Hoy me tengo que ir mi amor

Levi y Hange partían nuevamente a otra misión, esta vez no sabían cuánto tardarían en regresar o si lograrían regresar.

-Princesa prométeme que te portaras bien -le dijo Levi a su hija mientras la abrazaba.

La pequeña lloraba. Hope Ackerman-Zoe tenía apenas tres años y desde que tenía uso de memoria sus padres casi nunca estaban en casa, ellos siempre tenían una misión.

Hope asintió y Levi la bajo, le limpio las lágrimas y fue el turno de Hange de abrazar a su hija.

-Adiós mi pequeña -logro decir a pesar del nudo en la garganta que sentía.

Su abrazo fue rápido, Hope no quería soltarla, pero ella se zafó del agarre y entonces se retiró apresurada sin mirar atrás.

Levi la siguió pisándole los talones, los presentes hubieran pensado que la mujer carecía de sentimientos, pero Levi conocía bien a Hange, ella se había retirado ya que no soportaba que la vieran llorar.

Una vez que subieron abordo Hange no tardó en dar instrucciones.

-Tracen ruta rumbo a Mare -ordeno firmemente a sus subordinados y estos hicieron el saludo formal.

-¡Si señora! -contestaron y corrieron a sus puestos.

-¿Iras con el resto a despedirte? -pregunto Levi a Hange.

-Tengo que revisar unos documentos Levi -dijo de inmediato Hange y se retiró apresurada por encontrar un lugar donde estar sola.

La mayoría de la tripulación estaba en la cubierta despidiendo a sus seres queridos, agitaban las manos y gritaban entusiasmados, también había lágrimas.

Hange entro a su camarote y miro por la ventana, en primera fila junto al montón de gente se encontraban sus hijos al lado de su niñera. Hope agitaba su mano mientras que con la otra se limpiaba las lágrimas, Erwin apenas era un bebe que a pesar del escándalo continuaba dormido en brazos de su cuidadora.

Entonces Hange le dio la espalda a la ventana y trato de reunir la fuerza necesaria para no llorar.

Levi entro y abrazo a Hange.

-Todo está bien cuatro ojos -le dijo mientras Hange soltaba a llorar.


Hange había nacido en cuna y jaula de oro, pero renuncio a todo ello para unirse a un propósito más noble y este era luchar contra los titanes y buscar su libertad.

Levi nació en la ciudad subterránea donde cada día era una lucha contra la muerte.

Muchos hubieran pensado que dos almas tan distintas jamás coincidirían en esa vida, pero el camino de ambos se había conectado cuando se unieron a la legión de exploración. Para Levi fue amor a primera vista y Hange tampoco tardo en enamorarse de él.

Iniciaron siendo unos perfectos desconocidos, luego pasaron a ser los mejores amigos y al final se habían casado. Pero la felicidad y la paz no formaban parte de su vida… el muro María había sido invadido por los titanes y después de eso todo había ido de mal en peor.

Descubrieron que no estaban solos como les habían hecho creer y que los titanes eran en realidad humanos, encontrado un enemigo más temible que los titanes y este era Mare.

No todo era malo, cuando lograron exterminar a todos los titanes de la isla la vida les otorgo un regalo. Una bebe a la que nombraron Hope y años después un pequeño cuyo nombre era Erwin Maximus, nombrado así por su gran amigo Erwin Smith quien había fallecido a manos de Zeke Jaeger mejor conocido como el titan bestia.

Pero al abrirse al mundo no todo fue malo, también encontraron aliados como la nación de Hizuru e incluso uno que otro Marliano como Onyancopon, Yelena y muchos más.


Unos años atrás…

El muro María fue sellado, de todos los de la legión solo sobrevivieron 7 reclutas (Mikasa, Sasha, Jean, Armin, Eren, Connie, Floch), el capitán Levi y Hange quien ahora era la nueva comandante.

Hange perdió un ojo en batalla, así como a dos de sus amigos, Erwin y Moblit.

El día de la entrega de medallas se había sentido mareada y carente de energía. Terminando en el hospital debido a que pensaban se trataba de algo grave.

Hange despertó y se encontró en una habitación desconocida, como era de esperar Levi estaba a su lado.

-¿Qué fue lo que paso Levi? -pregunto Hange mientras trataba de levantarse a pesar del dolor de cabeza.

-Te mareaste y finalmente te desmayaste -contesto calmado Levi.

-No recuerdo haber tomado tanto -bromeo Hange aunque el dolor de la cabeza era como si sufriera de resaca.

-No deberías levantarte -advirtió Levi.

-No me siento tan mal…

-La doctora te ha mandado reposo absoluto -Levi le lanzo una mirada amenazante, de esas que significaban que si se atrevía a levantarse la amarraría en la cama.

-Levi, me siento bien, en serio -trato de convencer, aunque sabia era un caso perdido.

-Órdenes del doctor, no discutiré contigo -tomó la mano de Hange-. Me han dicho tu diagnostico cuatro ojos -dijo.

Hange pensó que no se trataba de una mala noticia pues la actitud de Levi era muy calmada.

-¿Y bien? -pregunto esperando que no le diera más vueltas al asunto.

-Tu enfermedad es incurable -dijo-. Te han diagnosticado como una loca de los titanes -bromeo para fastidiarla y Hange le dio un almohadazo.

-Eres un idiota -le dijo y trato de fingir enojo, pero no pudo evitar sonreír -Ahora sé que no es nada grave -dijo tranquila.

-Estas embazada cuatro ojos, yo pienso que si es algo grave.

Ellos se habían prometido no tener hijos, pero después de varios años casados habían cambiado de idea, solo con una condición y esta era que no tendrían hijos hasta que acabaran con los titanes.

-Tenemos mucho trabajo que hacer -medito y soltó un suspiro del solo pensar que tenían unos meses para eliminar a todos los titanes y resolver el problema con Mare.

-¿Tenemos? tu único deber es descansar tonta -regaño-. No es broma cuando te digo que tienes que guardar reposo.

-¡Oye no me regañes enano idiota! -le grito Hange-. No sé porque estas tan furioso.

-La noticia del embarazo no pareció sorprenderte, quiero pensar que no sabias que estabas embarazada cuando fuiste a la misión en Shiganshina.

-¡Por supuesto que no! -grito y se giró de modo que Levi no pudo ver su expresión que hacía cuando mentía.

-¡Oye mírame! -le grito furioso.

-¡No lo sabía! -grito enojada- Solo que yo… bueno…

-Lo sospechabas y aun así te pusiste en riesgo y a mi hijo -continúo regañando.

-No pensé que podía estarlo… supuse eran ideas mías.

-Y fuiste a la misión -Levi no había dejado de mirar furioso a Hange.

-Levi lo lamento -ella le tomo de la mano-. Fui una insensata, una tonta, perdóname yo no quería…yo…

-Para compensarlo tendrás que seguir al pie de la letra las órdenes del doctor -dijo resignado- Nada de idioteces Hange -le advirtió.

-Lo prometo, seré una paciente ejemplar.

En ese momento entro la doctora.

-Bien, veo que no se han matado -sonrió y miro a Hange-. Espero que ya le comunicaran su diagnóstico comandante Zoe.

Hange asintió fingiendo su mejor sonrisa, aunque en el fondo moría de miedo.

Hola a todos, aquí les traigo la segunda parte de Ellos no saben lo nuestro. Se que la historia termina cuando Eren se marcha a Mare, pero quería retomar a partir de que cierran el muro María. Saludos.