Después de derrotar a Naraku, Kykyo había sido resucitada, por lo que Inuyasha se quedó con ella dejando a Kagome, ya había pasado un año desde eso, muchas cosas habían cambiado, después de pensarlo mucho Kagome decidió quedarse ahí en la aldea ya que la necesitaban más ahí de lo la necesitaban en su otra epoca, el agujero de miroku había sido sellado por fin tuvo la decendencia junto con su amiga Sango aún no nacía el bebé pero ella ya estaba en cinta, Kohaku también revivió vivía con ellos aunque normalmente no estaba ya que iba a eliminar monstruos junto con kirara, Shippo estaba en su entrenamiento para convertirse en un gran zorro, y Rin estaba bajo el cuidado De Kagome aunque seshomaru iba a verla cada mes llevándole obsequios incluso de vez en cuando también le llevaba kimonos a Kagome.

-E oído que Kouga se casara pronto-

Por alguna extraña razón sintió como si algo se removiera en su corazón, ya había pasado mucho tiempo desde la última vez que lo vio, incluso antes jamás le intereso, solo lo veía como un amigo, pero no pudo evitar que le dolieran esas noticias.

¿kagome me escuchas?-Dijo shippo moviendo sus manos frente a la cara de Kagome

-Si, me alegro mucho por el-Dijo fingiendo una sonrisa pero sus amigos la conocían tan bien que notaron que era falsa

-Señorita, no tiene porque mentirnos, somos su familia-El monje miroku tomó sus manos

-Así es Kagome, acaso te pusiste así por lo del joven Kouga?-La exterminadora se acercó más a ella a cuestionarla

-No claro que no-mintió ni ella misma sabia el porque de su decepción al escuchar que el líder lobo se casaría -es solo que les tengo que dar una noticia, muy pronto partiré en un viaje-

-Que? Pero de que habla señorita-

-Hace un par de meses lo e estado pensando, creo que es momento de recorrer la region y eliminar todos los monstruos qué hay, además e oído que en el norte tienen una plaga de ellos y es mi deber eliminarlos

-Entendemos señorita, en ese caso iremos con usted

-Por supuesto que no, Sango pronto tendrá a su bebé y es momento de que ustedes se olviden de todo esto, quiero que formen una familia y sean felices juntos, shippo tú debes de continuar con tu entrenamiento además este es un viaje que quiero realizar sola y vendrá muy seguido así que no se preocupen-les sonrió hace mucho tiempo que no veían una sonrisa sincera de ella así que no pudieron replicar más y aceptaron

-Pero Kagome cuando partirás?-cuestionó el pequeño Kitsune

-Primero necesito esperar a Seshomaru y hablar con el con respecto a Rin

-Harás que se la lleve?-no quería que rín se fuera, después de todo en este último año se habían vuelto muy unidos y se podría decir que eran mejores amigos

-Por supuesto que no Shippo, ya hable con la anciana kaede y me dijo que ella se puede hacer cargo, pero aún así quiero hablar con el

-Ya veo-Dijo El Niño sonriendo, se alegraba de que la pequeña no se iría a ningún lado.

Un mes paso en que kagome se dedicó a entrenar y crecer más su poder espiritual.

-Señorita Kagome-Un joven se acercaba a ella corriendo muy alegre

-Kohakuu-se trataba de el hermano menor de su amiga -no esperaba verte tan pronto-

-lo qué pasa es que mi hermana me avisó que partiría pronto así que le traje algo-

Y Kagome pudo observar que traía una caja de madera, y cuando la abría vio a un pequeño gato parecido a Kirara solo que totalmente negro durmiendo, no pudo evitarlo más y lo tomo haciendo despertar al pequeño minino y cuando abrió sus ojos pudo observars aquellos dos zafiros que automáticamente la hicieron recordar a Kouga, aquel lobo que no salía de su cabeza desde que se enteró que se casaría, se quedo tan concentrada en sus pensamientos que no noto que lágrimas comenzaban a caer de sus mejillas

-¿Señorita está bien?-Le dijo kohaku ya en tono de preocupación-acaso no le gusto?

Rápidamente se seco las lagrimas con sus mangas y le regaló una sonrisa-Por supuesto que sí-Se agacho y le dio un beso en la mejilla-Muchas gracias Kohaku-

El joven se puso como un tomate- N No es nada y ya me tengo que ir- dio la vuelta y se echó a correr

Kagome no pudo evitar reírse por el comportamiento del joven

-Y cuál es tu nombre pequeño- el gatito ladeó la cabeza -Bueno en ese caso te pondré Natsu, el gatito comenzo a la lamerla en la cara- jaja ya veo que te gusta- el minino gruño en aprobación - Muy bien Natsu, vamos a la aldea- el gatito brinco y comenzó a caminar a su lado.

Justo un poco antes de llegar en el bosque pudo observar a Rin dando vueltas con aquel extraño ser que siempre acompañaba a seshommaru y un poco más alejado pudo verlo recostado en un árbol, rápidamente se acercó a él poniéndose a su lado en completo silencio

-Pronto partiré al norte, dejaré a Rin encargada con la señora Kaede-

Seshomaru como siempre no dijo nada solo volteo y le extendió un pequeño kimono de color blanco con flores bordadas completamente verdes, y camino en dirección a rin

-Janken, es hora de irnos-

-Si amo Seshomaru-

Y así desaparecieron, apesar de que Kagome y seshomaru casi no hablaban sabía que eso era un forma de aprobar lo que haría

-Muy bien Natsu, iremos a mi casa y luego partiremos-

El minino gruño en aprobación y comenzaron a dirigirse al pozo en el camino pasaron por el árbol sagrado y Kagome no pudo evitar detenerse a mirarlo, ahí es el lugar en el que conoció a Inuayasha aquel ser del que creyó estar enamorada, y me refiero a que creyó porque un día simplemente despertó y él ya no estaba, sabía que se iría con Kykyo pero ni una explicación le dio, simplemente se fue, los primeros meses fueron muy difíciles no podía dejar de llorar y fue cuando se dio cuenta de que no lo quería como pareja simplemente lo veía como un amigo como su mejor amigo, le hubiera gustado hablar eso con el, pero no había ni rastro de a dónde había ido con la sacerdotisa, había escuchado muchas veces rumores acerca de que se había ido a otra región, pero no estaba segura.

Después de un rato se dirigieron al pozo

-Natsu iré a mi casa espérame aquí no tardó-

El minino solo asintió con la cabeza

Cuando Kagome llegó a su casa pudo ver que no había absolutamente nadie, así que se dirigió a su habitación por una toalla azul y se dirigió al baño, preparó la bañera con unas cuantas sales y aceites para poder relajarse ya que no sabía cuánto tiempo tardaría en volver, ya en la bañera no pudo evitar en aquel lobo, deseaba tanto verlo

"Aunque sea una última vez"

Lo que no sabía es que al mismo tiempo el lobo compartía ese sentimiento