Disclaimer: todo pertenece a J k Rowling, sin contar con unas pequeñas excepciones en unos personajes y en la trama de la historia que son propiedad de mi retorcido cerebro.

Summary: severus snape se ve entre el dolor y la pared cuando una chiquilla llega a Hogwarts y le recuerda al amor de su vida, que lo abandono por otro, o almenos eso se repite él a diario, sin imaginarse que esta chiquilla en la que descarga toda su amargura sera la fuente de su felicidad en un futuro no muy lejano.

Hola mi nombre es Camila me encanta Harry Potter y en especial Severus Snape, bueno pues aquí les dejo mi fic, espero que les guste.


Chapter 1. Una mágica llegada a Hogwarts.

Son las 10:50 de la mañana, y una chiquilla acaba de ver como sus padres desaparecían en la distancia, dejándola allí justo en frente de su estación, el andén 9, con un carrito y su equipaje, el avión de sus padres despega en una hora Y no podían esperar más tiempo en King Cross; la chica de tan solo 11 años, Colombiana y en un país, es mas en un continente extraño, rodeada por millares de personas que hablan un idioma que a duras penas domina y no a la perfección, solo se preguntaba una cosa ¿Qué no podían comprar un boleto para más tarde? , se que van hasta Colombia pero igual hay aviones en una o dos horas ¿no? y ahora yacía ahí esperando un tren que ya debería haber arribado pero que no lo llegaba, sola, bueno junto con su nuevo gato, ella quería un perrito pero sus padres habían insistido tanto que no lo pudo rechazar- será ¿que nunca llagara? , ¿Qué voy a hacer si no llega? ¡El tren parte a las once y aun no llega! Y además que hago aquí, bueno se que voy a la mejor escuela o por lo menos eso es lo que dijeron mis padres, pero es que todo fue tan rápido,- pensaba un poco ceñuda la muchacha- una mañana me desperté y ellos dijeron nos vamos a Londres y sin mas explicaciones, solo un iras al mejor Colegio que existe, ni un nombre ni nada, gracias a dios que hablo ingles y solo porque mis padres son británicos, y aunque ahora viven en Colombia me lo enseñaron , según lo que deduzco mi padre estudio en el mismo colegio al que me dirijo hoy, pero bueno dejando de pensar tanta bobada, ya son las y 56 y no llega mi tren- se dijo, preocupándose más de la cuenta con las manos sudorosas, empezaba a perder el conocimiento- ay no, no te vas a desmallar ahora- pensó -, mientras se debatía consigo misma escucho un grito que la hizo despertar.

-Tonta muggle, APARTATE DE AHÍ!

-¿muggle? ¿Eh? ¿Qué?-desorientada como estaba, fue lo único que atino a decir la chica, y no hubo mas tiempo en ese momento fue embestida brutalmente por el carrito, de un muchacho guapo de cabello color bronce peinado inquietantemente hacia arriba, ojos azul celeste y rostro pálido.

Con fuerza y rapidez ambos atravesaron la pared junto a la cual se encontraba aquella chiquilla desorientada, pero ella no lo noto, a duras penas, se puso en pie alzo sus pertenencias pensando que solo había girado un poco con su carrito, y de repente, lo vio un gran tren que amenazaba con empezar su trayecto en un abrir y cerrar de ojos, pero ¿como no lo había visto arribar? Mirando su reloj de pulsera noto que solo tenía dos minutos para abordar, así que corrió a todo lo que sus piernas le permitían y con dificultad subió su baúl a la imponente locomotora, su pequeña mascota yacía en su jaula aun afuera en el carrito, así que corrió de nuevo y la tomo con rapidez , medio minuto mas tarde el tren arranco y ella con dificultad encontró un compartimiento vacio y deposito allí ese grandicimo baúl que sus padre le habían empacado y libero a serpiente plateada que se acomodo en su regazo.

-Que nombre más ridículo –pensó- no se cual es la afición que tiene mi padre con las serpiente, no es que me desagraden pero… bueno a decir verdad siento respeto por ellas, poseen poder fuerza, nadie las cuestiona, de alguna manera es aquello que quiero que los demás sientan por mi- miro detenida mente a su gato, un Archangel Blues o azul ruso, de pelaje plateado y unos hipnotizantes ojos verdes, y entonces lo entendió, su mascota tenia ese aire desconcertador y arrogante que solo podía caracterizar a una serpiente y pues obviamente era de color plata, así que esta vez le agrado el nombre que no se había atrevido a discutir con su padre, acaricio a su mascota y rozo con sus dedos la placa verde y plateada que colgaba del cuello de esta , era una placa algo inusual a sus ojos, en el centro tenía un serpiente plateada y justo debajo un nombre que no sabía que significaba pero que su padre le había puesto al gato Slitherin- jum bueno después lo averiguare - justo atrás de la serpiente grabado tenía el nombre de su mascota en español serpiente plateada, acariciando a su mascota se fue quedando rápidamente dormida, hasta que un carraspeo de garganta la despertó, con un sobresalto abrió los ojos.

Frente a ella había un hombre vestido completamente de negro con una túnica, un cabello que caía a ambos lados de su cara del mismo color de su ropa y unos ojos azabache fríos y con un deje de desconfianza.

-señorita estamos a punto de llegar por favor vístase a prisa y deje sus cosas en el tren, que mas tarde serán llevadas a dentro- y sin más dio un giro y se alejo ondeando su flamante capa negra.

Atareada abrió su baúl, sin la más minina idea de que era lo que allí había, justo hasta arriba había un uniforme negro con gris y una túnica parecida a la del frio hombre que la había despertado, se vistió rápidamente, y cuando había acabado, la locomotora se detuvo, así que se despidió de silver (el nuevo apodo de su gato), lo acomodo en su jaula de nuevo y se reunió con un grupo de chicos de su misma edad, entre los cuales estaba aquel guapo chico que la había empujado en la mañana y que ni siquiera se había disculpado, y que además le había dicho ¿muggle? No le dio importancia a aquello, igual y podía ser una palabra que aun no conocía del ingles. Un hombre gordo y grande los llamo y les dijo que lo siguieran.

Llegaron a un gran castillo, después de bajar de los botes, en la puerta un anciana profesora los hizo esperar un poco y luego entraron todos en fila a una habitación grande sin techo y con unas velas que flotaban en el aire.

-acaso ¿flotan? No, no que estupideces estoy pensando. Además si lloviera ¿no se estropearía la cena? –pensaba mientras era observada por dos ojos azabache que ya había visto antes- bueno entonces debe haber una plataforma transparente que nos protege de los cambio en el clima y que además sostiene las velas- y esa tan pobre e incoherente era su más lógica teoría. Pero si hubiera puesto un poco de atención habría escuchado a un compañero decir que eso no era más que un encantamiento que habían puesto en el techo, aunque seguramente no le habría creído nada. Magia si claro eran puras tonterías, para ella.

En ese momento un hombre de barba larga y blanca, con cabellos que llegaban hasta su cintura les dio la bienvenida a su nuevo colegio, Hogwarts de magia y hechicería.

¿Magia y hechicería? ¿Cómo?-en tono confundido y casi inaudible logro decir. De hecho el único que la había oído había sido el muchacho de cabellos parados que casualmente la miraba extrañado.