Los personajes de Soul eater no me pertenecen son propiedad de Atsushi Okubo

Letras inclinadas recuerdos

Letras inclinadas y comillas pensamientos

Prologo

Crona una estudiante de diecisiete años de edad se preparaba para su primer día en el tercer grado de preparatoria. Había esperado ese momento desde hacía tres años cuando su futuro profesor y amigo de su padre vino a visitarlos. Recordó ese momento con una tierna sonrisa.

Era un día de verano ella en ese entonces tenía un aspecto muy extraño y algo masculino su cabello era asimétrico y corto, y su cuerpo estaba muy mal desarrollado. Casi parecía un chico; por fortuna contaba con amigos que hacían su existencia más apacible y feliz, su mejor amiga Maka siempre estuvo a su lado desde los ocho años. Nunca se separaron ni un instante.

Ese día en particular ella regresaba de un paseo en el lago con sus amigos empapada y con una pequeña sonrisa en el rostro, que se apago al entrar a casa por que sabía que se encontraría con su madre a quien no le gustaba verla sonreír. No sabía con exactitud por que su madre era una amargada, el punto era que tanto ella como su padre eran demasiado reservados su hermano igual. Este no se desquitaba mucho con ella decidía salir con sus amigos en vez de causar mas peleas de las que ya había en casa.

Ese día en particular no supo que en su casa estaría un visitante que cambiaría su vida para siempre.

Al entrar encontró a su padre un hombre de cabellos grises, con anteojos y bata de laboratorio, con un joven bastante apuesto un hombre joven de cabellos negros con líneas blancas, ropa elegante y ojos de color ámbar. Ella quedo helada al verlo allí de sorpresa como si fuera el ángel que esperaba.

-Que bueno que llegaste Crona quiero presentarte a nuevo maestro de la preparatoria e hijo de mi jefe Death the Kid.-Presento Stein con una sonrisa cordial.

A Crona no le impresionaba ese comportamiento de parte de su padre, él cuando no estaba con su madre era amable. El problema era cuando ellos estaban juntos peleaban todos los días del año sin falta. Era una tortura constante siempre terminaban las peleas en besos y abrazos y finalmente la intimidad. Eso les parecía extraño pero así eran sus padres.

Ella tomo asiento junto a su padre.

-Buenas tardes Death-san.-Saludo de manera cordial y educada la joven.

-Puedes llamarme Kid no soy tan mayor solo te llevo ocho años.- Le respondió sonriente Kid a Crona quien se sonrojo notoriamente.

Toda la tarde se la pasaron conversando sobre temas interesantes con ella y su padre, al terminar la visita Kid le susurro a la chica unas palabras que la hicieron vibrar de esperanza de tener algo con él.

-Con el cabello largo te verías mas linda.-Le susurro marchándose.

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Desde ese día no se corto el cabello y se lo emparejo para verse mejor, su cuerpo cambio drásticamente esos tres años teniendo un físico parecido al de su madre. Cosa que atraía las miradas de muchos jóvenes pero a ella poco le importaban esos tipos. Solo le importaba su nuevo maestro el profesor Death the Kid.

Continuara.

Perdonene que sea tan corto el próximo será mas largo.