Jean era una persona con una cabeza muy dura. Hacerlo entrar en razón o que reconociera uno de sus errores eran consideras Hazañas. E incluso él se preguntaba como es que había terminado en esa situación.
Su relación con Eren cumplía ya dos años, y como regalo, le había dicho al otro que podía hacer con el lo que quisiera por un día. Y el más bajo le había pedido que le dejase estar arriba por una vez. Cuatro peleas, aproximadamente seis puñetazos y dos arañazos después, Jean estaba sobre la cama que compartía a veces con su pareja, agachado con el culo en alto y la espalda arqueada. Le había permitido usar los dedos exclusivamente, pero conociendo a su novio no iba a detenerse ahí, así que ya se había mentalizado de que le iba a doler el culo al día siguiente.
-¿Así? -Le preguntó a su novio de mala gana, después de haber seguido las instrucciones que le había dicho para que se acomodara.
-Sip. Pero, si levantaras un poco más las caderas...
Y lo hizo. Primero empezaron lento, Eren no estaba tan urgido como otras veces ese día. Algunos besos en la zona de los omoplatos que bajaron hasta casi el final de su columna vertebral. Los escalofríos causados por la suavidad de los labios del moreno se hacían presentes. Un leve movimiento en su entrepierna y Jean notó que ya estaba despertandose, eso había sido rápido.
Luego, el moreno tomó el elástico del boxer y los bajó muy levemente, apretando las nalgas pálidas del trasero de su pareja. Acariciando con las yemas de los dedos, y los bajó lentamente, acariciando los muslos y repartiendo besos en la zona. Rápidamente, agarró la botella de gel íntimo que habian comprado, y aplicó una cantidad generosa sin usar los dedos, simplemente exprimiendo la botellita.
Y al rubio le temblaron las rodillas por el frío del lubricante, estaba helado pero de cierta manera se sentía agradable. Y sin esperar más, el moreno acercó su dedo índice al ano de su pareja. Principalmente, se preocupó en presionar suavemente y mover su dedo en círculos, acariciandolo y tentandolo, para después introducir el dedo hasta la mitad, ganándose un jadeo del más alto. Eren realmente esperaba que lo disfrutase.
Otro dedo entró y se separaron uno del otro, como si estuviese haciendo una tijera, estirando la entrada de Jean, que estaba temblando y apretaba las sábanas clavando las uñas en el colchón. Jaeger estuvo a punto de detenerse, pero pensó en que si al otro le doliese eso, probablemente se lo hubiese gritado o lo hubiera dado un buen golpe, por lo que metió otro dedo y los separó a todos.
Un 'Ah' mezclado con un jadeo salió de los labios del otro y Eren siguió introduciendo y sacando sus dedos, haciendo al otro temblar y gemir, mientras agregaba más lubricante para que fuese mas facil todo.
[...]
Horas después, cuando Jean ya se había duchado para sacar cierta sustancia de su ser, se tiró sobre la cama y suspiró, ser el pasivo era cansador, aunque se sentía bien, pero no era lo suyo. El prefería ver a Eren debajo de el, temblando y mirándolo con sus intensos ojos verdes, prácticamente rogandole que fuese más rápido.
Lo que más le sorprendía, era lo suave y gentil que fue con él, Ya que Jaeger era una caja de sorpresas. Pero fue bastante cuidadoso, le preguntó varias veces como se sentía y de tanto lubricante que usó, no le dolía nada. Aunque la ocasión definitivamente no se repetiría.
Esa había sido la primera y ultima vez que Jean se abrió de piernas para alguien.
