N/A: No beteado.
One-Shot participante en el Reto 'Díselo con...' para el Foro I'm Sherlocked.
Para mi linda musa, que tanto la extrañaba :)
Galleta de la fortuna.
Mycroft Holmes era un hombre de palabras elocuentes y buenos modos. El trabajar para la corona Britanica y su educación fuertemente arraigada, le habia proporcionado un aire aristocrático y distante que no muchas personas en la actualidad posesian. Por lo menos no afuera de la familia Holmes.
Por eso, cuando, la primera vez que tuvo que rescatar a su hermano de las garras de la cocaína y la policía, se dio cuenta de que algo no encajaba del todo con el. Quizás su aire diplomático era muy serio, porque ni el Detective Inspector a cargo del caso en ese tiempo, le negó la petición de llevarse a Sherlock y pagar por la fianza asignada.
Mycroft necesitaba algo con que llenar su vida. Alegrar esa seriedad que siempre le embargaba, que rondaba a su alrededor como una sombra densa y oscura que lo entristecía todo.
La segunda vez que el diplomático tuvo que rescatar a su hermano de un conflicto grosero con la policía fue ya a los veinte y tantos de Sherlock. Su ceño fruncido, la posición encorvada y desgarbada del menor, simplemente lograba sacarle suspiros de frustración e irritación.
Por gentileza de una funcionaria, se le había avisado que el DI a cargo esta vez era otro y que se dudaba que dejasen ir a Sherlock.
El pelirrojo de la familia Holmes apretó los labios en una delgada línea, otorgándole una mirada de reproche a su hermanito.- Tienes que parar-Fue lo único que espetó, antes de verse interrumpido por una tercera persona.
Su aire casi jovial, la energía que manaba y la ligera sonrisa que llevaba en su rostro, le desconcertó ligeramente.
-Siento haberle hecho esperar, las cosas andan un poco locas hoy- Declaró el hombre que, a pesar de verse bastante joven, poseía el pelo cano. Su manera fluida de hablar y moverse le distrajieron mas de lo que el diplomático deseaba. Al final de la reunión y de una fuerte discusión entre ambos, Sherlock quedó de pasar la noche en la comisaria y podría irse al dia siguiente.
Mycroft Holmes, con el orgullo herido pero la curiosidad picándole, se propuso conocer a ese tal Inspector Lestrade.
Para cuando llegó el doctor Watson, Sherlock cambió en cientoochenta grados. Literalmente hablando. Su hermano no se metia en tantos problemas y el podía distenderse ligeramente mas en su trabajo y vida personal. Tambien la llegada del doctor significo una potencial amenaza; estaba demasiado cerca de Gregory Lestrade. SU í que, al verse amenazado, pero no acorralado, decidió hacer lo que mejor le era conveniente. Las sutilezas.
La comida china no era del total agrado de Greg, encontraba sabores demasiado fuertes o agridulces para su gusto, pero viendo que era "noche de chicos", como lo llamaban los funcionarios de la Yard y John, aceptó la invitación a los chinos un par de cuadras mas abajo.
Despues de servirse, a regañadientas, la comida, estiro sus dedos a lo único que hacia agradable su estadia en aquel lugar, las galletas de la fortuna. Con ansia quebró la masita crujiente y desenvolvió el papel que esta traía.
"El mejor detective inspector de Scotland Yard, debería encontrarse junto a un diplomático de la corona- MH"
La sonrisa extraña y el sonrojo potente de las mejillas del pelicano, respondieron mejor que sus palabras. Al parecer, la rareza, provenia de familia.
¿Un review?. Creo que queda clara el irónico uso de la palabra "sutileza" xD
