Capítulo I
POV Rukia
-Bueno taicho me retiro, con su permiso- me despedí de Ukitake taicho y empecé a caminar hacia la mansión Kuchiki *siento como si me estuvieran viendo* caminé un poco más rápido pero ese sentimiento incómodo todavía no se iba, así que me inquieté. Paré en seco y me di la vuelta tocando el mango de Shirayuki lista para pelear pero no pude ver a nadie asi que traté de sentir su reiatsu…*nada, es como si no hubiera nadie a mi alrededor, ¿serán ideas mías?* solté a Shirayuki y seguí caminando empujando ese sentimiento a un rincón de mi cabeza que se fue al entrar a la mansión *qué raro* suspiré soltando el aire que sin saber estaba conteniendo
POV Narradora
Una vez se hizo de día Rukia salió a entrenar como todas las mañanas y de nuevo empezó a tener la misma extraña sensación de que la observaban pero decidió omitirla, sin saber que no muy lejos de ella en un árbol se encontraba un chico que sonreía de lado mientras la veía. Al terminar ella se dirigió a su división y la presencia desapareció o por lo menos eso fue lo que ella creyó
-Rukia-chan puedes llevarle esto a tu hermano- pidió gentilmente el capitán de la 13ava división a su teniente
-hai Taicho- respondió y rápidamente fue a cumplir su deber pero durante el viaje de regreso…
-auch- exclamó la peli negra mientras se caía en el piso
-perdón, estaba distraído, ¿estás bien?- preguntó una voz masculina suavemente con preocupación
-si, no fue la gran cosa- respondió con una sonrisa hasta que vio con quién estaba hablando e inmediatamente su sonrisa cambió para mostrar seriedad y un poco de sorpresa
-me disculpo sinceramente por mi torpeza Hitsugaya-taicho- se disculpó Rukia paándose rápidamente para hacer una reverencia pero perdió el equilibrio dos brazos fuertes la rodearon evitando que se volviera a caer
-no, ha sido mi culpa, no tienes por qué disculparte- respondió Hitsugaya gentilmente logrando que Kuchiki se sonrojara por la proximidad, él la liberó y ella se alejó un poco de él
-bueno, que pase un buen día taicho- dijo tímidamente mientras se iba sin saber como el capitán la miraba intensamente hasta que saliera de su rango de visión
-Kuchiki Rukia- dijo este casi como un susurro para luego ir a su oficina con una sonrisa
En el medio día Rukia salió de su oficina y se dirigió hacia un claro del bosque para tomar su merienda ignorante a la sombra que la estaba siguiendo con gran agilidad y cautela ocultando su presencia. Una vez que la pequeña shinigami se instaló en el claro lista para comer escuchó un ruido proveniente de los arbustos a su alrededor, se preparó para pelear colocando su mano en Shirayuki y ocultó su presencia. De los arbustos salió un shinigami con el pelo blanco un poco más alto que ella, de inmediato Rukia se relajó bajando su guardia
-ah, Hitsugaya-taicho me asustó, pensé que podría ser un hollow o algo así- dijo aliviada la inocente pelinegra
-me alaga que me confundas con coas tan hermosas Kuchiki- dijo sarcásticamente mientras se acercaba a ella
-¡no!, no quería decir eso- corrigió rápidamente tratando de resolver el malentendido para no herir al alvino, que solo lo hizo reír
-Tranquila Kuchiki solo era una broma- Hitsugaya respondió sonriendo por la inocencia de ella, Rukia se sonrojo y miró a otra parte tratando de que él no se diera cuenta y por eso no vió el cambio de actitud del capitán. Hitsugaya agarró suavemente la barbilla de Rukia tomándola por sorpresa y haciendo que ella lo mirara a los ojos
-me encantan tu sonrojo no lo ocultes- dijo y la besó en la mejilla aumentando su sonrojo y dejándola anonadada. Antes de que ella pudiera salir del shock en el que estaba Toshiro se alejó
-Te veré luego Kuchiki- se despidió sonriendo de lado y su sombra se disipó entre los arbustos y árboles del bosque
-¿q-q-qué acaba de pasar? – se preguntó en voz alta la pequeña Kuchiki después de salir del shock, miró su merienda que ni siquiera había tocado y la volvió a guardar, con lo que acababa de pasar ya no tenía ganas de comer dulce
