Llego al lado de Percy justo a tiempo de ver como pone el cuchillo en tu mano. Chillo, sé que no debo detenerte, que aunque ahora seas tu dentro de unas pocas horas solo quedará tu cuerpo dominado por Cronos pero no puedo dejar de pensar en que no estoy preparada para que desaparezcas.

Después de todo, hemos sido tu y yo, siempre juntos contra todo y todos, los que nos prometimos ser una familia de verdad. Como la que nunca fueron capaces de darnos unos padres dioses demasiado ocupados como para dirigirnos la palabra. Solo unos pocos hemos sentido ese desprecio tan directamente.

Tu agarras el cuchillo fuertemente. Es irónico que el cuchillo que me diste cuando me prometiste que no dejarías que nunca me hicieran daño sea ahora el que reclame tu vida.

Diriges el filo hacia un punto justo por encima de la correa de tu armadura y lo hundes. No hago nada, no puedo, o eso quiero pensar. Creer que no tienes elección siempre es más fácil que decirte a ti mismo que ante tantas posibilidades que hay esperando a que las tomes tu tienes miedo y prefieres quedarte en la cara visible de la luna.

De tu herida empieza a salir un líquido negro chisporroteante, no es sangre y duele saber que ni siquiera ahora eras tu al completo, cuando más te necesitaba pero a la vez me ayuda, me hace contener las lágrimas un poco más ante una situación tan surrealista.

Se produce una pequeña explosión que nos lanza a Percy y a mi al otro extremo de la habitación. Me levanto corriendo y con un interés casi morboso voy hacia donde ha quedado tirado tu cuerpo.

Estás gris, con los brazos doblados en una posición imposible. Se te han quedado los ojos abiertos así que alcanzo a ver tus ojos azules, ahora apagados y acuosos, que un día tanto me tranquilizaron.

No queda brillo de rebelión en ellos. No volverás. Nunca.

Me siento en el suelo. Llorando, sin valor para cerrarte los ojos. Por todas aquellas veces que me miraste con tus ojos color cielo y sonreíste para animarme a seguir luchando, porque ya nadie más me empujará a seguir viva como lo hiciste tu.