Exoneración: Los personajes y lugares pertenecen a BioWare.


N/A: Segunda parte de mi fic "Azota el invierno", o algo así.

Música: El tema de Davy Jones (Hans Zimmer) BSO de Piratas del Caribe.


Envidia del verano

Un manojo de "te adoro" marchitándose en el fondo de un escritorio. Me ahogaré una eternidad en las oportunidades que desperdicié; tuve que haberlo dicho más, gritarlo por todo lo alto, evitando que me extraviaras en tu lista de prioridades para no encabezarla nunca más.

Corrí por la espesura y el descampado, esparciendo cenizas de una vieja vida, interpretando el papel de un héroe (Anora, nos habríamos reído mucho de esto, antes, antes, mucho antes, desde la inocencia y un sueño que no parecía tener fin). Hice lo impensable, atravesé tierras de espanto, uniendo lo fracturado, remendando lo roto, pensando que si salvaba la tierra que mi padre, tú, tu padre y un necio rey, tanto amaban, lavaría mis culpas.

(¿A mí qué me importa? Thedas es un yermo helado plagado de fantasmas, si todas las ordas corruptas emergen de las profundidades... Bienvenidas al infierno).

Al volver, no era el mismo. Cuando, al fin, me paré ante ti como todas las cosas impensables, lo que nunca nos creímos capaces de ser o hacer, no eras la misma.

Estabamos irreconocibles, desgastados en los bordes y quebradizos.

Quise verte tal cual eras una última vez, pero estabas atrapada detrás del muro que construiste para protegerte en tu momento más vulnerable. Piedra a piedra. Una por el honor. Dos por el orgullo. Tres por la cobardía. Cuatro por la incertidumbre. Cinco por el abandono. Seis. Siete...

Ferelden te consumió por completo. Nunca más te alcanzaría y comprendí que jamás perfilaría como una prioridad para la reina detrás de sus altos muros.

(No tengo esperanza, vagaré por el mundo gris, yermo helado, tierra asolada. Sin esperanza de rescatarte, ni siquiera lo intenté).

No bajé de aquella torre, ¿para qué? Aguardaba por mí la vergüenza, pero no tú. Había la oportunidad de estar juntos, mas tú no estabas allí. Había una reina, una mujer-sol, demasiado brillante como para mirarla con fijeza, su presencia quemaba y derretía, necesaria y luego insoportable y luego... más allá, la muerte.

El espejismo roto, fragmentos acomodados de la manera equivocada en los que nos reflejábamos como una figura abominable, una ofensa contra lo que solíamos amar.

(Tu corazón roto, tus sueños rotos, tus cadenas; sin nada que tire de ti, eres libre para entregarte a tu reino. Un estallido en la madrugada, lo olvidas amaneciendo otro día, solitaria pero brillante).

Enfrenté al dragón, aceptando la muerte como un favor de mi suerte. Me había quedado sin camino y el viaje había sido largo. No tenía ninguna intención de regresar y vivir deseando aquello que no había esperanza de recuperar. Aguardaba por mí, no un hermano, sino un hogar roto dónde los fantasmas deambulaban en un invierno perpetuo.

(Caminamos, de este lado, a la sombra de altos muros, añorando el calor de un sol que nunca vemos).

Mujer-sol, sin ninguna atadura.
Eres libre, pero mis huesos no saben nada al respecto.


N/A: Mi Cousland, todo cuqui cuando niño, se vuelve emo tras DAO xD
Es probable que escriba una tercera parte desde el punto de vista de Anora, idk. Quizá algo feliz, un AU.

En fin, el rectángulo mágico de los comentarios no se ha comido a nadie hasta ahora cx