La Carretera se encontraba en una quietud muy grande. Un hombre de veinticuatro años se encontraba viajando en un taxi, reencontrándose con un barrio que no había visto desde hace ya cinco años, y sumando los que pasó entrenando en el ejército. Fue a Afganistán a luchar por una causa menos que indigna, pero lo hizo por algo que él creía. Todo lo que hizo lo hizo por su familia, por la gente que lo había visto crecer y marcharse para luchar.
Durante todo este tiempo que pasó, lo único que quería era sólo encontrarse a sí mismo. Lincoln Marie Loud, un hombre que había vuelto de la guerra, regresaba a su hogar después de haber recibido la baja militar.
¿Por qué lo había hecho?, ¿Por qué se había unido al ejército a pelear una guerra sin victoria? Y ahora, ¿Por qué quería regresar a su hogar?
Bueno, ustedes se estarán preguntando mucho, pero la verdadera pregunta aquí es:
¿Dónde empezó esta historia?
Aún recordaba un millón de cosas por las que había vuelto, aunque también por las que había ido. Recordaba a su padre deprimido por haber perdido su empleo, y preguntándose cómo saldrían de aquella situación económica; de cómo su madre intentaba levantarlo y ayudarlo para que pudiera encontrar trabajo. En esos meses, los once hijos de la familia se limitaban en millones de cosas. Incluso Lori pensaba en abandonar sus estudios para poder apoyar a sus padres económicamente. Así fue cómo poco a poco su casa se desmoronaba, y cuando un halo de esperanza se presentaba a la cabeza de familia, con una oportunidad sin igual…, otra tragedia tuvo que ocurrir.
Un descuido, un accidente, un giro al azar del destino, pero en contra de un hombre bueno. Quizás si el camión no hubiera ido a la velocidad que iba el señor Loud, hubiera llegado a casa a dar la buena noticia; quizás si la van familiar, o como le decían, Vanzilla hubiera frenado a tiempo, ese camión hubiera pasado de largo; pero él hubiera no existe, ¿Cierto? La van de su padre, y el padre de su padre, y de una generación, quedó hecha pedazos en la carretera. No se hubiera podido saber qué habría sido en el pasado, y la peor parte se la llevó el pedazo de carne deshecho que, antes, era un padre amoroso de una familia de doce integrantes.
Recordó cómo su mamá lloraba sin consuelo y Lori la abrazaba, llorando por su pérdida al recibir la llamada de la policía. Esa noche, todas las hermanas de la familia, y Lincoln, se abrazaron afrontando esa pérdida catastrófica. Después de eso, la madre de los once chicos tuvo que encontrar otro trabajo de tiempo completo. Ya casi no la veían en casa y, cuando la veían, estaba completamente estresada. Ya no tenía tiempo ni siquiera para sus propios hijos, ya no tenía tiempo para nadie. Luego, Lori abandonó la Universidad para encontrar un trabajo y apoyar, como fuera, en casa. Ella se volvió casi como una segunda madre para todos; de todas formas, ella era la mayor. Aunque, a veces, cuando mamá regresaba de casa y veía las cuentas a pagar, Lori se encontraba con ella afrontando una situación muy decadente, preguntándose cómo saldrían de esa. Luna comenzaba a participar en pequeños conciertos, en los que se pagaba una buena suma de dinero; Luan hacía presentaciones en ciertos bares y tabernas para ganar un poco de dinero. Las hijas mayores de los Loud hacían lo que podían, pero, aun así, no era suficiente para cubrir tantos gastos y, por poco, Lynn abandona su sueño de ser jugadora profesional para enfocarse en un trabajo sin futuro. Lucy había dejado de hablar cerca de sus hermanas y de Lincoln, ya no pronunciaba ninguna palabra desde el día que su padre murió.
Todo estaba mal en la casa Loud.
A falta de una figura materna, Leni funcionaba como podía, pero su torpeza era el problema más grande de la casa. Sí, a duras penas podía, pero necesitaban a alguien que realmente funcionara como un ejemplo paterno o materno, y Lincoln fue esa solución. Un ejemplo para las menores y el que apoyaba a todas por igual. Arreglaba problemas, hacía cosas para solucionar la mayor parte de los sucesos que se ocasionan en casa, era padre y casi madre en la mayor parte de las ocasiones, y con Lily se había vuelto muy cercano. Ahora él era la figura paterna de Lily, a pesar de que había cinco hijas menores, en realidad eran seis, pues Leni nunca fue muy lista o competente, o inclusive buena para muchas cosas. Lincoln, por mucho tiempo, asumió esa identidad de cabecilla del hogar; sin embargo, aun con lo que las hijas mayores de la familia Loud hacían, no era suficiente para lograr pasar por la crisis económica. Aún se debían pagar muchas cosas: Electricidad, agua, gas, colegiaturas, cable, cosas básicas del hogar y, lo más importante, comida. Se dice que, en momentos desesperados, se requieren medidas desesperadas. Lincoln recibió la noticia de que en el ejército pagaban buenas sumas de dinero por nuevos reclutas, una suma que ayudaría a esa familia desesperada a salir de una situación cada vez más desesperada. Él fue en contra de todo lo que creía para hacer lo necesario. Se alistó en el ejército en secreto y esperaba que todo saliera bien, pero todo secreto salía a la luz tarde o temprano, y su familia no se podía creer esa decisión de Lincoln. Todas estaban en contra de que se fuera a la marina y que, un día, fuera llamado a la lucha. Incluso su novia de primaria, Ronnie Anne, se rehusaba a que Lincoln se fuera a una lucha sin nada bueno para ese joven. Sin embargo, con lo que el ejército pagaba, era suficiente para que Lori regresará a la Universidad, Luan no tuviera que ir todas las noches a pedir una presentación, que Luna se dedicará a descansar de tantos conciertos en cualquier bar, Lynn siguiera sus sueños de ser una deportista estrella, y a las demás de seguir teniendo un sueño de ser lo que quisieran ser, y finalmente tener a su Madre con ellas todo el tiempo que fuera posible. Todo a costa del propio Lincoln…, pero su siempre leal amigo Clyde le seguiría a cualquier parte, incluso al infierno mismo. Once años han pasado desde el trágico día de la muerte de su padre, y mucho ha cambiado desde que se fue a cubrir ataques terroristas en Kabul, Afganistán. Lori finalmente había podido formar una familia con Bobby, Luna formó una banda inspirada en su ídolo, Mick Swagger; Luan se volvió famosa en el Stand Up Comedy, Lynn se convirtió una deportista admirable, con varios contratos en diferentes disciplinas deportivas; Lola había sido reina de belleza y modelo varias veces, y entonces se encontraba en un desfile en París; Lana era mecánico y trabaja en un taller cerca de casa, y cuando podía, también era plomero; seguía apoyando y viviendo en el hogar, aunque junto a las demás, quienes solían dejarle suficiente dinero para cubrir todos los gastos. Lisa se consagró en una prestigiosa comunidad científica, aún a su temprana edad, y luego estaba en una academia para descubrir la cura a todas las enfermedades habidas y por haber. Muchas de las hijas de la familia Loud han logrado sus sueños, pero, ¿qué ocurre con las restantes?
Lucy sigue sin decir una palabra, o al menos, en frente de nadie. Sólo se le oye hablar cuando está sola, o cuando nadie vivo está cerca. Seguía viviendo en la casa Loud, aunque a veces ya no se le veía rondando continuamente por ahí. Lily se había vuelto una niña admirable en la escuela, recordaba mucho a Lincoln cuando este era más chico, y se sabe que va por buen rumbo, aunque es adicta a los cómics y manga.
No obstante, Leni… nunca pudo destacar en la moda. Nadie compró sus diseños, nadie la eligió jamás para una línea de otoño o verano. Siempre fue rechazada por no aportar nada nuevo y, aunque lo intentó y casi lo lograba, su forma tan despistada de ser le costó su sueño de ser diseñadora. Seguía viviendo en la casa Loud, aunque muy deprimida por no poder haber sido lo que siempre quiso.
Ahora, el único hijo varón de los Loud regresa después de mucho tiempo lejos.
The Loud House: Lincoln Homecoming.
Capítulo 1 Regresando a Casa.
[Edades de los Loud.]
Lincoln 24.
Lynn 26, Luan 27, Luna 28, Leni 29, Lori 30.
Lucy 21, Lola/Lana 19, Lisa 16, Lily 13.
Lincoln Más que nadie sabía lo que significaba volver a casa después de tanto tiempo, La marina lo ayudó a reformarse en muchas cosas y a disciplinarse, sus manos aún recordaban su M16 con la que pasó días en los que quería y anhelaba regresar a casa, Incluso recordaba ese retroceso con el que solía arrebatar vidas, cada vez que disparaba se sentía lejos de su propio hogar, Incluso esas veces que veía a sus compañeros morir le traían sentimientos horribles, cuando cada uno de sus hermanos en armas caía ante el inevitable final, El tiempo que pasó en Kabul se había quedado en él llenándolo de cicatrices por una guerra sin fin e injusta, 5 Años de lucha incesante contra Al Qaeda y otros grupos Terroristas, Las noches en la que las cartas de sus hermanas, madre y su novia lo mantenían cálido en las noches frías, Cuando podía llamar a alguien siempre era a su madre o a Ronnie Anne, Escuchando las noticias que acontecían en un mundo no tan cruel pero igual de difícil, Siempre preguntando si los Cheques habían llegado a tiempo, Ronnie siempre recibía ese dinero y lo compartía justamente con la Madre de Lincoln. Y luego para enterarse de las situaciones de sus demás hermanas, Se sentía muy feliz con la mayoría de ellas pero con Leni y Lucy tenía varios sentimientos encontrados, Trataba como podía de mantenerse positivo ante las situaciones de su familia, Esperando el día de regresar a casa para volver a apoyarlas a todas, Pero en su Cuarto año ocurrieron muchas de las tragedias por las cuales aún se atormenta, Como los bombardeos que hicieron que su unidad se destruyera y el día que Clyde murió en sus brazos un 4 de Mayo a las 3:30 de la mañana, En su quinto año en Kabul su sufrimiento empeoro cuando la batalla lo hizo alejarse más y más de su hogar y cuando la guerra ya lo había alejado lo suficiente, Cuando él más que nada quería alejarse de todos ocurrió… Una mina colocada en el momento menos oportuno, Bajo una tormenta de arena y bajo el sonido de la batalla, Cuando despertó recibió ambas noticias como puñaladas al alma, Aunque ya no importaba pues finalmente encontrar la paz era lo único que le importaba, Aunque pidió que solo a su novia se le informará de su regreso, Él quería encontrar la manera de decirles a sus hermanas y a su madre de su pérdida, Así que se quedó en el apartamento de Ronnie aunque solo una semana bastó para que Ronnie le dijera a Lincoln que la misma guerra lo había cambiado, Aún podía escuchar las palabras de su novia resonar en su cabeza.
"¡No Lincoln!, Tú Cuerpo Regresó… Pero Tu Mente Sigue Atrapada en Afganistán." Ella quería de regreso a su novio, Pero él no sabía cómo reencontrarse a sí mismo, Hasta que su mente le dijo la forma en la que él regresaría a ser el de antes, No hay lugar como el hogar.
Él miró detenidamente esa casa donde había pasado la mayor parte de su vida sintiendo un sentimiento muy acogedor, Él tomó su bolso maleta y abrió la puerta del taxi, Se paró y comenzó a mirar sus alrededores, Mucho había cambiado desde esa vez que fue llamado a la batalla, Seguía siendo su hogar y la nostalgia la sentía en flor de piel, Pagó su pasaje y el taxista se retiró para dejar al ex soldado reencontrarse con su hogar. Aún se sentía muy raro al caminar, pero sabía que eso era normal, Muchos decían que era algún tipo de suerte macabra y que era mucho mejor que haberlas perdido a las dos, Que en realidad lo peor hubiera sido que ambas hubiesen quedado en el campo.
"Hay hombres que regresan en sillas de ruedas, O peor. Tú tuviste suerte." Fue lo último que escuchó decir del médico militar, aunque él estaba completamente de acuerdo con su novia Ronnie, Hubiera preferido regresar completo, Pero al menos es mucho mejor que nada. Camino por el pórtico de su hogar sintiendo la nostalgia subiendo por su espina, Aunque se quedó pensativo en la puerta de entrada, Tapó bien su pierna derecha y se armó de valor para tocar el timbre.
-Muy Bien Lincoln… esto es fácil. - Se dijo a sí mismo mientras veía esa misma puerta de millones de veces. -Solo toca la puerta y que sea lo que tenga que ser… Vamos hombre… Que has pasado por peores situaciones a esta. - Limpiándose el sudor de su frente. -Muy bien aquí voy. - Su mano derecha se elevó hacia el botón y dedo se deslizó hacia la bienvenida a su hogar. El timbre se escuchó y una pequeña voz dijo alegremente.
-¡Yo Abro! - Lincoln reconoció el sonido de esa dulce vocecilla, Intento no llorar en ese instante por la emoción de volver a escuchar a esa niña. Al abrir la puerta esa Chiquilla se quedó viendo a ese Hombre, Vestida con un overol azul, Una playera Anaranjada y con su cabello dorado recogido por una cola de caballo. Ella se le quedó viendo por unos instantes Ese hombre vestido de pantalones Azul marino, Una playera Anaranjada y arriba de eso una chamarra de color verde grisáceo. y Cabello semi largo Blanco, Esa niña lo vio y en ese mismo segundo las lágrimas de la emoción brotaron de sus ojos azules, Lincoln dejó caer su maleta y abrió los brazos para recibir a la pequeña niña. -¡Papi! - La niña se abalanzó hacia él abrazándolo de una forma que nunca más lo quería soltar, Lincoln se arrodilló para estar a su nivel para posar su mano derecha en la cabeza de Lily las lágrimas de ambos caían en el hombro del otro, Lincoln en ese primer momento se sintió en casa, Un lugar al que llamar hogar y esa jovencita representaba una gran parte de su hogar.
-Oh… Dios… Ohhh Dios. - Mirándola. -Lily mi niña, Has crecido mucho. - La emoción del momento por ser bienvenido a su hogar con esa pequeña fue suficiente para que dejara de lado los pensamientos de sus problemas.
-Sí. - Limpiándose las lágrimas. -Y tú no has cambiado en nada Papá. - Tomando el rostro del ex soldado.
-Créeme Lily he cambiado mucho. - Cerrando sus ojos. -Pero eso no importa ahora. - Dándole un pequeño beso en la frente y acto siguiente cargo a su hermana con su brazo derecho y su maleta con la otra. -Dime ¿Dónde está Mamá? -
-Está en la sala. - dijo Lily, pidiendo que fuese bajada con pequeños toques. Luego tomó el brazo de Lincoln para dirigirlo hacia donde estaba esa mujer que había representado mucho para su familia. En la sala, fue junto a su madre para verla, tanto que quería decirle... y aun así no sabía cómo hacerlo.
Ahí estaba, una mujer anciana pero aún con mucha vida dentro de ella, sentada ahí en una silla mecedora, moviéndose con el viento. -Así que al fin has regresado. - dijo con un tono alegre y mirando a su hijo. No se pudo levantar porque sus piernas le fallaban desde hacía mucho tiempo. -Mi querido hijo Lincoln. - El mencionado puso una rodilla al suelo para que ella lo pudiera apreciar. La madre, tomando la cabeza de su hijo, comenzó a apreciarla entre sus manos. -Has pasado por mucho ¿cierto? -
-Sí…- Mirando hacia otra dirección. -He… pasado por mucho. - Tratando de que su madre no viera sus ojos, Esos ojos que habían visto y presenciado el infierno en persona.
-Aunque trates de ocultarlo, esos ojos no mienten. No subestimes el poder de una madre para ver el sufrimiento de sus hijos. - Levantó su mirada para verlo a esos ojos café que su niño había heredado del padre. Lincoln no podía ocultarlo más y comenzó a sollozar, por lo que su madre lo abrazó para contenerlo. -Ya, está bien si quieres llorar.
Lincoln comenzó a abrazar a su madre pues ella tenía razón, Todo por lo que había pasado, Todo el sufrimiento, Todo el dolor, Todas sus pérdidas, Todas sus muertes, Todo lo que se guardó por 5 largos años querían salir de esa caja que tenía por corazón.
-Yo sé que has pasado por mucho Linc, nosotras siempre lo supimos y pensamos en ti. No había día que tú no fueras parte de nuestros pensamientos. Pedíamos a Dios por ti, para que regresaras a salvo de esa horrible guerra. Pasamos mucho tiempo sin ti, pero aquí estás. - Levantando la mirada de su Hijo. -Finalmente después de todo este tiempo estás aquí con nosotras. - la madre enjugó sus lágrimas. -Entiendo el dolor que es perder a alguien que quieres, cuando supe lo de Clyde… Sabía que había sido un golpe muy fuerte, Estuve en su funeral junto a sus padres. -
- ¿Y cómo están ellos? ¿Qué dijeron? - Lincoln interrumpió a su madre.
-Tranquilo. - Respondió su madre posando una de sus manos en la mejilla de su hijo. -Ellos saben que al final fue su decisión, no tienes la culpa de nada muchos soldados mueren en las batallas, sí Clyde era un buen joven como tú y merecía volver a casa…- Reteniendo el sentimiento amargo de una muerte muy injusta. -Pero Dios tiene un plan para todos nosotros, Puede que no podamos entenderlo, Pero ahí está recordándonos que el tiempo cura heridas del pasado. -
Lincoln Bajó la cabeza.
- ¿Y cuál es ese plan? Porque yo no puedo entenderlo. - su voz sonaba triste y entrecortada, pero se mantenía sobria.
-Solo tú tienes que descubrirlo hijo mío. - Levantando nuevamente su cabeza -Sé que es doloroso y mucho, pero podrás superarlo… Tú siempre has sabido cómo sobrellevar todo, esto no te detendrá. -
Lincoln se comenzaba a sentir bien pero aún había unas ultimas cosas que se debían decir. -Mamá… yo… Había vuelto ya hace unas semanas. - Su madre solo asintió con la cabeza.
-Lo sé… Sé que le pediste a Ronnie que no nos dijera nada. - Lincoln la miró por unos instantes sabiendo que eso sería algo que seguramente la haría enojar, Pero ella siguió con su actitud serena y calmada. -Ella me pidió que no le dijera nada a tus hermanas, Yo quería que fuera una sorpresa. - Lincoln se sintió mejor al escuchar eso, Aunque no quitaba ese sentimiento de culpabilidad.
- ¿También te contó sobre… ¿Lo otro? - Sintiendo una sensación abrumadora en su pecho.
-No… Pero mencionó algo sobre una pérdida. - En su voz se notaba lo mismo. -Tu baja militar fue por eso… No quiero decir que me alegro, Pero te hizo volver y aunque no sea de la forma que queríamos, Todas estamos agradecidas de tenerte devuelta, Pero aun así queríamos que tu cuerpo hubiera permanecido intacto. - Se le escuchaba culpable por decir esas palabras. Lincoln se mantuvo tratando de que su madre no llorará, Incluso si sabía bien lo que tenía que hacer. -Lincoln… Hijo mío… ¿Podrías mostrarme por favor? -
El ex soldado miró a sus espaldas para ver si Lily no se encontraba ahí. Luego respiró profundo y asintió con la cabeza.
-Estaba esperando el momento correcto para decirte esto. - levantó la parte derecha de su pantalón para mostrar una cicatriz. -Pero… la verdad siempre sale a la luz de una u otra forma… Y es mejor mostrar la verdad. -
Su madre vio atentamente el cuerpo que su hijo había perdido.
-El doctor me dijo que al menos tuve suerte. Hay soldados que regresan sin las dos. - Y cubrió su pierna falsa bajando la manga de su pantalón.
-Oh… Mi hijo… Hubiera preferido que no fuera así. - La madre lo abrazó, y comenzó a llorar.
-Perdón por no haber regresado completo como lo prometí. - Lincoln le regresó el abrazo.
-Pero al menos regresaste. Y eso es lo único que importa. - Madre e hijo se quedaron así por unos momentos.
-Má otra cosa. - Rascándose la nuca tratando de no parecer nervioso. - ¿Podrías darme asilo temporal en la casa por unos días?, Lo que pasa es que Ronnie y yo nos estamos tomando un tiempo y…-
-Por supuesto hijo, Esta es tu casa. - Interrumpiendo a Lincoln. -Desde el inicio hasta el final siempre será tu hogar. - Poniendo su mano en el hombro de su hijo.
-Bueno, gracias Má…- dijo el ex soldado de manera tranquila pero triste.
- ¿Ocurre algo hijo? - preguntó la señora al notar ese tono triste en su hijo.
-Bueno… Ronnie y yo… Decidimos tomarnos un tiempo, por separado. - respondió él con cierta culpabilidad pues sabía por cuáles razones se había distanciado de su novia. Le venían los recuerdos de lo ocurrido esa semana, el haberse reencontrado con Ronnie, las cosas de la guerra que lo acompañaron y que hicieron que ella ya no lo reconociera.
- ¿Te separaste de Ronnie? Pero yo creí que la amabas hijo. - Dijo preocupada por la situación.
-No, no, no, no me mal entiendas Má. La sigo amando. Ronnie y yo seguimos nuestra relación, pero... - sacudió la cabeza en señal de negación. - Ocurrieron ciertas cosas cuando yo regresé, y estuve esa semana en su apartamento. No quiero hablar de ello, pero no te sientas mal, todo está bien entre nosotros. Es solo un tiempo para pensar y…- ocultó su mirada dándose la vuelta. - Para encontrar algo que perdimos.
- ¿Y qué es lo que perdieron? - preguntó su Mamá notando la última acción de Lincoln y lo que había dicho.
-Mira, no entremos en detalles, ¿está bien? Por ahora todo está bien. Cuando sea el momento hablaremos al respecto.
Su madre sabía que mentía, pero respetó la intimidad de su hijo. De cualquier manera, el Ex soldado se había ganado esa confidencia.
-Está bien hijo. - asintió ella con la cabeza.
-Bueno… Y cambiando de tema, ¿dónde me podría quedar? - Lincoln habló más animado que antes.
-De hecho, tu cuarto sigue sin muchos cambios. No hicimos nada con él, no guardamos las cosas que preferiste que se quedaran aquí en el ático o la cochera, aún está como lo dejaste. Si Lana lo hubiera querido, lo habría usado para guardar sus herramientas, pero decidió ponerlas en el garaje junto a sus mascotas. - Su voz se escuchaba más alegre.
-Jeh ¿Entonces Lana iba a convertir mi cuarto en un santuario de reptiles? - el hijo mediano de los Loud comenzó a reírse por esas palabras.
-Pues Lily también fue parte de que eso no fuera, Ella suele estar ahí cuando quiere leer tus Cómics y Mangas, Además parece que es su segundo cuarto, Te extraño mucho ¿Sabes? - Su semblante parecía mucho más alegre.
- ¿En serio? Bueno. Creo que mi hermanita al final se volvió como yo je je je. - Lincoln se levantó para ir a ver su cuarto.
-Pues no es para menos, Ella admira mucho a su Papá. - Lincoln se quedó en silencio por unos instantes.
-Sí… Lo sé. - Un sentimiento muy fuerte le recorrió el pecho.
Su madre notó aquella reacción lo que le causó una sonrisa. -Bueno será mejor que le des a Leni la buena noticia de tu regreso. - ella mantuvo ese sentimiento acogedor.
-Muy bien. - el hijo pensaba en otra cosa. - De hecho, me gustaría darles a todas las buenas noticias hoy. - dijo él de una manera más alegre.
Al pasar a la sala, Lily se encontraba ahí y Lincoln la siguió sin antes escuchar a su madre decirle unas palabras.
-Me alegra tanto tenerte de vuelta, hijo mío.
Por unos momentos Lincoln fue invadido por una sensación agradable en el pecho. Pero rápidamente eso cambió cuando una enorme tristeza lo embargó, sólo para recordar las palabras de Ronnie Anne, "Si tan solo hubiera regresado."
Al subir al segundo piso miró a su alrededor, todo parecía exactamente como lo recordaba, pero con diferencias muy notables, como que el pasillo estaba muy silencioso. En todos sus años ese pasillo no era silencioso, de ninguna manera, sino que debía ser estridente y con chicas corriendo por todas partes. Aunque después de la muerte de su padre cada vez era más escaso de vida, pero nunca estaba ausente de la misma, contempló por momentos todo sintiendo esa misma nostalgia de antes recorrer su espina. Cerró los ojos e imaginó una era hace quince años en el pasado viviendo sin problemas, sin preocupaciones, como un niño casi normal en una casa con diez hermanas y dos padres que daban a todos su cariño y atención por igual. ¿Qué tan atrás habían quedado esos tiempos? Miró hacia el cuarto de sus hermanas mayores y vio la puerta entreabierta.
-Ehhh, ¿Lily podrías llevar mi maleta a mi cuarto? - Pregunto pensando en que el peso sería un gran inconveniente además de una cosa muy importante a dentro. -
-Claro que sí Papi. - Lily cargó la maleta, tambaleándose por unos momentos por el peso de ésta.
-Si no puedes cargarla, sólo dime. - le aconsejó su hermano al ver que el peso de la valija le estaba ganando a su hermana.
-No te preocupes papi. - la niña, con valor, cargó el bolso con ambos brazos. -Yo puedo. - sonrió cerrando los ojos.
Lily se dirigió al cuarto de Lincoln casi arrastrando su maleta. Él miró por unos instantes esa escena, esa niña parecía adorable haciendo eso.
Pero entonces desvió la mirada al cuarto de Lori y Leni, caminó hacia esta y desde la puerta vio la luz del sol entrando por la ventana. Ahí vio a su hermana mayor acostada en su cama, aparentemente dormida. Lincoln se aproximó lentamente para verla mejor, en efecto, estaba profundamente dormida con la cobija cubriéndole la cadera, y ella durmiendo de lado. La figura de Leni resaltaba pues era una mujer ya hecha en toda la extensión de la palabra. Su hermano apreció más el cuarto, sin Lori quedaba una cama vacía y en el escritorio había diseños de vestidos y de distintos tipos de ropa, Lincoln se acercó a verlos y eran no solo buenos diseños, eran obras de arte. Leni se había esmerado creando cada uno de esos diseños, más que nada eran casi lienzos donde la pintura resaltaba de todo. Pero notaba que había pequeñas manchas en cada dibujo. Eran lágrimas. Lincoln sabía que Leni nunca pudo lograr su sueño, y no hacía falta que le dijeran que esas pequeñas manchas en esos diseños eran lágrimas de desilusión, impotencia, dolor y sueños perdidos. El hermano del medio se mantuvo por momentos pensando: "Sabía que te gustaba mucho esto." Miró los dibujos en el escritorio, "Como todas te dedicaste a lo que te gustaba con toda el alma". Se acercó a la cama y se sentó en la orilla. "Siento tanto que tus sueños no hayan salido como tú lo esperabas." Miró a Leni. "Pero si te sirve de consuelo… los míos se esfumaron hace tiempo." Su hermana, al sentir la cama sumirse por un peso extra, abrió los ojos y lo primero que vio fue a su hermano sentado en su cama.
- ¿Lincoln? - Sus ojos brillaron de ilusión.
-Leni. Estoy en casa. - la emoción del momento no se hizo esperar y ahí mismo se abrazaron. Leni reía y lloraba, Lincoln sólo la sostenía tratando de que ambos no cayeran al piso por el peso que Leni había hecho cuando se abalanzó hacia él.
-No puedo creerlo… Quiero decir sí lo creo porque estás aquí pero aun así… Tú me entiendes je je je. - Leni aún tenía lágrimas en los ojos, pero parecía mucho más feliz de lo usual, Inclusive se podría decir que no había estado tan feliz desde hace mucho tiempo.
-Sí, lo entiendo, no te preocupes Leni. - Lincoln dejó de abrazarla para mirarla completamente. - Dios, has cambiado mucho desde la última vez que te vi. - Su hermana tenía una camiseta verde y el pelo un poco desarreglado por su siesta, pero todo parecía que cuadraba de alguna forma.
-Lo mismo podría decir de ti, hermanito. -la hermana le sonrió a Lincoln, para luego mirarle a los ojos -Te extrañé mucho. - se limpió las lágrimas. -Pensé que no volverías de África.
Leni había madurado mucho desde cuando tenía 16 años, pero aun cuando su actitud despistada había menguado, seguía siendo muy distraída.
-De hecho, fue Afganistán. -el ex soldado río un poco por lo que había dicho Leni.
- ¿Y dónde queda eso? - preguntó la joven confundida.
-Queda en el Medio Oriente. - respondió Lincoln, pero su respuesta le causó más dudas a su hermana.
- ¿En China? ¿O debe ser en Japón?... ¿Es que casó Japón está en Guerra? - Si… Leni nunca fue muy lista, Pero aun así esa forma despistada de ser y esa torpeza se combinaban con una inocencia pura.
-Jeh… Afganistán queda en… Digamos que es como un desierto pero que se encuentra a un lado de China y África. - Lincoln pensaba que con eso su hermana entendería, pero eso no hizo más que confundirla otro tanto.
- ¿Entonces China y África están juntos? - Lincoln trató de no reírse por eso, aunque una pequeña mueca se le escapó.
-No realmente, Queda en medio de esos dos. - Eso sonó lo más convincente posible para Leni.
-Ahhh… No entiendo. - Cuando dijo eso Lincoln preparaba una respuesta un poco más simple, Algo que ella pudiera entender y algo con lo que él no tratará de reírse o frustrarse. Pero entonces Leni comenzó a reírse.
-Ja ja ja ja ja No es cierto te entendí la primera vez. - Lincoln al escuchar eso no aguantó más y río junto con ella. -Bueno en realidad fue a la segunda pero aun así Je je je ja ja ja ja. - El ex soldado río y río hasta que Lincoln por poco se le salió una lágrima.
-Veo que has aprendido de Luan. - Lincoln se sintió mejor por el buen momento que su hermana y él estaban pasando, por lo que él procedió a alborotar el cabello de Leni en un gesto de cariño y fraternidad. - Debo admitir que has cambiado no sólo por fuera sino por dentro.
- ¿Por dentro? ¿Acaso puedes ver eso? - preguntó Leni nuevamente confundida.
Lincoln dio un leve suspiro por aquella respuesta, así y todo, sonrió por ello. -Bueno… Un cambio es un cambio de todas formas. - el semblante de Lincoln se relajó para luego ponerse de pie. - Bueno, Leni voy a ir a revisar mi cuarto, ahora regreso. - No alcanzó a dar un paso cuando Leni le tomó de la mano.
- ¿Sabes? Te extrañe mucho hermanito… La casa… No… Nuestra familia no ha sido la misma desde que te fuiste, Todo se ha vuelto muy silencioso desde aquel día que te llamarón. - Lincoln la vio por unos momentos, Ella había bajado la cabeza por unos instantes. -Pero ahora estás aquí. - Leni levantó su mirada y nuevamente las lágrimas comenzaron a caer, pero ella tenía una enorme sonrisa. -Volviste como lo prometiste hace 5 años. -
Lincoln se dio cuenta que en aquellos momentos de lucidez de Leni sus palabras eran tan coherentes como cualquier charla normal, pero significaban mucho proviniendo de alguien cuya inteligencia no relucía a menudo. Él se arrodilló a la altura de la cama para mirarla a los ojos, no sabía qué decir, pero dejó de pensar en qué decir y la abrazó nuevamente, Leni hizo lo mismo y se mantuvieron así durante unos minutos. Entonces Lincoln se separó de su hermana para darle un pequeño beso en la frente. Ella era su hermana mayor, pero al mismo tiempo era su hermana menor. Quizás ese sentimiento de padre despertó hace mucho cuando el suyo pasó a una vida mejor, pero sabía que todas lo necesitaban de una forma incondicional y que ahora él tenía esa oportunidad no sólo de reencontrarse, sino de recuperar el tiempo perdido; tratar de sanar heridas y que a su vez las suyas fueran sanadas.
-Perdón por haberme ido, fue la llamada del deber. Pero te prometo que, si me necesitas, aquí estaré… No necesitas nada más que pedírmelo. - Lincoln limpió las lágrimas de Leni con su pulgar, se puso de nuevo en pie y se dirigió a la puerta de salida. - Ah, una última cosa. - se devolvió hacia Leni - ¿Podrías ayudarme a contactar a todas las chicas? - preguntó con su humor mejorado - Me gustaría darles la buena noticia a todas. - dijo sonriendo desde la puerta.
-Por supuesto que sí Linky. - Leni sonrió de igual manera con ambos ojos cerrados.
Lincoln respondió de igual manera a ese gesto. Al caminar por el pasillo su expresión se entristeció un poco. "Y también para darles la mala noticia". Siguió hasta toparse con la puerta de su cuarto, se detuvo por unos momentos para pensar en lo que diría cuando el momento de la verdad llegara con sus hermanas. Trataba de no preocuparse tanto por eso, ellas ya no eran como hace catorce años, ya no eran entrometidas y mucho menos le darían tanta importancia al tema. A pesar de saber la gravedad de su situación, mucho podría suceder y cada reacción sería muy diferente a la esperada… Lincoln sólo suspiró y abrió la puerta de su habitación.
Ahí se encontró nuevamente con la nostalgia. No mucho había cambiado, unas por supuesto que sí, y mucho desde la última vez, pero casi todo estaba exactamente como lo había dejado. A excepción de que Lily estaba ahí con su Bolso Maleta en el piso, mirando una caja de metal de un tamaño muy remarcable. Lincoln se acercó a ver si Lily no la había abierto, y afortunadamente seguía cerrada.
-Lily no agarres eso, es privado. - Lincoln intentó que su hermana soltara la caja, incluso trató de quitársela, tratando de no ser grosero, o arrebatársela de las manos de la misma forma. Sin embargo, esa última parte. Su hermano se dio cuenta de que Lily empezaba a culpabilizarse y a soltar lágrimas. -Oh… Oh no, no, no, no, no.- se puso a su altura nuevamente e intentó mirarla a los ojos. - Lily perdón, no quería decirlo de esa forma. Es sólo que…- Lily comenzó a sollozar por lo anteriormente acontecido.
-Perdón papi… Es sólo que me dio curiosidad, no quería molestarte. - con sus brazos comenzó a limpiarse los ojos. - No quería entrometerme en tu privacidad. - lloró un poco más silenciosamente. -No quería que arruinar tu regreso así.
Lincoln la apapacho, calmándola.
-Hey no, no es eso, no pienses que es así. Tú no arruinaste mi regreso, te lo juro, es solo que…- tomó la caja y se la mostró - Esta cajita contiene algo muy, muy, muy importante. Por eso ahora no te puedo mostrar su contenido, en su momento lo haré, pero por ahora quédate tranquila. -
- ¿Estás enojado conmigo? - Dijo aún con su voz tranquila se le notaba esa sensación de una tristeza causada por una gran culpa.
-No, por supuesto que no, Lily. Yo no podría estar enojado contigo por tu curiosidad. De hecho, jamás me has dado ningún motivo para enojarme contigo. - Lincoln tomó el rostro de su hermana en su mano para mirarla a los ojos. - Yo nunca podría enojarme contigo, Lily. - la plantó un pequeño beso en la frente para volverla a abrazar. -Tú eres mi orgullo, eres mi todo y eres más que suficiente para mi día a día.
Lily comenzó a sentirse mejor, aunque seguía sintiendo un pequeño vacío en su pecho.
-Papi… ¿Puedo hacerte una pregunta? - preguntó lo más calmada que pudo.
-Dime - Lincoln volvió a mirarla a los ojos.
-Lo que hay dentro de la caja. ¿Es algo malo? - Esa pregunta hizo que Lincoln pensará mucho en su respuesta, Se mantuvo pensativo durante unos momentos, Tratando de encontrar una respuesta convincente o por lo menos que fuera lo bastantemente convincente, Aunque aun así no quería mentirle.
-No es malo realmente, son cosas que me ayudaron a sobrevivir en el campo. Pero es algo que me gustaría mantener guardado por ahora ¿Entiendes? - el interrogado trató de sonar lo más convincente posible para que Lily no preguntara más por ello.
-Sí. - con esa respuesta y con una duda aclarada se sintió aliviada por ello, a pesar de que se sentía un poco mal por lo antes acontecido.
-Hey, no te sientas apachurrada. - Lincoln comenzó a sonreír y a tratar de jugar con ella. - ¿Quién es mi niña dorada? - le hizo cosquillas.
-Je je je ja ja ja ja ja ja Detente pá Ja ja ja ja ja me haces cosquillas.-Lily se retorcía de alegría en los brazos de Lincoln dando risas al por mayor por ese momento entre Hermano y Hermana, o como ella lo veía, como Padre e Hija.
-Je je je No me detendré hasta que me digas ¿quién es mi niña dorada?
Ambos reían en ese momento tan alegre.
-Soy yo.- respondió Lily riendo sin parar por las cosquillas.
-No te escuché.- dijo su hermano, y siguió haciendo eso hasta que creía que a su hermana le daría hipo, o peor, tendría que ir a conseguir unos pantalones nuevos y una alfombra nueva.
-Soy yo. - Con una gran sonrisa en el rostro, Lincoln dejó de hacerle cosquillas y la abrazó muy fuerte, De una forma de la que jamás creía que la volvería a soltar.
-Por supuesto que lo eres y eso nunca va a cambiar. - Ambos se separaron por un momento, Lincoln se levantó y la ayudó a ella a hacer lo mismo. -Ve con Leni ella te va a necesitar. -
- ¿Qué pasa con Leni papá? ¿De nuevo está deprimida? - Las palabras que había dicho Lily habían revelado mucho más de lo que ella había imaginado. -Espero que no esté llorando de nuevo, la última vez estuvo así durante 3 horas. - Lincoln sintió algo muy abrumador recorriendo todo su pecho, Lily no lo sabía, pero Lincoln quería saber mucho más de lo que sus palabras pudieron revelar, pero mantuvo su postura. Solo el tiempo diría la verdad.
-No, no es nada de eso solo quiero que la ayudes. - respondió su hermano, lo más tranquilo que pudo, únicamente para no sonar preocupado por lo que ella dijo anteriormente.
-Está bien papi. -
Ella se alejó lo suficiente del cuarto para que Lincoln dejará escapar un suspiro muy pesado que soltaba mucho y decía realmente poco, primero por su caja de metal y luego por Leni, se sentó en su cama únicamente para pensar, él esperaba que la primera vez que se sentará en su cama después de mucho tiempo sería para recordar sus años de niñez, pero el destino le tenía preparadas varias cosas para que eso quedará en segundo plano, Lincoln miró la caja de ese tamaño particular y la tomó entre sus manos, pensó en unos momentos lo que Lily le había dicho sus palabras se le había quedado enterradas en la mente como esa bala que se había alojado en su hombro y en su omóplato izquierdo en un enfrentamiento violento que no terminó muy bien para su escuadrón.
Dio un suspiro de la misma manera que en él pasado, sintió el peso de su caja nuevamente en sus manos dudó si abrirla o no pues solo se quedó observando la tapa, miró a una de sus cajoneras y abrió una de las puertecillas, ahí buscó un lugar en el fondo y colocó su caja ahí mismo, la cubrió con algunas cosas que se encontraban ahí y cerró nuevamente el cajón. Y cuando dejó de lado eso comenzó con lo primero que debía haber hecho al sentarse en su cama, mirar su entorno y recordar su niñez, ese era el único cuarto de toda una familia en la que uno solo no compartía espacio, a excepción de esa ocasión cuando Lynn se había peleado con Lucy pero incluso esas anécdotas le traían buenos recuerdos de una vida más sencilla y sin tantos problemas, los suspiros no terminaban y Lincoln creía que de tanto suspirar sus pulmones dejarían de funcionar por alguna razón, su cuarto había cambiado mucho pero las cosas seguían teniendo esa característica de él incluso ese poster de un as de espadas seguía ahí aunque un poco desgastado por el paso del tiempo. Todo era coherente de alguna forma por lo que solo se recostó en su cama y miró al techo pensando en su vida y sacó sus placas de identificación que estaban por debajo de su playera, junto a ellas estaba esa bala que le habían extraído de su omóplato, no sabía bien por qué la seguía llevando, aunque aun así sabía el por qué, antes quería que ese fuera un recuerdo, pero la batalla tenía otros planes en mente, como por ejemplo su pérdida. Se quitó las placas que le habían acompañado desde que se alistó al ejército las arrojó en su cajón.
Y quedaron justamente en el medio del mueble, pero con la bala colgando a un extremo de este apuntando hacia el suelo. Acto seguido se talló la cara con las palmas de sus manos primero lento y luego rápido para terminar con sus manos en ambos ojos, bajo esa expresión estaba con los dientes rechinando y aunque quería gritar solo habría su boca para dejar escapar un quejido casi inaudible. Quería gritar con todas sus fuerzas, pero no lo hacía para no alertar a ninguna de sus hermanas o a su madre, cuando quito una de sus manos puso la otra en su frente y con lágrimas en los ojos sollozó, y se mantuvo así durante unos minutos al final Lincoln lo único que quería era sacar ese dolor de adentro.
-Lincoln. - al escuchar que alguien venia se limpió ambos ojos y ocultó el dolor de su voz.
- ¿Está todo bien? - Entró Leni al cuarto con una sonrisa en el rostro.
Lincoln se mantuvo sereno y con una voz tranquila respondió. -Si Leni solo me dio un poco de nostalgia ver este viejo cuarto. - Miró a su hermana con una sonrisa, aunque se detuvo a apreciar su conjunto, una blusa muy peculiar con unas mangas que se cortaban en sus hombros y que seguían hasta sus pulgares, jeans azules y una diadema de color blanco con detalles de color negro, Leni siempre sabía cómo llamar la atención con su forma de vestir. Algo que en toda su vida había aprendido era a apreciar los pequeños detalles con sus hermanas, incluso esas sandalias que llevaba puestas con pequeñas flores en ellas. -Te ves bien, por cierto. -
- ¿Te gusta mi conjunto? - Leni colocó sus manos en sus caderas. -Lindo ¿Cierto? - Dio una vuelta para que su hermano lo viera completamente. -Yo lo hice ¿Sabes? He estado intentando nuevos estilos. - Se le escuchaba muy feliz de decirlo.
-Puedo ver eso claramente. - Sin querer uno de los ojos de Lincoln derramó una lágrima y Leni lo notó al instante, Lincoln miró hacia otro lado y trató de limpiarse esa gota.
- ¿Lincoln estás bien? - la joven se acercó poco a poco a su hermano. - ¿Ocurre algo? - Leni se sentó junto a él y se dio cuenta de que estaba llorando. No lo aparentaba, quería dejar de hacerlo, pero lo aquejaba una gran agonía. - ¿Qué tienes, hermanito? -
Lincoln bajo la mirada y Leni se preocupó más, por lo que ella lo abrazó y Lincoln se aferró a ella, incluso tomó la blusa de Leni entre sus manos y la apretó, a ella no le importó que su hermano le arrugará su blusa solo quería contener ese dolor en sus brazos, Leni no lo entendía bien pues pensaba que Lincoln había regresado ileso, lo que ella no sabía era que él estaba roto por dentro y por fuera. Ella simplemente lo contuvo en sus brazos mientras él se desahogaba.
-Sh, sh, sh, sh, sh, shh está bien si quieres llorar, no te contengas. - Con gran cariño, Leni contenía a su hermano en sus brazos. Pese a su confusión lo abrazaba e intentaba controlar los temblores que Lincoln tenía, incluso le daba miedo la forma en la que su hermano temblaba. Como si su cuerpo entero tuviera frío y estuviera muriendo de hipotermia. Pero esos temblores venían con una sensación tan amarga y con un dolor que le penetraba el pecho de tal manera que le hizo brotar un grito desgarrador de desesperación… O eso ocurría en la mente de Lincoln, porque la realidad era diferente, Leni solo se sentó junto a él. Después de ver esa lágrima brotar de su ojo, quería con todas sus fuerzas que Leni lo contuviera y dejara escapar todo lo que tenía guardado en su pecho, pero con un esfuerzo titánico tuvo que guardarse todo en el pecho y tragarse ese agonizante dolor.
- ¿Lincoln por qué lloras? - Preguntó un tanto preocupada.
-Es nostalgia Leni, hace años que no he estado aquí. - el ex soldado se limpió con el pulgar y dejó que esa lágrima se fuera como sus pensamientos de antes. - Disculpa Leni, no te quiero contagiar con mi nostalgia.
- ¿Eso se contagia? - dijo confundida pero un poco preocupada. - ¿Estás bien? - le tocó la frente para comprobar su temperatura, Lincoln solo soltó una risilla mientras su hermana hacía algo tan común, algo muy peligroso. -Espero que no sea infeccioso. -
Lincoln la detuvo ahí tomando su mano entre las suya y la miro a los ojos dedicando una sonrisa, acto seguida ella hizo lo mismo tranquilizándose, a lo que él procedió a abrazarla, ambos se quedaron así por unos momentos.
-Todo está bien Leni, no podría estar mejor. - apoyó su cabeza en el hombro de Leni, con sus manos casi aferrándose a la blusa, pero trataba de no ser tan obvio.
-Oye Lincoln ¿Tienes frío? - Lo miró por unos momentos.
-No Leni ¿porque lo dices? - Se separó unos momentos de ella.
-Porqué estás temblando. - Lincoln no se había dado cuenta de que su propio cuerpo le había traicionado, pero se contuvo como siempre lo hacía en Afganistán manteniendo una actitud tranquila y sobria ante cualquier situación.
-Oh lo siento, creo que tuve un pequeño escalofrío. - Dijo aparentando una máscara de falsa tranquilidad. Algo que Leni tomó bien, aunque su semblante cambió un poco al escuchar la palabra escalofrío.
-Lo sabía, estás enfermo. Esa nostalgia es muy dañina, seguramente tienes una fiebre distinta y por eso no pude sentirla. - Lincoln comenzó a sentir una alegría momentánea al escuchar las palabras de Leni, aunque lo que más quería hacer era ponerse a llorar y gritar. Pero era mucho más fuerte simplemente la inocencia de su hermana. - Creo que había pastillas para el resfriado en el baño, aunque no sé si funcione con la nostalgia. Vamos, para que te tomes unas. - Leni se quiso levantar para ir a buscarlas.
-No te preocupes Leni, simplemente quédate aquí por unos momentos. - dijo con una sonrisa en el rostro, Leni se sentó de nuevo solo para que su hermano la volviera a abrazar. Ella no entendía realmente lo que Lincoln trataba de decirle, sabía que nunca fue muy lista pero aun así quería abrazar a ese ex soldado. Le traía mucha paz hacerlo pues su hermano había ido y regresado a casa. Lincoln por su parte la abrazaba muy fuerte, tratando de no lastimarla y de que su cuerpo no le traicionara de nuevo, y así y todo abrazaba a su hermana sintiendo que un poco de su dolor se iba. Aunque sus manos aún intentaban aferrarse a su hermana y no imaginar que ahí entre sus brazos había un cadáver, al cual él se aferraba y pedía que siguiera con vida.
-Vamos por esas pastillas de una vez. - dijo Leni sacando de su trance a Lincoln. - Me preocupa que esa nostalgia te ponga peor. - lo tomó de la mano y lo guío escaleras abajo. Esto era real, ya no eran arenas de un desierto desolado por un conflicto sin sentimientos verdaderos, esta vez era algo que él estaba completamente seguro de ser real. Real como la mano que sostenía la suya. Real como la casa, todo finalmente era real. Pero algo faltaba y él más que nadie sabía qué era. Al llegar al baño, abrió el espejo y ahí había muchas medicinas. Su hermana tomó un frasco de pastillas, entre todos los frascos y cajas había antidepresivos. Se encontraba medio vacío, y en el escrito de la etiqueta pudo distinguir tres letras. Len...
-Toma, son estas. - dijo Leni, dándole el frasco de pastillas para la fiebre a su hermano. Éste las miró por unos momentos, sin saber si decir la verdad o aceptarlas, no sabía qué efectos tendrían pues de por sí no estaba enfermo. - Oh, es cierto, ¡Que tonta fui! ¿Cómo no me pude dar cuenta antes? - Lincoln pensó que Leni se había dado cuenta de que en realidad él no estaba enfermo y que había algo más. -No tienes agua para tomártelas, vamos a la cocina por un vaso de agua. - en esos momentos Lincoln se sintió tan afortunado de que Leni nunca haya sido muy lista.
Ambos volvieron al pasillo y Lily se encontraba en el cuarto de Lincoln, por lo que él fue a ver qué hacía y ella solo miraba las placas del ex soldado.
-Son llamativas ¿Cierto? - Dijo mirando a su hermana desde la puerta de su cuarto.
-Hay… Perdón papi las voy a dejar en su lugar. - dijo para ponerlas de nuevo encima del mueble.
-No te preocupes Lily puedes tráetelas. - Lily lo miró confundida, pero esa expresión cambió cuando Lincoln asintió con un movimiento de cabeza, y le indicó que lo siguiera. Entonces ella alegremente, se llevó las placas y fue de la mano de su hermano, saltando de alegría.
Los tres bajaron hacia la cocina por el vaso de agua de Lincoln, mientras Lily seguía mirando las placas, hipnotizada por su forma, por los grabados, pero más por esa bala, la miraba como si estuviera viendo algo de otro mundo.
- ¿Te gustan? - preguntó Lincoln agarrando un vaso de vidrio y poniéndolo en el fregadero.
-Son muy lindas. - respondió su hermanita.
- ¿Quieres probarlas? - preguntó el hermano en tanto se servía agua del grifo.
-Pues… sí. - respondió la niña un tanto apenada. Lincoln cerró la llave del grifo y dejó su vaso a un lado. Extendió su mano para que se las diera y Lily asintió, tomó las placas, quitó el seguro de la cadena, abrió el collar y procedió a ponerle las placas en el cuello, finalmente puso nuevamente el seguro. Lily se quedó mirando sus nuevos adornos, y sonreía de par en par tan sólo por tenerlas. Regaló una gran sonrisa de felicidad a su hermano y éste hizo lo mismo. - ¡Se sienten geniales!
-Lo sé, así me sentí la primera vez que las llevé puestas. - dijo él volviendo a su vaso con agua.
-Son increíbles. - la pequeña miró nuevamente la bala - Pero tengo una pregunta, papi. ¿Por qué conservaste esto? - Lincoln miró al pedazo de metal entre los dedos de Lily y buscó una respuesta para esa pregunta, aunque la verdad no lastimaría sí preocuparía, por lo que dijo lo primero que le dijeron cuando se la extrajeron.
-Puesss, a veces los soldados se llevan recuerdos del campo de batalla, algunas simplemente para recordar sucesos o simplemente por necesidad de recordar. - "Las cicatrices" Lily se quedó viendo a Lincoln por unos momentos, aunque esa bala era lo único que la distraía no le importó más.
-Bueno yo creo que son geniales. - Lily volvió a admirar las placas. - ¿Puedo conservarlas? - preguntó con un pequeño destello de luz en sus ojos.
-Por supuesto que sí. - respondió el ex soldado, yendo a la sala junto con Lily.
-¡Siiii! - gritó emocionada la niña, dirigiéndose a su hermana mayor. -Mira Leni soy un soldado como papá. - Al escuchar eso, Lincoln se quedó paralizado con un nudo en la garganta. Lo que había dicho Lily lo había puesto a pensar, y quería decirle a la pequeña: "No creo que quieras ser como yo", pero se guardó eso para sí mismo.
-Solo ten cuidado con ellas. - Quiso sonar alegre, aunque por dentro quería decirle con todas sus fuerzas que nunca siguiera sus mismos pasos.
-Son muy lindas, Lily. - Leni observó a la alegre niña que jugaba con las placas en su pecho.
-Lo sé y aún más porque mi papá me las dio. - Miró a Lincoln acercándose junto a ellas con el vaso entre sus manos.
-Me gustaría poder probarlas también. - Lincoln se sentó junto a Leni y Lily se quedó admirando sus placas. -Toma, Linc, para que te mejores. - dijo Leni dándole el frasco de pastillas.
-Gracias Leni. - Dijo lo más sobrio que pudo.
-De nada hermanito. -Lincoln tomó el frasco, giró la tapa y sacó un par de pastillas. Tomó su vaso y pensó por un momento si al tomar las pastillas tendrían algún efecto, ya que no se encontraba enfermo y menos con fiebre, pero aun así quería que esa apariencia de serenidad y tranquilidad siguiera de pie. El ex soldado puso ambas pastillas en su boca y rápidamente se las tomó. "Pues a ver qué pasa" pensó mientras se tragaba la pena de no decir la verdad.
-Espero que con eso te sientas mejor Linc. - Dijo Leni sonriente.
-Sí yo también lo espero. - Ahora sí sentía que sus mentiras y secretos le jugaban muy malas pasadas, hasta que se escuchó la puerta principal abrirse y alguien entrando a casa. -
- ¡Ya Llegué! - Dijo una voz de joven con 19 primaveras cumplidas algo rasposa y un poco varonil, pero se distinguía la sexualidad de la chica que estaba ahí. -Mamá, Leni, Lily, No creerán lo que me ocurrió hoy en el mecánico, se van a morir de risa. - Lily se apresuró a la sala llena de alegría.
- ¡Lana! - Lily fue a saludar y Leni fue detrás de ella. Lincoln se quedó rígido por unos momentos. No había visto a Lana hace mucho tiempo y las cosas con ella habían cambiado igual, pero quería verla, tenía que ver a una de sus gemelas favoritas, se levantó de su asiento con el vaso en la mano y se lo tomó completamente. Dio un largo suspiro y se dirigió a la sala.
-Y entonces le cayó aceite de motor en la cara y dijo, "Esta se volvió una situación resbalosa". - Las tres chicas comenzaron a reír. -Y ahora que me doy cuenta ¿De dónde sacaste esas placas Lily? - Lana bajó al nivel de su hermana, y revisando el nombre de las placas, sintió una presión gigante en el pecho al ver el nombre grabado en ellas: Loud Lincoln Marie. Se quedó petrificada al leer eso, miró a Lily que sonreía con lágrimas y con una expresión muy tranquila, y a Leni con la misma expresión, ambas miraron a sus espaldas y sintieron una presencia cercana. Lincoln la veía. Lana regresó la mirada hacia ese ex soldado, vestida con un overol azul un poco manchado de aceite, una camisa de color blanco igual, el cabello un poco recortado y una gorra de color rojo con la barriga hacia atrás. Se quitó la gorra y se puso una mano en la frente, su voz de chica ruda se convirtió en el de una jovencita. -Li… Li… ¿Lincoln? -
Aquel sonrió y con las mismas lágrimas de felicidad, simplemente dijo -Hola, Lana. - la aludida dejó caer su gorra y sin más se quiso abalanzar sobre su hermano, pero se dio cuenta de que lo ensuciaría -Eh... Estoy un poco sucia, ehhh…- balbuceó apenada.
-No te preocupes, ven aquí. - dijo Lincoln extendiendo sus brazos, y su hermana sin pensarlo dos veces saltó a los brazos de éste, llorando y riendo de felicidad.
- ¡Eres tú!, ¡Eres realmente tú! - Lana parecía no actuar como siempre pues incluso estaba besando el rostro de Lincoln. -Sí esto es un sueño no me despierten, no me despiertes Leni, Mamá por favor déjame disfrutar de este hermoso sueño, Lily te prometo llevarte a la escuela mañana pero no me arruinen esto por favor. - Ella empezaba a decir cosas alocadas, pero la emoción era real.
-Lana no es un sueño, y no estás dormida. Ya estoy en casa. - La chica sin darse cuenta había perdido la movilidad correcta de sus piernas y hacía que su hermano la estuviese cargando. Él sentía que ambos se caerían, pero resistió lo más que pudo con su pierna y con la otra y la sostuvo durante un minuto. -Estoy en casa Lana, estoy en casa. -
Ella volvió a ver a Lincoln, no sabía qué decir realmente ni qué palabras eran correctas, simplemente la alegría del momento fue suficiente. Volvió a ponerse de pie y dirigir su mirada a sus manos, que seguían aferradas a la chamarra de su hermano, y se dio cuenta de que la había manchado con un poco de aceite -Perdón. Te ensucié…
Lincoln, como había hecho con Lily y Leni, le dio un beso en la frente, y eso hizo que ella se tranquilizara. - ¿Qué pasa, Lana? Que yo recuerde, nunca ha sido algo realmente importante para tú, ¿cierto? - le devolvió la sonrisa. -No me parece que estés actuando como usualmente lo haces, ¿cierto?
-Cierto. - respondió Lana sin quitar la sonrisa de su rostro - Pero, aun así, no sería malo si me dejara llevar por esto. - esa chica ruda mostraba un lado que casi nunca había mostrado. Excepto por ocasiones especiales. Muy especiales y específicas. -Además, te recuerdo que ya no tengo seis años.
-Cierto. - Lincoln apartó un mechón de pelo de la cara de su hermana. -Pero eso no significa que recuerde algunos detalles. - la sonrisa del ex soldado adquirió un toque paternal.
-El viejo Lincoln Loud, Mirando pequeños detalles de todas nosotras ja ja ja ja ja. - Lana había cambiado su expresión a una mucho más afable.
-Ese soy yo, pero vamos, cuéntame ¿Qué tal tu día? - Dijo Lincoln con la misma expresión.
-Espera, déjame darme una ducha y ahora te cuento. - respondió su hermana subiendo las escaleras. Y el ex soldado se quedó con una expresión un poco inconsistente. Como que algo ahí no cuadraba.
- ¿Desde cuándo te gusta bañarte? - preguntó un poco confundido.
-No me gusta realmente, pero siendo sincera tengo que hacerlo. - se quita los tirantes de su overol y mientras subía comenzó a quitarse la ropa sucia. - ¿Por qué te sorprendes hermano? Como bien dicen, los tiempos cambian, y las personas también. - rápidamente subió las escaleras.
Leni solo sonrió y dijo con voz alegre. -Tú más que nadie deberías saber que la gente no es la misma que hace unos años o hace un par de semanas. - Esa frase tenía mucho más sentido del que parecía tener en realidad y todo eso aplicaba muy bien con él.
Más que nadie con él.
Esa tarde en la sala se contaron tantas anécdotas por parte de Lana que dejó a Lincoln completamente informado de todo lo que había ocurrido por parte de una de sus gemelas. Aún no podía creerse que su hermana había sido contratada en la gasolinera de Flip a los 16 y que el establecimiento y a ella se le había contratado por sus habilidades de reparar. Ella había sido coronada en varias ocasiones como la "Reina de los autos", pues al parecer no había ninguna máquina que ella no pudiera arreglar. Incluso el día en que le llegó un auto completamente dañado, tanto su motor como su escape y las válvulas. Después de un arduo día de trabajo, ese pedazo de chatarra volvió a arrancar. "Manos mágicas" le decía el dueño, "Manos mágicas" decía Flip. Todo Royal Woods decía lo mismo y la mecánica de Flip's se había ganado ese apodo, Lana "Manos Mágicas". No había nada que ella no pudiera reparar. De hecho, en una de esa anécdota, Lana le había dicho por qué ahora solía bañarse al menos unas veces en la semana. Todo ocurrió cuando accidentalmente un poco de gasolina le cayó mientras revisaba el mal funcionamiento del tanque de un carro. Pasó una semana completa apestando a gasolina y no pasó mucho tiempo para que ese líquido inflamable tuviera contacto con una pequeña llama, que le provocó una quemadura en la espalda y en el brazo. Afortunadamente, no tuvo una experiencia demasiado fuerte en esa anécdota, pero le quedaron unas marcas que, aunque eran un buen recordatorio de tener cuidado con cosas flaméales, también fueron un buen recordatorio de que un baño una vez o dos veces a la semana no hacen nada.
-Y je je je y luego. Pffff ja ja ja ja ja, Mike puso la mano en el motor y jeh… ja ja ja ja ja ja ja ja esa cosa lo salpicó completamente y Flip estaba de... - imitó un tono de voz grave, retratando la escena. - "Mike ¿Que te dije de nunca poner las manos en donde no debes?" Y él estaba de... - aquí agudizó un poco la voz. - "Oh, pero nunca me dijiste que los autos te escupen si les tocas el motor", y Flip se levantó y dijo: "Bueno si así te vas a poner entonces no te conviene tener esposa." - Lana comenzó a reírse a carcajadas, Lincoln había entendido el chiste y la acompañaba en las risas, Leni y Lily parecían cansadas como si Lana todo el tiempo hubiese contado esa anécdota una y otra, y otra, y otra, y otra vez, hasta parecía que ya se sabían esa historia de principio a fin y del derecho al revés.
-Ja ja ja ja ja ja ja ja ja. - Lincoln se estaba muriendo de risa, incluso quería un pequeño descanso de tantas carcajadas. -Oh no puede ser. ¿Y luego qué pasó? - Preguntó aún con un par de risas escapándosele.
-Ya luego de eso Mike se tuvo que ir a casa para tomarse una ducha, je je… Oh hermano, qué mal que no tenía una cámara para mostrarte cómo había quedado Mike, pero sí te puedo decir que no se pudo quitar el olor de aceite durante todo un mes y cada vez que le cae aceite en la cara le decimos: "¿Oye Mike no has aprendido a cómo tratar a las chicas o qué?" Ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja. - parecía que Lana había encontrado una gran distracción y satisfacción en contar historias sobre su vida; se le veía muy alegre continuando en eso.
- ¿Sabes? - su semblante pasó de alegre a melancólico. - No sabes qué gusto es tenerte aquí de nuevo. - y puso una mano en el hombro de su hermano mayor.
Esa frase que todas le decían, el gusto que era tener a Lincoln de vuelta y él aún no podía sacarse la idea de que solo su cuerpo había regresado de Afganistán, o al menos la mayor parte de su cuerpo, y que lo importante que él tanto había querido proteger y por lo que más anhelaba volver a casa se había quedado en las arenas del desierto afgano, su mente, su identidad, su personalidad, todo lo que era de él se le fue arrebatado entre ese polvo de un desierto cuya paz parecían historias que se les contaban a los niños para darles al menos un pequeño rayo de esperanza y que cada bomba que estallaban a lo lejos debían ser las últimas, pero nunca terminaban de caer, nunca dejaban de caer lejos, y parece que jamás iban a detenerse. Los niños ya tienen suficientes pesadillas para que sus mentes abandonen lo único que les da esperanza, en un lugar donde esa palabra parecía no tener significado, donde no la podía haber, una palabra que junto a la paz parecía algo con lo que uno simplemente puede soñar. En ese momento Lincoln simplemente asintió con la cabeza, dejó de lado sus pensamientos sobre la guerra y sonrió.
-Gracias Lana. - Dejó su asiento en el sillón y suspiró un poco de manera pesada. -Tengo que ir al baño esperen un momento chicas. -
Lincoln se dirigió escaleras arriba. Ellas no lograron entender por qué el brusco cambio de actitud, pero no le dieron demasiada importancia. Entonces, Lily se dio cuenta de la extraña forma de caminar de su hermano, como si casi estuviera cojeando, aunque el pantalón parecía estar más holgado del lado derecho.
En el baño, el ex soldado abrió el grifo del agua fría y dejó que ésta llenará el lavabo hasta la mitad. Recogió un poco entre sus manos y se comenzó a lavar el rostro, repitiendo esto un par de veces para terminar con ambas manos cubriéndose la cara. Miró hacia el techo por unos instantes y luego se miró al espejo. Se recargó un poco en el lavamanos, observando directamente al hombre que estaba ahí mismo, la misma cara de siempre, los mismos ojos cafés, el mismo pelo blanco, todo era como se suponía que debía ser. Pero él se veía y no se veía a sí mismo, quizás no tenga sentido, pero Lincoln no se veía a sí mismo en el espejo de su casa, veía a otro hombre, un hombre muerto, a un fantasma del dolor, alguien muy diferente, alguien completamente distinto, un fantasma, un muerto en vida, un zombi, una carcasa sin alma. Puso una mano en su rostro para tocar lo que él creía que era una máscara, pero sintió el roce de sus dedos en su mejilla, esos rasgos le debían pertenecer a un hombre muerto, pero eran los suyos. Ese hombre frente al espejo no era él, él debía haber muerto como los demás y ser enterrado como sus hermanos, como a Clyde, como a Mikels, como a Roderick, como a John, como a Jeff, como a todo su pelotón y como al capitán Walker Stratton. Él debía estar a tres metros bajo tierra como todos ellos, pero en lugar de eso estaba frente a frente con un hombre muerto que en el fondo el desierto.
Las llamas y la arena se levantaban a sus espaldas, su chaqueta verde y su camisa anaranjada se habían vuelto un uniforme de combate con sangre, manchando su hombro y su cara, una herida en la frente que sangraba y casi le cubría el ojo derecho, el rostro sucio y lleno de tierra. Ese hombre frente a él en el espejo que vivía pudriéndose formó un puño con su mano derecha y quiso golpear el espejo, romperlo para no tener que ver ese maldito rostro de nuevo. Respiraba agitadamente. Preparó sus nudillos para tener una sensación real de todo eso que su mente le estaba arrojando… pero se detuvo cuando parpadeó de nuevo. El desierto había desaparecido junto con las llamas, ahora eran sólo él y el espejo de un baño. Ahí seguía aquel hombre. Lincoln abrió los dedos de su puño y tocó la mano del otro hombre en el vidrio, la imagen le dejaba ver nuevamente ese desierto a sus espaldas, pero él finalmente se veía a sí mismo entre la arena y las llamas. Se veía en el desierto con su chamarra verde y su playera anaranjada, y él en el baño llevaba esos guantes, ese chaleco con cartuchos, ese uniforme con color casi amarillo y manchado de sangre, la sangre en su frente y su rostro sucio, él era el otro hombre y Lincoln Loud estaba atrapado en Afganistán. Sus ojos comenzaron a derramar lágrimas y su rostro se quebró frente a ese espejo. Bajó la cabeza y dejó escapar una profunda tristeza, las lágrimas caían en el agua del lavamanos, dirigió nuevamente su mirada al cielo del baño y una vez más a la mirada de Lincoln… No tenía guantes puestos ni él ni el reflejo, era simplemente un espejo gabinete donde un hombre perdido lloraba frente a él. Y en su cabeza resonaban las palabras de su novia que amaba con toda el alma y que por culpa de esa guerra se tuvo que separar nuevamente.
-Tú Cuerpo Regresó… Pero Tu Mente Sigue Atrapada en Afganistán.- Apartó la mirada del espejo y levantó el tapón del lavamanos, tomó una toalla que estaba en un perchero y se secó el rostro recordó su entrenamiento y se mantuvo con una actitud completamente relajada y tranquila ocultando todos los sentimientos de hace segundos habló consigo mismo para comprobar su voz y al retenerla en un nivel sobrio se dirigió escaleras abajo, miró la sala y a sus hermanas ahí esperándolo con muchas preguntas pero en ese preciso instante la puerta delantera se abrió y una figura silenciosa entró.
Vestida con una playera de color negro, con una calavera que estaba sosteniéndose de la parte baja de los hombros y con una parte rota sosteniéndose por arriba de los hombros. Debajo de esta una camisa de color gris, unas semi mangas que le llegaban casi por debajo pero que habían sido recortadas, una falda de color morado oscuro complementada con unas medias que resaltan las piernas de la chica y unas botas que le llegaban a las espinillas. Un collar negro con un pequeño cráneo en él y el cabello completamente negro cubriéndole los ojos, pero las patillas hasta la parte de atrás del cabello habían sido recortadas, con una mochila bolso con otras tantas calaveras y huesos que la decoraban. La jovencita entró a la sala quitando las llaves de la perilla y mirando a las otras chicas que le devolvían la mirada en silencio, sin ninguna expresión en los labios simplemente levantó una mano simulando saludarlas. Acto siguiente se quitó la mochila y la dejó en un perchero. Bajó la cabeza y sin decir una sola palabra se dirigió a las escaleras, pero al levantar la mirada lo vio al pie de las escaleras. Se quedó completamente inmóvil durante unos momentos mirando al hombre que le regresaba la mirada con una expresión mucho más tranquila y alegre.
-Hola Lucy - dijo Lincoln mirando a su gótica hermana menor cuyo encanto oscuro se hacía sentir.
La chica no evitó apartar un mechón de cabello de uno de sus ojos para verlo bien. Ese ojo de color azul que se asomaba de entre esos cabellos oscuros para ver a ese hombre la dejó completamente paralizada. Se llevó la otra mano a la boca tratando de que esos torpes suspiros de su parte no hicieran evidente lo que ya lo era. Respiraba de manera inconsistente y completamente alterada, temblaba simplemente por seguir mirando a Lincoln. La que todos proclamaban como la "Princesa de la Oscuridad", y la chica más fría y sin sentimientos en la casa Loud, ahora se estaba rompiendo como un cristal contra un martillo, con la mano con la que había descubierto su ojo intentó tocar al hombre que estaba frente a ella. Temblaba como si ella hubiera tenido un ataque de frío o Parkinson esa mano y él correspondió dándole la suya. Era real, era real. Sus ojos azules comenzaron a derramar lágrimas de felicidad y emoción, ella inconscientemente estaba dejando escapar pequeños sollozos apenas audibles, parecía que era lo único que su boca pudo dejar escapar durante mucho tiempo, algo que las otras chicas de la familia miraban completamente sorprendidas y emocionadas. Él era real, esta vez era real y sin esperar nada ella lo abrazó con una fuerza más poderosa que la impulsó. Sus pequeños quejidos de alegría escapaban de su boca intentando no formar palabras, pero salían sin detenerse. Literalmente ella aferraba sus manos a la chamarra de su hermano y Lincoln la sostuvo en sus brazos, tal y como le pasó a Lana, perdió súbitamente el control de sus piernas, esta vez Lincoln se arrodilló para que ambos se siguieran abrazando y más porque sabía que no podría soportar nuevamente el peso de alguien, pero ella simplemente no lo abrazaba. Se aferraba como nunca antes lo había hecho en su vida, aunque su rostro era casi tapado por su cabello, se le podía ver una expresión llena de felicidad, pero combinada con una tristeza inigualable en su rostro.
-Yo también te extrañé, Lus. - dijo Lincoln recargando su barbilla en cabeza de Lucy, ella sollozaba y sollozaba, y creía que en realidad todo era un sueño, pero esta vez era real. Lincoln se separó de ella por unos momentos y la miró. -No te preocupes, Lucy. - tomó una de las mejillas de su hermana en una de sus manos y la miró a su ojo descubierto y el otro oculto en su cabello. - No es un sueño.
Ella tomó esa mano entre la suya, aumentando su llanto. Lincoln la ayudó a levantarse y él asió ambas manos de ella y las juntó, en ambas les dio un beso y acto siguiente descubrió un poco la frente de Lucy y le dio otro. La chica gótica siguió llorando de alegría. Se aferró a su brazo y se quedó así.
-Bueno parece ser que este ha sido tu día completo verdad hermano. - Dijo Lana recargándose en la pared y cruzando ambos brazos.
-Bueno es que las chicas me aman, je jeh. - Acariciando la cabeza de Lucy la que no decía ninguna palabra, pero se mantenía aferrada al brazo de Lincoln con una sonrisa apenas distinguible de su semblante casi siempre serio o con una mueca triste ahora reflejaba una felicidad pura. -Pero hablando en serio, me agrada poder ser recibido de una manera tan genial chicas. -
-Hablando de chicas, creo que porque ya todas estamos aquí es hora de darles las noticias a las demás. - Dijo Leni subiendo las escaleras.
-Oh cierto. - Respondió Lincoln a Leni, aunque rápidamente su sonrisa se convirtió en una expresión melancólica de nuevo, pues ahora tenía que pensar en las palabras que debía decir y más a todas y cada una de sus hermanas, tanto las que estaban en casa como las que lo verían a través de la pantalla. Quizás Lana y Lily no hubieran captado el cambio de ánimo de su hermano, pero Lucy conocía cada una de esas emociones como la palma de su mano y lo sintió por el contacto que tenía en ese momento con su brazo.
-Les avisé a todas que se conectaran a esta hora con anticipación. - Leni bajó con una portátil alegre y campante. -Bien, ahora voy a hacer una videollamada en nuestro grupo.
Leni comenzó a video llamar a todas al mismo tiempo. El celular de Lana sonó y ésta la miró con cara de: "¿Enserio?"
-Perdón -dijo Leni con una sonrisa al rostro, acto siguiente y con un par de señas le indicó a Lincoln que se sentara.
La pantalla de Leni se mantenía en espera de que las chicas hicieran su aparición. Primero apareció Lori, con una camisa a cuadros desabotonada y abajo una remera blanca, un collar de color dorado con un colgante que parecía tener grabado las iniciales de B/L y con el cabello acomodado con una cola de caballo.
- ¿Bueno? ¿Leni? ¿Qué es lo que ocurre? - Digo confundida pues no se esperaba que hoy la fueran a llamar y menos porque casi siempre estaba ocupada.
Luego apareció Lynn con un jersey deportivo, el cabello un poco suelto y en su frente una cinta de color rojo con bordes blancos y con una palomita en el centro.
- ¿Leni? ¿Ocurre algo en casa? Te juro que si no es nada importante me las vas a pagar, que hoy tuve que faltar al entrenamiento de soccer para ver qué es lo que querías. - se le notaba un poco cansada y sudando del cansancio.
Luan se apareció en la pantalla con su cabello completamente recogido para atrás a excepción de sus patillas y un par de mechones muy característicos de ella, que casi le cubrían el ojo izquierdo. Sus frenos ya no estaban y ahora sus dientes tenían una forma perfecta. Llevaba una playera de manga larga.
-Sí, Leni, espero que tengas una buena razón, porque hoy tuve que cancelar una presentación, así que no me dejes stando parada, Ja ja ja ja ja ¿entiendes? - ése era uno de sus típicos juegos de palabras.
Luna se mostró en pantalla con el cabello un poco alborotado en la parte delantera del flequillo, una sombra de ojos color morado oscuro, un chaleco de mezclilla con parches con los nombres de bandas muy famosas y una playera con en nombre de Mystics (Misfits.) y su típico logo. Con una mano sostenía el celular y con la otra tocaba su guitarra Les Pon.
-Ay hermana, justamente estoy terminando un ensayo para rockear mañana en el centro nacional. - dicho esto levantó los cuernos de sus dedos.
Entonces apareció Lisa con su cabello un poco desarreglado, Goggles puestos en los ojos, vistiendo una bata de científica y un suéter debajo con cuello de tortuga verde. Estaba mirando unos tubos de ensayo y traía una tabla en sus manos.
-Espero que tengas una buena razón humana, estoy comprobando un experimento con mononucleosis y no tengo tiempo para tus parlamentos en conjunto, lo que tengas que hablar dilo rápido. - Ni siquiera miraba a la pantalla o a la cámara, y únicamente tomaba apuntes.
Y al final apareció Lola con su cabello completamente arreglado, las pestañas delineadas, sombra de color rosa en los ojos, lápiz labial del mismo color, pero más claro y un vestido elegante y vistoso, también rosado.
- ¿Leni? Escúchame hermana, estoy muy ocupada hoy. Estoy en un certamen de belleza en París y no tengo todo el tiempo. - mientras hablaba se acomodaba cada uno de sus arreglos para salir.
-Chicas yo sé que están muy ocupadas, pero. - Una lágrima le salió de uno de sus ojos.
- ¿Que ocurre Leni?, ¿Está todo bien en casa? - Dijo un poco preocupada por ver a su hermana llorar. - ¿Lily y Mamá están bien?, te juro Leni que si esta es otra de tus escenas de depresión te voy a mandar al cuerno, te dije que tenías que tomarte tus píldoras. -
-Tranquila Lori, Leni debe tener una buena razón de haber querido llamar hoy. - Dijo Luna enfocando su dispositivo a un lado y marcando las notas de su guitarra.
-Pues más vale que sea así, tuve que pedir salir temprano hoy para ver qué era lo que quería. -Replicó Lori.
-Oh vamos Lori, debe de tener algo importante para nosotras. deja que Leni hable antes de que se haga de noche y comencemos con nuestro ALenizaje, Ja ja ja ja ja ja, ¿Entienden? - Todas fruncieron un poco el ceño por ese chiste malo. -Oh vamos ese chiste fue bueno, parece ser que mi material Leniar no es suficiente ja ja ja ja ja ja ja. - Como siempre esos chistes parecían sólo hacer reír a Luan. Parecía que ella tenía mucho sentido del humor para esos chistes sin mucha gracia.
Lori mantuvo una cierta cara de disgusto y luego dejó de importarle. -Bueno, ¿Qué es lo que tienes que decir Leni? -
-De hecho, no tengo nada que decirles. - Las otras miraron con cierta extrañeza y luego Lola puso una cara de disgusto.
- ¿Entonces si no es nada porqué nos pediste que asistiéramos a esta hora? - Regaño Lola con su semblante en una mueca de fastidio.
- ¿Sabes que hoy tuve que saltarme los entrenamientos de Soccer cierto? ¡Argh! Yo me retiro. - Dijo Lynn buscando el botón de cortar. Y Lola hacía lo mismo junto con Lisa. Que seguía ocupada mirando el experimento. Luna más relajada, aunque sabía que quizás volverían a hablar de sus problemas y Lori se cubrió la cara con una mano reteniendo el disgusto de tener que volver a escuchar hablar a Leni sobre su depresión.
-No, no, no chicas no las estoy haciendo perder el tiempo. Solo les dije que no tengo nada que decirles porque tengo que mostrarles algo, es una sorpresa. - Todas las chicas se quedaron atentas a esa última frase y casi al mismo tiempo todas preguntaron.
- ¿Y cuál es la sorpresa? - Leni siguió enfocados y con la funda de su dispositivo la utilizó para colocarlo en la mesita de café. Las demás estaban expectantes, queriendo saber cuál era esa sorpresa por la que Leni había requerido sus asistencias.
-Interstellar Main Theme by Hans Zimmer. -
Lori se mantenía con una mirada fija a la pantalla, Luna revisaba sus notas mientras miraba el teléfono, Luan se mantuvo callada en esos momentos, Lynn se enfocó en ver que su hermana se retiraba poco a poco, Lisa volteo los ojos para mirar la pantalla, Lola dejó de lado su seño para enfocar completamente su atención en la pantalla de su Tablet.
Cuando se retiró… Lo vieron sentado en el sillón de la sala con Lucy a su lado izquierdo y a Lily en el derecho, sonriendo para todas ellas.
-Hola chicas. - Lori se cubrió la boca pues comenzó a llorar de la impresión. Lynn abrió los ojos como platos y en silencio comenzaron a derramar lágrimas, Luan se puso ambas manos en la boca pues sabía que iba a gritar de la emoción y también comenzaba a llorar de emoción. Lola miraba a su hermano aguantando esas ganas de ponerse a llorar porque sabía que el maquillaje se le iba a correr, pero le importó poco o nada derramar lágrimas, Luna dejó de lado su guitarra y agarró nuevamente su teléfono para ver bien a quien estaba ahí no era una ilusión y como le pasó a Lola su sombra de ojos morada se corría con sus ojos húmedos. Y al final Lisa había dejado caer su tabla y su pluma y veía esa pantalla donde estaba aquel hombre, Se quitó los goggles y se puso sus lentes de pasta para ver, a su hermano y luego limpiarse los ojos para volver a ponerse los anteojos una vez más y darse cuenta que no era un engaño.
Era completamente real.
-Francesco… Cancela mi presentación…- Dijo Lola Sin apartar la mirada de la pantalla.
-Pero sales en 10 minutos. - se oyó responder una voz al fondo.
-¡Sé Lo Que Dije Maldita Sea!. - Lola se volteó para gritarle a su ayudante y se vio cómo levantaba su portátil para dirigirse a su camerino.
-Mark… Sigue apuntando los avances. - Lisa agarro la laptop y rápidamente se salió del laboratorio.
Todas lo miraron y él devolvía la mirada. Todas habían quedado en silencio esperando lo que él podría decir.
-Lori, Lynn, Luna, Luan, Lola, Lisa… Estoy en casa. - Lori sentía una presión en su pecho, como si un millón de emociones en conjunto estuvieran apretando el corazón de ella contra la caja torácica, seguía mirando a la pantalla y lo miraba, y lo escuchaba, y lo sentía.
- ¿Li… Li… Lincoln? ¿De verdad eres tú, hermanito? - preguntó Lori sin creerse lo que veía frente a ella y quería cerciorarse de que en realidad era él, quería que eso no fuera un sueño.
-Sí Lori… Soy yo. -
Luna seguía agarrando su teléfono con ambas manos mirando directamente a su hermano. Su garganta tragó saliva y pronto fue presa de un hipo que aumentaba mientras respiraba y los sollozos crecieron en intensidad
-Hermano… Ha pasado mucho tiempo… Ha pasado mucho tiempo. - su voz se quebró en ese preciso momento. - ¿Cuánto tiempo pasó? - preguntó Luna con las palabras acompañadas de un dolor muy alegre en la garganta y en el corazón.
-Han pasado 5 años, 10 meses y 2 semanas. - Respondió Lincoln sonriéndole a su hermana, y dejando escapar un par de lágrimas.
-Has vuelto… De verdad has vuelto tú… Gran tonto desconsiderado. - Respondió Lynn cerrando los ojos. -Creí… Oh dios… Creí que no regresarías. - Las palabras de Lynn se acompañaban con mucho arrepentimiento.
-Yo también pensé lo mismo. - Dijo un poco culpable de sus palabras. -Pero aquí estoy Lynn, estoy en casa. - terminó de decir tratando de tranquilizar a su hermana dos años mayor.
-Ay… Dios…. Ay Dios…- replicó Luan desamarrando el nudo de su cola de caballo y dejando caer todo el cabello en su espalda. Buscó un asiento para sí misma pues creyó que se desmayaría. - Creo que tendré que cancelar mi presentación de mañana, Lincoln… Literalmente de dejaste fuera de foco…- ese juego de palabras no pretendía ser gracioso, pero fue casi una reacción automática. -Ah… Perdón, no quería decir ningún chiste… Soy una tonta. - se la notaba arrepentida de haber dicho eso.
-No te preocupes Luan, sé que fue una sorpresa muy repentina. - contestó su hermano para tranquilizarla -De cualquier forma, no te quiero dejar tras el telón. - rio un poco y ella hizo lo mismo.
-Nunca pierdes el sentido del humor Hermano. - Respondió Luan con ambos ojos llorosos.
-Pues así siempre ha sido Lincoln… Él siempre intentando animarnos. - Dijo Lola llorando frente a la cámara con el maquillaje completamente corrido y con todos sus arreglos siendo ya cosas sin importancia.
-Bueno… ¿Que puedo decir? Me gusta ver sonreír a mis hermanas. - Respondió Lincoln mirando a Lola. -Perdón por arruinar tu certamen. -
-Eso ya no importa. - su hermana se quitó los aretes. -De todas formas… creo que ya estaba cansada de ganar. - agregó sin arrepentirse de su decisión.
-Lincoln Marie L. Loud… Yo sé que las reacciones que está teniendo mi cuerpo en este momento se pueden explicar con ciencia, la tristeza puede ser endógena o reactiva. La Endógena la genera el propio organismo, es una falla del reloj bioquímico que por alguna razón produce un desequilibrio en las proporciones de los opiáceos, reguladores del campo emocional. La Reactiva es provocada por alguna circunstancia que produce dolor, proveniente de algo externo al individuo, como, por ejemplo, una pérdida. Cada vez que eso ocurre el hombre debe llorar, ya que es donde se pone en marcha el Regulador emocional, se produce el proceso correcto donde luego del llanto, descarga, viene la distensión y en ese momento, hay 25 sustancias químicas que aparecen para equilibrar el campo emocional, viene la Aceptación... en pocas palabras la reacción química de mi cuerpo me está provocando el querer descargar mucho dolor pero al mismo tiempo alegría, sentimientos mundanos que no siempre me puedo permitir… - delante de la cámara la científica tenía los ojos empapados en lágrimas. -Pero esta es una ocasión especial. - se repuso, limpiándose los ojos. - Además de que mis reguladores ahora están alterados un poco y cambian inmediatamente mi estado. Yo aprendí que Aquel que reprime sus lágrimas, cerrando la puerta al dolor, también la cerrará para vivir la alegría y disfrutar de lo bueno. Estaría interrumpiendo el ciclo natural de la emoción sana, ya que es inevitable ponernos tristes ante el dolor, haciendo la carga correspondiente.
-Yo también te extrañe mucho Lisa y tus términos científicos je jeh. - Dijo un poco confundido de todo lo que dijo su hermana menor.
-Ser lista tiene muchas ventajas. - replicó está mirando a su hermano. -Pero no reprimir los sentimientos es una virtud. - agregó, sonriéndole.
-Es bueno verlas a todas de nuevo chicas… Es… Algo muy grande poder ser recibido en casa una vez más. -
-Sabía que volverías Lincoln. - Habló la mayor de todas las hermanas. -A pesar de lo que dijo Lynn yo siempre supe que volverías a nosotras. - La mayor retuvo ese impulso de querer salir de su casa, agarrar el auto e ir a la casa Loud para abrazar a ese ex soldado.
- ¿Como?... ¿Cómo sabías que volvería Lori? - Dijo con esa duda en la mente, él pudo haber muerto en el campo de batalla y su cuerpo habría terminado como todos sus compañeros y como Clyde.
-Por qué mi hermano… No Nuestro hermano me lo prometió. - Eso hizo que Lori llorará un poco más y llenó de melancolía a todas las que escuchaban, pero él no… lo que le trajo fue un profundo dolor en su pecho y aunque Lincoln no había regresado, este otro hombre era recibido por todas sus hermanas. Y ahora todas ellas recibían al cuerpo de un hombre perdido por la guerra. Pero él en esos momentos decía mentiras de una manera hermosa para que sus hermanas pudieran finalmente creer que él estaba en casa. Lori en ese momento se dio cuenta que Lily y Lucy lo abrazaban muy fuertemente, pero esta última abrazaba el brazo del ex soldado y parecía que se había aferrado ahí mismo. -Me pregunto si tu día ha estado lleno de abrazos y melancolía hermanito. -
-Pues siendo sincero desde que volví ha sido así. - Mira a las dos chicas que estaban abrazándolo y a Lana que estaba a un Lado tomando su mano y a Leni sentada casi al final del sillón sonriendo. -Pero ¿Sabes algo? No cambiaría esto por nada. - Tomando la mano de Leni y abrazando a las que se habían acurrucado en él.
-Me gustaría estar ahí hermano. - Dijo Luna limpiándose la cara.
-Yo igual. - Replicó Luan.
-Creo que todas y sin excepción queremos estar ahí ahora. - Finalizó Lisa con un rostro pacífico.
-Sí… Claro que sí cerebrito, pero no te olvides de mí Linc. - Lynn comenzó de nuevo con esa charla.
-Y de mí. - Respondió Lola.
- ¡Cómo me podría olvidar de ustedes chicas! Nunca lo haría, de ninguna manera -. Todos comenzaron a reír y alegrarse por las respuestas de Lincoln. -Por cierto, Lori, recibí tu carta de hace unos meses y la verdad estoy ansioso de poder conocerla.
Lori, al escuchar eso, tuvo una sensación reconfortante. -Oye Lincoln. - dijo sonriendo -Creo que tengo algo que quieres ver. - Dirigió la mirada a la puerta a sus espaldas. -Bobby, ven por favor.
Un hombre adulto entró a la habitación.
- ¿Que ocurre nena? - El sujeto, de cabello un poco largo y una barba completa a medio crecer, entró a la habitación y le dio un beso en la mejilla. Llevaba puesta una camisa de color verde - ¿Para qué me necesitabas? - Luego dirigió su mirada a la computadora y miró a Lincoln. -Oh por… ¿Lincoln? - dijo completamente sorprendido y feliz.
-Hola Bobby - respondió el veterano, viendo al esposo de su hermana, no muy contento al parecer.
- ¡Hermano! Oh por dios, Lincoln, en realidad eres tú.
Aunque parecía un tanto redundante y obvio la verdad se encontraba feliz de ver a su brother. Hasta hubiera querido saltar de la pantalla para abrazarlo.
-Creí que seguías en Afganistán, realmente no esperaba verte hoy. - continuó Bobby, riendo un poco.
-Realmente no creo que nadie lo haya esperado de verdad. - respondió Lincoln al comentario de Bobby.
-Me alegra de verte de nuevo, Lincoln - respondió Bobby sonriéndole al ex soldado. -Es bueno saber que estás en casa.
-Digo lo mismo, Bobby. Es bueno estar en casa. - acercó más a Lily a su lado.
-Espero que nos veamos de frente algún día, Bru.
Antes de que Bobby pudiera decir algo Lori lo interrumpió tomándolo del brazo.
-Oye cariño, ¿podrías traerla? Quiero que mi hermano la conozca. - le pidió ella con una sonrisa.
-Por supuesto que sí nena, espérame aquí.
Ambos se dieron un beso y las otras chicas se quedaron mirando con expectación. Bobby salió de la habitación por unos momentos y después de un minuto regresó con alguien en sus brazos.
-Lincoln, mira. Ya eres tío.
En los brazos de Bobby yacía una pequeña bebé con el cabello de color negro y ojos azules, piel un poco bronceada y un mameluco de color amarillo. El ex soldado se enfocó en verla atentamente, mientras Bobby se la pasaba a Lori. -Lara, mira, él es tu tío Lincoln.
-Nena, es Laura. - corrigió Bobby a su esposa, un poco apenado.
-Ambos le decimos de una forma distinta, cariño -. Lori tomó la mejilla de su esposo con su mano y luego volvió su vista a la pantalla - Su nombre es Laura Santiago Loud, pero me gusta decirle Lara, dile "Hola" al tío Lincoln, Lara. Dile "hola", mi vida.
La pequeña miraba a la pantalla un tanto confundida, pero Lincoln le regresaba la mirada con los ojos llenos de lágrimas y un afectuoso saludo.
-Es hermosa, Lori. En la carta decía que aún no habían decidido su nombre. - dijo Lincoln, refiriéndose a una carta que le habían enviado hace tiempo.
-Sí… quería ponerle el nombre de papá. - Cuando Lynn escuchó eso, desvió su mirada hacia otra dirección. -Pero alguien igual de especial ya tenía ese nombre y pues...- Lynn volvió a ver la pantalla de su Tablet. - Un día me llegó el nombre de Lara a la mente y Bobby me dijo que una de sus tías favoritas se llamaba Laura, por eso decidimos que así se llamaría.
-Es perfecto. Es hermosa, Lori.
-Creo que todos estamos de acuerdo con eso, hermano. - dijo Luna secándose las lágrimas. -Ahhh… Si no estuviera en un itinerario tan apretado de conciertos iría a casa en este momento, pero no puedo cancelar los 5 conciertos que vienen en camino. - al terminar de decir esto último se sintió un poco culpable.
-Yo aún sigo comprobando teorías de la mononucleosis y haciendo experimentos aquí, si tuviera tiempo iría justo a casa -. replicó Lisa mirando su reloj - Pero el tiempo no me favorece en este momento, intentaré parlamentar con mis superiores y profesores sobre un receso de unos días.
-Pues yo no tengo muchas presentaciones en estas semanas, igual podría pasarme para allá cuando pueda, y en el camino podría pasar por algo de leche de VacaCionar…. ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ja ¿Entienden?
-No Luan, deberías practicar más tus chistes Stando Parada. - replicó Lynn, en él mismo tono bromista.
-Bueno parece ser que alguien se quedó con cierta competencia en la comedia, Ja ja ja - secundó Luan a su hermana.
-Jah, sí. Pero de cualquier manera yo tampoco creo poder ir en estos días para allá, tendría que hablar con mi manager y representante para pedir unos días fuera, y así ir allá con ustedes. - Lynn suspiró un poco pues sabía que en el mundo de los deportes era un muy difícil pedir días libres - Supongo que mañana tendré que hacer muchas peticiones y pedir varios favores. - decía rascándose la nuca. - Además de compensar las jugadas y los entrenamientos - a esto se relajó un poco. - Pero estoy segura de que entenderán.
-Hablen por ustedes - dijo Lola algo molesta, agarrando una toalla húmeda para quitarse el maquillaje - Desde aquí en París no puedo hacer mucho. Tendré que cancelar todas mis presentaciones y voy a necesitar llamar a mi agente para hacer otro tanto - había un claro dejo de enfado en su tono - También tendré que cancelar una cita con una productora para un comercial de perfumes- su expresión se oscureció al pensar en las oportunidades que estaba dejando de lado - Francesco tendrá que cubrir este mes completo… Además de pedirle a mi agente un vuelo directo a Royal Woods. Pero ¿Qué importa si puedo estar junto a mi hermano favorito? - ella sonrió al final.
-¿En serio harían todo eso por mí, chicas? - preguntó Lincoln con una sonrisa de verdadera alegría.
-Sin dudarlo, hermano- respondió Luna guiñándole un ojo.
-Por su pollo ja ja ja - secundó una Alegre Luan.
-Pues sería dejar de lado mis investigaciones y estudios avanzados en el laboratorio sobre los organismos subatómicos y perder tiempo valioso de investigación. Pero claro, ¿por qué no? - terció Lisa con una sonrisa en los labios.
-Pues la pregunta se responde por sí sola, Lincoln - confirmó Lynn completamente confiada.
-Pues será un proceso muy largo y complejo, pero sé que al final estaré ahí cuando termine este mes. - finalizó Lola quitándose la sombra de los ojos y las pestañas.
Lori se quedó en silencio por unos momentos, pero al final dio un leve suspiro. - ¿Bobby, podrías sacar el jugo de manzana que está en el refrigerador para Lara? Ya casi es su hora de comer.
-Por supuesto que sí, nena. Todo por mis dos chicas especiales. - el hombre tomó a su hija y se dirigió a la salida de la habitación, cerrando la puerta tras de sí - Vamos Laurita, vamos a comer.
Lori esperó a que Bobby bajara a la cocina y pensó bien en sus palabras y en lo que iba y debería decir a continuación
- Linc… No creo poder ir esta semana o la próxima - dijo con seriedad.
- ¿Por qué no lo crees, Lori? - preguntó Lincoln, confundido, aunque las demás ya sabían cuál era la situación.
-Pues… Mira, Bobby en realidad ya no trabaja, es padre de tiempo completo aquí en la casa. - la científica cruzó sus dedos, mirando a su hermano a través de la pantalla. - Es complicada la situación, y más con Lara pues… Ahora yo soy la única que dedica su tiempo a trabajar mientras Bobby cuida de Lara y de la casa. Podría pedir unos días o al menos una semanas de descanso y eso, aunque se vería afectado en mis vacaciones y en mis pagos quincenales, entre eso y lo otro tendría que pedirle favores a mi jefe, pero quizás me estoy apresurando demasiado.- ella desvió un poco la mirada para pensar y luego volver a enfocarse en la computadora - Peeero… creo que mi jefe y mi supervisor comprenderán que es un asunto familiar, por lo cual supongo yo que me puedan dar unos días libres para ir a casa y ver cómo van las cosas con Lily y mamá, y por supuesto para saludarte y pasar tiempo contigo, hermanito - concluyó, sonriendo.
-Entonces, ¿no estás completamente segura? - preguntó Lana con ciertas dudas acerca de lo que su hermana decía.
-En parte sí, y en parte, no - respondió Lori.
- ¿Y cuándo crees poder venir? - le preguntó esta vez Leni.
-Pues… No podría decir que tal o cual fecha pues aún tengo demasiadas responsabilidades tanto aquí como en el trabajo, así que no puedo decir a ciencia cierta cuándo. Probablemente no pueda hacerlo este mes y me tenga que esperar hasta las vacaciones de navidad, pero si me dan el break para estos días yo les confirmo, y con todo gusto voy y llevo a Lara para que la conozcas - terminó Lori con una sonrisa compasiva.
-Eso suena estupendo - respondió la más pequeña de los Loud, acercándose a la portátil.
-Pues sólo esperemos a que así sea - dijo Lincoln, finalizando con aquel tema.
Siguieron charlando entre ellos durante un buen rato. Lincoln no mencionó en ningún momento la causa de su regreso y mucho menos a Ronnie. Las chicas reían, lloraban y hablaban con Lincoln haciendo que el ambiente se llenara de amor y de confianza.
-Cuando estaba en Afganistán… Creí que nunca volvería, pero en realidad tenía miedo de nunca volver a verlas. - mantenía a las chicas de la casa a su lado, todos abrazados - En verdad es grato estar de nuevo con todas las chicas que amo. - admitió, sonriendo - De verdad, cuando uno está ahí no puede esperar sobrevivir realmente… pero ahora estoy aquí, feliz de poder estar junto a ustedes y verlas de nuevo.
-Es bueno tenerte de vuelta, hermano. - dijo Lori con una sonrisa en el rostro. - Por cierto, hablando de Lincoln, ¿ya le notificaste a Ronnie de tu llegada? - preguntó Lori por saber de su cuñada.
Ante esto, Lincoln se paralizó completamente al escucharlo, y un escalofrío le recorrió todo el cuerpo.
-Cierto Linc, ella aún no sabe de tu llegada.- dijo Leni, creyendo que Ronnie no sabía nada de eso.
-Eh, chicas…- Lincoln comenzó a ponerse un poco nervioso con el tema de Ronnie Anne.
-Sí hermano, deberías llamarla, seguramente ella estará preocupada.- continuó Luna, relajada.
-Es más, deberíamos invitarla a la charla de grupo, seguramente le alegrará saber que Lincoln está de regreso.- sugirió Luan pensando en un chiste - Así la única distancia que los separaría sería la pantalla Ja ja ja.
-Eh, chicas, no creo que sea necesario...- Los nervios de Lincoln aumentaban.
-Espera, tengo su contacto por aquí - mencionó Lori mientras buscaba a Ronnie en los contactos de su cuenta.
-Chicas, escúchenme por favor - Lincoln ya estaba completamente alterado y eso Lucy lo notó.
-Ay, me pregunto ¿cómo será el reencuentro del primer amor? - Lola comenzó a soñar despierta con su hombre ideal.
-No lo sé, pero un amor duro como el de Lincoln debe ser algo genial - mencionó Lynn recordando como Ronnie solía molestar a Lincoln - Ja, y pensar que antes tú eras su víctima favorita de bromas pesadas.
-Chicas, por favor, no llamen a Ronnie - suplicó Lincoln, ya se encontraba al borde de gritarles.
-Usualmente no me atrae el contacto humano y las emociones mundanas.- dijo Lisa acomodándose los lentes - Pero tu romance con la hermana de Bobby es simplemente atrayente.
-Aquí está - Lori había encontrado a su cuñada en los contactos de Spike (Skype) - A ver vamos a unirla a la conversación y…
Preso de la desesperación, Lincoln hizo lo que en ese momento debía hacer.
-¡Chicas, por favor, deténganse! - gritó, agitando los brazos.
En ese momento, todas quedaron en silencio notando el brusco cambio de Lincoln, que tenía la frente perlada en sudor y su mirada parecía alterada. Mucho más de lo que se podría ver en una computadora.
-Ronnie ya sabía que yo había regresado…- confesó el ex soldado bajando la cabeza - De hecho...- era hora de decir la verdad y todas lo miraban confundidas - Yo… pasé con ella toda una semana…- las otras chicas al saber la verdad se quedaron un poco confundidas y otras un poco molestas.
-Espera, ¿qué nos estás diciendo? - preguntó Lori como si no entendiera, pero frunciendo el ceño.
- ¿Lincoln? - Leni estaba completamente confundida, Lana se puso una mano en la cabeza al recibir la noticia, y Lucy parpadeaba directamente sorprendida.
- ¿A qué te refieres, papi? - preguntó Lily, la más pequeña de las hermanas.
-Sí, ¿a qué te refieres Lincoln? - Lynn sonaba un poco molesta.
-Hermano, ¿hay algo que no nos has dicho aún? - Luna arqueó una ceja mirando al ex soldado.
-Tranquilas chicas, Linc debe tener una buena razón para no habernos dicho sobre su regreso. - intervino Luan, intentando que el ambiente no se pusiera denso - ¿No creen que hace un poco de frío? Porque parece que el humor ha descendido unos grados bajo cero jeh, jeh - Luan parecía ser la única que trataba de mantener un poco la actitud positiva.
-Ahora no estamos para bromas, Luan - replicó una Lola enojada - ¿Qué es lo que verdaderamente nos estás ocultando, Lincoln?
Luan lo miró con ojos escrutadores, como los de un detective, y Lisa, con una expresión neutral, comenzó a mirar en silencio apreciando las expresiones faciales de Lincoln para comprobar si mentía en lo que diría.
-Dinos la verdad, Lincoln. No hay secretos entre nosotros, ¿recuerdas? - terminó de decir Lori, enterrando su mirada en su hermano, todas lo miraban atentas esperando respuesta de él y Lincoln sentía las miradas de cada una de sus hermanas penetrándole hasta el alma. El veterano pensó mucho en la respuesta que daría, que iba a dar, que tenía que dar. *La verdad siempre sale a la luz* le había dicho a su madre horas atrás. Tomó un gran respiro y suspiró con una gran pesadez. *Bien… Es hora. * Bajó la mirada por unos instantes y luego con su voz completamente sobria enunció su respuesta.
-Sé que quieren respuestas y no se las voy a negar - comenzó, levantando la mirada hacia todas - La verdad es que hace una semana había regresado de Kabul… Pero le pedí a los oficiales que únicamente notificaran a Ronnie - sus hermanas, al escuchar eso, miraron a su hermano, unas con desilusión, otras con tristeza y otras lo miraron con un poco de furia, en especial Lori y Lola.
- ¿Y por qué no nos llamaste? - preguntó Lori completamente alterada por la noticia.
- ¿Por qué esperar hasta ahora para decirnos? - Luna se escuchaba con la voz quebrada.
- ¿¡Sabes lo preocupadas que estábamos por tí!? - Lola casi le gritó a su hermano pues su tristeza se acompañaba con una enorme furia - ¿Tienes alguna idea de lo que se siente pensar que no regresarías? - por un momento a la chica casi se le sale una grosería y pierde completamente los estribos.
-Sí… Lo sé… Pero tenía una razón por la cual no les llamé y mucho menos pedí que les avisaran de mi regreso. - Lincoln respiraba con cierta dificultad, sintiendo el peso de todo lo que había hecho hasta llegar hasta ese único momento. Se armó de coraje para lo que venía a continuación.
- ¿Y cuál es esa razón? - Luan quería encontrar al menos algo de esperanza en lo que su hermano le decía. Algo para que la presión y las miradas de todas no lo destrozaran por dentro.
-Por favor Lincoln dinos qué es. - Leni solo quería que su hermano respondiera a esa única duda.
Lincoln respiró profundamente, tragó un poco de saliva al saber lo que debía hacer, comenzó a sentir una presión muy poderosa en su pecho y como si un millón de hormigas caminaran por su espalda, cerró los ojos por un profundo dolor que le dio en el corazón. "Y es mejor mostrar la verdad." Sus palabras resonaron en su cabeza listo. - Por qué decirlo cuando puedo mostrarlo - pidió con una mano que las chicas que estaban junto a él se apartaran por un momento, levantó su pierna derecha y la subió al sillón - No podía encontrar la manera de decírselos y quería tiempo para hacerlo…- Tomó su pantalón - Pero por diversas razones… tuve que adelantar lo inevitable y dije… ¿Por qué esperar? - comienza a levantarse el pantalón - Pues solo es…- Las chicas miraron atentamente a la pantalla y las que se encontraban en casa veían sin apartar la mirada, Lucy ya tenía una idea de lo que podía ser, junto con Lisa - Lo único que me queda… es un Dolor Fantasma.
Al levantarse completamente el pantalón, todas comenzaron a llorar, Lori miraba completamente petrificada mientras sus ojos se humedecían, Leni se cubrió la boca con ambas manos y se dejó caer de rodillas cerrando fuertemente los ojos y negando lo que veía con la cabeza, Luna se puso una mano en la frente mientras la mano con el que sostenía el teléfono lo apretaba inconscientemente, Luan comenzó a llorar y a negarse a sí misma que lo que veía no era real, Lynn comenzó a gritar negándose completamente a ello, gritándole al cielo y maldiciendo, Lucy con su cabello intentó que no se viera su tristeza pero sus lágrimas caían al suelo fulminantemente, Lana se había cubierto la boca pues sus ojos ya revelaban que ella sufría por ello, Lola se sintió completamente culpable y se echó a llorar mientras se agarraba el rostro, Lisa sin reprimir el sentimiento se quitó los anteojos, y junto a las otras simplemente se tapó los ojos, y la pequeña Lily apenas podía procesar lo que su padre había perdido. Lo que Lincoln mostró era que ahí había una prótesis que le llegaba hasta la rodilla, una pierna de metal conectada a un muñón o lo que quedaba de su miembro perdido. Todas las hermanas de la familia Loud miraban a su hermano con impotencia, sintiendo un profundo dolor por su hermano en lo que en esos momentos era un dolor compartido. Un Dolor Fantasma.
-El médico me dijo que…- se le escapaban un par de lágrimas. - Habría sido peor perder ambas… y que tuve mucha suerte -. Su voz se quebraba al hacer tales revelaciones. Todas lloraban sin consuelo. - Perdónenme por favor…
Las hermanas de Lincoln no sólo no aceptaban la realidad, sino que se negaban a que en realidad Lincoln hubiese regresado sin una pierna. Aquello estaba no sólo destrozándolas a ellas, sino que se daban cuenta de que ese hombre había perdido, además de parte de sus valiosos años para vivir, sino su propio cuerpo. Luna levantó el teléfono fijo y comenzó a marcar.
-Chunk. - Luna puso su celular en la mesa y hablaba tratando de mantener su voz en un estado tranquilo, pero sonaba muy alterado - Cancela el concierto de mañana… No… No Chunk, necesito que canceles el concierto de mañana - puso una mano en su frente - Ya sé, ya sé, pero no creo poder asistir mañana… Chunk… Chunk, yo sé que va a ser un problema… ¡Maldita sea Chunk, ya sé que es el maldito Centro Nacional!... Comunícame con Mick por favor. - decía, alejándose de la cámara.
- ¿Luna qué haces?
Luan, al igual que Luna, desapareció de la pantalla y se le escuchaba murmurar mientras buscaba algo - ¿Dónde dejé mis malditas llaves?... - al igual que Luna se escuchaba completamente alterada. Todas comenzaban a perder la cabeza y a descontrolarse. Unos sonidos de varias piezas de metal delgadas comenzaron a sonar. - Esperen ahí chicos, voy a casa en este momento. - sentenció llevando su dispositivo con ella mientras se le veía salir de un departamento y yendo a un ascensor.
-Chicas esperen por favor.
Lola seguía sin quitarse las manos de la cabeza negando todo lo que había visto. Lisa seguía con los ojos tapados por su mano mientras con la otra sostenía sus gafas. Y aunque era tan claro como el agua, Lynn se negaba a aceptarlo, y comenzó a golpear la pared gritando, "No" una y otra, y otra, y otra, y otra vez hasta que sus nudillos comenzaron a dolerle.
-No.- Golpe. -No.- Golpe. - ¡No! - Golpe. - ¡NO! - Golpeando más duro la pared. - ¡NO ES POSIBLE! -Golpeando cada vez más fuerte hasta que los nudillos de su mano izquierda tronaron - ¡ME NIEGO A CREERLO! - Siguió golpeando desesperadamente para tratar de romperse una mano y que así le dieran su descanso en los próximos partidos. - ¿¡ME ESCUCHASTE!? ¡YO ME NIEGO! - Hasta que no pudo golpear más y recargó sus manos en esa pared con unas pequeñas manchas de sangre. -Me niego a creerlo…- Una lágrima salió de su ojo derecho. - Me niego profundamente a creerlo…- Sintiendo que su mundo se caía a pedazos y recargando su cabeza en la pared…
-Chicas por favor deténganse. - Lana comenzó a caminar en círculos mientras se agarraba la cara y a desestabilizarse, llamar a Flip para notificar que no iría mañana a trabajar no sería tanto problema. Lucy simplemente seguía sin aceptarlo. Lori no sabía qué pensar o hacer, simplemente no llorar tan alto para alertar a Bobby de que algo muy malo estaba ocurriendo, Pensaba en agarrar la van e ir rápido a casa, pero no podía salir, así como así. Leni seguía de rodillas llorando hasta que ambos ojos le comenzaron a arder y aunque había llorado mucho en el pasado esta vez sentía que su depresión combinada con esa revelación le estaba destrozando por dentro, y Lily simplemente no entendía del todo lo que ocurría, pero Lincoln había perdido una pierna, ella poco a poco comenzó a entender y como las demás comenzó a romperse. Lincoln comenzaba a llorar y perder el control -Por favor… No puedo soportarlo más…-
- ¿Papi? - Poco a poco volvió a acercarse a Lincoln. - ¿Por qué perdiste tu pierna? - Él la miró con millones de emociones encima, todo el día aguantando ese dolor interno, esa agonía sin fin que lo destrozaba y lo mortificaba. Cuando todas perdieron la cabeza, él simplemente ya no pudo soportar lo que pasaba. No podía soportar la idea de que todas volvieran a ese día que Su padre murió, ya no podía aguantar el hecho de que ahora sus hermanas o se lastimaban, o se mortificaban o perdían se alteraban, o que simplemente perdieran la cabeza. Lincoln la miró a los ojos azules de Lily, se arrodilló y frente a la cámara la comenzó a abrazar, quería perder el control de eso no había dudas, pero no había lugar ahí y ahora de perder la compostura y mucho menos frente a todas sus hermanas en medio de una crisis por esa revelación.
-Lily. - dijo Lincoln tratando de contener el infierno dentro de su cuerpo. - Lo que ves aquí y ahora no es más que una cicatriz. - Lincoln Tomó a la pequeña niña en sus brazos. Mientras su cuerpo y voz se rompía en llantos ahogados. -Es una cicatriz...
-Pero esa… Esa cicatriz es tu pierna completa…- Trató de no hiperventilarse. Las demás hermanas comenzaron a escuchar lo que Lincoln y Lily decían, dejando de lado sus crisis emocionales y se quedaron mirando la escena de ambos.
-Preciosa… Oh… Preciosa...- Tomando su rostro en sus manos para mirarla a sus ojos azules con las lágrimas cayendo al suelo. -Yo sé que no puedes aceptar esto… y yo… y yo...- Sin apartar la mirada de los ojos de Lily, ambos estaban llorando con el otro. -Yo… sé que ninguna de nuestras hermanas puede aceptarlo. - Él no sabía cómo tranquilizarse, pero lo intentaba para no comenzar a gritar con todas sus fuerzas. Lori volteó su mirada la pantalla con el hombre hablando con una postura firme y palabras que, aunque se quebraban sonaban completamente coherentes. -Yo sé… Yo lo sé mi niña... Q- Que esto ha sido un golpe duro para todas… Yo mismo no pude aceptarlo cuando lo vi. - Leni se levantó y miró a su hermano hablando y llorando, pero no perdiendo la cabeza completamente alterada como las demás, tranquilizando a la más pequeña de las hermanas. -Pero Lily, esto...- Señaló a su pierna fantasma. -Esto…- trato de que sus sentimientos no le traicionarán. Pero se rompía a pedazos poco a poco. Casi él volteaba su mirada al suelo. Pero Lily lo tomó de su rostro para que él la siguiera viendo dándole la confianza de seguir hablando. -Esto Lily…- Mirando a su prótesis. -Esta cosa… no es nada - Su voz se entrecortaba entre las palabras. -No significa nada para mí…- Luna regresó a mirar su celular en donde un hombre roto hablaba como si estuviera completo y manteniendo una cordura sólida, aunque su sufrimiento era más que evidente. - ¿Y sabes por…- Tragando un poco de saliva, pero intentando volver a hablar - Sa… sabes… P-Porque no significa nada? - La voz, aunque tranquila se le quebraba poco a poco.
- ¿Por qué papi? - Dijo la niña miraba a su padre manteniéndose igual en ese borde de la tristeza absoluta y la tranquilidad momentánea, pero no podía seguirle por completo la conversación de la misma forma.
-Porque, nena…- Trato de que ella no mirara a su prótesis y solo se enfocara en él. -Lily nada de lo todo lo que he hecho. - Lincoln empezaba a Derramar más lágrimas como su propia sangre. - Porqué nada de lo que he visto y presenciado se puede comparar a estar de regreso contigo. - Luan casi a punto de encender su carro miró a sus dos hermanos mirándose directamente al alma. -A estar de regreso con Lori, con Leni, con Luna, con Luan, con Lynn. - Lynn salió completamente de su trance para voltear a ver ese momento. -Yo…- Exhalando pesadamente con un nudo gigante en la garganta.
- La… Lamento profundamente no haber regresado completo. -Asintiendo extrañamente con la cabeza. -La… Laaa… Lamento incluso. Lamento incluso haber regresado sin mi cuerpo…- Lincoln bajó la cabeza por unos momentos con todo un peso en su espalda refiriéndose también a su alma, levantó su cabeza nuevamente para mirar a los ojos de su hermana.
-Pero… Lily… corazón… Mi hermanita bebé. - Con todo el peso de su cuerpo dejó que saliera eso que tanto le hacía falta y aunque sonaba como un hombre muy débil en realidad se había guardado cada cosa desde que inició su carrera como soldado hasta que finalizó con su pierna. - ¿Sabes algo? Me alegro tanto de haber perdido mi pierna. - Lucy dejó de lado su pena para escuchar y ver a su hermano mayor en una pena tan profunda… pero al mismo tranquilizando no solo a Lily sino a las demás. -Porque está perdida, porque este dolor fantasma me hizo volver a casa junto a ti cariño... Junto a todas. - Se le escuchaba incluso alegre de decirlo en medio de ese sufrimiento tan arraigado en su corazón.
-Por qué gracias a esta pérdida… A esta… Insignificante perdida estoy aquí. - Sonrió con ambos ojos en lágrimas en una escena un tanto conmovedora y triste. -Hablándote frente a frente finalmente después de estos… 5 años sin ti… Sin ustedes. - Lana por unos momentos dejó de pensar para mirar a Lincoln tranquilizando a Lily como podía y Lola quitó sus manos de su frente para mirar su pantalla nuevamente y escuchar que esas palabras la tranquilizaban.
-Porque sin importar todo lo que he pasado. - Asintiendo con todo lo que decía. -Todo lo que he sufrido, todo lo que he perdido. - Lisa se volvió a poner sus lentes para mirar a su hermano controlando no solo a la pequeña en sus brazos y a sí mismo con una voluntad titánica, sino a todas y aunque la ciencia no lo podía explicar, sentía a su hermano más cerca solo con sus palabras, y sentía que él mismo la abrazaba aún si el contacto humano nunca había sido algo que ella realmente apreciara.
-Eso ya no importa más, yo ya no me he preguntado por qué tantos han muerto… -Mirando a Clyde en sus brazos. -Y perdido más que una pierna o un brazo. - Mirando a los soldados que le devolvía la mirada sin ambos brazos, otros sin las piernas y algunos que en un profundo coma esperaban tranquilos la muerte. -Ya no me preguntaré más todo por lo que he luchado. - Mirando cada vez que disparaba su M16 contra alguien. -Porque mi corazón siempre ha estado con ustedes. - Dejando de prestarle atención a su mente y enfocándose en su estrella dorada de ahí. -Porque nada de lo que he pasado se podría comparar a ustedes. No cambiaría nada del mundo por un momento nuevamente aquí en casa, porque ya nada más importa porque ahora estoy en casa… Junto a ti. - La comenzó a abrazar muy fuerte y una pequeña abrazaba a quien en esos momentos la reconfortaba como un padre o una madre que estaba curando a su pequeña hija y a él mismo de un dolor muy horrible, ella simplemente ya no quiso preguntar y solo abrazar a su papá, ella solo quería abrazar a su hermano y jamás de los jamases dejarlo ir de nuevo a una batalla. Aunque sería imposible con su condición, pero eso ya no era algo de importancia, dejó de pensar y solo se dejó querer por su papá. Leni se acercó sollozando y puso su mano en el hombro de su hermano y rápidamente ella también lo abrazó, Lincoln miró a Leni uniéndose a aquello, Lucy también se unió a ese abrazo grupal sin nada que temer y al final Lana los abrazó a todos. Lincoln las miró, todas querían ser parte de ese momento, todas necesitaban amor ahí y ahora.
-Las amo tanto chicas. Yo perdí mi pierna no por cumplir mi deber, sino por ustedes, yo fui a luchar por ustedes. - Todas escuchaban atentamente limpiándose las lágrimas. -Para que terminaran sus estudios. - Lori miró a la pantalla tocándola al mismo tiempo - Para que tuvieran descanso. - Luna y Luan miraban con lágrimas. -Para que siguieran soñando. - Lynn miraba con tanto cariño y admiración a Lincoln. -Para siguieran viviendo. - Lola y Lisa tenían una expresión de felicidad pura, aunque un nudo en la garganta las frenaba para decir algo. -Yo sabía que quizás no regresaría vivo de Afganistán, pero no me importaba pensar en mí mientras ustedes estuvieran bien. Yo habría muerto por cualquiera de ustedes sin dudarlo por un solo segundo, porque chicas. - Mirando a todas desde las que estaban con él hasta las que estaban lejos. -Porque mi vida les pertenece y no dudaría sacrificarme una vez más por ustedes, porque yo las amo con todo mi corazón. Y porque yo se los prometí. Yo siempre las protegería sin importar qué - Terminó de decir con lágrimas en los ojos. Pero su cuerpo finalmente le había traicionado y comenzó a temblar y por muy poco él quiso dejar escapar un grito de profundo dolor.
Ella sintió los temblores y se recordó a sí misma en la misma situación en varias ocasiones… pero llorando solitariamente sin nadie que la consolara. -Shhh… No llores más papi… Te lo pido… No sufras más...- Lincoln se tranquilizó un poco más al escuchar lo que ella decía. -Está bien, ya está todo bien. - Acarició el cabello del ex soldado. -Ya no llores por favor. Es lo único que te pido papi. - Mirando a sus ojos atormentados y que revelaban más de lo que él decía. -Ya no llores más. - Retuvo el rostro de Lincoln en sus manos. -Hemos estado tan enfocadas en nuestra propia pena… Que nunca nos preguntamos todo lo que cargabas en tus hombros. - Limpiando las lágrimas de su padre con sus brazos y esos ojos llenos de terror y lágrimas le regresaba la mirada. -Shhh… Ya está bien papi… ya está todo bien. - Volviendo a abrazar la cabeza de su padre. Ahí mismo solo había Amor… y el dolor simplemente desaparecía entre cada una.
Después de una media hora que para todas y Lincoln pareció eterna, finalmente todas recuperaron la cordura y cada una requirió tomar un vaso o una botella de agua.
-Bueno… eso fue… algo que yo necesitaba, que todas necesitábamos…- Dijo Lori limpiándose los ojos y tomando un poco de agua de un vaso cristalino y terminó mirando a la pantalla. -Hermanito... - Inhalando hasta llenarse los pulmones y exhalando de manera pesada. -Lincoln… quiero… quiero ir a visitarte, de verdad quiero ir a… verte nuevamente. Haré todo lo posible por estar ahí…- Mirando hacia otro lado. -Pero… tengo trabajo y… la casa y Bobby… y Lara… Y todo ahora se siente muy…
-Lori, hermosa… tranquila, estaré esperando por ti.
-Pero Linc… quiero… No…. Necesito estar ahí. Mi empleo es importante, pero tú lo eres más. - Miró a su hermano a través de la pantalla.
-Lori, escucha, y esto va para todas, sé que… perdí mi pierna, pero como lo dije esto ya no importa, dejemos el pasado en el pasado y sigamos, yo creo que es mejor que ustedes vengan cuando finalmente estén listas, de todas formas, en la casa Loud siempre es bienvenido un miembro de la familia. - Todas sonrieron al escuchar eso.
-Entonces haré mi presentación en el centro nacional con la banda y cuando termine estaré justo ahí. - Luna comenzó a emocionarse y a sonreír. -Estaré ahí ante de que digas MetallicA.- Volvió a sonreír.
-Bueno si tú insistes hermano.- Lola se arregló el flequillo de la cara y dejó su botella de agua a un lado -Entonces cuando termine con mi desfile en París y con el comercial de perfumes, los veré a todos al final de este mes.
-Yo también voy a buscar una manera de estar ahí lo más pronto posible.- Lori habló de la manera más tranquila que pudo después de la escena anterior.
-Estaré asegurando mi retorno a casa cuando tenga permiso de mis superiores.- Lisa se puso las gafas de nuevo y volvió a mirar a la cámara. -Espero no dejarte Spe. Un término etimológico para esperando.
-Sí Lis, tú y tus términos indescifrables que solo tú entiendes. - Lisa se sintió un tanto ofendida por las palabras de Lynn. -Pero sólo espérame a que hable con mi director técnico, mi representante y con mi manager, pero te prometo que estaré contigo. -Poniéndose un poco de alcohol en las manos. - ¡Ay!… Demonios…- Comenzó a sacudir ambas manos por el ardor del alcohol y agarrando su botella de agua. -Perdón por eso. Pero cuando me den mi descanso de tantos entrenamientos estaré yendo directo a casa. - Apretó su botella y el chorro de agua bajó a refrescar su garganta.
-Y yo estaré ahí en menos de lo que canta un pollo. - Luan sacó de su asiento trasero del auto un pollo de hule. -Je jeh ¿Entienden? - Recuperando un poco su humor natural.
-No se preocupen chicas, no tienen que preocuparse por nada. Siempre serán bienvenidas a esta casa. Además, ¿qué no así ocurría cada vez que llegaba un bebé nuevo? - Cuando dijo esto todas y sin excepción comenzaron a reí y a recordar.
-Oh Dios, recuerdo cuando primero éramos 2, Leni y yo, y luego vinieron dos más Luna y Luan, y luego literalmente la casa explotó con casi 10 personas en la casa, con Lynn, tú y Lucy. Y luego me preguntaba, ¿vendrán más en camino? - Riendo un poco. -Cada vez que Mamá y Papá llegaban con una nueva noticia de una nueva hermana me preguntaba cómo es que podían mantenernos a todos y Chales, Cliff, Walt, Geo y luego todos los reptiles de Lana. -
-Debes de admitir que Izzy era la más bonita de todos. - Respondió Lana sonriendo.
-Ja jah, incluso me acuerdo de cuando llenabas nuestro cuarto de animales. - Lola cambió su semblante cuando escuchó eso. Comenzó a sonreír por sus recuerdos.
-O recuerdan cuando Luna hacía sus conciertos de rock en nuestro cuarto, esta chica rockeaba como si nunca hubiera un mañana, como si su nombre no fuera suficiente para lanzarse por la ventana, ja ja ja ¿Entienden? - Luan volvía a tener una sonrisa en el rostro. Y las otras chicas rieron por ese chiste malo, pero también por las anécdotas.
-Ja ja ja o se acuerdan de cuando mamá y papá salían en su noche de citas y dejaban a Lori a cargo, y Lori se sentía la comandante de todas y nos ordena guardar silencio. Jeh jeh ja ja ja ja ja ja. - Luna se recomponía con las risas junto con las demás.
.
-Ja jah sí, ¿Cómo le decíamos a Lori? - preguntaba Lynn con su botella de agua en las manos que poco a poco costraban por los puñetazos que le había dado a la pared anteriormente.
-Creo que le decíamos la "Reina del No". - Respondió Leni con una sonrisa.
-Afirmativamente Leni, ya sé que dije anteriormente que no me abría a sentimientos mundanos. - Dijo Lisa con su semblante completamente en una actitud serena. -Pero la alegría se produce por una droga natural que produce naturalmente nuestro organismo, que es cien veces más poderosa que la Morfina, la Beta endorfina. Es analgésica, levanta las defensas orgánicas ocho veces por 24 horas, cuando la mantenemos por cinco minutos riendo o bailando. Y ahora me siento feliz. - Las chicas miraron a Lisa confundidas, pero sin cambiar por un segundo sus expresiones de felicidad.
-Bueno, supongo que tenemos ciencias de formas de divertirnos ja ja ja. - Luan como siempre encontrando el lado divertido a la situación e incluso con ese chiste Lisa comenzó a reír. Todas parecían entender lo que decían, pero solo una de todas no lograba entender por completo. Lily trataba de reírse de la mitad de esas memorias, pero simplemente no sabía cómo hacerlo pues eso llamado "nostalgia" del pasado que ella no vivió no la hacía sentirse así.
-Je jeh no saben cómo me alegra estar de nuevo junto a ustedes. - Lincoln volvió a tomar la palabra y todas simplemente se callaron. - ¿Saben? Las amo chicas, ustedes son todo lo que necesito para seguir adelante, sin importar qué dificultad. - Todas se sintieron reconfortadas -No sé si es por la nostalgia… pero no saben cómo recuerdo todo eso y más.
- ¿Aún te sientes mal Lincoln? - Leni dijo un tanto angustiada. - ¿Chicas, sabían que había una enfermedad llamada nostalgia? - Todas la miraron un poco raras.
-No se preocupen chicas, fue por algo que le dije a Leni hace rato. - Lincoln terminaba de decir con una sonrisa y abrazando a su Leni.
-Oh ya entiendo, je je- Lori respondió a eso.
-Espero que cuides mucho de nuestro Lincoln cuando regresemos a casa, Leni. - Dijo Lynn con una amplia sonrisa en su rostro.
-Por supuesto que sí. -Leni Abrazo a Lincoln. -Lo cuidaré muy bien para cuando ustedes regresen.
-Por supuesto que sí, Leni… Yo confío en ti. - Lori finalmente terminó de decir cuando Bobby volvió a entrar al cuarto.
-Oye nena ya puse a Laura en su cuna, ¿está todo bien? - Abrazándola por la espalda.
-Por supuesto que sí, cariño, y gracias por el vaso de agua que te pedí…- Acariciando la barbilla de su esposo.
-Cuando quieras nena. - Bostezo -Oye nena yo ya me voy a dormir también. - Bobby se Estiró un poco. -Te dejo.
-Espera Bobby, ¿qué hora es? - La voz de Lori se escuchaba un poco preocupada.
-Son las…- Mirando al reloj de su muñeca. -12:30.
-Ay dios ya es muy tarde y tengo que ir a trabajar mañana. - Colocándose una mano en la frente.
-Sí, y bueno… Creo que tendré que decirle a Mick que fue una falsa alarma. - Recargándose en su sillón. -Parece ser que Luna Loud rockeará en el centro nacional.
-Sí, y yo tendré que bajarme del auto. - Dijo Luan abriendo la puerta de su carro. -Tendré que tomar la desviación a mi apartamento. - Aguantando las risas.
-Y yo tendré que configurar mi alarma para mañana…- dijo Lana tomando su teléfono.
-Igual yo… en serio creo que tenemos una conexión, Lana. - Dijo Lola revisando la hora - Demonios, estuvimos casi 2 horas hablando.
- ¿Dos horas? Ese ciclo de tiempo pude haberlo aprovechado para mirar el avance que hemos estado haciendo…- Lisa suspiró por ello. -Bueno, no importa, mañana tendré más tiempo para ocuparme de ello. - Lisa tomó una bocanada de aire llenando sus pulmones y exhalando. -Chicas, aunque me duela psicológicamente hablando, tengo que despedirme, debo estar mañana a las doce en punto de la mañana y el tiempo es un recurso valioso.
-Yo también me tengo que ir. - dijo Lori un tanto molesta. -Ahh… No quiero irme ahora, pero si no estoy mañana temprano me van a descontar mi sueldo…- Miró a Lincoln en la pantalla. - Quisiera seguir hablando, pero, como dijo Lisa, no puedo permitirme desperdiciar tiempo de sueño… Si es a lo que ella se refería, no le entendí muy bien realmente.
-Bueno…- Lori miró nuevamente a su hermano. - Linc literalmente esta fue la mejor sorpresa de mi vida, me alegra tanto verte nuevamente hermano, espero poder estar ahí próximamente.
-A mí también me alegra, Lori. -Lincoln respondió a su hermana mayor.
-Yo también espero verte nuevamente en un futuro cercano, hermano. - Bobby replicó a lo que su esposa le dijo.
-Espero lo mismo, Brother. - Asintió Lincoln con la cabeza.
-Los tres queremos estar ahí. - Tomando la mano de su marido. -Bobby bubu bonito espérame en la recamará yo voy para allá.- Dándole la indicación de retirarse.
-Ok nena.- Dándole un beso en los labios y mirando por última vez a la pantalla.- Nos vemos Lincoln.- Despidiéndose sacudiendo la mano
-Adiós Bobby.- Haciendo el mismo gesto con la suya y el marido de su hermana salió del cuarto con una sonrisa en el rostro.
-Hermano… me encantaría decir que quiero charlar más contigo, pero tengo que aclarar las cosas con Mick y con Chunk antes de que en realidad cancelen las presentaciones.- Luna se puso una mano en la cara, se quedó en silencio por unos instantes y luego volvió a ver a su celular - Pero no te preocupes, estaré en contacto contigo y te llamaré cada vez que termine un concierto - Luna le dio una sincera sonrisa.
-Eso me parece perfecto. - Lincoln respondió a lo que su tercera hermana mayor le había dicho.
-Bueno, pues...- Lola se levantó y cargó su Laptop/Tablet y se enfocó a ella misma - Al parecer todas ya se están despidiendo. - Dijo con una voz un poco molesta por algo que ella pensaba en esos momento - Yo también tendré que arreglar muchas cosas tanto con Francesco como con mis representantes. - Frunció el ceño -Va a ser toda una odisea convencerlos de que me presenten de nuevo…- Sonrío -Pero al menos puedo hacerlo feliz y decir dignamente que valió la pena perder este concurso de belleza por mi querido hermano Lincoln. - Mirando al ex soldado. Y este le regresaba la sonrisa. -De cualquier forma, ese concurso ya estaba ganado…- Dijo un tanto alardéate.
-Siempre presumiendo como siempre - Lana dijo un poco burlona aunque también soñaba a que quería pelea.
-No se llama presumir si ya sabes que es victoria asegurada.- Dijo Lola respondiendo a su gemela.
-Y además vanidosa.- Parecía que esas dos comenzarían una pelea ahí y en ese preciso instante hasta que Luan se interpuso.
-Wow, wow tranquilas niñas, que no dupliquemos el problema, Ja ja ja.- Luan contó su chiste mientras tomaba las llave de su pantalón y entraba a su apartamento.
-Luan tiene razón chicas, tranquilas que no queremos pelear en frente de Lincoln y menos ahora que acaba de regresar - Lynn habló para las dos.
-Así que por favor discúlpense - Siguió Lori.
Ambas bajaron la cabeza y hablaron al mismo tiempo -Está bien… Lo sentimos, Lincoln.
- ¡Hay, yo lo siento más! - Lola comenzó a levantar la voz.
-¡Pero yo estoy arrepentida! - Lana respondió a lo que su gemela dijo.
-No lo creo. - Lola se cruzó de brazos.
- ¿Quieres apostar? - Lana la miró retándola.
-Chicas, ¿en qué quedamos? - Luna regañó a ambas. Y las gemelas volvieron a bajar la cabeza.
-Sí, Lola y Lana, no comiencen una pelea aquí, si quieren les puedo invitar a una pelea de artes marciales mixtas, pero ahórrense las palabras para el ring - Lynn terminó de decir con el ceño fruncido.
-No, Lynn, lo que necesitamos es que entre ellas no haya diferencias, ja ja ja ¿Entienden? - Luan sacaba a relucir sus chistes malos una vez más.
-Oh por favor ahora no, Luan. - Lori se puso una mano en la cara.
-Pero si no hay diferencias entre ellas, ¿cómo vamos a saber quién es quién? - Y Leni volvía a hacer saber que su rapidez para pensar las cosas seguía latente.
-Por favor, Leni, no empieces tú también - Lori la miró un poco disgustada, pero por dentro quería reírse por ello.
- ¿Qué? Sólo digo la verdad. - Y nuevamente Leni no demostraba mucha lucidez.
-Ya Lori, deja que Leni se exprese de la manera de la que más Leni convenga, je je je - Luan respondió a lo que su hermana había dicho anteriormente.
-Ugh… Chicas por favor. - Lori había dicho con el ceño fruncido, mientras Lynn se aguantaba la risa de ese momento.
-No Lori, no te preocupes, está bien. - Mirando esa pequeña discusión con una sonrisa en el rostro. Y todas volvieron a silenciarse para escuchar - ¿Saben? No saben cómo extrañaba verlas riendo, llorando, jugando, incluso... ¿por qué no?, discutiendo. - Lincoln tenía una gran sonrisa de felicidad -Porque esas son las chicas que recuerdo, quiero y amo. - Todas le regresaban alegres la mirada - Porque sin importar qué, siempre te preocupabas y tratabas de mantener en orden nuestra casa, siendo como nuestra segunda madre, Lori. - Ella al escuchar eso se sintió orgullosa. -Porque siempre tenías excelentes ideas para hacer ropa y siempre te importaba nuestra salud, Leni. - Ella le tomó de la mano y le dedicó una sonrisa de sincera felicidad - Porque siempre le dabas una canción a nuestras vidas y las llenabas con tus geniales sinfonías, con una actitud completamente relajada y siempre en alto, Luna. - Ella sintió su pecho lleno de alegría, y con esa nostalgia recorriendo toda su piel. -Porque siempre nos dabas ánimos de continuar, nos hacías reír y nuestra felicidad era tu prioridad, Luan.- Ella sonrió por las palabras del ex soldado que la mantuvieron con una alegría enorme en su corazón - Porque siempre intentamos demostrar que eras la número uno, llegabas a tu límite para ser mejor cada día sin importar las condiciones, siempre estabas dispuesta a superarte cada día y de tantas maneras, Lynn.- Ella se sintió tan halagada de escuchar lo que Lincoln le dijo que levantó su cabeza con los dientes reluciendo en una sonrisa. -Porque tus poemas, aunque oscuros, eran la puerta de tu alma que siempre demostraba la profundidad y tu forma de ser que, aunque oscura siempre tiene un gran sentimiento, Lucy. - Ella seguía aferrada al brazo de Lincoln, pero con una discreta sonrisa en sus labios. -Porque, aunque sean iguales físicamente son diferentes, una le encanta estar linda todo el tiempo, competir y demostrar que su belleza es natural y la otra le encanta arreglar cosas, demostrar su independencia y la mejor mecánica de todo Royal Woods, mis queridas gemelas Lola y Lana. -Ambas se miraron a la pantalla y se sonrieron mutuamente - Porque eres la más dedicada a tus estudios y además de inteligente, lista, brillante, Smart y todo tipo de adjetivos de que eres la persona más brillante de este mundo, Lisa.- Ella dio una discreta sonrisa y asintió con la cabeza - Y porque aunque eres la más pequeña, eres una gran parte en nuestro corazón y siempre lo serás, Lily.- Y ella simplemente se quedó pegada a él, a su padre y gran ejemplo de vida -Porque ustedes chicas son lo que hace de esta casa, la casa Loud.
-Ese es nuestro hermanito, siempre haciéndonos sentir mejor con sus palabras. - Lori comenzó a hablar.
-Siempre hablándonos de una forma única. - Leni siguió.
-Siempre dándonos ánimos de manera incondicional. - Luna continuaba con las palabras.
-Ayudando a que en la vida siempre haya risas. - Luan tomaba la batuta y la pasaba a la siguiente.
-Siempre apoyándonos sin esperar nada más a cambio que nuestra felicidad. - Lynn retomó la palabra. Lucy parecía que diría algo, pero seguía manteniendo silencio, así que buscó un papel y una pluma y rápidamente escribió algo que tenía en su mente. Y lo mostró ante todas y él.
*Entre las noches más oscuras, en mi mente tú, tu rostro y su sonrisa perdurabas, sin importar la distancia te sentía siempre junto a mí, siempre me mantuve pensando en ti, y esperando por ti mi hermano Lincoln. Mi inspiración, mi condena y mi salvación. * En el rostro de Lucy había una sonrisa que, aunque discreta revelaba mucho afecto.
-Porque siempre nos protegías sin importar que tan asustado estuvieras. - Lola habló primero.
-Y porque siempre nos pediste que fuéramos nosotras mismas siempre, y jamás ocultarnos. - Lana siguió. Y después de eso ambas hablaron al mismo tiempo.
-Por ser el mejor hermano del mundo, te amamos, Lincoln.- Ambas sonrieron al mismo tiempo.
-Por sacrificar todo por nosotras, apoyarnos en nuestros estudios y seguir siendo un ejemplo para las más jóvenes de nosotras.- Lisa terminó de decir para pasarle la última palabra a Lily.
-Y creo que seré la última pero quiero decirlo por todas, tú eres nuestro hermano.- Lori miró a Lily hablando como la voz de todas, sintiéndose orgullosa de su hermanita. -Nuestro mejor amigo. - Las demás asentían con la cabeza y se miraban entre sí por la razón que ella tenía. -Nuestro apoyo incondicional...- Lincoln dejó escapar una lágrima de orgullo -Y sobre todo el mejor papá que cualquiera podría pedir, pero eres el mío y siempre lo serás. - Ahí en ese instante el ex soldado se sintió unos pasos fuera de la guerra. Las demás chicas hablaron junto con Lily diciendo una última oración.
-Por todo eso y más te amamos, Lincoln. - Y las chicas que estaban ahí junto a él lo abrazaron y las chicas de la pantalla sonrieron al mismo tiempo para él.
-Gracias chicas…- Sintiéndose realmente feliz por primera vez. -Significa mucho para mí, realmente no saben cómo estuve esperando esto.
-Sí… Lo sé, Linc…- Lori miró la hora de su computadora por última vez y dio un suspiro muy pesado. -Hermanito, tú sabes lo mucho que me gustaría seguir hablando contigo, pero mañana tengo que estar puntualmente y eso… Espero que puedas entenderlo.
-Por supuesto que lo entiendo Lori, no te preocupes, hablamos en otro mejor momento.
-Yo también me tengo que ir, Linc, tengo que dejar las cosas claras con Mick.- Luna también se despedía mirando hacia la nada un poco decepcionada -Pero prometo que estaré en contacto contigo.- Mejoró su humor en esa última oración.
-Eso espero Luna.- Lincoln respondió a eso y Luna levantó sus dedos rockeros.
-Pues al igual que las demás, yo me tengo que ir Lincoln, voy a tener que hablar ahora con Francesco que es mi asistente, así que yo también me despido hermano.- Sacudió su mano diciendo adiós.
-Nos vemos pronto, Lola. - Lincoln se despidió de todos.
-Pues no me gustaría ser una más de las que están dando sus despedidas, pero tengo que continuar mis estudios, así que nos veremos en un futuro no muy lejano. - Lisa al igual que las demás finalizó la charla saludando a la cámara -Nos veremos próximamente, terrícolas, paz - Levantó su mano con ambos dedos en señal de paz.
-Nos vemos próximamente, Lisa. - Lincoln Hizo el mismo gesto con su mano.
-Para mí no sería difícil seguir hablando, pero, tengo que hablar mañana con mi manager y mi representante y todo eso sumado a que tengo que hacer que revisen esto. - Mostró sus nudillos con las heridas de hace unos momento - Pero prometo que estaré ahí en menos de lo que Luan hace un chiste malo.
-Hey si fueran tan malos ¿Por qué aún no han dominado al mundo? Je je je - Luan respondió con su humor característico.
- ¿Entonces esto quiere decir que ya estás aquí? - preguntó Lincoln riendo un poco junto con Lynn y Luan.
-Je je je. Bueno, pues parece ser que mi show acaba de finalizar, pero volveré la próxima semana, y estaré aquí todo el día, todo el día, je je je - Pensándolo bien. -No, ¿saben qué? en dos semanas haré un show en la casa Loud así que compren sus boletos pues estaré presentándome próximamente, ja ja ja - Todas envidiaron a Luan por poder ir a casa junto a Lincoln. Pero su humor las había alegrado a todas.
-Bueno, nos vemos pronto, hermanito. - Lori terminó de decir para poner la flecha de su mouse en la opción de finalizar videochat.
-Nos vemos, hermano - Luna se despidió por última vez.
-Hasta luego, Linky - Lola sacudió su mano y Lisa simplemente le dedicó una sonrisa a la cámara.
-Te veré pronto, Lincoln. Tengo tantas ganas de abrazarte ahora. - Lynn dijo emocionada y ansiosa de que la semana terminará.
-Hasta la siguiente función, Lincoln, ja ja ja, válido de lunes a sábado je je je. Hasta luego - Y como siempre Luan se despedía con una sonrisa. Todas pulsaron el botón de cortar llamada y la llamada de grupo finalizó. La pantalla del dispositivo se quedó en el escritorio. Aquellos momentos se quedaron en la memoria de todas, un reencuentro de lo mejor, lleno de amor, intriga, tristeza y felicidad. Como siempre todo comienzo tiene un fin, pero por lo menos de ese día, pues la promesa de reencontrarse con su hermano ya era más que una realidad.
Más tarde esa noche toda la casa Loud se preparaba para dormir. Todas ya estaban en su cuarto preparándose para dormir. Lincoln subió las escaleras para darle las buenas noches a todas. Primero se dirigió al cuarto de Leni, tocó un par de veces la puerta para asegurarse de no entrar antes de que ella terminara de ponerse el pijama.
- ¿Quién es? - Preguntó un poco confundida de que alguien tocará a su puerta en ese momento.
-Soy yo, Leni - respondió Lincoln, esperando afuera.
-Ah, pasa Linky. - dijo desde adentro del cuarto a lo que Lincoln asintió, entrando al cuarto. Leni se cepillaba su cabello rubio mientras miraba a la ventana de su cuarto, sin prestarle mucha atención a la puerta. Y ya tenía un vestido verde como pijama puesto para empezar sus horas de sueño.
-Hola Leni - pasó para sentarse en la cama frente a ella.
- ¿Que ocurre, Lincoln? - preguntó un poco confundida de que su hermano la quisiera ver a esas horas, aunque en realidad no le importaba en lo más mínimo pues cada segundo que pasaba con él era un regalo.
-Pues ya llevé a mamá a su cuarto y ya la acosté en su cama… apenas y me puedo meter en mi cabeza que ella ya no tenga la fuerza suficiente en sus piernas - Rascándose la nuca. - ¿La han ayudado todo este tiempo, ¿verdad? - Mirando a Leni.
-Pues sí, entre Lana y yo nos turnamos para llevarla a su cama, para hacer las cosas necesarias que ella necesita y eso, aún no lo entiendo. - Miro al vació -No puedo entender por qué ella ya no puede caminar, antes lo hacía muy bien. - Volteo hacia el techo de su cuarto pensando. - Es que no encuentro bien la lógica de eso. - Su voz sonaba completamente confundida. -Digo, entendería lo tuyo, pero ella sigue teniendo las dos… pier… nas…- Se sintió muy culpable de lo último que dijo. - Perdón Linky, perdón, no fue intencional, no pensé bien en lo que dije y…- Lincoln se arrodillo ante ella y la miró a los ojos.
-No te preocupes Leni, está bien. Como ya dije es sólo una molestia. - Mirando al lado de su prótesis. - Y sobre lo otro… Bueno, pues…- Lincoln pensó en una respuesta para las dudas de Leni de una manera que ella pudiera entender -A veces cuando la gente crece, algunas partes de su cuerpo dejan de funcionar. - Miró a su hermana frente a él. -No estoy seguro realmente de por qué, muchos dicen que, porque son cosas de la edad, otros que a veces el cerebro deja de enviar señales de manera correcta a esas partes y otros más que por enfermedades. - Esa última frase le hizo pensar mucho.
-Pero yo ya he crecido suficiente y sigo teniendo una buena salud física, no comprendo por qué mamá no.- Siguió con sus dudas. - ¿Es que acaso la gente comienza a perder su cuerpo cuando envejece? - Su voz se le escuchaba un poco asustada pensar en eso.
-No, Leni - Se acercó a ella para verla a los ojos. -No, no es por eso. - Tomándola de una mano. -A veces el cuerpo falla por otras razones, puede que la edad le haya afectado más de lo que creímos o quizás tanto tiempo trabajando arduamente y sin casi descanso por varios años sobrecargó su cuerpo y ahora…- Acarició la mano de su hermana con su pulgar. - Ahora todo eso le está afectando. - Regreso la mirada a los ojos -Pero tranquila, estoy seguro de que mamá estará bien, ella es una mujer muy fuerte, nos lo ha demostrado antes. Lo va a volver a hacer, eso te lo aseguro. - Tomando la mejilla de Leni en su mano. -Tranquila, ¿sí? - Ella simplemente asintió con la cabeza -Bien, eso es todo lo que necesito. - Le dio un pequeño beso en la frente. -Buenas noches, Leni.
El semblante de Leni cambió a uno lleno de amor y melancolía. -Buenas noches, Linky. - Lincoln se levantó y se dirigió hacia la salida del cuarto de su hermana, la miró por última vez y ella le regresó la mirada con una sonrisa. Acto siguiente cerró la puerta y se dirigió al cuarto de Lana. Ella ya se había acostado, pero se le veía programando su alarma a las doce del mediodía.
-Hey, ¿lista para mañana? - Preguntó Lincoln a su hermana, mientras ella dejaba a un lado suyo el despertador.
-Por supuesto que sí. - Bostezo un poco. - ¿Sabes? Me gustaría faltar mañana al trabajo, pero si lo hago, ¿quién va a reparar los autos que lleguen a la gasolinera de Flip's averiados? No podría dejarlos a Mike, si no entonces no estaré ahí para decirle que, si aún no sabe cómo tratar a las mujeres, ja ja - dijo un poco animada.
-No te preocupes Lana, estaré justo aquí cuando regreses de tu jornada de trabajo. - Lincoln dijo mientras se acercaba a la cama y sentándose.
-Y más razón tengo para regresar rápido a casa, cuando termine voy a pasar más tiempo con mi hermano favorito. - Terminó de decir alegre.
- ¿Y quién es ése? - Preguntó bromeando con ella.
-Pues por supuesto que tú, tontillo. - Le dio un suave puñetazo en el brazo.
-Je je je. Bueno, de todas formas, no te apresures y termina tu jornada bien. ¿Prometido? - Le preguntó mirándola a los ojos.
-Es una promesa. - Le dedicó una última sonrisa.
-Repara todos esos autos por mí. - O eso parecía con esa última respuesta.
-Por supuesto, dejaré una firma en tu honor je jeh. - Dijo Lana, emocionada por iniciar el día de mañana.
-Bien, y no te preocupes por pasar más tiempo conmigo, no me iré nuevamente… de todas formas. - Lincoln miró a su miembro fantasma. -Ya no tengo Pie para eso. - Bromeó un poco con su situación. A lo que Lana no se lo tomó muy bien.
-Hey, no bromees con eso. - lo regañó un poco molesta, pero eso cambió rápidamente cuando él le regresó la mirada directamente a los ojos.
-No te preocupes, ¿sí? Todo está bien. - Ella simplemente le dio la razón asintiendo y él repitió lo mismo que con Leni con un pequeño beso en la frente -Buenas Noches, Lana. -
-Buenas noches, Lincoln. - Sonrió por la acción de su hermano. Él se levantó de la cama y se dirigió a la salida, cerrando la puerta tras de sí. Ya solo le quedaban dos y se dirigió a la que tenía más cerca. Ahí en una penumbra casi completa y en un silencio sepulcral sólo había una vela encendida y al lado una chica que pretendía hacerse que dormía de lado dándole la espalda a la puerta, pero él la conocía muy bien, ella simplemente estaba guardando ese silencio que había durado ya mucho tiempo. Desde aquel fatídico día. Ella no dijo nada, simplemente escuchaba a su hermano acercarse y sentarse en su cama.
-Lus… No sé cuándo será que volverás a hablar, no lo has hecho ni siquiera cuando me viste por primera vez en mucho tiempo. - Bajó la Mirada al suelo del cuarto. -Pero no tienes idea de lo mucho que ansío escucharte de nuevo. - Poniendo una mano en el brazo de su hermana gótica. -Créeme que sería algo muy lindo volver a escucharte y saber lo mucho que tu voz ha cambiado junto como con tu aspecto - Ella simplemente hundió más su vista hacia abajo sin verlo realmente -No sabes lo mucho que quisiera que me volvieras a hablar sobre tus vampiros, hombres lobo y todas esas criaturas de la noche que te gustaban. - Sonrió al decir eso y llenarse de nostalgia -De volver a escuchar tus poemas…Y en un todo. - Mirándola. -De tenerte de vuelta Lucy. - Ella volteó su mirada a su hombro y abrió su boca, pero las palabras no salían, simplemente un torpe intento de formar algo inentendible y en un volumen muy bajo -No te preocupes, Lus. - Le acomodó un poco un mechón de pelo y le plantó un beso en una de sus mejillas -Dejaré que recuperes tu voz a su debido tiempo. - Se levantó de la cama y se dirigió a la salida del cuarto. -Buenas noches mi princesa de la oscuridad. - Cerró la puerta. Ella se levantó aún con ese sentimiento recorriendo el pecho y se sentó en su cama para abrazar sus piernas.
-Buenas noches… Lincoln…- Un pequeño susurro fue lo único que sus labios dejaron escapar entre las sombras de su cuarto.
Y finalmente Lincoln tomó camino hacia el último cuarto y el más cercano al suyo. Abrió la puerta y ella se encontraba leyendo un comic de Ace Savvy, su superhéroe favorito de la infancia, se acercó a ver bien y efectivamente era Ace.
-¿Qué haces?- La sorpresiva llegada de Lincoln tomó completamente por sorpresa a Lily.
-Ay papá…- Miró su cómic -Perdón, pero es que me quería dar una lectura rápida antes de dormir.
-No te preocupes, Lily, yo solía hacer lo mismo cuando tenía tu edad je je - Miró la portada y el número del tomo, la última vez que tuvo un comic de Ace estaban casi en el número 95 y ahora estaban en el 347, en su cabeza Lincoln se dijo: "Es en serio que debo regresar al mundo", pero simplemente se alegró por ello y dijo con una voz alegre - Ahh así que estás leyendo a Ace Savvy.- Pareciera que ambos se pusieron de acuerdo en decir la frase más famosa del super héroe.
-Hombre de pocas palabras y aún menos emociones. - Los dos se miraron y rieron.
-Sí papi, es mi superhéroe favorito junto con...
- ¿" Jack un Ojo"? - Interrumpió rápidamente a Lily por lo que ella se quedó completamente sorprendida por ello.
- ¿Cómo lo sabes? - Dijo sin quitar la sorpresa de su rostro.
-Bueno, es que eran mis favoritos. - Lincoln se Arrodilló junto a ella. -¿Y qué tal? - preguntó, al leer una parte de las viñetas.
-Bueno, Ace finalmente está derrotando al villano de turno, llamado Death Gun, después de la muerte de La Malvada Condesa Karn, aunque parece ser que aparecerá nuevamente en los tomos siguientes como villano recurrente, y es que después de la saga Ace's Destiny, parece ser que Ace debe entrenar a su nueva aprendiz, o sea Ace of Spades, para dejar el legado en manos del futuro.
Lincoln en realidad sintió que todos estos años sin leer su cómic favorito debía ponerse al corriente urgentemente, pues ahora él sabía lo que sus hermanas sentían cuando se ponía a hablar sobre cómics.
-Oye Lily, ¿de casualidad no tendrás los tomos del 96 hasta el que estás leyendo ahora? - Ella lo miró y se dirigió a buscar debajo de su cama, y ahí en pequeñas cajitas de cartón había pequeños comics envueltos en plástico protector y bien cuidados.
-Pues sí los tengo, Papi. - Lincoln se quedó con la boca abierta al ver los cómics de su hermana menor, todos acomodados por número, por eventos, especiales, spin off's, tie in's y por fechas de estreno, y algunos que tenían portadas variadas. Lo que dejó a Lincoln mucho más asombrado por la atención que Lily le había puesto a su colección de cómics - ¿Te gustaría que te los preste? - preguntó con voz alegre.
-Bueno…- Lincoln respondió Sonriéndole -Si no es mucha molestia.
-Por supuesto que no, Papi. - La niña le regresó la sonrisa. -Solo te puedo pedir que los cuides.
-Hey mi niña, de un fan a otra, eso es un pacto de honor - Volviendo a sonreírle.
-Je jeh. Y si te interesa. - Mostrándole un cajón lleno de películas. -Te puedo prestar todas las películas de ciencia ficción que me han gustado y la saga completa de de Agrupación de Naves, digo para que te pongas al corriente de todo lo que te perdiste en estos años. -Señaló a toda su colección.
- ¿En serio pudiste conseguir toda la saga? - Lincoln Sonrió como un niño al ver y tomar una de las películas en sus manos.
-Sí. Incluso pude conseguir las ediciones especiales con escenas cortadas. - Lily Mostró las cajas de Blue Light (Blue Ray) de las películas.
-Wow…- Impresionándose y emocionándose cada vez más -Pareciera que viajé al futuro para no tener que esperar por todo esto. - Miró el cómic que más le había llamado la atención. - ¿Sabes? Siempre quise tener a alguien que le gustara lo mismo que yo, me acuerdo que incluso quería influir mucho en tus gustos actuales. - Mirando más a detalle el cuarto de Lily. -Creo que lo logré.
-Je je jeh…- Mirando a su padre. - ¿Qué puedo decir papi? - Abrazándolo -Tú siempre has sido mi inspiración. - Lincoln solo quería un motivo más, solo un motivo más para que esa niña se volviera todo lo que él necesitaría día a día, pero ella ya era su día a día, ella era su hermanita menor, su bebé. Y para él y ella siempre sería su hermosa hija. Dejó de pensar y simplemente le devolvió todo el cariño, afecto y respeto en el mismo abrazo que ella había iniciado. Lily estaba feliz, finalmente era muy feliz. Tenía a su padre junto a ella y era todo lo que ella quería y necesitaba. Aunque un simple bostezo de su parte dio a entender lo que ya era obvio, ya tenía mucho sueño. No se necesitó ninguna palabra más y la cargó hasta su cama y la arropó, Lincoln vio a un lado de la cama de Lily su preciada mantita y se la dio. Esa mantita significaba mucho para ella desde que era una bebé y significaba más ahora. Lincoln simplemente se despidió de ella con un beso en la frente. -Buenas noches, Lily. Te amo mi niña linda. - Se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta sin dejar de verla.
-Yo también te amo, Papi.- Cerró sus ojos y se encaminó al reino de los sueños con una sonrisa en su rostro, Lincoln aún recordaba las veces que la ponía a dormir cuando aún era la más frágil de las criaturas hace ya bastante tiempo atrás, pero aquella noche que se guardó en el corazón cuando ella dijo, sus primeras palabras coherentes y en sus primeros momentos de conciencia sobre quien tenía frente a él, durante la crisis, un rayo de luz le hizo ver que valía cada segundo todo lo que hizo cuando una bebé le dijo una noche esa misma frase pero por primera vez, y su corazón estalló en mil pedazos por aquel momento eterno en su, mente y recuerdos.
Lincoln en ese instante decidió hacer lo mismo que esa casa silenciosa de noche, pero ruidosa de día. Decidió entrar a su cuarto y ahí en el piso estaba su bolso maleta, en realidad no había sacado nada desde que salió de su cuarto, así que simplemente buscó un pequeño objeto de metal de ahí y lo puso en el bolsillo delantero de su chamarra verde, que llevó con él todo el día puesta para tenerlo seguro. Luego cerró el bolsillo con un botón que tenía, se la quitó y la dejó caer en el piso. Se sentó en su cama pensando en todas las experiencias que pasó, un solo día lleno de tantas emociones ya lo había dejado agotado, pero no tenía sueño en lo absoluto, simplemente estaba cansado. Su mente estaba tan perdida entre sus pensamientos que en realidad cada uno llevaba a las mismas respuestas. Pensaba sin ninguna respuesta y realmente las quería, pero recordó algo que le ayudaba a resolver sus dudas así que dirigió su mirada al espectador.
-Bienvenidos a la casa Loud, donde los hermanos siempre encuentran un lugar al que llamar hogar, donde los secretos son verdades y donde las verdades no se esconden. Donde por más que estemos perdidos siempre podremos encontrarnos, somos una familia numerosa y por esa razón siempre podemos encontrar apoyo incondicional. Una casa marcada por cada uno de nosotros. Y sobre todo donde por más que te sientas solo jamás lo estarás - Sonriéndoles a los lectores - Siempre me imaginé esto cuando estuviera de regreso, pero supongo que fue completamente diferente a lo que me imaginé. - Agachó la cabeza - Y de hecho no mucho de lo que ocurrió hoy me lo esperaba…- Rascándose la cabeza. -De cualquier manera, aún tengo mucho que hacer, mucho por lo que ponerme al corriente y…- Mirando al cajón donde había puesto su cajita de metal. -Y unas cuentas pendientes…- Se acercó a su mueble y abrió el cajón donde había depositado su cajita de metal, retiró las cosas que había puesto para que no la encontraran y la tomó en sus manos, se sentó en el suelo con la cajita en sus manos y agarró nuevamente su chamarra, en el bolsillo de su pecho, ahí se encontraba ese pequeño objeto, una pequeña llave de metal, contradiciendo por completo de su acción anterior con la chamarra Lincoln la metió en la cerradura y la abrió…
Estaba completamente llena de cartas de sus hermanas y fotos, Lincoln tomó un par de ellas y las miró atentamente.
Con Amor; Lori.
Te deseo Lo mejor; Luan.
Espero que vuelvas a casa pronto; Leni.
Te extrañamos mucho papi con amor; Lily.
Esta canción la escribí en tu honor; Luna.
Cantamos Sweet Victory, esta victoria en el Super Bowl es tuya, con todo mi respeto y Admiración; Lynn.
Espero que el clima y la batalla te favorezca mucho, ánimo Lincoln; Lisa.
Me siento muy cerca de ti aquí en París, pero al mismo tiempo estás muy lejos, te extraño muchísimo; Lola.
Hermano vuelve a casa por favor; Lana.
Mis lágrimas ya se han vuelto un suplicio, tenerte aquí junto a mí sería mi único alivio; Lucy.
Lincoln por favor, vuelve a mí, a nosotras. Te extrañamos tanto, nos haces tanta falta, con mi amor más profundo; Ronnie Anne.
...Hijo, no sé si sea de día o de noche, pero en todo caso te deseo buenas noches, hasta pronto. Con todo mi corazón. Mamá.
Cada carta que estaba ahí había sido cuidada con mucho amor en la susodicha caja, que él había conseguido, no sabía cuántas eran en realidad, pero estaba seguro que podían ser 100 o menos. Las miraba con mucho afecto y cariño, cada noche fría se hacía más cálida con esas cartas presionando en su pecho, la única razón por la que aún seguía vivo y por la que anhelaba volver a casa.
Miró las fotos que Ronnie le había mandado de los bosques, playas y lugares a los que que ella había ido con la familia Loud y siempre con una frase escrita al reverso de las fotos, como "Desearía que estuvieras aquí".
Incluso otras fotos de sus hermanas, hasta que encontró la foto de la pequeña Lara y al reverso decía algo como. "¿Cómo le ponemos?", todas esas cartas le habían dado ánimos para seguir adelante y luchar, él realmente quería volver… Antes de su quinto año… Su rostro se volvió en una expresión un tanto seria y triste, entre las cartas y fotos había algo que estaba hasta el fondo de su caja de metal, apartó un par de las notas de papel y la tomó entre sus manos. Sintió su peso, la contempló en toda su extensión. La empuñadura en su mano, el martillo en un estado neutral, el cañón del arma apuntando al suelo y con el tambor en su lugar.
Una magnum calibre 44 tipo revólver. Apretó el seguro del tambor y examinó las recámaras... 5 vacías y solo una con una simple bala… La tomó entre sus dedos y la miró.
El sonido de una batalla muy salvaje, gritos, disparos, explosiones, destrucción, miseria, muerte. Puso la bala en la recámara y colocó el tambor en su lugar. Respiró profundamente y exhaló.
- ¿Es sólo una probabilidad, cierto? - Giró el tambor del arma -Veamos si esta vez tengo suerte. - Cuando el tambor se detuvo, bajó el martillo que hizo girar el tambor una última vez. En alguna de las recámaras. -Sino...- Se puso el cañón del arma por debajo de la mandíbula. -Tendré que vivir otro día en este tormento.- Puso su dedo índice en el gatillo,
poco a poco comenzó a jalar de él… y...
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Nada… Lincoln sudaba por eso que intentó hacer hace unos momentos, se agarró la cara intentando pensar en otra cosa, no pudo creer que en realidad haya decidido volver a hacerlo, se golpeaba la frente con su puño llamándose a sí mismo estúpido.
"En serio serías tan cobarde para hacerle esto a tu familia, para hacerme esto a mí." Las palabras de Ronnie resonaron en su cabeza mientras más pensaba en la acción de hace unos momentos.
- ¿Qué demonios haces, Lincoln Loud? - Se reprochó a sí mismo mientras miraba al suelo donde se encontraban todas las cartas de sus seres más amados - ¿En serio esto es lo que quieres… por probar un punto? - Dio un fuerte suspiro y dejó el revólver en la caja de metal, tomó todas las cartas y fotos y las puso de nuevo en su lugar acomodándolas, para luego cerrar la caja y meterla nuevamente en su cajón. Retuvo la pequeña llave en sus dedos y la contempló por unos momentos -Vamos hombre… no puedes rendirte aquí y ahora, no puedes permitírtelo. - Recargándose en la pared. -No has llegado tan lejos para rendirte ahora, Lincoln Loud…- Mirando a la luz blanca de la luna que entraba por su ventana, cerró sus ojos para pensar y reflexionar. Tan perdido y absorto en sus pensamientos se encontraba el hombre hasta que unos toques en su puerta lo despertaron. -Eh… ¿Qui… ¿Quién es? - preguntó confundido pues pensaba que ya todas estaban dormidas.
-Soy yo. - respondió una voz que él reconoció al instante.
-Ehh… Pasa…- Terminó de decir para que su hermana más pequeña entrara al cuarto. - ¿Qué pasa, Lily? - Puso su pequeña llave de metal nuevamente en su chamarra, para luego volver a levantarse y mirarla a los ojos.
-Eh... - Dijo un poco apenada - ¿Puedo… pasar hoy la noche aquí? - preguntó con el mismo tono, pero algo triste al mismo tiempo.
-Bueno… sí…- contestó un poco extrañado por esa petición - ¿Pero por qué?
-Bueno…- Cruzo los dedos de ambas manos. -Yo solía dormir mucho aquí cuando tú seguías… lejos…- Levantando su mirada. -Y la verdad hoy quería pasar la noche aquí.
-Oh… Por supuesto que sí, Lily, voy a los sillones de allá abajo y te dejó…- Ella se interpuso en frente de él.
-Pero… me gustaría poder dormir junto a ti hoy. - Lincoln la miró por unos instantes y sonrió tiernamente al verla. -Es que realmente quiero pasar tiempo contigo y no quiero que duermas solo hoy y… - Lincoln simplemente la abrazó.
-Hey, no me tienes que dar explicaciones, sólo tienes que pedirlo. - Cediendo el paso.
después de unos momentos los dos ya se encontraban acostados, Lily dormía profundamente y él se mantenía con ella en sus brazos y pensaba en todo lo que había acontecido en el día, y después de lo que habría sucedido que Lily lo hubiera descubierto con esa arma en las manos, no olvidaría eso, si ella lo hubiera encontrado con la cabeza hecha pedazos el cuarto lleno de sangre y todo en una escena que la traumaría de por vida, no quería hacerle eso a ella… De hecho, no quería hacerle eso a ninguna, pero quería saber si él realmente estaba maldito, si la muerte en realidad lo odiaba tanto para no amarlo como lo hizo con todo su pelotón… No quería pensar más y dejar que toda la basura que había pasado en Afganistán se fuera de una vez y por todas. ¿Pero cómo podría hacerlo? Él era el otro hombre y Lincoln estaba allá en el campo de batalla como un fantasma del dolor, como su pierna perdida o los hermanos que habían muerto. Se quedó sintiendo nuevamente esa presión en el pecho, hasta que dirigió su mirada a Lily. La cual dormía con una sonrisa de felicidad en su rostro. Lincoln al verla hizo lo mismo. "Una jovencita representaba una gran parte de su hogar. Alguien a quien llamar hogar" Lincoln simplemente dejó de pensar, dejó de sentirse mal. Simplemente le dio un beso en la frente a su hermana… Y con eso empezar...
Un Nuevo Día.
The Loud House: Lincoln Homecoming.
Regresando a Casa.
