fastidiado, mientras le daba la espalda a la pequeña.
Inuyasha era el hijo del reino vecino, el mejor amigo del padre de Kagome. Todos los veranos iban de visita al reino de la familia Higurashi lo que causaba que estuviesen juntos en las vacaciones, asistían juntos a la misma escuela, veían clases privadas en el centro del reino con su maestro Totosai.
Kagome tenía una idea muy concreta acerca de Inuyasha, el era un malcriado insoportable, mientras que Inuyasha pensaba que ella era una tonta pequeña.
Inuyasha intentaba todos los años, desde que cumplió 4 de edad que su padre dejara de ir a visitar a el rey Higurashi. No funcionó. Lo que ocasionaba que el se divirtiera torturándola con juegos tontos, para que lo dejara solo. Aunque el sabia que solo estaba jugando con el por la única razón de que su padre la obligaba.
La verdad era que ninguno de los dos se soportaban, preferían comer sapos antes de estar juntos.
- Pues entonces no jugaremos mas.- concluyo el pequeño.
- Mejor así, no se me hace grato jugar contigo.- expreso la azabache.
- Digo lo mismo.- encaro el niño molesto.
Se veía con claridad los rayos entre los ojos de los pequeños, ninguno de los dos se soportaban para nada, lo único que los aliviaba era…
- Su majestades, anunciando a Lord Miroku y Lady Sango.- anuncio un sirviente quien entró al jardín con los dos pequeños niños.
Lady Sango, la mejor amiga de la princesa Kagome, desde que el padre de Sango fue cruelmente asesinado por un desconocido, la familia real los ayudo mucho en esa época lo que causa una relación muy unida entre ambas.
Lord Miroku, desde pequeño conocido como un mujeriego y solo tenia 8 años de edad, le fascinaba la idea de besar en las manos a todas las doncellas del reino.
Lo malo era que influenciaba mucho a Inuyasha, quien a pesar de tener la misma edad estaba comenzando a adoptar las malas costumbres de su amigo.
Los pequeños niños se acercaron a la princesa y príncipe, como era de esperarse Miroku e Inuyasha se apartaron de las chicas y fueron a jugar a los guardias.
La pequeña princesa de tan solo 7 años, se quedo con su amiga junto al árbol, comentando de lo lindo que era el día, y jugando a las muñecas que ordeno traer.
En teoría Kagome era una niña muy dulce, a pesar de que era una princesa, no era mimada, al contrarío era sumamente gentil y bondadosa, también muy ingenua lo que facilitaba mucho a Inuyasha molestarla.
En fin así eran los días en el palacio, ambas su majestades peleando entre sí hasta que llegaban sus amigos. Los años pasaban y la relación entre ambos se había incrementado, y eso ocurrió el día en que Kagome cumplió 9 años…
- ¡Abuelo!- gritaba la pobre princesa con lagrimas en los ojos.
Era un día fatídico en el reino, el padre del rey se encontraba gravemente enfermo, según lo que había dicho el doctor había sido por un envenenamiento sin cura, no le quedaban más que unos cuantos minutos de vida al anciano. las lagrimas de la princesa caían desconsoladas de sus ojos. Esto estaba ocurriendo en el verano, por lo que Inuyasha contemplaba con pena la triste situación. Los minutos parecían largas horas inagotables lo que hacia que todo el ambiente se convirtiera mas y mas pesado.
Nunca había visto a la princesa en una situación así, por ende realizó algo que jamás hubiera hecho con anterioridad… al momento de la muerte del abuelo de Kagome, ella salió corriendo de la habitación… el la siguió, sabia a donde iría.
Tal como lo pensó Kagome estaba llorando en el tronco del árbol sagrado, se acerco a ella hasta estar detrás de la joven.
- No… no… estoy de ánimos… para que me….me molestes hoy Inuyasha.- dijo entre sollozos la pequeña niña.
Lo único que hizo el pequeño niño fue acercase a ella, se dejo caer junto al cuerpo de la joven princesa y la jalo de su brazo causando un tierno abrazo por parte de los niños.
- Inu…yasha.- musitó la pequeña niña con lagrimas en los ojos- ¿Por qué tuvo que morirse?- Kagome correspondió su abrazo y lo uso como una almohada para desahogar sus penas.
Desde ese día la relación entre los niños cambio drásticamente, aun continuaban discutiendo entre si, sin embargo no les molestaba la compañía del otro, cuando no discutían, jugaban con gran placer, ambos se habían convertido en amigos y unos muy grandes.
Los años pasaron hasta que ambos niños se habían convertido en adultos, Inuyasha con 19 años de edad y Kagome con 18, para esta edad ambos debían estar comprometidos en matrimonio. Inuyasha lo estaba con una hermosa doncella de sangre real llamaba Kikyo, era sumamente hermosa.
Lo único malo era que el príncipe con los años se había creado la fama de casanova, cuanta doncella bonita conociera se convertía en una noche de diversión y placer. Junto a Miroku ambos eran los hombres mas codiciados del reino.
En cuanto a la joven princesa Kagome, esta noche era su compromiso con un completo extraño para ella, lo que se celebraría con una enorme fiesta.
EL Ladrón Red Rose
Capitulo 1: Compromiso
- Kagome.- escuche como era llamada por mi sirvienta Ayumi.
Abrí mis ojos con pesar, al sentir la luz del sol entrando por mis ojos, Ayumi había corrido las cortinas. Era el inicio del verano, lo que implicaba que hoy volvería a ver a Inuyasha, también que se celebraba mi compromiso con un completo extraño.
- Princesa ¿no esta emocionada? Hoy es la fiesta de compromiso.- preguntó con voz tierna mi sirvienta.
- Pues si…- conteste dulcemente, la verdad era que estaba aterrada.
Casarme con un completo extraño que en mi vida había visto, el príncipe Kouga de Ookami, se me había enseñado una pintura de él, sin embargo cualquier pintor pudo retocarlo. El era en el cuadro muy apuesto. Sin embargo, estaba asustada la única persona que podía quitarme ese miedo al compromiso seria alguien experto en el tema… Inuyasha.
Me levante de la cama, mi sirvienta me otorgo el cepillo y lave mis dientes, peino mi cabello y vestí un vestido amarillo sujetando mi pelo con una cola baja.
Salí de mi amplia alcoba directo al jardín, no sin antes pasar por la biblioteca del palacio para buscar un libro "la bella y la bestia", sumamente interesante, era hermoso. Al llegar al jardín, me percate de que estaba siendo decorado por los sirvientes, había mucha gente movilizada, música se escuchaba por todo el palacio. Todo estaba siendo preparado para hacerlo perfecto.
Me dirigí camino a los jardines de flores que estaban detrás del jardín del árbol sagrado, casi nunca iba pero como no iba a ser usado para la fiesta, encontraría paz allí.
Al entrar me lleve un "leve" sorpresa, Inuyasha besándose con una de las sirvientas. Carraspeé un poco y se separaron. La sirvienta se retiro avergonzada mientras que Inuyasha suspiró fastidiado.
- No deberías hacer eso, estas comprometido Inuyasha.- reprendí, a pesar de que Kikyo no me agradara mucho por su forma de ser, no significaba que el tenía derecho de engañarla.
- Feh, hago lo que quiero.- se cruzó de brazos e ignoro lo que le dije.
- Ha, no he venido a reprenderte.- expliqué luego de dar un suspiro.
- Has venido a decirme que no estas muy segura con esto del compromiso ¿verdad?- me había leído como a un libro, siempre era así.
- Es que no estoy segura, además Kouga nunca me ha visto ¿si no le gusto?- exprese nerviosa mientras me sentaba en el césped.
- Pues ha de ser… espera ¿Kouga Opina?- había olvidado que la únicas personas que sabían quien era mi prometido era mi padre, mi madre y yo.
- Je je je.- reí nerviosa, había olvidado lo mal que se llevaban esos dos.
Según lo que me había contado Inuyasha a cerca de el, era un estupido que no tenía el menor respeto por si mis, era un lobo horrible y apestaba. Aunque luego de que Sango – quien también lo conocía- me aclaró que todo era mentira debido a la rivalidad de ese par.
- Kagome contesta.- me miró do un modo molesto, odiaba cuando lo hacia.
- Si, estoy comprometida con Kouga.- admití avergonzada.
- Pero de todos los mala muertes de hombres que hay en este reino, has de comprometerte con el peor.- exclamo para si mismo, Inuyasha estaba furioso.
- Yo no lo elegí, recuerda que es el hombre quien propone el matrimonio, mi padre lo acepto por mi.
- Si, pero has podido objetar.- sugirió.
- Inuyasha ya tengo 18 años, estas conciente que para esta fecha ya debería estar casada, estoy lista para casarme, sin contar que muy pronto mi padre me
cederá el trono y no puedo gobernar sin rey.- recordé.
- Ja, eso no importa además…- Estaba diciendo esto de modo muy molesto, hasta que se percato de lo que dije entre líneas.- ¿has dicho que estas lista para
casarte?- preguntó un tanto avergonzado.
Mi rostro se puso mas que rojo por su pregunta. Ambos parecíamos parientes de tomates.
- Eso no importa… lo que necesito es que me expliques algo Inuyasha.- exprese avergonzada, el aún conservaba su rostro totalmente desconcertado. Tanto así que tomo asiento junto a mi en la grama.
- No me vayas a preguntar acerca de nada de lo que ocurre en la "noche de bodas".- comentó rápidamente.
- ¡Eso no!- negué aun sonrojada.
- Entonces ¿qué es?- preguntó ya mas calmado.
- ¿Qué se siente?
- ¿Qué se siente que?- expresó nervioso ante mi pregunta, vi claramente como una gota de sudor resbalo por su rostro.
- ¿Qué se siente besar?- pronuncie tímidamente.
Inuyasha estaba estático por mi pregunta, me miró fijamente durante minutos sin dar una respuesta alguna, estaba como preguntándose algo internamente. Como si no supiera como responder.
- ¿Vas a decirme o no?- exprese impaciente por la respuesta.
- ¿Para que deseas saber algo así?-su voz ahora era ronca, nunca había presenciado tantos cambios de humor por parte de Inuyasha en todos los años que llevaba de conocerlo.
- Siento curiosidad, como ahora he de besar a mi prometido pues…- no me permitió concluir Inuyasha interrumpió.
- Estas loca, no debes besarte con él.- expresó molesto.
- Pero tu te besas con cuanta mujer bonita se te pasa por al frente, incluso Kikyo que es tu prometida.- afirmé con una sonrisa de victoria.
- ¡Es diferente!- objetó de brazos cruzados.
- ¿Por qué lo es?- si era distinto pues que me explicará la razón.
- Pues… yo soy hombre.- explico, cruzo sus brazos en detrás de su cabeza y se recostó en el césped.
- Que comentario tan machista, estamos en pleno siglo XIX y tú aun continuas con esa estupida idea.- objete enojada.
- Kagome aunque no lo creas, las mujeres solo sirven para cocinar y complacer al hombre, esa es la mentalidad del reino y siempre lo será. El hecho de que
hallamos recibido libros que digan lo contrario no ha de significar nada.
- Olvida eso y dime: ¿Qué se siente besar?- pregunté de nuevo, no iba a discutir acerca del machismo con el experto en el tema.
Otra vez se puso rígido…
Continuara..........
Espero que les haya gustado el primer capitulo. Nos vemos en el próximo.
Bueno como ya no se puede subir imágenes a los fics, me acabo de enterar, pues les dejare link para que las vean en mi álbum con el mismo nombre que el fic, porque como ya los tengo mal acostumbrados jejejeje a mis fieles lectoras que siempre me piden mis imágenes. pues se las dejo con links ¿Vale?
Nota ladrona de almas
Las imágenes las encontrareis en la siguiente página:
http://foro(punto)cemzoo(punto)com/f85-fanfics-sobre-rumiko-takahashi/210628-el-ladron-red-rose(punto)html
