L quiere una mascota. Watari no lo deja. ¿Por que? Digamos que simplemente L no se lleva bien con los animales que tienen la necesidad de comer, dormir, o respirar… He aquí la historia de las pobres criaturitas que cayeron en manos de L y de cómo consiguió su mascota perfecta….

Expediente 606

Edad: 5 años

Animal: Pez dorado

Nombre: Lechuga

Tiempo que vida: 2 semanas

Hechos:

El pequeño Ryuzaki estaba muy feliz aquella tarde que Watari decidió comprarle aquel pececito que tanto había pedido (Aunque "Decidir" tal vez no es la palabra adecuada…Mas bien "Obligado" encaja mejor en lo que paso)…

-"Hace ya una hora que Watari salió hacia el acuario y no ha vuelto. Me estoy preocupando, ya no se que hacer. Los dulces no me han ayudado mucho en este caso, llevo 3 rebanadas de pastel, 10 bombones, 9 caramelos de anís, 1 copa grande de helado y 16 fresas bañadas en chocolate y nada… "

Cuando el pequeño iba por la cuarta rebanada de pastel llego la razón de su preocupación…

-"Watari! Donde esta?, Dime, donde esta?"- Decía el pequeño L brincado de un lado a otro del pobre Watari que ni siquiera había podido quitarse el abrigo…

-"Tranquilo, Joven Ryuzaki. Siento haberlo hecho esperar, pero aunque usted no lo crea, encontrar un pez dorado con las medidas que usted me especifico no es tan fácil"

Para ese momento L ya no le prestaba atención…estaba embobado (no hay otra palabra para describirlo) con la nariz pegada al vidrio de la pequeña pecera que ahora descansaba sobre la mesa.

La pecera era pequeña y semi-redonda, la típica para un pez dorado, en la base tenía pequeñas piedritas de cristal de varios colores. Y justo en medio de la pecera un pequeño castillo de cerámica, y dentro de este un lindo pececito de 8 por 5 centímetros, perfecto, tal como L lo había imaginado, tal como lo había pedido.

A partir de que Lechuga llego a la vida de L todo había cambiado. Ahora L pasaba sus tardes observándolo. Simplemente lo adoraba. Le encantaba como se escabullía en su pequeño castillo cada vez que lo venia venir (Imagínense tener a un niño raro pegado al vidrio de tu pecera todo el día…yo también me escondería ;3)

Después de 1 semana L empezó a notar que Lechuga ya no era tan lindo como al principio, algo en el había cambiado, después de unos segundos, supo que había cambiado…

-"Querido colega, me temo informarte que… estas gordo. Desde hoy estas a dieta. No, no me mires con esos ojos, créeme que esto me duele mas a mi que a ti"

Y con esas duras palabras L se dio la vuelta, esperando que Lechuga entendiera que todo lo que hacia era por su bien.

1 semanas después L bajo a visitar a Lechuga como todos los días, pero en esa ocasión algo estaba diferente. Lechuga se encontraba panza arriba con sus ojitos cerrados…

-"Vaya que tu no pierdes el tiempo, verdad Lechuga?, que lindo tu truco! Pero ni creas que te voy a dar un dulce! Recuerda que estas a dieta"- Dijo el pequeño mientras pegaba la cara al vidrio de la pecera.

-"Wacala! , Hueles muy mal! Creo que tendré que darte un baño".

-"Watari, me ayudarías a darle un baño a Lechuga?"

-"Un baño?, Joven Ryuzaki los peces no tienen la necesidad de bañarse"

-"Pues Lechuga si, ya huele muy mal"

El mayor presintiendo lo que había ocurrido fue hasta donde el pez y como se lo imaginaba, Lechuga estaba muerto…

Después de un triste funeral en el retrete L entendió dos cosas. La primera JAMAS, JAMAS se debe de poner a las mascotas a dieta, y la segunda los peces no se ponen panza arriba…Claro, a menos que estén muertos.


Que tal? Les gusto :3 ? Espero que si, este es el primer capitulo de 8 (Tal vez 10 si tengo muchos comentarios)...

Se agradecen y responden TODOS los comentarios que dejes. En serio no sabes lo mucho que me alegra el dia saber que aunque sea por un ratito hice reir a alguien ^^

Gracias por leer!

P.D. Ningun animal fue lastimado durante la produccion de este fanfic :3