Disclaimer: Harry Potter ni sus personajes me pertenecen, son de completa propiedad de J.K. Rowling. Si fueran míos mínimo Harry se habría quedado con Tom Riddle o Draco Malfoy

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Más allá del Tiempo

Capítulo uno


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Aún podía arreglarlo, aún podía volver atrás y comenzar todo de nuevo.

El joven corrió por los pasillos del departamento de misterios, lo seguían, se escuchaban pasos a la distancia y los inconfundibles gritos de los aurores que le habían intentado impedir el paso. Pero no podía detenerse ahora, no después de tanto tiempo esperando esta oportunidad, si lo atrapaban ya no tendría otra, y su futuro dependía de esto.

Harry se detuvo bruscamente. Al fin había llegado.

Con un complicado movimiento de su mano y palabras murmuradas con rapidez, Harry pudo abrir la puerta del salón de objetos guardados. Los artefactos eran antiguos o únicos en el mundo, pero solo uno le interesaba lo suficiente para arriesgar su libertad y probablemente su vida.

Solo bastó un nuevo movimiento de su mano para lograr que la puerta se cerrara detrás de él e impedir que cualquier persona la pudiera abrir aún si lo intentaba. Al menos ya no quedaba nadie que conociera, la magia oscura se había extinto con el que pensaron era el último mago oscuro que habían asesinado a sangre fría. Harry tuvo la suerte de que se le había ocurrido la idea de poner un nuevo encantamiento fidelio sobre Grimmauld Place protegiendo así los últimos libros de aquella magia tan prohibida.

En un movimiento fluido, Harry fue tras el escritorio de la habitación, abrió un cajón y sacó lo que buscaba.

El último giratiempo.

Dándole un vistazo se pudo percatar que el giroscopio se encontraba levemente trisado en algunas partes, y la arena del reloj central se encontraba en riesgo de caer, quizás con usarlo solo una vez se rompería completamente. Pero eso no le importaba, solo lo utilizaría una vez, para recuperar su felicidad y estar donde realmente pertenecía.

Golpes y gritos exigiendo que les dejaran entrar se escucharon a través de la puerta. Harry bufó. ¿Realmente creían que era tan estúpido como para dejarlos entrar?

– ¡Abre la puerta, Potter! –y al parecer Ronald Weasley se encontraba con ellos. Realmente había sido ingenuo a los once años cuando prefirió su amistad por sobre la de Draco. Al menos Draco tenía sentido común.

Sacando desde dentro de la manga de su túnica su confiable varita de acebo, apuntó al giratiempo que puso alrededor de su cuello.

Había memorizado las palabras hasta que se quedaron grabadas con fuego en su cerebro, no podía cometer ningún error, el más mínimo y toda la existencia conocida seria borrada de la tierra. Harry dejó salir el aire que había estado conteniendo. No hay presión. Todo estaría bien.

ixa, golus, ygna, corat, bilea, rand, tempo –al finalizar de decir las palabras impregnadas en magia oscura, el giratiempo comenzó a resplandecer en una luz dorada que rodeó a Harry.

Todo comenzó a girar, las difusas figuras se convirtieron en manchones de colores, y pronto se dio cuenta que todo se volvió negro. Solo podía sentir la sensación de que estaba parado sobre el vacio, sus oídos se sentían como si fueran a explotar en cualquier momento y el corazón palpitaba con una velocidad alarmante.

Sintió el suelo sobre sus pies y todo volvió a aclararse. Y si alguien no lo estuviera sosteniendo con firmeza probablemente habría caído al suelo.

Un jadeo pesado salió de sus labios y giró su cabeza para ver quien lo sostenía. Remus.

Un grito se escuchó haciendo que se olvidara por completo de su antiguo profesor muerto. Bellatrix Lestrange apareció en su vista cuando esta comenzó a subir por las gradas. Harry sintió una rabia que no había sentido en mucho tiempo. La recordaba, claro que lo hacía, esa mujer le había arrebatado a la última persona que podía llamar familia. Y finalmente podría vengarse de ella.

En un brusco movimiento se soltó de Lupin y corrió tras ella.

– ¡No, Harry! –gritó.

Pero este no se molestó en responder. Toda su atención estaba en esa horrible mujer.

La siguió por esos infinitos pasajes que parecían un laberinto, pero se los había aprendido de memoria años atrás y conocía atajos que probablemente nadie más sabía. Luego de bajar de un ascenso, una pared se abrió con el mandato de su varita, llegando al mismo tiempo que Bellatrix al atrio del ministerio.

Expulso –murmuró apuntando a los pies de Bellatrix logrando una explosión y que esta chocara contra la pared.

La mujer gimió mientras se enderezaba de donde había caído, gotas de sangre comenzaron a caer al piso del atrio producto de la herida que se había formado por el impacto. Bellatrix sonrió cruelmente a pesar del dolor.

– ¿Pequeño Potter utilizó magia oscura? –Cacareó como si fuera la mejor broma que hubiese oído en su vida– ¿Qué pensaría Dumbledore si supiera que su elegido utilizó tal maleficio?

– ¿De verdad crees que me interesa lo que piense Dumbledore? –Preguntó alzando su varita– El viejo solo ha arruinado mi vida.

La sonrisa de Bellatrix solo creció a esto.

– ¿Y ahora que, pequeño Potter? ¿Vengaras a mi querido primo? ¿Me torturaras?

Crucio –fue su respuesta.

Bellatrix cayó al suelo y comenzó a gritar, intentó levantarse pero el dolor era demasiado para poder lograrlo. Harry vio como la mujer comenzó a retorcerse en el piso, rasguñando las baldosas con las uñas, intentando tomar bocanadas de aire.

Harry levanto la maldición y se puso en cuclillas a su lado.

– El que haya utilizado una maldición imperdonable no significa que esto sea lo peor que puedo hacer. Puedo mantenerte viva mientras sientes como te quemas en fuego vivo o podría hacer que veas como saco tus intestinos y los vuelvo a poner dentro de tu cuerpo –. Harry sonrió maniaco ante las posibilidades, las muchas cosas que le podría hacer a la mujer que había matado a su padrino –. Y lo mejor de todo es que a nadie le importaría.

La mortífaga toció.

– El señor tenebroso jamás lo permitiría, maldito mocoso –gruñó, débil, desde el suelo– soy su mortífago más leal.

– Quizás seas la más leal, pero eso no te hace imprescindible –dijo cruelmente– ¿o no es así, Voldemort? –Preguntó levantándose desde donde estaba y girando para ver al temido señor tenebroso parado de pie unos cuantos metros detrás de él. Este lo miraba con curiosidad.

Voldemort era tal y como lo recordaba. Piel pálida enfermiza, sin un solo cabello en su cabeza y tenia esos ojos rojos que infundían temer a quien los viera. Su túnica negra se arrastraba por el suelo con cada paso que daba hacia Harry.

– Potter –susurró el señor tenebroso cuando detuvo sus pasos frente al menor. Su tono de curiosidad ante lo que acababa de presenciar no pasó desapercibido por Harry.

– Voldemort –respondió a cambio con una sonrisa un tanto maniática–. He estado esperando hablar contigo durante un largo tiempo.

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N/A: Muchísimo tiempo sin escribir nada de Harry Potter, y realmente intente mantener en carácter a los personajes (los poquitos que aparecieron en este pequeño capítulo), y creo que lo logré, así que espero seguir así a futuro.

Este fanfic comenzó con un reto con mi mejor amiga, el cual constaba de escribir este 2017 un fanfic de mínimo 40 mil palabras, y entre ideas para Avengers, Teen Wolf, Supernatural, Sherlock, X-men, Star Wars, etc. elegí esta... de hecho tengo más ideas para Harry Potter de carácter "HarryMort/Tomarry", pero ninguna llegaba a más de 40 mil palabras, pero sin duda las publicaré en un futuro cercano.

Y con todo el amor del mundo, me despido.

Ciao!

PD: Pueden seguirme en Twitter que es AgnisDoll donde iré posteando cosas respecto a mis fics para que sepan que sigo viva y escribiendo