Holiwis... creo que no tengo nada para decir. excepto que... creo que tengo problemas... esto nació un día en que yo estaba muy deprimida... no sé que tal sea, pero bueno. ahí va. Dejen reviews.

Disclaimer: Hetalia no me pertenece, y creo que es mejor así... si fuera mío, los personajes sufrirían.


El mundo entero estaba en contra de Arthur Kirkland.

O al menos eso pensaba él. Salió del colegio, deseoso de algo de paz. Estaba más que harto de todos sus compañeros. Corrió por la calle, en dirección del único lugar donde podría sentirse bien, hacia la única persona con la que podía ser él mismo.

Llegó. El lugar, con las paredes blancas y las flores, daba una sensación de tranquilidad que Arthur aprovechó de inmediato. Se quedó de pie, tratando de normalizar su respiración. Se sentó en el piso, frente a él.

-¿Cómo has estado? Yo no tan bien. Quería hablar contigo, de cualquier forma. Hoy todos me molestaron de nuevo, con el mismo asunto. Ya sabes, "Estás loco, ves cosas que no existen.". Ya no saben que inventar. Las hadas sí existen. Eso me gustaba de ti, que siempre me creías. Me jugaron una broma pesada. Escondieron mi cuaderno de hechizos e investigaciones, you know, el que me ayudaste a armar. Se rieron de mí. Pero lo peor fue cuando me insultaron por lo nuestro. Es decir, entiendo que no lo aprueben, pero... fue horrible. Acabo de escapar de allí. Ya no lo aguanto. Sin ti, el colegio es insoportable. ¿Cuándo volverás? Sé que será difícil, pero ambos sabemos que no hay nada imposible, no para nosotros. Anyway... mis hermanos están planeando un viaje para nuestros padres, pero ellos no quieren irse, no ahora, y aunque no lo han dicho, creo que es por mí. No quieren dejarme ahora que no estás en el colegio para defenderme. Ellos también lamentan tu partida. Peter me dijo que quiere volver a ir al parque de diversiones contigo; lleva insistiendo en eso toda la semana. Scott me dijo que yo debería buscar nuevos amigos, es la primera vez que lo veo interesado en lo que me suceda. Pero no necesito nuevos amigos, te tengo a ti. Los gemelos dijeron que yo debería salir de la biblioteca, pero no quiero porque ahí fue dónde te conocí. ¿Lo recuerdas? Yo sí. Tú estabas buscando información sobre la Primera Guerra Mundial, y me pediste ayuda después de hacerme tropezar. No me di cuenta de cuanto cambiaría mi vida en ese momento -Arthur hizo una pausa, para recuperar el aliento. Su interlocutor permaneció silencioso, pero no le dio importancia-. Te fuiste justo dos semanas antes de nuestro primer aniversario. No creas que por eso te diré lo que tenía planeado. Tendrás que esperar. Además nada te salva de tener que acompañarme a el encuentro de ciencias. Mint dijo que tú tratarías de no ir, pero yo sé que no podrás escapar. Se acerca la navidad, también. Ya escogí tu regalo; te va a encantar. Lo pensé específicamente para ti. Vendré a verte todos los días como le he estado haciendo hasta ahora, no te preocupes; no dejaré que tu partida termine con nuestra relación -Arthur apuntó con un dedo-. Estaré siempre a tu lado, nunca lo olvides. Tú eres mi héroe. Siempre serás mi héroe. I love you, bloody yank. Never forget that.

Se levantó, y le dio la espalda a la lápida de Alfred F. Jones.