Glamour
Tacones presurosos se desplazaban por el pasillo, las mujeres y hombres en sus cubiculos veían pasar al relámpago rubio. Hoy la jefa estaba que echaba humo.
- Octavia! Raven! A la oficina!- bramó a su paso hasta llegar a su oficina, dando a penas tiempo a las puertas automáticas para abrirse.
Clarke Griffin, una chica que en su momento estudiase artes visuales y plásticas, se había convertido en la presidenta y co propietaria de la revista Glamour, con sede en los Ángeles; Raven y Octavia sus amigas de universidad se habían unido a aquel loco proyecto, uno que había encontrado sus orígenes en un encuentro inesperado con cierta morena de ojos verdes y sonrisa hechizante.
Para cuando Octavia y Raven entraron tras su amiga, la encontraron caminando de lado a lado en su enorme oficina.
- Que ha hecho Lexa esta vez? - preguntaron al unísono.
Si bien la ojiverde les caí de maravilla a las dos, la relación que tenía con Clarke había comenzado a desgastarse y esta no tenía la menor idea de que estaba sucediendo, lo cual era una pena, ya que formaban una pareja increíble.
Clarke peinó su cabello corto, los nervios podían más con ella, lo cual era extraño de ver, más en una persona que enfrentaba a los tiburones de la industria como si se tratase de cachorros.
- Les he enviado el video del promocional a sus teléfonos...- al instante ambas morenas encontraron el pequeño video de dos minutos del nuevo promocional de la serie en que Lexa sería protagonista- ...habíamos acordado que no haría más ese tipo de escenas...- un gemido se escuchó de fondo. Clarke apretó los dientes ante el aberrante sonido. - no es la primera vez que hablamos de esto, ella hace una semana me hizo tremendo desplante por pedir a Rachel que fuese quien posase para mi...- Clarke continuó parloteando. Mientras que Raven y Octavia quedaban ruborizadas por tremenda escena de sexo.
Fue Octavia quien recuperó sus cabales primero- Clarke, todos sabemos que Lexa es una gran actriz, es pura interpretación...-trató de conciliar.
Raven continuó- ...eso fue...-carraspeo - interesante...-soltó. Clarke frunció el ceño.
- Y que dicen a esto?- les arrojó un par de periódicos y revistas, donde se mostraban fotografías de Lexa "abrazando" a su co protagonista y, compañera entre las sábanas en dichosa serie.
- Clarke, puede que las imágenes por una vez, no sean falsas, pero sea como sea, tienes que hablarlo con Lexa...- dijo Raven. Octavia miraba a la morena, ya no muy segura de que dejar a ambas solas en esto fuese una opción, aunque intervenir tampoco parecía una idea brillante.
Clarke se coloco en su asiento, se froto el entrecejo.
- Y no es por defender a nadie aquí, pero tener a tu ex posando para ti, específicamente para una colección de desnudos artísticos, tampoco parece una desicion muy acertada que digamos...- dijo Octavia, que amaba a estas chicas pero que en este último par de años estaban actuando como un par de niñas, compitiendo al parecer por quien lograba enfadar más a quien.
Clarke resopló murmurando - ...al menos yo no tengo escenas de sexo muy realistas con el número cinco en la lista de las mujeres más sexys ...
Raven y Octavia pasaron el resto del día evitando que los empleados en la revista perdieran sus trabajos a causa de respirar cerca de Clarke.
Lexa paseaba por el set, una sonrisa gigante plasmada en su rostro. El director le ofreció chocar los cinco.
- Eso ha sido perfecto! Realmente me estas ahorrando millones en no repetir las tomas. - Lexa entorno los ojos
- Mark,deja de decir cosas estúpidas y déjanos ir a descansar de una buena vez.-reprochó Lexa con una sonrisa en los labios. Fue el turno de Mark para entornar los ojos.
- Por mucho que te quiera, no puedo retirar a todo el staff y parte del elenco antes de terminar con las tomas aquí, sólo nos costaría más dinero y el doble de trabajo para todos. No hay sentido en lo que dices, cariño. - negaba con la cabeza al igual que lo hiciere un niño pequeño. Lexa puso mala cara mientras hacia su camino a unas sillas para esperar su próximo turno en escena. Mark rió - arriba ese ánimo Woods! - vitoreo.
Lexa sólo hizo el ademan para que se apresurara. Mark se adelantó con sus otros compañeros de trabajo para coordinar la siguiente secuencia.
Lexa exhaló, sus planes para llegar más temprano a casa y sorprender a Clarke se habían arruinado, todo porque "las jóvenes promesas de la tv" eran incapaces de aprender un diálogo con sólo un par de lineas-en mis inicios no éramos tan blandos...-dijo a nadie en particular. Sintió un par de brazos rodearle desde atrás. Suspiró cansada.- Sherry...realmente no estoy de humor ahora mismo.- Sherry, su co protagonista una actriz consagrada que era sólo un par de años más joven que ella, era por decirlo de una manera educada, demasiado pegajosa, y pronto se había adherido a ella como abeja a la miel. No era mala chica, pero todo siempre era fácil de mal interpretar y Lexa sabía que Clarke estaba rebasando su nivel alto de tolerancia ante estos "pequeños deslices". Lexa quitó los brazos invasores y se acomodó correctamente en su asiento. - en vez de estar aquí conmigo, deberías hacer algo por esas "futuras súper estrellas" - dijo con sorna, viendo como Mark explicaba por enésima vez lo que quería para la escena.
Sherry se rió, tomando lugar junto a Lexa a la ves que se prendía de su brazo.
Sherry no dejaría pasar estos momentos especiales junto a Lexa, porque la morena ha sido y sigue siendo el sueño húmedo de al menos el 60% de la población mundial, habría que estar ciego o loco para no dejarse atrapar por ella. Así que, no importaba en lo más mínimo si estaba casada o no. Sherry amaba los retos y si actuar como cría le daba vía libre para estar pegada a Lexa, se compraría un chupete si así fuese necesario. Lexa se alejó de su agarre una vez más.
- Lex, no dejes que esos chicos te amarguen, al final es culpa de Mark por haberlos elegido, fácilmente sabemos que seguramente otros con mejores dotes merecían la oportunidad ...pero en esta industria nada suele funcionar como debería. - concluyo.
Lexa se puso en pie y miro a Sherry de reojo. Una chica atractiva, que podría haber sido su colega en el modelaje...lastimeramente para ella su falta de carisma seguro le habrá impedido a más de uno contratarle para ello. Al menos como actriz era buena, algo arrogante pero buena en sus interpretaciones.
Lexa se cobijó en su enorme chamarra que le resguardaba de la fría noche que pasaban a la interperie, sólo esperaba que todos hicieren bien su parte por una vez en el día. Clarke le mataría cuando llegara a casa...
Al final les tomo otras cinco horas para terminar con el trabajo programado para ese día, que fueron dos horas más de las que debían pasar bajo la frialdad de la noche. Le tomó otra hora estar de vuelta en casa, porque a algún genio se le ocurrió cerrar la avenida que le llevaba por la vía corta a el loft que poseía con Clarke. Para cuando entro en su lugar el olor a lasaña una de sus comidas favoritas le golpeo. Sonrió relamiendose los labios, su estómago se removió anhelante. Colgó pronto su gran abrigo, y cerro con llave, fue presurosa a el comedor encontrando una mesa para dos llena de flores y velas, pero sin rastro de Clarke.
- Clarke? -se movió por la casa en busca de la rubia. Fue de habitación en habitación, hasta llegar a su estudio, lo que encontró le helo la sangre -... C-Clarke...?- su voz temblaba, se negaba a creer lo que su mente comenzaba a pensar. Corrió a su habitación, fue directo al armario...vacío.-Clarke! -gritó hasta que su garganta le quemaba. Fue hacia la mesa en busca de cualquier señal, después de todo, era lo único que permanecía intacto, incluso con las velas encendidas y a punto de consumirse. Entonces notó un sobre que no había notado antes, frunció el ceño ante su tamaño. Observó su contenido. -...fírmalos si algún día tienes tiempo...-leyó el post it y bajo de el no había otra cosa que - demanda de divorcio...Clarke Griffin vs Lexa Woods... - gotas caían sobre las páginas impresas, fue sólo entonces que se dio cuenta de que estaba llorando, Clarke ya no quería esperar más por ella- feliz aniversario señora Woods...-limpio las lágrimas de sus mejillas y se acercó a su chimenea, arrojó los papeles al fuego y tomó la botella de vino que se encontraba en la mesa hermosamente decorada, sirvió su vino y se dispuso a comer la cena que su esposa había destinado para ellas.
Quizá, si algo como esto hubiese ocurrido hace diez años, en vez de cenar y beber en moderación ante su corazón roto, habría sin duda firmado sin rechistar, bebido hasta el olvido y buscado un par de mujeres para desquitar su dolor y no habría llamado siquiera a su trabajo para notificar enfermedad. Rió ante la realidad, estar con Clarke le había mostrado lo realmente bueno de la vida, le hizo ser una mejor persona. Sabía lo que quería, y quería a Clarke con ella hasta que fuese arrugada como una pasa y perdiere cada ápice de su atractivo. Hizo un brindis a la silla vacía frente a ella y bebió ávidamente su copa. El vino ahora amargo en su paladar.
