Hola! Este será la primera publicación que haré aquí, espero sea la primera de muchas.
Este es el primero de los drabbles que espero publicar en estos días, estos son con la idea de participar en la tercera convocatoria de drabbles de "Gundam Wing Yaoi" en Español ( . . )
Espero les guste,
un abrazo
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Luces de colores parpadeaban con una canción invisible mientras las calles se atiborraban de personas entusiastas.
Paz y alegría.
Parecía ser parte de la actual humanidad, lejos del dolor y temor que había invadido tiempo atrás. Nadie creería que esas mismas personas habían llorado y rogado por sus vidas, nadie pensaría que habían vivido los peores años de la rebelión.
Había quienes preguntaban si había valido la pena tantas muertes, tanta destrucción. Si habían tenido que luchar contra la Tierra, contra sí mismos, para tener esa libertad.
Él creía que sí.
Incluso si hubiera terminado dando su vida para ello, había valido cada gota de sangre derramada, sus manos sucias y su vida en un hilo fino. Observando desde lo alto podía ver la paz por la que había luchado. Sacrificarse por todas esas personas era un peso en el que no quería detenerse a pensar. Pero qué veces aún atormentaba sus sueños y le dejaba entumecido.
Esas personas habían dependido de sus acciones y estuvieron cerca de perderlo todo por un error. Lo había arreglado, claro, pero aún mantenía ese pecado presente en su mente.
—¿Vas a estar ahí toda la noche? —preguntó una irritada voz unos pasos atrás de la figura que se escondía tras las sombras en lo alto de la azotea.
Los ojos azules se volvieron lenta y clínicamente hacía el ser que había interrumpido sus cavilaciones. El hombre le miraba con una sonrisa socarrona, una actitud beligerante que en otro rostro era seguro lograría acabar con un disparo, pero siendo quien era… Bueno, este tenía cierta ventaja.
—¡Hey! No me mires de esa manera. —Se estremeció. —Es escalofriante, miras fijamente y no dices una palabra.
La larga trenza se movió así como lo hizo el hombre hasta apoyarse contra la baranda, un largo silbido escapó de sus labios. Él lo contempló de reojo, sin mostrar una clase de expresión mientras el otro parecía embelesado por el desborde de color y alegría, una enorme sonrisa extendiéndose en sus labios. Lo ignoró y volvió su atención al cielo, una capa metálica que solo en esas ocasiones se abría para que vieran la inmensidad a la que se enfrentaban.
—Heero, ¿crees que este año podríamos bajar? —preguntó Duo mirándole de reojo, su expresión solo ligeramente preocupada. —Se que vienes aquí antes del conteo, ver esta multitud y recordar viejos tiempos…
—Relena me preguntó algo hoy —cortó las palabras del otro. —No sabía cómo contestarle, pero creo que ahora lo sé.
Duo frunció el ceño. —Tú no sabías que decirle… bueno, eso es nuevo.
Heero ignoró la burla. —Me preguntó si había valido la pena, el dolor, la muerte… todo.
Duo asintió y tragó con fuerza. —Esa mujer…
Heero guardó silencio un momento. Se volvió encontrándose con la expresión preocupada de Duo, este tenía esa mirada cada vez que Heero tenía que salir a despejarse tras una noche llena de pesadillas.
—Es un nuevo año, Duo —comentó con simpleza. Se alejó de la baranda mientras con una de sus manos tomaba la del otro, jalándolo sin detenerse. —Un año más sin guerra, sin sangre… un año más tu y yo, creo que puedo decir… Lo valió por completo.
