Shingeki no Kyojin
Erwin x Levi
"¿Alguna vez has pensado qué quieres hacer cuando todo esto termine?"
¡Gracias por su tiempo y comentarios!
Una tienda de té
Si tuviera la oportunidad de tener el control del futuro en sus manos, si pudiera asegurar que viviría para cuando aquel infierno entre titanes terminara, se atrevería a vivir una vida tranquila. Pondría una tienda de té, eso estaba claro desde antes de unirse a la Legión de Reconocimiento. Abriría a las nueve de la mañana y cerraría a las seis. Sería un lugar muy pequeño, co mesitas y contaría con una gran variedad de sabores. Negro en especial, por ser su favorito. Terminando limpiaría a profundidad todo el local, para que estuviera impecable a la mañana siguiente. Iría a caminar por el parque que secretamente le gustaba de Stohess al lado de Erwin para permitir que el aire le soplara directo en la cara y pudiera despejarse un rato. Se sentarían en una de las bancas y posteriormente continuarían su camino a casa, un lugar simple con pocas pero suficientes cosas. Antes de llegar, comerían un croissant de los de la panadería cerca para no pasar la noche con hambre. Dormirían juntos y repetiría el día a la mañana siguiente.
En sus días libres leería alguno que otro libro que no fuera sólo de guerra y cuidaría junto al comandante a un par de niños, probablemente hijos de colegas.
Eso era lo que deseaba, una vida tranquila. No pedía mucho y alguna vez se lo había confesado a Erwin, quien no comentó nada y razón por la cual se había abstenido de volver a hacer esas declaraciones, porque entendía su silencio, aquel que susurraba 'los días para concluir nuestra vida están contados, ilusionarse no es bueno' .
Pero en ese momento recordaba aquello tras la pregunta que Hanji le había formulado: "¿Alguna vez has pensado qué quieres hacer cuando todo esto termine?"
-¿De verdad crees que viviremos tanto? - fue todo lo que comentó.
-¡Ja! Tienes razón. –guardó silencio y echó los brazos tras de su cabeza.
Tras un momento no tan breve, Levi soltó:
-Una tienda de té. Me gustaría abrir una.
Hanji lo miró un poco sorprendida.
-¿De verdad? ... ¿Abrir a las nueve y cerrar a las seis? ¿Caminar por el parque de Stohess y comer el croissant de aquella panadería? ¿Quedarse sentado en alguna banca para dejar que el viento sople tu cara?
Levi volteó a verla confundido. ¿Cómo sabía que eso era lo que quería?
Al ver su expresión, su compañera rió, caminando a la salida de la habitación.
-Quién sabe. Quizá llegar a una casa simple y cenar junto a un ser querido. Dormir a su lado. –esbozó una sonrisa pícara y observó a Levi antes de desaparecer por el umbral de la puerta.
-¿Cómo sabes…?
- Todos tenemos sueños, incluso Erwin. –desapareció.
Con los ojos abiertos en sorpresa, Levi dejó que su boca se entreabriera un poco.
"Incluso Erwin"…. ¿Había el comandante confesado sus propios sueños a Hanji?
