One short
Se encontraba en la sala de su casa, la verdad no se había sentido así desde hace mucho tiempo, la razón era que la mujer que amaba lo hubiera dejado, ya lo había hecho muchas veces, pero la amaba, eso era lo único que le importaba. Se habían comprometido apenas dos meses, parecía que todo marchaba bien, ella apenas unos días había aceptado tener hijos y una vida juntos. Pero recordaba la última charla que sostuvo con ella.
- Que significa esto, Sakura.- preguntaba un hombre pelinegro parado frente a una joven de cabellos rosas.
- Lo que te dije, Sasuke. No deseo atarme a nadie. No ahora, estoy en mi mejor edad. Deseo viajar, divertirme. No me quedare encerrada en una casa con un crio. No estoy para esas cosas.
- Pero, si apenas hace una semana estábamos haciendo bromas al respecto, cuando tuviéramos nuestros hijos y viviéramos juntos.- decía Sasuke, en tono dolido.
- Lo sé, pero no pensaba, sabes que eso no es lo que deseo, si me amas lo comprenderás.
- No, Sakura, tu siempre cambias de parecer, un día estas feliz y de acuerdo y al otro ya no sabes lo que quieres.
- No, esta vez estoy segura, es lo que deseo y no cambiaré. Pero regresare no te preocupes.- decía la chica levantándose de su asiento y caminando hacia él.
- Lárgate. Vete de aquí y no regreses.- lo dijo en un tono que demostraba dolor y enojo. La joven solo camino hacia la puerta, no sin antes quitarse el anillo de diamantes que tenía en el dedo, poniéndolo en un lugar donde él lo pudiera ver.
Eso fue todo, después de eso no supo más de la chica. Su familia tenía razón, esa mujer solo le traería desgracias. Pero supo superarlo, o al menos eso parecía, la verdad se había estancado en su trabajo y no salía de él. Su hermano, Itachi, siempre lo apoyo.
Tenía que superarlo, no frecuentaba muchos lugares y siempre veía a las mismas personas, la verdad no se le hacía raro ver parejas, por cualquier lugar, del mismo sexo. Con lo normal que era eso, ya que hace tres años descubrieron que un porcentaje de barones, desarrollaron un extraño gen que los hacia que se pudieran embarazar, pero se tenían que hacer un examen, el cual solo se podía hacer cuando cumplías 21 años, ya que era el tiempo en que el gen hacia su aparición, él se lo había hecho ya hace 6, todos los barones tenían que hacerlo, era la ley, después de tres años conoció a Sakura, pero eso no era importante para Sasuke.
Sasuke, quien se encontraba en una mesa de un café, se paró después de un rato, cuando iba a su carro, con su mirada de frialdad, alguien choco con él, haciendo que cayera al suelo, junto con muchos papeles revolviéndose.
- itae…eso duele`tebayo- decía una voz muy suave pero muy gruesa para ser de mujer.
- Maldito crio, porque no vez por donde corres.- decía Sasuke molesto levantándose.
- Ya es tarde. Tengo que apurarme.- decía para sí mismo el joven, y levantaba con urgencia los papeles regados. Cuando pensó que tenía todo agregado, se levantó y salió corriendo, nuevamente, pero con la urgencia no vio que se le cayeron varios papeles.
- Hey, tú. Se te callo…- pero ya no dijo nada más, el joven que se había tropezado con él había desaparecido de su vista.- demonios.- decía levantando los papeles tirados.- "si son importantes pondrá un anuncio para recuperarlos, o tal vez tienen alguna dirección. Mientras eso sucede yo me iré al trabajo"- pensaba Sasuke, mientras caminaba tranquilamente rumbo a su automóvil.
Ya en la oficina, sentado frente a su escritorio, recordó a aquel joven, su rostro que no vio por más de tres segundos, le resulto muy lindo. No, no lo negaba total, era normal ver a hombres que parecían mujeres todo el tiempo, a veces más hermosos.
- Hola, hermanito. ¿Qué haces?
- Tú trabajo, porque no vienes a trabajar.
- Si a eso vine.- decía un hombre ya mayor, pero aun así, se veía de unos veinticinco, con el cabello largo negro muy parecido a Sasuke.- ¿qué es esto?- decía, mientras tomaba una carpeta de diferente color a las demás que se encontraba apartada del resto.
- Papeles, que un tipo torpe.- decía despreocupadamente, mirando como su hermano pasaba papel tras papel.
- Vaya, pero no cualquier tipo, es un gestador y uno muy lindo.- decía mientras miraba con detenimiento una hoja.
- De que hablas. Además ¿Cómo sabes que es lindo, y un gestador?
- Pues, aquí lo dice. Esta es su foto.- entregándole la carpeta.
Era verdad, el análisis era de una fecha reciente, eso quería decir que apenas se había hecho el examen, además de ser muy hermoso.
- Vaya hermanito, te debió encantar, porque en tus ojos se ve la felicidad.- se burlaba Itachi.
- Cállate, solo tenemos que devolver los papeles, no creerás que son sin importancia.
- Se llama Uzumaki Naruto.
- ¿Cómo lo sabes?- inquirió el menor.
- El análisis lo dice, además los otros documentos también lo dicen.
- Es cierto.- la verdad no lo había visto, por estar observando la imagen del joven rubio y ojos azules. Y la palabra que estaba en verde y decía "positivó"
- Déjame esto a mí, te encontrare a ese Joven, porque esa cara que pones me gustaría que la tuvieras por mucho tiempo.- decía arrebatando los papeles de las manos de su hermano.
- Pero de qué demonios hablas, cual cara, yo no pongo ninguna cara.- decía molesto parándose de su silla.
- Jeje, claro que pones una, además no molestes que tengo trabajo que hacer.- decía saliendo casi volando de la oficina.
- Claro que tienes que trabajar, pero no en buscar a alguien.- grito molesto.- "cara, cual cara yo no pongo ninguna cara" –pensaba Sasuke mientras se sentaba de nuevo en su silla.
Tres semanas después, Itachi irrumpió en la casa de Sasuke.
- ¡lo he encontrado!- decía feliz Itachi, saltando encima de la cama.
- Qué demonios te pasa, a quien has encontrado. ¿A tu sentido común?- decía adormilado el joven, quien brincaba el su colchón por culpa de su hermano.
- No, hermanito, al joven rubio. El que te gusto.- decía mientras dejaba de brincar.
- Ya bájate. Además, a mí no me gusto nadie.- mientras se levantaba molesto.
- Como quieras, si tu no lo quieres me lo quedo yo. Dos rubios para mí a que buen día.- mientras salía a paso lento y con un rostro de ensoñación de la habitación.
- Como que dos. Regresa aquí ahora mismo.- mientras salía tras de él.
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- Entonces, tu novio tiene un primo y ese primo resulto ser Naruto.
- Si, así es, la verdad ya me había dado por vencido, pero cuando le conté a mi hermoso rubio lo que me traía así, y con solo decirle, me soltó hasta su talla de ropa interior.
- Degenerado. Y bueno, ¿dónde vive?
- Vaya, el que no quería saber nada al respecto.- decía burlón.
- Cállate.
- No te preocupes, yo ya planee todo, mañana mismo se conocerán, tienes que comprarle algo y como lo único que sabemos es…
- No le comprare ropa íntima.
- Que aguado. Pero bueno será a las siete, estate listo. Para tu suerte y su desgracia, esta solterito. No puedo creer que semejante lindura pueda andar solito por la calle.
- Ya cállate.
- Bien. Nos vemos.
Decía mientras se retiraba del lugar. Al otro día fue casi perfecto, y casi porque al rubio lo engañaron para dejarlo con él.
- La verdad, que lo siento mucho, yo pensé que estabas enterado. No es mi intención molestar.
- No, descuida. Pero es que me da vergüenza, estar con tigo.- decía con una sonrisa en los labios.- Yo pensé que mi primo me presentaría a su novio, y bueno tu eres el hermano.
- Si, disculpa.
- Pero ¿es verdad?
- ¿El qué?
- Es que tu hermano, me dijo que habíamos chocado antes, que yo deje caer mis papeles, importantes… y tu querías devolvérmelos a toda costa, bueno por eso me buscaste, pero en el transcurso te… guste…- dijo en un murmuro lo final.
- Bueno, no todo es verdad.
- A si, entiendo…- decía con un poco de decepción en la voz.
- Solo hay una parte que es falsa, y es que no fui yo quien te busco.- dijo con una voz muy sensual.- Pero la parte en que me gustaste, es la verdad.
- ¡Lo sabía!- decía un Itachi que salía debajo de la mesa.
Sasuke y Naruto muy pronto se hicieron novios, los padres de Sasuke lo aceptaron como con Sakura nunca paso, su hermano lo trataba como su mejor amigo. Toda su familia se encariño con él, y el conoció a la abuela de su hermosa pareja. Tres años de relación, y Naruto cada vez más deseaba con todas sus fuerzas tener un hijo propio. Sasuke se alegraba por eso, Sasuke respetaba a Naruto, nunca en los tres años de noviazgo lo había tocado más de lo debido, ya que Naruto se quería entregar cuando se casara, eso lo sabía porque antes de hacerse novios el mismo Naruto se lo había dicho. Por tal motivo decidió pedirle matrimonio frente al trabajo de este. A lo que Naruto respondió con un acepto, y se lanzó a los brazos de su, ahora, prometido.
Los meses pasaron la boda se tenía planeada ser dentro de tres meses, para que todo fuera perfecto. Pero se canceló debido a un accidente que tuvo Naruto, estando en cama por cinco meses. Cuando su recuperación fue completa decidieron retomar los planes que tenían para la boda.
- No te preocupes, todo está bien, solamente no quiero que te suceda nada, dejaras de trabajar y te mantendrás a salvo.- le decía Sasuke, muy tiernamente.
- Pero, no quiero dejar de trabajar.
- Por favor, solo por un tiempo. ¿Está bien?.
- De acuerdo. Y hablando de la boda.
- No estábamos hablando de la boda, dobe.- dijo con una sonrisa de superioridad.
- No me digas así, además si no quieres boda problema tuyo.
- A mí no me importa como sea, mientras que tú seas el que estará esperando en el altar.- mientras besaba suavemente sus labios.
Naruto había permanecido cuidándose de no tener accidentes, pero tenía que ir a hacerse el chequeo general, para la boda. Además quería saber sobre su estado para tener hijos, él sabía que tener un bebe era algo delicado, y él deseaba que todo fuera perfecto.
- ¡Yo contesto!- gritaba Naruto, mientras iba a contestar el teléfono que estaba sonando.- Bueno, si soy yo.
Una persona se escuchaba en la otra línea.
- Entiendo. Salgo para allá.
- ¿Quién era?- pregunto su abuela Tsunade.
- Me hablaron de la clínica donde me fui a hacer los análisis. Dicen que quiere que me presente para que me digan algo muy importante.
- Bueno, espero que no sea nada grave.
- Si, yo tampoco. Bueno será mejor que vaya, dijeron que fuera lo más pronto posible.
- Si, cuídate.
Naruto salió con dirección a la clínica, cuando estuvo ahí no tardaron ni cinco minutos para hacerlo pasar.
- Que es lo importante que me tiene que decir.- decía el joven rubio mientras saludaba a la doctora, de pelo café y ojos negros, con una mirada que transmitía paz.
- Bueno, no me andaré con rodeos. Pero quiero que lo tome con calma.
- Me está asustando, por favor dígame.
- Usted, no puede tener hijos. Su órgano, que contiene el manto protector de la criatura, sea roto, en todo caso que se pueda reparar sería lo mismo, ya que usted al no tener el manto, el ciclo de un pequeño órgano que tienes para crear el líquido amniótico, en donde flotara él bebe, no lo podrá producir haciendo imposible la incubación de la criatura. Pero usted está bien, puede tener relaciones, esto no le causara daños algunos. Lo lamento, se lo mucho que deseaba tener un hijo. Pero ahora hay muchos programas de adopción, para niños recién nacidos.
- Gracias. Me retiro si no… tiene nada más que decirme…- hablaba muy bajo, ya que sentía un gran nudo en la garganta.
Naruto salió de la clínica directo a la casa de la familia de Sasuke, tenía que decírselo, aunque todo lo que amara se fuera, el nunca engañaría a su futuro esposo.
Cuando llego, le abrieron rápidamente la puerta, había contenido por todo el camino las lágrimas y quien lo atendió fue Itachi, al momento que lo vio no pudo contener más y soltó a llorar.
- ¿Qué es lo que sucede? ¿Qué te paso? ¿Te hizo algo el entupido de mi hermano?
- No, soy yo, no sirvo para nada.
- Pero que dices, ven siéntate y platícame todo. Pero tranquilízate por favor.
Cuando ya estuvieron sentados Naruto le contó, Itachi lo reconforto diciéndole que eso no importaba, que Sasuke no sería tan idiota para impedir que eso acabara con su felicidad. Pero Naruto tenía muy claro lo que tenía que hacer.
Ya eran las 10 de la noche, Sasuke iría a verlo, le había pedido a Itachi que no dijera nada. Se encontraba solo cuando la puerta sonó y fue a abrir, era Sasuke.
- Hola mi amor.- saludo Sasuke feliz.- como te fue con los análisis.- Si, Sasuke sabía que había ido a la clínica porque cuando iba saliendo el pelinegro llamo.
- Sasuke, te tengo que decir algo importante.
- ¿Qué es?.- preguntaba mientras se separaba un poco pero sin soltar los hombros de Naruto.
- Soy…infértil… después del accidente… - no pudo continuar ya que las manos de Sasuke se despegaron de su cuerpo, asiéndole imposible continuar.
- ¿Qué? Es broma…- el rostro de incredulidad de Sasuke era lo que le confirmaba a Naruto lo que tenía que hacer.
- Qué más quisiera yo.
- …- Sasuke no decía nada, se había quedado mudo mirando el piso, sentía que en cualquier momento se iría el suelo.
- Sasuke… yo… comprendería…si… quieres cancelar la boda…- estas simples palabras habían roto su corazón, él amaba a Sasuke con toda su alma, pero no iba a tener atado al hombre que amaba, si él quería tener un hijo aunque no fuera con él, no se lo impediría.
La conversación termino, Sasuke salió por la puerta sin ni siquiera despedirse.
- Entiendo…tu decisión…- las lágrimas brotaron sin ningún remordimiento, el estaría feliz viendo feliz a Sasuke. De todos modos el amor que le tenía nunca desaparecería.
Había pasado una semana desde esa platica y Naruto no aparecía por la casa de Sasuke, esto se les hizo muy raro a sus padres y preguntaron a su hijo, lo único que dijo fue "la boda se cánselo"
- Señor Uchiha, una joven lo busca.- decía la voy de una joven de pelo rojo con lentes.
- Como se llama, Karin.
- Me dijo que no necesitaba presentación que usted la conocía muy bien pero aun así me dijo su nombre, es Sakura.
- Que pase.- dijo Sasuke muy sorprendido.
- Claro. Pase señorita.- decía mientras salía de la oficina.
- Buenas tardes querido.- saludada una peli rosa de ojos verdes, igual de cómo la había visto la última vez.
- Que es lo que quieres.
- Vaya, no nos vemos desde hace cuatro años y lo único que se te ocurre es decir eso. Pero bueno, solo vengo a decirte que estoy lista, ya viaje y ya viví todo lo que tenía que vivir.
- Y eso a mí que me importa.
- Querido, sabes bien que me amaste y bueno como no conocí a nadie más he venido a decirte esto.
- Tienes razón te amé, ya no lo hago más.
- Sabes bien que puedes volver a intentarlo, además sé que tu boda se ha cancelado, sabias que tienes muchos empleados que hablan de más. Además yo te puedo dar lo que él no puede.
- Sakura eres muy insegura, quien me asegura a mí que no cambiaras de parecer mañana.
- Como ya te dije, yo ya viví lo que tenía que vivir, ahora estoy lista para hacerme cargo de los hijos que podamos tener, además con migo si lo conseguirás, cosa que con ese que tenías no.
- Está bien, después hablamos.
- Nos vemos.- pero al momento de salir se topó con Itachi.- adiós cunado.- dijo muy dulce y se fue.
- Se puede saber que asía ella aquí.- preguntaba alterado Itachi.
- Hablo con migo.
- Eres un idiota.- Salió como entro del despacho del menor.
Itachi se encontraba en la casa de Naruto, quien se alegró mucho de verlo llegar.
- ¿Cómo estás?, cuanto tiempo.
- Naruto, solo te vine a decir, algo sobre Sasuke.
- ¿Le paso algo? ¿Está bien Sasuke?
- Si, él está bien. Solo te vengo a decir, que te olvides de él, ya encontró a otra. Se feliz con alguien más. No puedes esperar a mi hermano por siempre.- Itachi se sentía mal por decirle esas cosas, pero era lo mejor, no quería que Naruto sufriera cuando se enterara de la boda.
- Eso…eso es bueno… espero que sea muy feliz. Pero mira la hora Itachi, es tarde mejor te vas.- mientras lo acompañaba a la puerta. Cuando escucho el carro de Itachi arrancar unas lágrimas salieron de sus ojos "espero que seas muy feliz"
Ya eran las ocho de la noche, Itachi y sus padres se encontraban cenando muy contentos, cuando escucharon la puerta abrirse y vieron entrar a Sasuke acompañado de Sakura, todos los presentes se callaron.
- Se me quito el apetito, me retiro.- decía la madre de Sasuke levantándose en dirección a su habitación.
- A mí también querida.- decía el padre, y acompañaba a su mujer.
- Si, se me revolvió el estómago.- decía Itachi dispuesto a irse.
- Pero que les pasa, no la traten así, es con la que me voy a casar.-decía molesto Sasuke.
- Pero a ti que te pasa, acaso ya se te olvido lo que te hizo, esa mujer es una manipuladora.
- Yo me voy, no tengo nada que hacer aquí escuchando estos insultos.- decía Sakura mirando a Itachi molesta.
- Si, hasta que entiendes. Tú no tienes nada que hacer aquí. Lárgate.- decía mirando Sakura salir por la puerta.
- No le hables así.
- Eres un idiota, por haber dejado a Naruto, quien te ama. Y lo abandonaste en el momento en el que más te necesito, solo porque no puede tener hijos eres peor de lo que pensé. Pero he ido a hablar con él, a decirle que se olvidara de ti. Has dejado ir a un excelente hombre, todo por entupido. Esa mujer, lo único que sabe hacer es manipularte, y dejarte más idiota de lo que ya eres. Si en realidad amaste a alguien en todo este tiempo supongo yo que no serás idiota para dejarlo ir tan fácilmente.
Sasuke no decía nada, solamente se dio la vuelta con dirección a la puerta y salió.
- Mi amor, que paso. Cuando será nuestra boda.- decía Sakura corriendo a alcanzar a Sasuke.
- No te quiero ver, lárgate. No vuelvas aquí nunca más, entendido.- mientras la así a un lado e iba a su carro.
- Maldito.- decía Sakura viendo como el auto de Sasuke se perdía en la carretera.
Naruto se encontraba en su cama jugando con el anillo de compromiso.
- Naruto, ven a cenar.- gritaba su abuela, Tsunade, desde la cocina
- No tengo hambre, será mañana.- respondía levantando la voz un poco. De pronto escucho la puerta abrirse.- Mañana ooba-chan, hoy no tengo hambre.- decía sin levantar la mirada del anillo que tenía entre los dedos.
- Tienes que comer.- al escuchar esa voz se sobre salto, tirando el anillo por los aires y atrapándolo torpemente.
- Ah, Sa…Sasuke… a disculpa yo…yo te iba a devolver el anillo, pero…pero no sabía si era bueno aparecerme por ahí…bueno, pero no era necesario que vinieras tú… me hubieras dicho que ya lo querías y yo mismo te lo hubiera mandado… disculpa… aquí lo tienes.- decía mientras ponía el anillo frente a la atenta mirada de Sasuke, quien no se movía de su lugar.- Si quieres ya puedes irte, no es necesario que me digas nada.- decía dándole una sonrisa triste.
- Perdóname. Fui un idiota, por favor perdóname.- mientras se abalanzaba a abrazarlo y besarlo.- por favor, no me devuelvas el anillo, no soportaría estar sin ti. No importa que seas infértil solo déjame estar a tú lado, es todo lo que pido. Por favor.
Después de eso la boda se llevó a cabo, siendo la más hermosa, y el rubio novio el más apuesto. La luna de miel se llevó a cabo en una hermosa isla del sur, donde Naruto se entregó enteramente a la persona que amaba. Sasuke y Naruto decidieron adoptar a un niño, a quien escogieron fue a uno con ojos azules y cabello oscuro, como si fuera el hijo biológico de los dos. Itachi y Deidara estuvieron orgullosos de la actitud de Sasuke, y esté porque su hermano iba hacer padre.
El fin
Espero que les haya gustado, a mí la verdad me gustó mucho hacerlo. Espero que no les haya aburrido ya que no tiene ni lime ni lemon ni algo parecido, ni nada más que la historia de Naruto y Sasuke. Bueno espero sus respuestas. Además que me regañaron por andar haciendo otro fic y no apurarme a actualizar los otros dos. Pero para los que leen sonámbulo, les digo que ya está en proceso, ha aparecido mi musa de la perversión, solo espero que no se vaya.
Bueno les mando besos a tod los que lo leen.
15/05/14 he escrito un fic, continuación de este llamado "Mi vida contigo" por si gustan a pasar a leerlo.
